No os voy a recordar a mis amigos sociatas que os enfadasteis conmigo a raíz de mi entrada Por qué me gusta tanto Zapatero que todos y cada uno de los argumentos que aporté en su día, ahora los ha hecho suyos El País, vuestra hoja parroquial. ¡No seré tan cruel! Mi memoria histórica se detiene el domingo pasado y además, hoy estoy de buen humor; no sé vosotros pero yo noto algo de optimismo en la calle. La convocatoria de elecciones para el 20 de noviembre es una buena noticia poniendo un término teórico a este histórico desastre. Los inversores internacionales comprenden que a partir de diciembre España va a tener otro gobierno que sólo puede ser mejor que éste. Y eso es bueno.
Nos quedan 111 días de campaña electoral por delante, así que nos van a invadir el correo electrónico de pepe-eses y correos supuestamente interesantes con la lista de las mentiras de Zapatero, el currículum de los gurtelianos y las propiedades de Bono, algunos muy dramáticos y otros en clave de humor. Naturalmente, no voy a leer uno solo, porque no me interesan; yo voy al votar al PP, así que no me deis la lata. No necesito argumentos, ni propaganda, ni que me cuenten que Z miente y le crece la nariz ni que Rajoy hace llover café en el campo o camina sobre las aguas. Estoy al tanto de sus respectivos defectos y virtudes y nadie necesita que me las recuerden. Y el único sondeo que me interesa, son las elecciones.
El PP, al que voto y con el que colaboro en la medida que me dejan y que puedo, no me hace ilu. Tiene los mejores militantes del mundo, pero por ahora, no ofrece un proyecto que genere ilusión, sólo quieren ser la alternativa a una catástrofe. Está bien, pero no basta. Si el PP presentara de candidato a una cabra, un chimpancé o un saco de patatas, seguiría votándoles; cualquier cosa es preferible a la zetagente y sus aliados quincemeneros. Pero el PP tiene que ir más allá de ese no-discurso y sacar adelante lo mejor que lleva dentro. Tiene que ser ambicioso y honesto, dejarse de chaladuras neoliberales y de franquismos vergonzantes porque sus electores ni son franquistas ni son neoliberales de los que alaban la prostitución infantil, son la mejor España, la que curra y quiere dar un destino a sus niños.
Es un partido que tiene futuro porque ha conseguido reunir en una sola mano a conservadores, liberales y democristianos, tres pilares de una misma fuerza. Su destino es la victoria. Precisamente por ello deben depurarse de gurteles -gran cosa, la dimisión de Camps- y de tonterías y apostar por los valores que todos sus electores defendemos: la familia, la bandera, la visión cristiana del mundo, una España unida y currante, un modelo educativo exigente y funcional en que no se discrimine la lengua española, una gestión eficaz que permita hacer viable la España social y plantear una marcha atrás en el ámbito constitucional que permita acabar con la locura autonómica y su despilfarro.
El modelo alternativo, el de la zetagente, es contra la familia, contra la bandera, contra el cristianismo, contra la unidad de España, contra la lengua española y contra el trabajo, prefieren la cultura de la subvención y jalear a los quincemeneros y toda la tropa de vagos, anticlericales, antisistema y antisemitas de izquierdas cuyo nuevo coco es el estado de Israel y se creen que se puede detener un maremoto con una manifestación. Además, son incapaces de gestionar. Ignoro el motivo, pero siempre que tenemos un gobierno de izquierdas nos deja la Seguridad Social y las cuentas del Estado más rojas que el capote de un torero.
La democracia práctica no consiste tanto en el derecho a
que te gobierne quien tú quieres sino a elegir libremente entre lo que hay; y el
voto en contra es siempre mucho más fuerte que el voto a favor porque la base de nuestras decisiones en política, es el miedo: ¿qué candidato me parece menos peligroso? Los socialistas franceses votaron en su día por Chirac para que no saliera Le Pen; y tenían razón
Los españoles de izquierdas, que son millones, deben tomar ese ejemplo y votar al PP, para forzar la desaparición del PSOE mandándolo al Grupo Mixto. La derrota debe ser espectacular y forzar a que el PSOE se autodisuelva y refunda, que se construya un Partido Socialdemócrata Español, quizá liderado por alguien como Rosa Díez, que sea capaz de llenar sus actos con banderas españolas, que deje de apoyar a los terroristas y los separatistas, que no considere como un progreso matar viejos y trocear niños, que no esté todo el día dando la matraca con la Guerra Civil que perdieron muchos y ganaron sus abuelos, dicho sea de paso.
Lo único malo de Rosa es que en su día trató de meter en la cárcel al bueno de Mingote, y eso es muy duro de tragar. Quizá una personalidad independiente como Vargas Llosa podría darle algún aire a ese proyecto. Es ciudadano español y tiene un Nobel de Literatura en el currículum, que no está del todo mal. Y el voto inmigrante lo captaría. Si yo fuera mandamás del PP trataría de ficharlo antes de que lo hiciera la competencia. De hecho Esperanza Aguirre, que es muy lista, suele echarle los tejos a todos los intelectuales de renombre para, entre otras cosas, que no se los soplen otros.
Lo único malo de Rosa es que en su día trató de meter en la cárcel al bueno de Mingote, y eso es muy duro de tragar. Quizá una personalidad independiente como Vargas Llosa podría darle algún aire a ese proyecto. Es ciudadano español y tiene un Nobel de Literatura en el currículum, que no está del todo mal. Y el voto inmigrante lo captaría. Si yo fuera mandamás del PP trataría de ficharlo antes de que lo hiciera la competencia. De hecho Esperanza Aguirre, que es muy lista, suele echarle los tejos a todos los intelectuales de renombre para, entre otras cosas, que no se los soplen otros.
Si el pensamiento social significa algo debiera ser la preocupación por cosas que le interesan a la gente de verdad, como el empleo, la vivienda, las guarderías, la educación y tratar de que todos lleguen a fin de mes. Ese pensamiento social, los socialistas lo han relegado y abandonado, y hoy es patrimonio de la derecha como lo fue antes del Estado franquista que funcionó y fue capaz de crear una España con vivienda barata, baby boom, trabajo seguro, seguridad en la calle, y la primera Seguridad Social.
A la zetagente le ha preocupado sobre todo si los niños comían tigretones, el matrimonio gay, ganar la batalla del Ebro, hacer ricos a los fabricantes de molinos de viento, dar dinero a Bill Gates y cosas así, inmorales, raras o excéntricas que sin duda llevarán los historiadores futuros a calificar como Demenciato este largo periodo. A los socialistas les ha llegado el momento de su refundación, de que abandonen de una vez esas siglas empapadas en sangre de la Guerra Civil y que construyan un Partido Socialdemócrata Español, -lo de obrero era y es un escarnio- que apueste por el futuro. Hay millones de españoles de izquierdas, que se sienten de izquierdas y se merecen algo mejor.
Una amenaza
La única amenaza seria que veo sobre el porvenir es que el mismo análisis que hacemos todos los que estamos medianamente informados -la necesaria desaparición del PSOE- lo están haciendo gente del PSOE que no quiere decir adiós al poder y a sus jugosos réditos. ¿Qué pueden hacer y qué van a hacer para mantenerse en el machito? Prefiero no imaginarlo; dormiré mejor por las noches.
Una amenaza
La única amenaza seria que veo sobre el porvenir es que el mismo análisis que hacemos todos los que estamos medianamente informados -la necesaria desaparición del PSOE- lo están haciendo gente del PSOE que no quiere decir adiós al poder y a sus jugosos réditos. ¿Qué pueden hacer y qué van a hacer para mantenerse en el machito? Prefiero no imaginarlo; dormiré mejor por las noches.