Realidad Uno: las chicas jóvenes se quedan embarazadas con sólo mirarlas.
Ya te pongas o te quites condones, pildoritas, dius o cuentes días, o tomes temperaturas, las chicas jóvenes y sanotas se quedan siempre embarazadas porque están diseñadas para quedarse embarazadas por Mamá Naturaleza que sabe muy bien lo que hace para garantizar la propagación de la especie. Esas chicas que ponen verracos a sus compañeros de clase, a los viejos verdes e incluso a grandes escritores, esas que se rompen de buenas que están, esas jovencitas de piel tersa, pechos erguidos e inocente sonrisa, esas precisamente, sólo con rozarlas con un pensamiento ¡se quedan embarazadas! ¿Ves ese cuadro famoso de Fragonard, La Liseuse, el de la chavala leyendo un libro, que es tan joven y con cara de buena? Pues basta con estornudar junto al cuadro para dejarla embarazada...
El Gran Relojero del Universo es un mecánico impresionante, muy, muy listo, que inventó la almeja y el percebe, los elementos naturales de la reproducción; si los estudias de cerca te quedas asombrado ¡qué ingenio! ¡qué perfección!
Pero es que además, el Gran Tahur del Amor también inventó el Deseo. Desde que los gallos bailan delante de las gallinas, clo, clo, clo, la historia de hombres y mujeres es la de una eterna danza nupcial. El papión exhibe su rojo culo ante la papiona, el escritor exhibe sus libros, el rico su dinero, el guapo su palmito, el listo su inteligencia, el valiente su arrojo, el famoso su portada en el Hola, el bien dotado su cachiporra, el gracioso sus chistes y el borracho su capacidad para vaciar sin morirse una botella de cazalla. Al final, todo consiste en ponerle plumas al pavo. Conclusión: no te vas a librar del Deseo. Es algo que está inscrito en los genes, en las moléculas, ¡en los átomos! Hasta los electrones desparejados buscan pareja...
Pero es que además, el Gran Tahur del Amor también inventó el Deseo. Desde que los gallos bailan delante de las gallinas, clo, clo, clo, la historia de hombres y mujeres es la de una eterna danza nupcial. El papión exhibe su rojo culo ante la papiona, el escritor exhibe sus libros, el rico su dinero, el guapo su palmito, el listo su inteligencia, el valiente su arrojo, el famoso su portada en el Hola, el bien dotado su cachiporra, el gracioso sus chistes y el borracho su capacidad para vaciar sin morirse una botella de cazalla. Al final, todo consiste en ponerle plumas al pavo. Conclusión: no te vas a librar del Deseo. Es algo que está inscrito en los genes, en las moléculas, ¡en los átomos! Hasta los electrones desparejados buscan pareja...
Traducción: una de cada Y chavalas desarrolla un fermoso bombo tras unos minutos de frenesí probablemente olvidables con su novio o amigo-con-derecho-a-roce si el mochacho libera sin más los intrépidos globitos blancos en el íntimo cielo de su churri. Como los días fértiles son muchos, calculad la respectiva probabilidad...
Me diréis, "Luis, miserable falsario, no das las cifras... Eso no es serio". Pero es que esa cifra, no la conozco, y ¿para qué vamos a discutir? ¿Qué me importa si es el 3% o el 9%? El riesgo existe. ¿Es asumible?
Me diréis, "Luis, miserable falsario, no das las cifras... Eso no es serio". Pero es que esa cifra, no la conozco, y ¿para qué vamos a discutir? ¿Qué me importa si es el 3% o el 9%? El riesgo existe. ¿Es asumible?
Sí, sí, ese papelito que viene en la cajita de las gomas y que nadie lee. Léelo con lupa o microscopio -está realmente escrito muy chiquito- y con atención. No hay ni uno solo que te diga que es un método seguro al 100%. Todos los fabricantes se curan en salud insistiendo en que es el mejor método anticonceptivo, bla, bla, o que contribuye a evitar enfermedades de transmisión sesuá y todo eso, lo cual es rigurosamente cierto, pero NINGUNO te dice que es seguro al 100%. porque nadie quiere jugarse una demanda.
O sea, que por pequeña que sea la probabilidad de que la chica se quede embarazada -ver Realidad Tres- usando pildoritas, condones, metisacas y otros oginos, la repetición del acto aumenta la probabilidad del embarazo.
Precisamente en este sentido eran las palabras del Papa Benito acerca del condón: el preservativo al crear una falsa sensación de seguridad, permite a la gente pensar que "están seguros" y repiten el tema tantas veces que al final ocurre lo que nadie querría que ocurriera. Yo estoy todavía esperando a que me demuestre alguien que absteniéndote o matándote a gayolas pillas el SIDA; con el remedio artesano de la lujuria el peor mal que puedes sufrir es un tennis elbow.
En tiempos de pandemia como vivimos ahora, el condón es totalmente recomendable si lo que vas buscando es pasar un rato agradable y no encargarle nada a la cigüeña. Puestos en faena, mejor con goma que sin ella. Pero mucho ojo con creerte la publicidad de los fabricantes: los condones más seguros que jamás dejarían pasar a los intrépidos globitos blancos, a lo mejor no lo son tanto de cara a los virus y otros micro-organismos.
Virus como el del SIDA, son mucho más pequeños que un espermatozoide y el látex -cuando el fabricante no sigue las normas- puede presentar poros y hasta agujeros.
Es cierto que actualmente han mejorado mucho la calidad de los preservativos -hay muchos menos poros- pero cuando oímos a los propagandistas de las gomas decir que los chubasqueros del pito han mejorado, debemos deducir que ¡antes no eran tan buenos!
Aterra leer el último estudio de la Organización de Consumidores, se habla mucho de las mejoras que se han introducido en los condones, comparando su último informe con el de 1994 en que la mitad de los preservativos no superaron las pruebas. Y sin embargo en 1994 y antes nos decían que eran estupendos y super-seguros: ¿os acordáis de la famosa campaña Póntelo-Pónselo o del No da - Si da? Te presentaban el condón como "el medio más eficaz para la prevención de embarazos no deseados y de enfermedades de transmisión sexual." Y esa publicidad es anterior a 1994... Si nos mentían en el siglo XX, ¿porque no nos van a mentir en el siglo XXI? ¿Acaso ahora la información es más veraz? ¿Cuánta gente ha muerto, cuántas mujeres se han quedado embarazadas por culpa de esa publicidad?
Hay marcas que de verdad siguen las normas dictadas por AENOR e ISO -las nuevas, eh, que son más exigentes que las anteriores- y otras marcas menos recomendables que dicen que siguen esas normas pero tú, fíate...
Realidad siete: ¡eres torpe!
Aparte de lo que ya va dicho, TODOS los fabricantes te explican que NO debes usar vaselina con un condón, ni determinados lubricantes con base aceitosa porque debilitan la resistencia del látex. Sin embargo, mucha gente sigue usando vaselina o recursos caseros como la mantequilla o el aceite. Los fabricantes también te explican que hay que conservar debidamente el condón y no usar los que estén caducados.
Además, el usuario es torpe. Hay gente que no tiene ni idea de cómo se usa una goma o que es particularmente muñona a la hora de ponérselo o quitárselo; hay gente que los perfora sin querer con los dientes o con las uñas. Y pasa lo que pasa; y acontece lo que acontece.
Realidad ocho: el sexo es un negocio gigantesco
Alrededor del sexo, todo es mentira; y con los ladrillos de la mentira se han edificado saneadísimos negocios.
Por eso, al natural Deseo que inventó Dios, se le suma la sobre-estimulación, hasta convertir el deseo en verdadera adicción. Nos quieren muy salidos para sacarnos los cuartos.
Para estimular cualquier adicción resulta fundamental crear una barrera mental entre tus actos y sus consecuencias.
Te potencian el deseo poniéndote imágenes muy atractivas de señoras estupendas pero hacen todo lo posible para que no pienses en las consecuencias.
El proceso es idéntico al que siguen los fabricantes de comida rápida añadiendo más y más azúcar a sus productos. Quieren venderte su bazofia, no que pienses en las lorzas o los michelines. Mira la publicidad de los caramelos para los niños: todo son niños sonrientes, con blanquísimos dientes de los que han borrado las caries.
Desde que eres un adolescente te bombardean con pornografía para venderte imágenes de hombres y mujeres totalmente irreales que hacen cosas que la gente normal no hace. Fíjate en las chicas de los dibujos Hentai, con sus inmensas tetas y sus minúsculas cinturas. Esas tías sólo existen en la mente del dibujante japonés que las inventó.
Para adecuarse al modelo, miles de infelices inseguras se someten a cambios, a cirugía estética y se ponen tetas de silicona de esas que reconoces en las piscinas porque siguen erguidas incluso cuando la chica está tumbada de cara al cielo. Si lo piensas, es muy fuerte: tías que quieren parecerse a un dibujo. Más negociooooo.
No te hablo del negocio de los meetic, badoo, ashley madison y otras "redes de encuentros" en que a base de tarjeta de crédito vas tratando de conocer medias naranjas atractivas y deseables...
La industria pornográfica mueve miles y miles de millones a los que se suman todos los negocios conexos: los bares donde se supone que vamos a ligar y todo el negocio del puterío. Negocios de millones, de billones, de trillones, qué sé yo...
Otra mentira es que existe el "sexo seguro". Existe un sexo más seguro o si prefieres, menos inseguro. Es de lo que va esta entrada del blog. Para asegurar ese "sexo seguro" te venden toda clase de motos. Condones, pastillitas, etc. Más miles de millones de euros... ¡Boteee, graciaaas!
Otro negocio es cuando "el sexo seguro" ha fallado. Entonces te venden otros productos, píldoras del día después o te ofrecen un aborto estupendo y maravilloso. De nuevo, la base del negocio consiste en levantar una barrera mental entre lo que haces y las consecuencias, en evitar que pienses en la humanidad del embrión que cortas a cachos o del zigoto al que impides anidar. El negocio exige que pienses que se trata de un grano, de un moco, yo que sé. Ya tratamos del asunto al haber de la importancia de la estética a la hora de justificar o no el troceo de un ser humano.
Finalmente cuando te plantas en los cuarenta, has abortado o no te has quedado embarazada, y de repente descubres que te gustaría ser mamá, te vendemos técnicas de fertilidad o te vendemos niños recurriendo a adopciones internacionales o pagando vientres de alquiler en el extranjero. Más dinero.
Realidad nueve: ¿te fias del Tío Gilito?
La gran pregunta es: sabiendo que en el mundo empresarial existen banqueros ladrones y fabricantes desaprensivos que por ganar un puñetero euro son capaces de matar a su madre y a sus cien padres, ¿de verdad te fías de lo que te dicen? ¿Crees que de verdad cumplen las normas? Los habrá que sí, y los habrá que no. Tú fíate de Maroto, el que te vende la moto del sexo seguro, y luego me lo cuentas.
Realidad diez: eres crédulo, no te fíes de ti
Somos crédulos. Queremos creer que no nos vamos a poner malos, que somos inmortales. Mala noticia chaval: me voy a morir. Y tú también. Eso es lo real. Pero ¿a que no piensas nunca en ello?
Millones de jugadores, en el mundo, se creen que van a desbancar la banca, que van a hacer la gran fortuna que no tienen en un Casino. ¿Acaso ignoran de qué viven los Casinos? De nuestra credulidad
Nuestra capacidad crítica desaparece ante aquello que deseamos. Si estás muy enfermo y te dicen que Olaf hace milagros, te vas a su puerta directamente, aunque viva en Islandia, vendes tu casa, haces lo que sea. ¡Quieres curarte! ¡Quieres creer que te vas a curar, que existe cura! Los cementerios están repletos de gente que se creía inmortal, igual que las cárceles están llenas de delincuentes que pensaban que a ellos no les iban a pillar.
Te acuestas con un tío o una tía que piensas que está limpio, ¡te fías! ¡Quieres fiarte! Miles de españoles cada año hacen la poco deseable adquisición de enfermedades venéreas porque se fiaban de su pareja del momento. Miles de mocitas españolas se quedan preñadas porque pensaban que a ellas no les iba a suceder. O no tomaron precauciones, o si las tomaron, no fueron suficientes o de un modo inadecuado. Son treinta mil las niñas agraciadas por el no deseado bombo cada año (fuentes del CSIC). Y sin embargo llevamos más de cinco lustros de educación sesuá y campañas informativas... ¡Menudo éxito!
Virus como el del SIDA, son mucho más pequeños que un espermatozoide y el látex -cuando el fabricante no sigue las normas- puede presentar poros y hasta agujeros.
Es cierto que actualmente han mejorado mucho la calidad de los preservativos -hay muchos menos poros- pero cuando oímos a los propagandistas de las gomas decir que los chubasqueros del pito han mejorado, debemos deducir que ¡antes no eran tan buenos!
Aterra leer el último estudio de la Organización de Consumidores, se habla mucho de las mejoras que se han introducido en los condones, comparando su último informe con el de 1994 en que la mitad de los preservativos no superaron las pruebas. Y sin embargo en 1994 y antes nos decían que eran estupendos y super-seguros: ¿os acordáis de la famosa campaña Póntelo-Pónselo o del No da - Si da? Te presentaban el condón como "el medio más eficaz para la prevención de embarazos no deseados y de enfermedades de transmisión sexual." Y esa publicidad es anterior a 1994... Si nos mentían en el siglo XX, ¿porque no nos van a mentir en el siglo XXI? ¿Acaso ahora la información es más veraz? ¿Cuánta gente ha muerto, cuántas mujeres se han quedado embarazadas por culpa de esa publicidad?
Hay marcas que de verdad siguen las normas dictadas por AENOR e ISO -las nuevas, eh, que son más exigentes que las anteriores- y otras marcas menos recomendables que dicen que siguen esas normas pero tú, fíate...
Realidad siete: ¡eres torpe!
Aparte de lo que ya va dicho, TODOS los fabricantes te explican que NO debes usar vaselina con un condón, ni determinados lubricantes con base aceitosa porque debilitan la resistencia del látex. Sin embargo, mucha gente sigue usando vaselina o recursos caseros como la mantequilla o el aceite. Los fabricantes también te explican que hay que conservar debidamente el condón y no usar los que estén caducados.
Además, el usuario es torpe. Hay gente que no tiene ni idea de cómo se usa una goma o que es particularmente muñona a la hora de ponérselo o quitárselo; hay gente que los perfora sin querer con los dientes o con las uñas. Y pasa lo que pasa; y acontece lo que acontece.
Realidad ocho: el sexo es un negocio gigantesco
Alrededor del sexo, todo es mentira; y con los ladrillos de la mentira se han edificado saneadísimos negocios.
Por eso, al natural Deseo que inventó Dios, se le suma la sobre-estimulación, hasta convertir el deseo en verdadera adicción. Nos quieren muy salidos para sacarnos los cuartos.
Para estimular cualquier adicción resulta fundamental crear una barrera mental entre tus actos y sus consecuencias.
Te potencian el deseo poniéndote imágenes muy atractivas de señoras estupendas pero hacen todo lo posible para que no pienses en las consecuencias.
El proceso es idéntico al que siguen los fabricantes de comida rápida añadiendo más y más azúcar a sus productos. Quieren venderte su bazofia, no que pienses en las lorzas o los michelines. Mira la publicidad de los caramelos para los niños: todo son niños sonrientes, con blanquísimos dientes de los que han borrado las caries.
Desde que eres un adolescente te bombardean con pornografía para venderte imágenes de hombres y mujeres totalmente irreales que hacen cosas que la gente normal no hace. Fíjate en las chicas de los dibujos Hentai, con sus inmensas tetas y sus minúsculas cinturas. Esas tías sólo existen en la mente del dibujante japonés que las inventó.
Para adecuarse al modelo, miles de infelices inseguras se someten a cambios, a cirugía estética y se ponen tetas de silicona de esas que reconoces en las piscinas porque siguen erguidas incluso cuando la chica está tumbada de cara al cielo. Si lo piensas, es muy fuerte: tías que quieren parecerse a un dibujo. Más negociooooo.
No te hablo del negocio de los meetic, badoo, ashley madison y otras "redes de encuentros" en que a base de tarjeta de crédito vas tratando de conocer medias naranjas atractivas y deseables...
La industria pornográfica mueve miles y miles de millones a los que se suman todos los negocios conexos: los bares donde se supone que vamos a ligar y todo el negocio del puterío. Negocios de millones, de billones, de trillones, qué sé yo...
Otra mentira es que existe el "sexo seguro". Existe un sexo más seguro o si prefieres, menos inseguro. Es de lo que va esta entrada del blog. Para asegurar ese "sexo seguro" te venden toda clase de motos. Condones, pastillitas, etc. Más miles de millones de euros... ¡Boteee, graciaaas!
Otro negocio es cuando "el sexo seguro" ha fallado. Entonces te venden otros productos, píldoras del día después o te ofrecen un aborto estupendo y maravilloso. De nuevo, la base del negocio consiste en levantar una barrera mental entre lo que haces y las consecuencias, en evitar que pienses en la humanidad del embrión que cortas a cachos o del zigoto al que impides anidar. El negocio exige que pienses que se trata de un grano, de un moco, yo que sé. Ya tratamos del asunto al haber de la importancia de la estética a la hora de justificar o no el troceo de un ser humano.
Finalmente cuando te plantas en los cuarenta, has abortado o no te has quedado embarazada, y de repente descubres que te gustaría ser mamá, te vendemos técnicas de fertilidad o te vendemos niños recurriendo a adopciones internacionales o pagando vientres de alquiler en el extranjero. Más dinero.
Realidad nueve: ¿te fias del Tío Gilito?
La gran pregunta es: sabiendo que en el mundo empresarial existen banqueros ladrones y fabricantes desaprensivos que por ganar un puñetero euro son capaces de matar a su madre y a sus cien padres, ¿de verdad te fías de lo que te dicen? ¿Crees que de verdad cumplen las normas? Los habrá que sí, y los habrá que no. Tú fíate de Maroto, el que te vende la moto del sexo seguro, y luego me lo cuentas.
Realidad diez: eres crédulo, no te fíes de ti
Somos crédulos. Queremos creer que no nos vamos a poner malos, que somos inmortales. Mala noticia chaval: me voy a morir. Y tú también. Eso es lo real. Pero ¿a que no piensas nunca en ello?
Millones de jugadores, en el mundo, se creen que van a desbancar la banca, que van a hacer la gran fortuna que no tienen en un Casino. ¿Acaso ignoran de qué viven los Casinos? De nuestra credulidad
Nuestra capacidad crítica desaparece ante aquello que deseamos. Si estás muy enfermo y te dicen que Olaf hace milagros, te vas a su puerta directamente, aunque viva en Islandia, vendes tu casa, haces lo que sea. ¡Quieres curarte! ¡Quieres creer que te vas a curar, que existe cura! Los cementerios están repletos de gente que se creía inmortal, igual que las cárceles están llenas de delincuentes que pensaban que a ellos no les iban a pillar.
Te acuestas con un tío o una tía que piensas que está limpio, ¡te fías! ¡Quieres fiarte! Miles de españoles cada año hacen la poco deseable adquisición de enfermedades venéreas porque se fiaban de su pareja del momento. Miles de mocitas españolas se quedan preñadas porque pensaban que a ellas no les iba a suceder. O no tomaron precauciones, o si las tomaron, no fueron suficientes o de un modo inadecuado. Son treinta mil las niñas agraciadas por el no deseado bombo cada año (fuentes del CSIC). Y sin embargo llevamos más de cinco lustros de educación sesuá y campañas informativas... ¡Menudo éxito!
Me diréis, Luis no valía la pena contar esto, ya lo sabemos todos. ¿De verdad lo sabemos todos? Quizás los que ya peinamos canas. Pero los chicos jóvenes dudo que sepan nada porque la publicidad oficial que reciben sólo parece tener el propósito de servir a los fabricantes de gomas. Una pregunta, totalmente en serio: ¿llevarán comisión?