Me diréis que las palabras caracen hoy de significado, que izquierda, derecha o progreso no significan ya nada.
Pues vamos a suponer que significan algo. Que derecha sea la actitud del alérgico al cambio porque la situación le conviene. Que izquierda sea la actitud del que quiere cambiar algo porque le conviene o le conviene a muchos. Entonces, ¿qué sería el progresismo? ¿En qué consistiría?
Durante siglo y medio la palabra "progresismo" estuvo asociada al progreso del ser humano y al progreso personal de las personas. Era mejor estudiar que ser ignorante, mejor trabajar en buenas condiciones que en malas condiciones, mejor la libertad que la esclavitud.
Hoy la situación ha cambiado. Los satanistas que controlan la totalidad de la izquierda y de la derecha políticas, hace mucho tiempo que dejaron de ser progresistas, pero se han apropiado del término, inviertiendo los valores del progreso.
Resulta cuanto menos interesante que el progresismo auténtico -la protección al débil, a la vida del no nacido y al anciano- se haya tenido que refugiar en la Iglesia Católica durante tanto tiempo tenida como territorio carca. Hoy los autoproclamados "progresistas" de la cuchilla y el jeringazo han expulsado de sus filas el pensamiento social. Organizaciones como la ONU y gobiernos enteros están en manos de los peores reaccionarios del mundo, los que cosifican a las personas y las convierten en basura con valor económico. Los ricos de Dickens, los esclavistas y los nazis estaban todos de acuerdo con la idea de eliminar al que no es rentable, de liquidar al débil. Hoy la totalidad de los movimientos socialistas están en manos de la ultraderecha ultracapitalista: para acabar con la pobreza, matemos a los pobres, para acabar con el sufrimiento de los ancianos, matemos a los viejos. Y sobre una inmensa montaña de cadáveres estableceremos el templo de Baal.
Pues vamos a suponer que significan algo. Que derecha sea la actitud del alérgico al cambio porque la situación le conviene. Que izquierda sea la actitud del que quiere cambiar algo porque le conviene o le conviene a muchos. Entonces, ¿qué sería el progresismo? ¿En qué consistiría?
Durante siglo y medio la palabra "progresismo" estuvo asociada al progreso del ser humano y al progreso personal de las personas. Era mejor estudiar que ser ignorante, mejor trabajar en buenas condiciones que en malas condiciones, mejor la libertad que la esclavitud.
Hoy la situación ha cambiado. Los satanistas que controlan la totalidad de la izquierda y de la derecha políticas, hace mucho tiempo que dejaron de ser progresistas, pero se han apropiado del término, inviertiendo los valores del progreso.
Resulta cuanto menos interesante que el progresismo auténtico -la protección al débil, a la vida del no nacido y al anciano- se haya tenido que refugiar en la Iglesia Católica durante tanto tiempo tenida como territorio carca. Hoy los autoproclamados "progresistas" de la cuchilla y el jeringazo han expulsado de sus filas el pensamiento social. Organizaciones como la ONU y gobiernos enteros están en manos de los peores reaccionarios del mundo, los que cosifican a las personas y las convierten en basura con valor económico. Los ricos de Dickens, los esclavistas y los nazis estaban todos de acuerdo con la idea de eliminar al que no es rentable, de liquidar al débil. Hoy la totalidad de los movimientos socialistas están en manos de la ultraderecha ultracapitalista: para acabar con la pobreza, matemos a los pobres, para acabar con el sufrimiento de los ancianos, matemos a los viejos. Y sobre una inmensa montaña de cadáveres estableceremos el templo de Baal.