Matar gente es más grave que matar toros, ¿no?
¿Tienen los no-nacidos menos derecho que los toros?
No quiero ser pesado con el tema del aborto, que es un asunto muy serio, pero no puedo dejar de subrayar que en nuestra culta y oxigenada nación hay gente a la que le molestan las corridas de toros pero no les molesta que corten niños a cachos en la tripa de sus mamás, probablemente por motivos estéticos. Son las cosas de España y nada tienen que ver con leyendas negras o rosas, demuestran nuestras contradicciones y también nuestra riqueza ideológica o las dificultades para saber qué es y en qué consiste el progreso.
No quiero ser pesado con el tema del aborto, que es un asunto muy serio, pero no puedo dejar de subrayar que en nuestra culta y oxigenada nación hay gente a la que le molestan las corridas de toros pero no les molesta que corten niños a cachos en la tripa de sus mamás, probablemente por motivos estéticos. Son las cosas de España y nada tienen que ver con leyendas negras o rosas, demuestran nuestras contradicciones y también nuestra riqueza ideológica o las dificultades para saber qué es y en qué consiste el progreso.
Un precedente y una oportunidad
Como aparte de antiabortista total soy el más radical de los optimistas, creo que todo mal es la puerta de un bien y que toda crisis supone una oportunidad; así que os confesaré que me ha encantado la Iniciativa Legislativa Popular para prohibir los toros en Cataluña porque ofrece un interesante precedente y porque además es una victoria de la opinión pública sobre la inercia. Es una gran patada al proteico culo de tantas señorías.
Las autonomías carecen de competencias penales
Prohibir es un acto que tiene lectura administrativa -lo que permiten o no permiten las administraciones- pero que tiene también una dimensión sancionadora.
Lo que más les gusta a los alcaldes españoles es proclamarse reyes de Patones o declarar la guerra a Napoleón, porque nuestra tradición nacional es la de Zalamea, pero la Ley sólo les permite aprobar sanciones de tipo económico, eso tan bonito que llamamos multas; hace siglos que se retiró a los ayuntamientos cualquier competencia penal para evitar que los alcaldes le den garrote a los comendadores y luego le echen la culpa a Fuenteovejuna.
Las autonomías tampoco tienen competencias en el orden penal, afortunadamente, porque dada la tendencia natural de nuestros líderes mínimos a convertir su provincia en una taifa y proclamar el cantón de Cartagena o la República Batueca, no quiero ni imaginar el grado de opresión que alcanzarían nuestros sufridos compatriotas en los bantustanes nacionalistas: a ver, el que no sepa resolver ecuaciones diferenciales en euskera, recibirá cuarenta latigazos o se le amputará el brazo; el que no proclame las virtudes heroicas del beato Iñaki de Rentería será condenado a ver todos los programas de La Noria...
La opresión de los separatistas ha sido intensa en el ámbito social -en particular en el lingüístico y educativo- y en el orden económico, pero hasta ahora no nos han podido meter en la cárcel a los que no pensamos como ellos.
Las Comunidades Autónomas sí tienen competencias sanitarias
En virtud de las competencias que tiene Cataluña transferidas del Estado sobre Festejos, el parlamento catalán se ha pronunciado y ha prohibido las corridas de toros en las cuatro provincias.
Ahora su administración tendrá que tomar alguna resolución para sancionar a quienes infrinjan esas disposiciones que prohíben la celebración de corridas.
Repito, por si no se me hubiera entendido bien, que las sanciones no pueden consistir más que en multas porque carece de competencia ninguna autonomía para modificar una coma o una tilde del Código Penal: no se trata de privar a un señor de su libertad sino de atacar su bolsillo e impedirle realizar una determinada actividad que exige autorización administrativa.
Añadamos que abortar, como ir a los toros o torear, no es un derecho fundamental.
Alguno de los grupos Verdes quieren conseguir en Madrid lo que se ha conseguido en Cataluña y me digo: ¡Esta es la mía! O sea que podríamos prohibir algo en Madrid aunque estuviera autorizado en otros lugares y podríamos obtener un régimen sancionador que no tenga consecuencias penales. Y ahí surge mi idea, que os transmito:
Alguno de los grupos Verdes quieren conseguir en Madrid lo que se ha conseguido en Cataluña y me digo: ¡Esta es la mía! O sea que podríamos prohibir algo en Madrid aunque estuviera autorizado en otros lugares y podríamos obtener un régimen sancionador que no tenga consecuencias penales. Y ahí surge mi idea, que os transmito:
Os propongo a los que penséis como yo que pidáis la prohibición total del aborto en Madrid. El cierre de las clínicas aborteras y un régimen sancionador que multe a los médicos y personal sanitario que lo practiquen.
El dinero es el nervio del aborto
Madrid tiene las competencias sanitarias transferidas al igual que en Cataluña tienen las competencias sobre espectáculos transferidas y esa es la base jurídica indispensable para legislar al respecto. Le sobra por tanto competencia a Madrid, como Comunidad, para prohibir cualquier práctica abortiva en su territorio. Y quien dice Madrid, dice Andalucía, Cataluña y todas las demás Comunidades, que tienen todas transferidas las competencias sanitarias desde el 2002.
Madrid tiene las competencias sanitarias transferidas al igual que en Cataluña tienen las competencias sobre espectáculos transferidas y esa es la base jurídica indispensable para legislar al respecto. Le sobra por tanto competencia a Madrid, como Comunidad, para prohibir cualquier práctica abortiva en su territorio. Y quien dice Madrid, dice Andalucía, Cataluña y todas las demás Comunidades, que tienen todas transferidas las competencias sanitarias desde el 2002.
Como los aborteros viven por y para el dinero y lo de sus clínicas es, esencialmente, un gran negocio, mi propuesta ataca de raíz el problema en su dimensión material que no en el fondo ético.
Vaciar de contenido la ley Aído
Vamos a vaciar de sentido la Ley Aído: ¿que el PZOE se empeña en ser el partido de Herodes? ¿Que aprueban el aborto libre gratuito y obligatorio a las 36 semanas de gestación? ¿Que se pueda matar a los niños ya nacidos hasta los cinco años, asesinar a todos los viejos y enfermos o aprobar el canibalismo? ¡Estupendo! Para eso les han votado, tienen competencias a nivel estatal y cuentan con la complicidad del Sanedrín Constitucional y de algún Poncio Pilatos -nótense las iniciales- lavándose las manos... Pero en la práctica no podrán porque conseguiremos que en todas las autonomías con competencias en el campo sanitario se prohíba el aborto. Y de paso le daremos un futuro a España. ¿Quién se apunta?