En su día, para evitar que los italianos de bien votaran por los comunistas, un publicista inventó un eslogan que funcionó: "Nel segreto della cabina elettorale, Dio ti vede, Stalin no!”
Era una forma de culpabilizar al votante potencial y díscolo, para que se autosincerara, venciendo los compromisos, rompiendo las cadenas de la hipocresía, de la soledad, del pecado... Esa técnica de autocontrol del votante se la copiaron a los educadores decimonónicos que, para evitar que los jóvenes se volvieran locos matándose a gayolas, usaban argumentos similares: "Cuando creas que nadie te ve, etc. " o "¿Qué diría tu madre si te viera?"
Por desgracia, a los padres de la Moral y las Buenas Costumbres les preocupaba más la lucha contra el solitario vicio que el saqueo de las naciones o los amables genocidios domésticos. Nadie le dijo a los chicos de Lehman Brothers o a los consejeros de las Cajas de Ahorros "cuando nadie te ve, choricillo mío, Dios si te ve". Nadie le dijo a ejemplares católicos como Ruiz Mateos o Jordi Pujol que robar es pecado... Nadie le dijo a Leopoldo II de Bélgica, a Mao, a Adolfo Hitler o al citado Stalin "¿qué diría tu mamá si te viera asesinar a tanta gente, eh?" Así que unos saquearon el mundo y otros lo cubrieron de cadáveres, pero bueno, no rendían tributo a Onán, que hubiera sido lo realmente grave. ¡Gran consuelo para sus víctimas!
Enesei se sirve de Guguel y Aisirich
Ahora cuando estoy frente al ordenador, no sé quién me ve pero seguro que la NSA (que se pronuncia Enesei) lo sabe mejor que yo. Durante un tiempo pensé que Google era Dios (ver
aquí), ya que tiene respuesta para todo, es omnisciente y omnipresente... Pensé que la famosa G de los masones era la G de Google, y tal. Pero las escamas acabaron cayendo de mis ojos y descubrí la verdad: Guguel no es Dios, es sólo un profeta. La Enesei es el verdadero Dios y tiene muchos profetas. Guguel, Feisbuc y ahora un super-Google,
ICReach,
que se pronuncia Aisirich y que sólo pueden usar ellos. ¡Yo también quiero Aisirich! ¡Aisirich para
todos! Aisirich es algo así como un Arcángel de Enesei, un mediador del
gran Metatrón. Espero que Aisirich me tenga fichado, me daría mucha pena
pensar que no me consideran Person of Interest...
Le tengo mucho cariño a Enesei, porque es como un miembro más -no forzosamente viril- de la familia. A veces le rezo y todo. Si en lugar de tener como sello un águila presuntuosa y colchonera sujetando una llave hubieran elegido algún símbolo más atractivo, no sé, la foto de Mata Harri, por ejemplo, la enmarcaría y la pondría sobre mi mesilla de noche y al cerrar los ojitos pensaría "Con la Enesei me acuesto y con la Enesei me levanto". La Enesei me conoce mejor que nadie, mejor de lo que me conocerían una novia, un confesor, un psiquiatra si tuviera novia, confesor o siquiatra. Escucha mis conversaciones telefónicas, apunta mis búsquedas por internet, entra en mi ordenador, copia mis fotografías, mis entradas de tuiter y de feisbuc, vamos, que es lo más parecido al Ángel de la Guarda o a un cuñado cotilla que existe.
Lo que no sé es qué hará Enesei con toda la información que tiene acerca de mí, no sé si analizarán cuidadosamente mi colección de fotos de enanitos de jardín horteras para brujulear si detrás se esconde una gran conspiración mundial para colocar a Wyoming en el puesto de Obama o imponer la Sharia en el Lidl de mi barrio... Mientas no se despeje esa duda, no sé si podré dormir.