¿Qué es tener espíritu de partido?
- Apoyar a tu partido, haga lo que haga, o no haga lo que no haga y especialmente a sus dirigentes, que son chanchipirulis, como todos sabemos.
- No comentar la podredumbre propia, sino la ajena.
- Buscar ejemplos para subrayar eso tan inteligente de "y tú, más".
Es decir, mostrar espíritu de partido consiste básicamente en renunciar a expresar la propia opinión y, en cambio, pronunciar alegatos en el marco de la propaganda activa de "nuestra causa", nos convenza o no. Esa actitud puede ser venal, es decir inteligente, -cobras euros del partido por tu cargo o cobras del medio identificado con el partido- o bien gratuita, lo cual indica cierta generosidad no exenta del todo de estupidez.
Yo me vendo, pero no me compran
La verdad es que confieso no tener espíritu de partido pero estoy dispuesto a defender al que me pague bien, eso sí. ¡A currante no me gana nadie!
Si me pagan los suciatas, hablaré de la honestidad de Bono, de la adorable calva de Rubalcaba, llamaré asesino a Aznar, diré en Cataluña que viva la independencia y en Madrid que me gusta un modelo federal y que habría que autorizar el aborto de los lactantes por debajo de los cinco años de edad, y que en el fondo los etarras son unos incomprendidos.
Si me paga el Pepé ponderaré el lado educativo y ejemplarizante de un megacasino, que hay que ver lo bien que lo ha hecho Espe en Bankia, que los malos de Telemadrí son los sindicatos, que los seiscientos millones de la sede de Cibeles eran necesarios y razonables, que Bárcenas es un incomprendido, que Rajoy está creando empleo, aunque sólo lo veamos los iniciados y que el aborto es progreso si lo sabré yo que en Madrid troceamos más que nadie.
Pero lo malo es que aunque algunos quieran pegarme, nadie quiera pagarme.
Me vendo de pena...