En
estos tiempos en que el veneno nacionalista pega fuerte en el Reino
Unido, China o Rusia, me viene a la mente esta clásica foto de Eugene
Smith, THE WALK TO PARADISE GARDEN, que ha cumplido 70 años. Esta foto
se la hizo Eugene Smith a sus niños, Pat y Juanita, agarraditos de las
manos, en 1946, cuando él se estaba recuperando de sus heridas de la
Campaña del Pacífico, fuego de mortero cosechado no recuerdo si en Iwo Jima, Guadalcanal o Guam porque el pobre Eugene estuvo en todas partes donde llovía metal caliente...
Quizá sea la mejor foto de la historia, la más querida por tanta gente que, tras Hiroshima y los horrores de la Guerra Mundial, necesitaba esperanza....
La publicó LIFE ese peazo revista.
Creo que para mucha gente, en la Europa libre ya de nazis y libre también de comunistas, en los EE.UU. y en algunos otros países más o menos libres, la posguerra fue un bautismo de inocencia, de trabajo, de ganas de sobrevivir, años de reconstrucción y de baby boom. Los británicos incluso le dieron la patada a su admirado Winston, no porque dejaran de admirarlo sino porque eran tiempos para no recordar la guerra, para superarla, y para mí esos niños cogidos de la mano son el símbolo de que debiéramos apostar por el futuro, por el optimismo, adentrarnos en la luz de Dios sin pensar en las tinieblas de la Historia, con determinación... Más datos en este enlace de la revista LIFE.
Quizá sea la mejor foto de la historia, la más querida por tanta gente que, tras Hiroshima y los horrores de la Guerra Mundial, necesitaba esperanza....
La publicó LIFE ese peazo revista.
Creo que para mucha gente, en la Europa libre ya de nazis y libre también de comunistas, en los EE.UU. y en algunos otros países más o menos libres, la posguerra fue un bautismo de inocencia, de trabajo, de ganas de sobrevivir, años de reconstrucción y de baby boom. Los británicos incluso le dieron la patada a su admirado Winston, no porque dejaran de admirarlo sino porque eran tiempos para no recordar la guerra, para superarla, y para mí esos niños cogidos de la mano son el símbolo de que debiéramos apostar por el futuro, por el optimismo, adentrarnos en la luz de Dios sin pensar en las tinieblas de la Historia, con determinación... Más datos en este enlace de la revista LIFE.