Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

lunes, 28 de noviembre de 2011

Bonos garantizados sobre el patrimonio de los chorizos (GASPACHO)

Ayer me compré cierta cantidad de chorizo en lonchitas, de ese que llaman cular -qué ordinariez- pero que está que te mueres de rico. El chorizo, como la oreja a la plancha o los callos posée virtudes no sólo afrodisiacas -últimamente todo lo que como resulta terriblemente afrodisiaco- sino claramente inspiradoras.
Leyendo los inteligentísimos comentarios a mi anterior entrada, debo reconocer -por duro que parezca- el fracaso de mi propuesta: millón más millón menos, vender títulos nobiliarios sólo reportaría ochenta millones de euros en una legislatura, mucho menos de lo que la chusma saliente se gastaría en un mes en traducir las obras completas de Fidel Castro al quechua, desarrollar la fabricación de condones vitaminados para el Tercer Mundo, o enseñar el concepto de sostenibilidad para la lapidación femenina en el marco de la Alianza de Civilizaciones. Reflexioné durante varias horas, a medida que engullía mis lonchitas y cuando por fin llegué al final del proceso, se hizo una luz en mí. ¡Ordeñemos a los chorizos! Si la venta de títulos nobiliarios es una práctica del siglo XVII, por lo menos avancemos algo en el tiempo, hasta los años de la Revolución Francesa.

¿Recordáis cómo empezó esta crisis?
Unos presuntos banqueros colocaban en el mercado unos títulos que representaban opciones sobre chicles usados, hipotecas imposibles de cobrar, apuestas sobre carreras de camellos, en fin lo que los expertos llaman ingeniería financiera.
Los mismos presuntos -presunto es en portugués el nombre del jamón, o sea, carne de cerdo- se dedicaron a dar facilidades a los pobres infelices que se iban a hipotecar, que buscaban un nido para poder echar una canita y tener chiquitos y que firmaban lo que les pusieran por delante.
Los presuntos sabían muy bien que los infelices que firmaban no iban jamás a devolver el préstamo pero claro, el negocio estaba garantizado: pagaba durante varios años y luego se quedarían ellos con el bien en garantía. Daba igual el valor del piso, la hiena que concedía el crédito sonreía "además, el mercado está en alza, podrían ustedes revender mañana el piso al doble de su valor".
Otros miserables, agazapados en los gobiernos, la gente seria y enterada de la bolsa, del Banco de España etc., sabiendo perfectamente de qué iba el asunto, y que habían estudiado en la facultad la famosa crisis de los tulipanes, dejaron hacer, dieron su consentimiento. Naciones enteras se dirigieron al abismo al paso alegre de la paz.

No todos han perdido
Sabemos lo que ocurrió: Occidente se hundió, las Bolsas se derrumbaron pero todos no perdieron con el cambio. Algunos se han hecho muy ricos. Promotores, banqueros, autoridades municipales que especularon con el terreno o con las autorizaciones administrativas: muchas pirañas sacaron su jugoso bocado de una generación entera expoliada y arruinada. Miles y miles de fallidos, miles y miles de embargos, pero el que pegó su dentellada vive ahora feliz, agazapado en la obscuridad, royendo su gran trozo de queso. Húndase el mundo mientras no me quiten a mí lo mío...

La amenaza de la Segunda Desamortización
Como estos tíos han dejado el Estado en la más absoluta ruina, se habla de la segunda desamortización, de vender lo público. O sea, rematar el latrocinio con un colosal saqueo. ¿Quién tiene dinero ahora para comprar lo que era público? Los mismos que han trasquilado el Estado.
La verdad es que antes de empezar a vender los cuadros del Museo del Prado o convertir el Retiro en un solar, sería interesante estudiar otras formas de financiación. Propongo los Bonos GASPACHO, GArantizados Sobre el PAtrimonio de los CHOrizos.

Un instrumento financiero fiable
Los bonos GASPACHO pueden constituirse en brevísimo plazo, a golpe de decreto.

1. Expropiación general de TODOS los bienes de los miembros de consejos de Administración de Bancos y Cajas de Ahorro intervenidos y de TODOS los bienes de los Alcaldes y concejales de Ayuntamientos en quiebra. Nos referimos, claro está, a los ediles que provocaron la situación, no a los que la heredaron.

Todos esos bienes constituyen una fenomenal pelota de bienes inmobiliarios -pisos, chalés, jacuzzis, pistas de paddle- y de bienes muebles -automóviles, rolex, joyas, acciones de clubes deportivos, barcos de vela, atraques- etc.

2-Recuperación internacional de fondos. Cualquier país en el que un ciudadano español tenga una cuenta cifrada puede quedarse con la mitad de la suma de la cuenta, compartiendo la otra mitad con el Estado español. Así, si el antiguo miembro del Consejo de Administración de la Caja de Ahorros de San Millán de la Polvorosa tiene dos milloncitos en Suiza, el Gobierno Federal Suizo pilla un millón y el gobierno español otro millón. ¿Se va a resistir el gobierno Suizo a semejante oferta? ¡No! Ellos también andan cortos de cuartos.

3. Titulización del momio. Todos esos bienes representan un patrimonio colosal pero no inmediatamente liquidable. No puedes vender en 24 horas lotes de cien mil rolex, y nadie va a comprar tres mil jacuzzis de golpe. Por otra parte la recuperación internacional de cuentas cifradas etc. es un proceso medianamente largo por muchas facilidades que concedamos.
Entonces lo que vamos a hacer es emitir títulos garantizados sobre ese momio. Haciendo una estimación a la baja -considerando los bienes muebles en la cuarta parte de su valor y los inmuebles en la tercera parte de su precio de mercado actual y estimando la recuperación de sólo un 5% de los fondos ilegalmente exportados de España- lanzamos los Bonos GASPACHO. Un instrumento financiero totalmente fiable y confiable. A medida que vayamos liquidando, poco a poco, los bienes incautados, el Estado irá cancelando los títulos y devolviendo a los inversores su dinero más los intereses correspondientes.Como los bienes habrán sido estimados muy a la baja, al venderse poco a poco se generarán resultados extraordinarios. El producto, financieramente hablando, es mucho más sano que la basura que durante años circuló por los mercados.

Precedente histórico
El precedente histórico serían los asignados creados por la República francesa sobre los bienes expropiados del clero durante la Revolución. Fue un fracaso sonado porque se emitio mucho más papel que el valor de los bienes y por otras dificultades que sería excesivamente largo detallar, pero ese fracaso permitió a los revolucionarios salvar su República en un momento en que estaban financieramente ahogados y en guerra contra toda Europa. No debemos repetir la Historia sino aprender de ella: tenemos la obligación de sobrevivir, de dar una oportunidad a nuestra generación; no podemos andarnos con tonterías. En cualquier caso, consciente de mis obligaciones ante Dios y ante la Historia, comparto esta genial idea con todos vosotros a ver si conocéis a gente del Gobierno y que se inspiren...

domingo, 27 de noviembre de 2011

Vender títulos nobiliarios

Mi buen amigo el profesor Mirameba, académico corresponsable, es hombre de natural modestia y no alardea de la nobleza de su antiquísima prosapia vascongada. Todos sabéis que los Mirameba de Mirarriba descienden en directa línea de la Casa de Bergalegre, señores de Gonorrea y condes del Órdago, merced carlista reconocida por Franco y sublimada por su sucesor, nuestro actual monarca.
Mirameba en el fondo es un romántico pelín fetichista y me confesó una vez que sentía celos del Gran Duque que le calzaba a Cenicienta la zapatilla de cristal. Yo le contesté -quizá algo procaz, Vds. perdonen- que más celos me daba el Príncipe, que se calzaba a Cenicienta... Para qué engañarnos, la Monarquía conserva su magia, que se asienta en los cuentos de hadas y en el Mus, donde mandan los reyes. Y como la nobleza está a la sombra de la Corona, es lógico que le toque un poco del polvo de Campanilla, dicho sea sin aviesas interpretaciones, que os conozco.

Títulos disputados
Mientras que los que poseen pacíficamente un título que heredan de sus mayores no le dan ninguna importancia al asunto ni hablan de ello, los que no lo tienen, sobre todo los parientes más allegados  se reconcomen a veces de rabia pensando en lo mucho que les gustaría ser califa en lugar del califa o marqués en lugar del marqués. Sin salir de Madrid conocemos al respecto verdaderos casos patológicos a cuyo lado Iznogud es un puro aficionado, y como la gente es cobarde en general y mezquina en particular, en lugar de decirse las cosas a la cara y darse de bofetadas para luego reconciliarse y hacerse amigos -que es lo sano, como hacen los chicos en los colegios- prefieren recurrir a métodos torticeros, utilizan abogados y procuradores y, en los casos más desesperados, rehabilitan mercedes nobiliarias extintas y olvidadas.
En este sentido, confieso que admiro a los expertos en derecho nobiliario, capaces de encontrar algo parecido a un camino en el bosque de normas, una y otra vez reformadas, y de sentencias perennemente contradictorias de los altos Tribunales que acaban entendiendo -es un decir- de estos temas: Supremo, Constitucional y Estrasburgo. El derecho nobiliario español se ha convertido en algo tan complicado con todas las reformas y sus remiendos, que ya nadie se aclara. Y claro, el desorden sólo sirve para ganancia de extraños pescadores y para que se peleen a muerte familias enteras.

Los títulos todavía tienen algo de predicamento
Como todo lo que toca de lejos o de cerca a la Monarquía, los títulos todavía valen algo, y prueba de ello es que hay gente dispuesta a pagar una pastita por titularse duque, conde, marqués. Luego tienen un valor objetivo al margen de cualquier otra consideración.
Normalmente la vía para obtener un título consiste en heredarlo, algunos pocos consiguen del Rey una nueva concesión -hoy día son gente de mérito, artístico o futbolístico o grandes empresarios- y otros pocos se molestan en obtenerlo por medios esdrújulos. Así, el ejemplar empresario Ruiz Mateos adquirió un título -Marqués de Olivara- en la República de San Marino, ¡toma ya!, y consiguió que se lo autorizara para su uso en España don Pío Cabanillas, ministro de Justicia del último gobierno de la UCD
Otros reciben títulos pontificios a base de pagar la luz del Vaticano durante un año, por ejemplo, y luego tramitan la autorización para su uso en España.
Finalmente están los falsificadores, y casos hay bien conocidos de personas que han casado muertos y convertido primos en abuelos para conseguir filiaciones adecuadas. Quien quiera entretenerse un rato con estos asuntos puede leerse el muy recomendable ensayo de Antonio Pérez Henares, Nobles y Plebeyos.

La justicia no está para las tonterías
Nada de esto tendría la menor importancia si no fuera por el peso que los pleitos y demandas por causas nobiliarias y reclamaciones de mejor derecho están haciendo correr a la justicia. Con el atasco judicial que vivimos, unido a la locura furiosa tantas veces acreditada de los jueces, no resulta edificante que tenga un señor magistrado que dedicar su atención a si en función del Fuero del Bailío o la tarantela siciliana Trasibundo del Copete tiene mejor derecho que su prima Gorgona del Frenillo al título de Marqués del Real Orgasmo (con G. de E.).

Suprimir los títulos no es una solución
La supresión de los títulos no ahorraría dinero. En Francia se intentó varias veces y se tuvo que renunciar por las complicaciones legales. Me explico: suprimir un título supone que le quitamos cualquier tipo de reconocimiento legal. Y ahí empiezan los problemas. Viene uno que firma libros como Conde de Campoenorme o registra Duque de Altobuque como marca de vinos, chorizos y condones. Si el título sólo existe en su imaginación -como el de Gran Almirante de las Barcas del Retiro- nada hay que decir al respecto. Pero si el título de Altobuque lo llevó antes otra familia durante siglos, entonces ¡Houston, tenemos un problema! Y llegan los pleitos; y al final acabas teniendo jueces y fiscales ocupados en asuntos que, francamente, son de muy limitada utilidad pública. Así que en Francia se concede al título la misma protección que al apellido, y punto. En Italia y Alemania han optado por soluciones parecidas así que se trata de cuestiones en las que impera el Derecho Civil.

Sacar cuartos para Hacienda
Probablemente os habréis percatado de que esa pandilla nos ha dejado en la ruina más absoluta y de que hay menos euros en las arcas públicas que neuronas en el cerebro de un adolescente.
Ahora que vamos a estrenar nuevo gobierno, sugiero públicamente la posibilidad de obtener réditos de la vanidad. Me refiero a la posibilidad de poner a la venta nuevos títulos. Y venderlos caros.  Milloncito de euros por ser duque, quinientos mil por un marquesado, doscientos mil por un condado, cien mil por un vizcondado, cincuenta mil por una baronía. Todos los años  Hacienda debiera decidir cuántos títulos vender, por ejemplo veinte ducados, treinta marquesados, cincuenta condados, etc. Sacaría algo más de veinte millones de euros, al año. Dinero de verdad, contante y sonante a cambio de humo. Un gran negocio para una Hacienda exhausta. Y en el fondo, siempre ha sido muy rentable eso de vender humo, que se lo digan a la secular Tabacalera que tuvo hasta una marca de Ducados.

Precedentes históricos
Esa venta de títulos tiene numerosos precedentes. Algunos de los reyes españoles, como don Carlos II, para beneficiar instituciones como un monasterio, le concedían algún título para que lo vendieran y se lucraran con el producto de la venta. En Francia Luis XIV para financiar sus guerras llegó a vender cargos que ennoblecían a sus adquirientes y hasta distribuir cartas patentes de nobleza en blanco que permitían a sus compradores alcanzar la feliz condición de quienes pertenecían al estamento nobiliario. Así que no estamos proponiendo nada que se salga de la más estricta ortodoxia.


Un reglamento que prestigie la cosa nobiliaria
También podría Hacienda recuperar títulos históricos basados en criterios de decencia. Me explico: el que adquiriese las nuevas mercedes, o el que ostentara las ya existentes, debiera, de entrada carecer de antecedentes penales y estar al corriente de sus obligaciones fiscales, del pago de la Seguridad Social de sus empleados, etc. Por el hecho de adquirir un título, tu hacienda debe ser transparente para la Administración y tus actos inmaculados a los ojos de la sociedad.
Eso prestigiaría el título, sabrías que si una señora es condesa o un señor es marqués, de entrada, no te van a engañar, ni a estafar, ni a meter mano a tus hijos. En el momento en que cometas una ilegalidad o que dejes de satisfacer tus obligaciones, si te pillan defraudando a Hacienda, contratando a una inmigrante ilegal o haciendo fotos a niños desnudos, tu título revierte al Estado y a ti te borramos de la lista. Y volvemos a subastar la merced mercenaria. Eso sí, a los parientes cercanos se les ofrecería la posibilidad de conservar el título si igualan la puja.
En cualquier caso, con la cláusula moral que apunto, lejos de desprestigiarse el tema nobiliario adquiriría un valor social considerable porque el prestigio no es más que el reflejo de las virtudes, reales o proclamadas y todo estamento que se respete necesita y exige de una regular poda basada en criterios tan sencillos como la honradez.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Una oportunidad



Como soy uno de los tres o cuatro demócratas de verdad que quedan en Europa, disfruto a lo grande participando en los procesos electorales, y más contando con el asesoramiento de alguien que sabe de esos temas como Juanma García Gay.
Ayer hacía de interventor en un colegio electoral y paré de contar votos a las once de la noche. Resulta obvio que la Junta Electoral ha hecho alguna trampilla para conseguir que los presidentes y vocales de mesa fueran gente relativamente joven y formada porque lo del ordenador hubiera supuesto un verdadero desafío para muchos que sufren de analfabetismo tecnológico. Como siempre, tuve suerte, la interventora del PSOE era tan eficaz como agradable y el Presidente y los vocales un modelo de inteligencia práctica. Acabamos antes que nadie y nos cuadraron las cuentas.
Lo más simpático de la velada fueron todos los votos que obtuvo Álvaro Pombo. No me entusiasman sus novelas -me gustan más sus versos- pero me encanta su valor personal. Ser gay en los tiempos de las redadas de violetas, exigía más valor que ahora en que resulta una circunstancia hasta favorable en determinados ambientes.
No creía que el PP obtuviera la mayoría absoluta, porque sé cuán testarudo puede llegar a ser el personal y que dada la nula formación política de los españoles, aquí tu partido es como tu equipo de fútbol. Casi ocho millones de personas han votado al PSOE después de la que ha montado... Familias enteras que han quedado en el paro, han seguido votando por "los suyos", sin tener en cuenta sus propios intereses. Esto es lo que hay.
Pasé por mi sede y vi un montón de chiquillos que estaban de fiesta pero no entendían, obviamente, la trascendencia de lo sucedido. Pero como les invitaban a algo, estaban joviales. Hubieran celebrado igual un concierto de Justin Bieber. En cambio abracé a otros amigos, gente mayor que entendía perfectamente que ayer España ha apostado por el cambio.
Llegué a tiempo para oír las últimas frases del discurso de Rajoy. El pobre es tan aburrido... Me recuerda esas insufribles fábulas de Samaniego, calcadas de La Fontaine y con una rima espantosa.
Su estrategia de no prometer nada para no decepcionar a nadie es cualquier cosa menos ilusionante. Sin embargo fui el primero en aplaudir y hasta en berrear. Porque estaba y sigo estando contento. Porque nos hemos dado una oportunidad; una oportunidad colectiva y personal de salir adelante, trabajando mucho, pero con una esperanza, al menos, de que las cosas van a ir mejor.
No nos engañemos: el PP es lo que es. El Zubnormal y zuz mariachiz lo han hecho tan mal que no sólo han destrozado su propio partido sino que se lo han puesto demasido fácil al PP impidiéndole renovarse y depurarse en profundidad poniendo de patitas en la calle a sus corruptos gurtelianos, su chusma valenciana, su ralea alicantina, su basura madrileña, etc.
No me agrada la idea de ver a un notorio dilapidador como el Sr. Gallardón en un gobierno que, dadas las circunstancias, tiene que ser más austero que la hormiga borde del citado Samaniego; sería como meter dentro a la Reina de las Cigarras. Espero que las reformas no consistan sólo en reforzar la Economía para Buitres inaugurada por el Z y su pandilla. No quiero ver más casinos y casas de putas, no quiero ver a la gente sin trabajo teniendo que vender las cucharillas de plata, ni empeñando su mantón de Manila. Quiero ver una economía a medio y largo plazo que apueste por la formación y el esfuerzo, y no por los pelotazos de los amiguetes. Quiero un gobierno capaz de vencer a Franco, es decir, capaz de congeniar la democracia con el éxito económico y social.

Espero de Rajoy que sea un gobernante razonable, que dé marcha atrás en las iniciativas demenciales de los que creen que trocear niños y matar viejos es una forma de progreso. Mi única ambición en política consiste en apoyar a fondo los movimientos provida, que son el futuro porque apuestan por el futuro, apuestan por la vida en lugar de la muerte.
Espero de Rajoy que sea capaz de negociar con los restos del PSOE, cuando ellos se vuelvan a centrar, una reforma constitucional para acabar con las autonomías, que no han servido para nada, salvo para financiar a los separatistas, hundir las cajas de ahorros, multiplicar el número de funcionarios inútiles y encarecer los trámites administrativos.
Espero de Rajoy un gran proyecto de educación, que apueste por la calidad, el esfuerzo y la disciplina.
No espero más. Salvo que a todos esos españoles que no se meten con nadie les dejen en paz, que nadie ataque su fe, ni les deje sin trabajo ni pretenda enseñarles como educar a su familia. 
Sólo añadiré que ayer recordé con imaginable melancolía aquel 11-M en que murió Marion Subervielle, la chiquita de la chaqueta roja de la Biblioteca Nacional que nos presentó a su hija... Recordé aquellos días de mentiras y de odio y la llegada de Zapatero, de su gente... Recordé el gran descarrilamiento electoral, tras una tragedia nacional.
Me di de alta en el PP a las diez de la mañana del lunes siguiente al domingo 14 de marzo de 2004. Creo que fui el primero en Madrid, y que aquel mismo día 400 capullos hicimos lo mismo. Fue nuestra forma de reaccionar.
Ahora el Zeta y los de la Ceja se han ido. Nadie les echará de menos. Id con Dios y no volváis.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Sexo, mentiras y condones

Algunas realidades sobre las que no se insiste

Realidad Uno: las chicas jóvenes se quedan embarazadas con sólo mirarlas.
Ya te pongas o te quites condones, pildoritas, dius o cuentes días, o tomes temperaturas, las chicas jóvenes y sanotas se quedan siempre embarazadas porque están diseñadas para quedarse embarazadas por Mamá Naturaleza que sabe muy bien lo que hace para garantizar la propagación de la especie. Esas chicas que ponen verracos a sus compañeros de clase, a los viejos verdes e incluso a grandes escritores, esas que se rompen de buenas que están, esas jovencitas de piel tersa, pechos erguidos e inocente sonrisa, esas precisamente, sólo con rozarlas con un pensamiento ¡se quedan embarazadas! ¿Ves ese cuadro famoso de Fragonard, La Liseuse, el de la chavala leyendo un libro, que es tan joven y con cara de buena? Pues basta con estornudar junto al cuadro para dejarla embarazada...

Realidad Dos: no te puedes librar del Deseo
El Gran Relojero del Universo es un mecánico impresionante, muy, muy listo, que inventó la almeja y el percebe, los elementos naturales de la reproducción; si los estudias de cerca te quedas asombrado ¡qué ingenio! ¡qué perfección!
Pero es que además, el Gran Tahur del Amor también inventó el Deseo. Desde que los gallos bailan delante de las gallinas, clo, clo, clo, la historia de hombres y mujeres es la de una eterna danza nupcial. El papión exhibe su rojo culo ante la papiona, el escritor exhibe sus libros, el rico su dinero, el guapo su palmito, el listo su inteligencia, el valiente su arrojo, el famoso su portada en el Hola, el bien dotado su cachiporra, el gracioso sus chistes y el borracho su capacidad para vaciar sin morirse una botella de cazalla. Al final, todo consiste en ponerle plumas al pavo. Conclusión: no te vas a librar del Deseo. Es algo que está inscrito en los genes, en las moléculas, ¡en los átomos! Hasta los electrones desparejados buscan pareja...


Realidad Tres: el X% de las mujeres se queda embarazada cuando el polvete cae en los días fértiles.
Traducción: una de cada Y chavalas desarrolla un fermoso bombo tras unos minutos de frenesí probablemente olvidables con su novio o amigo-con-derecho-a-roce si el mochacho libera sin más los intrépidos globitos blancos en el íntimo cielo de su churri. Como los días fértiles son muchos, calculad la respectiva probabilidad...
Me diréis, "Luis, miserable falsario, no das las cifras... Eso no es serio". Pero es que esa cifra, no la conozco, y ¿para qué vamos a discutir? ¿Qué me importa si es el 3% o el 9%? El riesgo existe. ¿Es asumible?


Realidad Cuatro: si quieres perder la fe en los condones, léete el prospecto.
Sí, sí, ese papelito que viene en la cajita de las gomas y que nadie lee. Léelo con lupa o microscopio -está realmente escrito muy chiquito-  y con atención. No hay ni uno solo que te diga que es un método seguro al 100%. Todos los fabricantes se curan en salud insistiendo en que es el mejor método anticonceptivo, bla, bla, o que contribuye a evitar enfermedades de transmisión sesuá y todo eso, lo cual es rigurosamente cierto, pero NINGUNO te dice que es seguro al 100%. porque nadie quiere jugarse una demanda.


Realidad Cinco: tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe.
O sea, que por pequeña que sea la probabilidad de que la chica se quede embarazada -ver Realidad Tres- usando pildoritas, condones, metisacas y otros oginos, la repetición del acto aumenta la probabilidad del embarazo.
Precisamente en este sentido eran las palabras del Papa Benito acerca del condón: el preservativo al crear una falsa sensación de seguridad, permite a la gente pensar que "están seguros" y repiten el tema tantas veces que al final ocurre lo que nadie querría que ocurriera. Yo estoy todavía esperando a que me demuestre alguien que absteniéndote o matándote a gayolas pillas el SIDA; con el remedio artesano de la lujuria el peor mal que puedes sufrir es un tennis elbow.

Realidad Seis: el preservativo es utilísimo pero no una panacea universal
En tiempos de pandemia como vivimos ahora, el condón es totalmente recomendable si lo que vas buscando es pasar un rato agradable y no encargarle nada a la cigüeña. Puestos en faena, mejor con goma que sin ella. Pero mucho ojo con creerte la publicidad de los fabricantes: los condones más seguros que jamás dejarían pasar a los intrépidos globitos blancos, a lo mejor no lo son tanto de cara a los virus y otros micro-organismos.
Virus como el del SIDA, son mucho más pequeños que un espermatozoide y el látex -cuando el fabricante no sigue las normas- puede presentar poros y hasta agujeros.
Es cierto que actualmente han mejorado mucho la calidad de los preservativos -hay muchos menos poros- pero cuando oímos a los propagandistas de las gomas decir que los chubasqueros del pito han mejorado, debemos deducir que ¡antes no eran tan buenos!
Aterra leer el último estudio de la Organización de Consumidores, se habla mucho de las mejoras que se han introducido en los condones, comparando su último informe con el de 1994 en que la mitad de los preservativos no superaron las pruebas. Y sin embargo en 1994 y antes nos decían que eran estupendos y super-seguros: ¿os acordáis de la famosa campaña Póntelo-Pónselo o del No da - Si da?  Te presentaban el condón como "el medio más eficaz para la prevención de embarazos no deseados y de enfermedades de transmisión sexual." Y esa publicidad es anterior a 1994... Si nos mentían en el siglo XX, ¿porque no nos van a mentir en el siglo XXI? ¿Acaso ahora la información es más veraz? ¿Cuánta gente ha muerto, cuántas mujeres se han quedado embarazadas por culpa de esa publicidad?
Hay marcas que de verdad siguen las normas dictadas por AENOR e ISO -las nuevas, eh, que son más exigentes que las anteriores- y otras marcas menos recomendables que dicen que siguen esas normas pero tú, fíate...

Realidad siete: ¡eres torpe!
Aparte de lo que ya va dicho, TODOS los fabricantes te explican que NO debes usar vaselina con un condón, ni determinados lubricantes con base aceitosa porque debilitan la resistencia del látex. Sin embargo, mucha gente sigue usando vaselina o recursos caseros como la mantequilla o el aceite. Los fabricantes también te explican que hay que conservar debidamente el condón y no usar los que estén caducados.
Además, el usuario es torpe. Hay gente que no tiene ni idea de cómo se usa una goma o que es particularmente muñona a la hora de ponérselo o quitárselo; hay gente que los perfora sin querer con los dientes o con las uñas. Y pasa lo que pasa; y acontece lo que acontece.

Realidad ocho: el sexo es un negocio gigantesco
Alrededor del sexo, todo es mentira; y con los ladrillos de la mentira se han edificado saneadísimos negocios.
Por eso, al natural Deseo que inventó Dios, se le suma la sobre-estimulación, hasta convertir el deseo en verdadera adicción. Nos quieren muy salidos para sacarnos los cuartos.
Para estimular cualquier adicción resulta fundamental crear una barrera mental entre tus actos y sus consecuencias.
Te potencian el deseo poniéndote imágenes muy atractivas de señoras estupendas pero hacen todo lo posible para que no pienses en las consecuencias.
El proceso es idéntico al que siguen los fabricantes de comida rápida añadiendo más y más azúcar a sus productos. Quieren venderte su bazofia, no que pienses en las lorzas o los michelines. Mira la publicidad de los caramelos para los niños: todo son niños sonrientes, con blanquísimos dientes de los que han borrado las caries.

Desde que eres un adolescente te bombardean con pornografía para venderte imágenes de hombres y mujeres totalmente irreales que hacen cosas que la gente normal no hace. Fíjate en las chicas de los dibujos Hentai, con sus inmensas tetas y sus minúsculas cinturas. Esas tías sólo existen en la mente del dibujante japonés que las inventó.
Para adecuarse al modelo, miles de infelices inseguras se someten a cambios, a cirugía estética y se ponen tetas de silicona de esas que reconoces en las piscinas porque siguen erguidas incluso cuando la chica está tumbada de cara al cielo. Si lo piensas, es muy fuerte: tías que quieren parecerse a un dibujo. Más negociooooo.
No te hablo del negocio de los meetic, badoo, ashley madison y otras "redes de encuentros" en que a base de tarjeta de crédito vas tratando de conocer medias naranjas atractivas y deseables...
La industria pornográfica mueve miles y miles de millones a los que se suman todos los negocios conexos: los bares donde se supone que vamos a ligar y todo el negocio del puterío. Negocios de millones, de billones, de trillones, qué sé yo...
 Otra mentira es que existe el "sexo seguro". Existe un sexo más seguro o si prefieres, menos inseguro. Es de lo que va esta entrada del blog. Para asegurar ese "sexo seguro" te venden toda clase de motos. Condones, pastillitas, etc. Más miles de millones de euros... ¡Boteee, graciaaas!
Otro negocio es cuando "el sexo seguro" ha fallado. Entonces te venden otros productos, píldoras del día después o te ofrecen un aborto estupendo y maravilloso. De nuevo, la base del negocio consiste en levantar una barrera mental entre lo que haces y las consecuencias, en evitar que pienses en la humanidad del embrión que cortas a cachos o del zigoto al que impides anidar. El negocio exige que pienses que se trata de un grano, de un moco, yo que sé. Ya tratamos del asunto al haber de la importancia de la estética a la  hora de justificar o no el troceo de un ser humano.
Finalmente cuando te plantas en los cuarenta, has abortado o no te has quedado embarazada, y de repente descubres que te gustaría ser mamá, te vendemos técnicas de fertilidad o te vendemos niños recurriendo a adopciones internacionales o pagando vientres de alquiler en el extranjero. Más dinero.

Realidad nueve: ¿te fias del Tío Gilito?
La gran pregunta es: sabiendo que en el mundo empresarial existen banqueros ladrones y fabricantes desaprensivos que por ganar un puñetero euro son capaces de matar a su madre y a sus cien padres, ¿de verdad te fías de lo que te dicen? ¿Crees que de verdad cumplen las normas? Los habrá que sí, y los habrá que no. Tú fíate de Maroto, el que te vende la moto del sexo seguro, y luego me lo cuentas.

Realidad diez: eres crédulo, no te fíes de ti
Somos crédulos. Queremos creer que no nos vamos a poner malos, que somos inmortales. Mala noticia chaval: me voy a morir. Y tú también. Eso es lo real. Pero ¿a que no piensas nunca en ello?
Millones de jugadores, en el mundo, se creen que van a desbancar la banca, que van a hacer la gran fortuna que no tienen en un Casino. ¿Acaso ignoran de qué viven los Casinos? De nuestra credulidad
Nuestra capacidad crítica desaparece ante aquello que deseamos. Si estás muy enfermo y te dicen que Olaf hace milagros, te vas a su puerta directamente, aunque viva en Islandia, vendes tu casa, haces lo que sea. ¡Quieres curarte! ¡Quieres creer que te vas a curar, que existe cura! Los cementerios están repletos de gente que se creía inmortal, igual que las cárceles están llenas de delincuentes que pensaban que a ellos no les iban a pillar.
Te acuestas con un tío o una tía que piensas que está limpio, ¡te fías! ¡Quieres fiarte! Miles de españoles cada año hacen la poco deseable adquisición de enfermedades venéreas porque se fiaban de su pareja del momento. Miles de mocitas españolas se quedan preñadas porque pensaban que a ellas no les iba a suceder. O no tomaron precauciones, o si las tomaron, no fueron suficientes o de un modo inadecuado. Son treinta mil las niñas agraciadas por el no deseado bombo cada año (fuentes del CSIC). Y sin embargo llevamos más de cinco lustros de educación sesuá y campañas informativas... ¡Menudo éxito!

Me diréis, Luis no valía la pena contar esto, ya lo sabemos todos. ¿De verdad lo sabemos todos? Quizás los que ya peinamos canas. Pero los chicos jóvenes dudo que sepan nada porque la publicidad oficial que reciben sólo parece tener el propósito de servir a los fabricantes de gomas. Una pregunta, totalmente en serio: ¿llevarán comisión?

lunes, 7 de noviembre de 2011

España, patria del cinismo

En España ya no fabricamos casi nada, porque los chinos tienen las fábricas, pero seguimos produciendo cínicos como churros. Cada día más. Por ejemplo, tenemos montones de verbos para no tener que decir "robar" que suena fatal, así que usamos otros más suaves, supongo, como mangar, choricear, quitar, hurtar, afanar, sisar, despojar, etc. y al ladrón lo llamamos ladronzuelo como para atenuar su delito y condición. Lo mismo sucede con nuestro derecho que distingue las figuras de la estafa y la apropiación indebida del robo puro y duro, como si fuera distinto: lo que era tuyo ahora es de otro, y tú en Babia.

Banqueros y empresarios ejemplares
Cuando me viene cierta flojera espiritual, me reconforta pensar en Mario Conde dando lecciones de moral y ética en teles que presumen de católicas, juas, juas, juas; me digo que realmente el dinero limpia más blanco que cualquier detergente. En España, tierra natal del cinismo, si tienes dinero, quedas absuelto, tienes clubes de fans, gente que explica que cuando robabas en realidad no robabas, redistribuías recursos; ¡los jueces son tan injustos! Y tú, pobrecito banquero sin duda no tenías buenos abogados, porque ibas por el turno de oficio... ¡Una víctima de la conspiración!
Antes que Conde -que no ha matado a nadie- tuvimos a Jesús Gil, condenado benevolamente por "imprudencia temeraria" en la muerte de 58 personas en Los Ángeles de San Rafael, y ¡cómo le reían las gracias, y cómo lo querían algunos espontáneos! ¡Un genio, un talento! Gil, desde su yacuzi se dedicaba a dar lecciones de ética... A Gil lo indultó Franco a propuesta del ministro Oriol (ver aquí),  y años más tarde lo indultó don Juan Carlos a propuesta del ministro Belloch (ver aquí) de una condena por estafa.

El saqueo de las Cajas
En el caso del Sr. Conde, hay que reconocer que sus depredaciones y la desastrosa gestión que dejó a miles de tenedores de acciones de Banesto en la ruina y costó doscientos mil millones de pesetas al erario público -las que metió el Banco de España en Banesto, un regalito al Sr. Botín- parecen poca cosa al lado del saqueo de las Cajas de Ahorros. Ninguno de los presidentes del Gobierno, de los ministros, de los directivos del Banco de España, de los miembros del Consejo de Administración de las Cajas Reventadas ha puesto sus delicados pies en la trena. La descojonación económica ha venido, nadie sabe como ha sido. Y nos piden ahora que nos fiemos de la nueva desamortización, que confiemos en la pandilla basurilla de las finanzas para renovar nuestras instituciones. Aquí no necesitamos piojosos del 15-M tocando la flauta en Sol sino una revolución a la islandesa, pero el español medio es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos, y los últimos valientes murieron en la guerra.

El Dios Verdadero
En España, que tenemos unas raíces católicas, es decir bellísimas en sus planteamientos y absolutamente falsas o delirantes en sus realidades, millones de personas van a Misa todas las semanas a adorar un Dios lejano cuando su devoción se la dejan a San Euro -un santo transexual, antes era Santa Pela-, que el único Dios Verdadero, Uno y Trino lo tienen en el banco.
No vayáis a pensar que se trata de un sentimiento que fustigo, ni que me pongo en plan Fray Gerundio a azotar penitentes con ideas más viejas que la tos, en absoluto. Si es que en el fondo, lo entiendo. Haced una lista con vuestros amigos y conocidos.  Fijaros en cómo los que tienen dinero, renta, piso o canongía, por poco torpes que sean, al final se reproducen y emparejan -da lo mismo el orden  de los factores- mientras que los que no tienen un duro no ofrecen seguridad. 

El amor como medida del dinero
El otro día un amigo de barra -grandes amistades, se hacen sujetando barras- me confesó entre dos copas que su mujer lo había abandonado. Como nos caímos bien, le pregunté -pero bueno, ¿eres un sicópata?- No. -¿Torturas animales, te lo montas con el perro, eres fan del Atleti, aparcas en doble fila?- No, no, no, nooo. ¿La azotas con látigos avinagrados? ¿Te tiraste a tu cuñada o a tu suegra? No. ¿Vendías droga a la salida del colegio? No. Pero vamos a ver, carallo,  ¿Tú la quieres? Sí. ¿Le dices que la quieres? Sí. ¿Le has sido fiel? Sí. ¿Y entonces por qué te ha abandonado? - Es que no hay trabajo, sabes, y se acabó el dinero. 
Claro, ¡el dinero! La base material del amor. No seguí indagando, y es que la vida me ha enseñado a no pronunciar el Nombre de Dios en vano. De repente me acordé de aquella canción tan cínica de El Arrebato: "buscaté un hombre que te quiera, que te tenga llenita la nevera".

viernes, 4 de noviembre de 2011

Héroes y ángeles de la vida corriente



El otro día entrevisté a Tintín, el de verdad, que a sus ochenta años tiene problemas muy serios de próstata y vive recogido por las Hermanitas de los Pobres en Guijarrón de los Manganeses; él no podría pagarse ninguna residencia. Me decía, cariñosamente, "Ay, Luis, si me hubiera ocupado a tiempo de mi pensión, otro gallo me cantara. Al pobre capitán le engañó su sobrino y ahora Moulinsart es un club de alterne".

En la misma residencia también está recogidito el capitán Trueno, que no sé si sabéis que en realidad se llama Martín de Secarral; lo de Trueno era un nombre artístico. Trueno tiene la vida interior de una coliflor desde el ictus aquel que le dejó babeando sobre un sillón. Las monjitas lo mueven, lo lavan, y lo sientan; mira la pared con sus ojos vacíos. Una vez al mes Crispín viene a visitarlo, el joven efebo es ahora un señor calvorota y entrado en años, con la pierna renqueante, que le habla a su viejo amigo de los viajes y aventuras que soñaron alguna vez, en las mazmorras de Bruguera. Pero Trueno sospecho que no se entera de nada. O quizá sí, nadie lo sabe, por eso seguimos hablándole, vaya Vd. a saber.

Tintín y Trueno eran valientes, osados, ingeniosos. En el mundo real, ese del que no hablan los medios, se lidian muchas batallas cada día, pero son batallas del Derecho, de normas, de cláusulas, de la letra pequeña, de seguros, de contratos, de pólizas... En esas batallas, Tintín y Trueno son vulnerables, están completamente desarmados. Lo suyo era la Aventura y por eso ahora están donde están.


Un amigo auditor
Hace unos días me tomé un café con un héroe. No es alguien conocido, ni falta que le hace. Es un hombre corriente, en apariencia, que sabe de cuentas. Está cada día más joven y entusiasta, le gustan más las señoras que comer con los dedos y nos parecemos en que se levanta feliz con ganas de zamparse la vida a mordiscos.
Es perito mercantil, auditor jurado de cuentas, antiguo profesor de la Complu que siempre ha estado del lado de la Justicia y de lo correcto cuando había que estar y no a toro pasado como hacen otros; es una de esas personas que se encargan de comprobar que las cosas se hacen como Dios manda, como se tienen que hacer, y punto. Como él, abogados, jueces, fiscales, procuradores, peritos y auditores, inspectores, profesores, notarios y registradores constituyen una categoría humana muy especial la de aquellos de los que depende que se haga justicia o que se consienta la injusticia. Pongamos unos casos muy sencillitos y sangrantes:
  • A esta viejita su sobrino la quiere liar para que firme unos papeles, "me vendes el piso por una renta vitalicia, fíjate, tita, con la de vida que te queda por delante a tus 93 años y te quitas de problemas..."
  • A esa mujer su ex-marido le ocultó pequeños detalles de la gestión de la empresa, y por eso le pagó cinco por lo que valía cuarenta.
  • Esa empresa va a cerrar porque sus clientes no pagan, dicen que son insolventes. Pero antes efectuaron un levantamiento de bienes que dejaría temblando a Curro Jiménez.
  • La viuda y la hija de uno tan golfo como tonto descubren que puso el piso donde viven como garantía de un crédito.
  • Una señora, hija natural de un hombre rico y sin conciencia, no recibe su parte de la herencia porque su padre donó antes de morir todos sus bienes a sus otros hijos.
Muchas veces las injusticias se consuman porque los buenos las consienten. Otras veces son los propios jueces los autores de injusticias flagrantes e inapelables. Dante me chivó, por cierto, que en el Infierno los magistrados prevaricadores tienen una piscina de pez y azufre hirviendo justo al lado de la de los curas vascos, a los que asan dos veces.
Otras veces intervienen esos anónimos ángeles de la Guarda y la Justicia toma cartas en el asunto; a veces, incluso, la mera presencia del ángel aborta una mala iniciativa o soluciona la situación sin que nadie tenga que gastar un duro en pleitos: actos de conciliación o reuniones familiares, mucho grito, mucha tontería, mucho te odio y ya no te junto pero salen todos de allí satisfechos y habiendo firmado. Ahora están enfadados, escocidos y encabritados, pero mañana se darán cuenta de que se han hecho a sí mismos un favor.
 
España está plagada de héroes
Sé de honestísimos directivos de instituciones financieras que fueron prejubilados por negarse a apañar cuentas o por informar de la situación a quien debían informar.
Sé de honestísimos interventores de organismos putrefactos, que han soportado lo insoportable y un mobbing monstruoso porque no se callaron.
Sé de secretarios municipales que han vivido infiernos por no tragar, por no firmar informes infirmables.
Me resulta simpática y digna de admiración la figura de Erik Martel, un cónsul de España en Miami que durante el Felipato sufrió una persecución en toda regla por negarse a dar su consentimiento y su aval a uno de los innumerables y escandalosos negocios relacionados con la Expo de Sevilla.
Sé de coroneles que no ascendieron a general, porque no se callaron.
Sé de políticos valientes y honestos, que nunca serán cabezas de lista porque, precisamente, por ser honestos, ¡no se fían de ellos! Y allí están. Tratan de hacer las leyes o sus enmiendas lo mejor posible; tratan de gobernar con equidad, tratan de trabajar en las Comisiones y cuando ven algo que no les gusta, lo dicen aunque les miren mal.

Otros tragan, otros transigen, otros como los tres famosos monos, ni ven, ni oyen ni hablan.
Allá ellos. Se irán de este mundo, como todos, pero con el sabor amargo de la derrota personal. Puedes tener mucho éxito, pero si te vendes, tú mismo te derrotas, tú mismo te crucificas.
De qué te sirve el dinero, el piso de lujo o las sábanas de seda si no puedes mirarte en tu espejo interior.... Incluso los que sin haber hecho nada muy malo sencillamente tampoco han hecho nada muy bueno porque prefirieron consentir con su silencio. En esa extraordinaria obra que es Cyrano de Bergerac, reconoce el duque de Guiche:
Voyez-vous, lorsqu'on a trop réussi sa vie, / On sent, -n'ayant rien fait, mon Dieu, de vraiment mal! / Mille petits dégoûts de soi, dont le total / Ne fait pas un remords, mais une gêne obscure [...]
No se puede decir mejor.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Chaperiodismo y chaperiodistas

En una entrada anterior llamaba la atención de Vds. sobre el hecho de que en español el culo sea singular mientras que en Francia se usa preferentemente un plural, las nalgas.
Otra prueba de la peculiar idiosincrasia de ambas naciones es que en francés no existe un equivalente exacto a "chaquetero", el que se cambia de chaqueta. En francés, para expresar lo mismo se dice "retourner sa veste" o, mucho menos frecuentemente, "tourner casaque". Así, el español da más importancia al sujeto de la acción y el francés a la acción del sujeto.
En el caso español la idea subyacente es que cambias de chaqueta; el francés, más ahorrativo, se limita a darle la vuelta a la misma chaqueta, costumbre ya en desuso pero que nuestros padres y abuelos conocieron bien, porque antes la gente era tan pobre que hasta los ricos ahorraban.

Ayer expresaba mi simpatía por un periodista y escritor que siempre ha estado donde está y seguirá estando, Alfonso Ussía. Nunca se le podrá tildar de chaquetero.
Otros articulistas me interesan mucho menos. Por ejemplo, no tengo el menor interés en conocer la opinión de quienes tras haberse pasado media vida escribiendo para demostrarnos que la derecha es vácua, franquista, fanática y huele a pis ahora trabajan para medios de derecha tratando de demostrar que la izquierda es fanática, estaliniana, vácua y huele a pis. Son previsibles, tanto, que resultan aburridos; y además de aburrirme, me dan como cierto asquito. Son plumas mercenarias, talentos chaperos que se abren de najas a cambio de un -supongo y espero- estupendo estipendio, veletas que siempre saben de dónde sopla el viento.*
Tengo más respeto por las meretrices de Ballesta o los gladiadores de Chueca que al fin y al cabo se limitan a poner precio a los orificios de su cuerpo, que por tanto plumífero y tintóforo que remata su alma en pública subasta o la vende a plazos, con facilidades de pago.
En ese sentido, son más coherentes quienes siguen estando donde siempre han estado y no se les ha aparecido Dios con un cheque en el camino de Damasco... Siempre he tenido respeto -sin llegar a la admiración- por los imbéciles honestos, fieles a sus ideas, por estúpidas que sean. Prefiero un fósil sincero que un listillo darwiniano, adaptado eterno, adoptando siempre la personalidad más rentable del momento.
Como un sapo sobre su nenúfar quedo a la espera -sería excesivo decir que al acecho- imaginando cuántos comunicadores -por no hablar de cantantes, actrores, etc.- que se han pasado años apoyando a la Ceja se nos van adherir ahora a la Barba, impasible el ademán. Tiempo al tiempo... Ya decía el primo de Sabina que el periodista cuando es de bandera, lleva el corazón en la billetera. O algo así. Mira, me acabo de inventar unos palabros nuevos, chaperiodismo y chaperiodista. ¡Qué bonitos!

* Esta veleta y otras mil se pueden encontrar en una curiosa web dedicada a las veletas -en francés, girouettes- en la siguiente dirección: http://1001.girouettes.pagesperso-orange.fr

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Un artículo de Alfonso Ussía



Me mandó el amigo Mario Ruiz un artículo de Alfonso Ussía.
A Ussía siempre lo han tachado de "fascista" nuestros deficientes -no quiero insultar a la Izquierda llamándolos izquierdistas-, vaya Vd. a saber por qué, como si la justa y deseada vehemencia tuviera que ver algo con la visión del orden político o como si el espíritu democrático tuviera que reclutarse entre los pichacortas del pensamiento débil. ¿Fascista? Qué sabrán esos correveidiles del poder, qué carallo es un fascista... Si quieren ver a un fascista, que se miren al espejo. Como soy más que jacobino un Gran Inquisidor en algunos temas -especialmente en lo que toca a la protección de la infancia-  no coincido con Ussía en muchas de sus manifestaciones. Ni falta que hace. Yo no habría defendido al duque de Feria como hizo él en un artículo. Tampoco me gusta que él se autotilde de facha en alguna ocasión, para burlarse de los mencionados deficientes. No debes asumir el lenguaje del adversario; nunca, ni siquiera para ridiculizarlo.
Así que dicho esto, debo añadir que Ussía es el epígono de tantos valientes periodistas españoles que siempre han sabido quiénes eran los buenos y quiénes los malos, y no confunden al asesino con su víctima. Tengo una gran admiración, por José Luis López de la Calle y José María Portell que pagaron su independencia con la vida, por Carlos Herrera, Martín Prieto, el recordado y admirado Antonio Herrero, Luis Herrero, Luis del Olmo, Jiménez Losantos; sí, ellos se han portado muy bien y han dado voz a las víctimas en la época en que nadie las recibía. Y soy injusto porque no recuerdo ahora a las decenas, a los cientos de periodistas menos conocidos pero tan valientes como ellos. En ese cuadro de honor falta Iñaki Gabilondo que se traía a las mamás de los etarras a su programa por Navidad, para explicarnos lo mal que lo pasaban sus asesinos hijos. Por eso Gabilondo me caía mal mucho antes de que se inventara el kamikaze del 11-M...

Nadie puede negar el valor de los periodistas españoles. Serán interesados algunos, otros no pensarán como yo, otros ni siquiera merecen el nombre de periodistas y se dedican a organizar saraos televisivos, insultando a cambio de estipendio o meneando con un palo el albañal de las tertulias, pero en mi corazón he levantado un monumento de oro y marfil a la Prensa Española. Mira que yo leo poco los periódicos y apenas escucho la radio y la tele, para no amargarme el día, pero ¿cómo no expresar rendida admiración por quienes no callan por más que con el dedo les señale un pistolero ya la nuca o ya la frente? En España opinar es jugársela y en particular en ese trozo de España que son las desdichadas provincias vascongadas.

Ussía ha tenido, tiene y probablemente seguirá teniendo en este sentido una trayectoria encomiable, al igual que Mingote, ese monumento vivo del talento que en lugar de quedarse en casa a contar los buenos euros de sus derechos, desde hace décadas viene denunciando la cobardía y el fanatismo de una sociedad enferma: el País Vasco.

Es la primera vez -y sin duda la última- que pongo el artículo de otro en mi blog, pero creo que expresa perfectamente lo que siento así que cuelgo el primero de sus párrafos. Espero que no me mande su autor al cobrador del Marqués de Sotoancho para pedirme derechos de pernada.

 ASQUEROSO

Me parece asqueroso que se tome en serio una llamada «conferencia de paz» organizada por los amigos de los terroristas. Me parece asqueroso que el Gobierno de España no haya tratado de impedir el insulto y la farsa. Me parece aún más asqueroso que el Gobierno de España, como ha reconocido José Blanco, conociera la asistencia de los más altos dirigentes del PSE-PSOE a la ignominiosa reunión. Me parece asquerosa la actitud del «Lehendakari» López y la del inefable Jesús Eguiguren, el socialista más cercano a Batasuna. Me parece asqueroso que los que matan hablen de la paz, cuando la única paz que ellos han conseguido es la de mil tumbas en los cementerios de España. Me parece asqueroso que el PNV apoye la falacia. Me parece asqueroso que un sector de la iglesia vasca persista en su afán de establecer equivalencias entre los asesinos y sus víctimas. Me parece asqueroso que el PSOE albergue su única esperanza de recuperación electoral en un comunicado de la ETA. Todo me parece asqueroso.

El artículo íntegro, puede leerse aquí.



martes, 1 de noviembre de 2011

Sólo la víctima puede perdonar... si quiere.

 

En 1996 llegó al poder José María Aznar -¡quince años ya!- y con la ilusión de todos los que por primera vez pisan las espesas alfombras de Moncloa, él y su equipo cayeron en la misma y recurrente estupidez en que incurrieron sus antecesores y que cometería, de nuevo, su sucesor: pensar que se podía conversar con fieras infrahumanas como los etarras.

Años de claudicación
Estaba yo por aquel tiempo profundamente decepcionado con un PP que para alcanzar la mayoría de investidura se había rendido a los nacionalistas catalanes, tras una negociación durante la cual se había agotado toda la vaselina de las farmacias de Madrid.
Desde aquel momento, el PP aceptó la oficial persecución de los hispanohablantes en Cataluña, traicionaba un modelo viable de España y se entregaba a la locura presupuestaria de los pujolets. Incluso le regalaron a Pujol la cabeza de Alejo Vidal Cuadras, para que se entretuviera en la bolera.
Durante aquellos primeros años, para mí Aznar y su partido eran el presidente y socios de la Asociación de Amigos de Judas Iscariote cuyo único entretenimiento consiste en contar monedas, de treinta en treinta. Aznar incluso había adoptado el idioma de los malos y no hablaba de ETA sino del Movimiento Vasco de Liberación, (vídeo aquí).
Supongo que Aznar se dejaba llevar por su sincero deseo de acabar con la excepción española, es decir,  décadas de terrorismo. La misma ilusión que sufrió luego Rodríguez Zapatero o que experimentaron antes Felipe González con sus argelinas conversaciones, y antes que él Calvo Sotelo y Suárez. Al fin y al cabo, Aznar sabía muy bien con quién hablaba puesto que había sufrido en propia carne un atentado de la ETA, siendo todavía jefe de la oposición y sólo salvó el pellejo gracias al blindaje del coche. Me impresionó, por cierto, su serenidad tras el zambombazo.
Durante 1997 y 1998, el Gobierno del PP se empecinó en mandar mensajes equivocados mientras que Eta mataba, y mataba, y seguía matando, entre otros a Miguel Ángel Blanco o a los esposos Jiménez Becerril. Sin embargo en noviembre de 1998 Aznar seguía diciendo "Por la paz y por sus derechos no nos cerraremos, sino que, por el contrario, nos abrimos a la esperanza, al perdón y a la generosidad, y por la paz pondremos lo mejor de nuestra parte para hacerla definitiva con la ayuda y la esperanza de todos" (vídeo aquí). ¿Perdón? ¿Generosidad? Al oír esas palabras, yo reventaba de pura rabia...

La Ley de Partidos y el homenaje a las víctimas
Más tarde Aznar recapacitó y empezó una política de ayuda y de reconocimiento a las víctimas de los terroristas a los que los gobiernos anteriores del PSOE y la UCD ni siquiera se dignaban recibir. Yo colaboraba lo que podía con la AVT y Aznar me empezó a caer bien por primera vez el día en que vi que se sacaba el pañuelo para enjugar las lágrimas de una pobre señora rota por la emoción, que recogía una medallita en recuerdo de su esposo asesinado.
Tras el atentado de Santa Pola en que murieron dos personas, una de ellas una niña, Aznar fomentó una Ley de Partidos que suponía la ilegalización de las organizaciones que no eran más que la proyección electoral de la siniestra banda.
Me dio mucha pena que un hombre que, finalmente, había asestado grandes golpes a la banda terrorista, tuviera que marcharse en las circunstancias en que se marchó, con el mayor atentado de la historia de Europa y doscientos muertos. Me caía y me cae bien; y por eso no entendí sus días de amor y rosas con Gadafi cuando todavía no han recibido ninguna explicación "oficial" las víctimas del atentado de El Descanso, que fue cosa probablemente financiada por Gadafi, patrocinador y mecenas de grupos como Yihad Islámica.
El final deseable de la ETA
Pero no adelantemos acontecimientos; situémonos a principios de 1997. Como siempre los curas, obispos y políticos vascos hablaban de paz y de perdón; yo notaba -los hechos me dieron la razón- que existía mucho capullo en Moncloa dispuesto a equivocarse, one more again. La posibilidad de que el PP claudicara en eso como había claudicado en el tema catalán, no era una fantasía sino una amenaza muy real.
Para que os hagáis una idea de mi estado anímico por aquel entonces, os confesaré que soñaba con acompañar a Virgilio a los infiernos, para visitar la ardiente piscina de pez y azufre que espera -nadie lo dude- a los obispos y curas vascos -la hipocresía no tiene redención- y soñaba con montar guillotinas a vapor para descabezar de una vez a la ETA, sus bombas y sus sobras, un remedio radical para exterminar de raíz aquellas sabandijas. De vez en cuando me dan arranques jacobinos y me pongo el gorro frigio, perdone Vd.
Ahora he cambiado de opinión, creo que ningún verdugo debe ensuciarse las manos con la sangre de un etarra; y siguiendo las directrices de un sapientísimo amigo, creo que lo que hay que hacer con esas alimañas es encerrarlos de por vida en un calabozo hasta que el Ángel de la Muerte pase a visitarles. Eso sí, para ahorrar presupuesto -que mantener un tío en la cárcel sale caro- les ofrecemos una pastilla de cianuro una vez al mes, para que ellos mismos sean, cuando quieran, el brazo ejecutor de su destino. ¿Que no se la toman? Estupendo, hasta el mes que viene, Iñaki, cuídate.

Una carta al director
Corría el año 1997, era un 12 de enero y ABC publicó una carta al director del menda, una cartita sin importancia pero cuyo texto -cambiado por el periódico pero fiel esencialmente al contenido original- podría republicarse una y otra vez, cambiando sólo la fecha. Decía el texto de la cartita:
Sr. Director, En Francia, durante el verano de 1944, verano de Liberación y también de Depuración, en las calles de Tolouse se podía leer un cartel que rezaba lo siguiente: "Perdonar a nuestros propios verdugos es alcanzar una suprema grandeza. Perdonar a los verdugos de los demás es cometer un crimen contra la justicia; es convertirse en el cómplice de la infamia; es un atentado contra el honor de la Nación". Medio siglo después, estas palabras no han perdido un ápice de actualidad. Luis Español.

Los hermanos Karamazov
Un solo apunte más; los autores del cartel sospecho que se inspiraron en la novela Los hermanos Karamazov. Ivan Karamazov, el dramático representante del humanismo ateo, le refiere a su hermano Alejo (Aliocha) la tremenda historia de un general que había hecho despedazar un niño por la jauría; y luego añade:
No quiero que la madre perdone al verdugo: no tiene derecho a hacerlo. Le puede perdonar su dolor de madre, pero no el de su hijo, despedazado por los perros. Aunque su hijo concediera el perdón, ella no tiene derecho a concederlo.
Y yo grito, ¡Viva Kamarazov! leñe, y repito que "perdonar" a los etarras es cometer un crimen contra la justicia, es hacerse cómplice de una infamia y un atentado contra el honor de España.