Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

miércoles, 28 de junio de 2023

¡ADIÓS, COCHECHITO, ADIÓS!

Foto: Rudolf Stricker (Wikipedia)

Ya sabéis que en la Era Tontísima, que es el tiempo en que nos ha tocado vivir, los que te hablan de la sostenibilidad y de luchar contra la obsolescencia programada son la misma manga de mentecatos -léase Dioses del Olimpo- que luego te obliga a separarte de coches en perfecto estado de funcionamiento. Son la misma tropa que persigue el tabaco pero quiere legalizar la marihuana, porque no sólo no tienen sentido común, sino que -y eso es más peligroso- carecen por completo de sentido del ridículo o de sentido del humor...

Como ya os he contado alguna vez, el Ayuntamiento de Madrid desató sus ukases contra mi valiente cochechito que no se metía con nadie, que contaminaba menos, a sus venerables 27 años, que muchos coches modernos y chanchipirulis mucho más potentes, y a mi pobre utilitario le habían condenado a no poder entrar ya en Madrid ni circular por la M-30, a pesar de que pasaba la ITV con nota. La gerontofobia de nuestros jóvenes líderes -que no saben que algún día ellos también tendrán canas- se nota en las leyes que jubilan a los grandes profesores, las leyes de suicidio asistido para matar a los viejos y las leyes para renovar el parque móvil. El santo y seña de lo oxigenado es ser joven, ser nuevo, ser imbécil, ser inútil...

Con pretextos medioambientales, conducir vuelve a ser un asunto de ricos porque para tener coches con la etiqueta C y una plaza de aparcamiento, hace falta un pastizal. El coche ha dejado de ser la ilusión de las clases medias del franquismo, cuando la gente se apuntaba a una lista para que le concedieran el derecho a comprarse un 600, y vuelve a ser un artículo de lujo.

Yo, dada mi naturaleza rebelde y mi fobia al poder, había conservado mi coche, por si algún día pedía para él la categoría de Vehículo Histórico, puesto que en agosto de 2025 cumplía 30 años de su primera matriculación. No ha sido posible; el otro día alguna de esas ratas inmundas que viven de parasitarnos a los demás, le robó el catalizador, que por lo visto es un robo muy frecuente ahora, porque la chorizada ha descubierto que en los catalizadores hay metales preciosos, y a esa caterva depredadora le da igual destrozarte el coche si pueden llevarse unos euros; imagínate, gente que roba el cobre de los cables que alimentaban en luz un hospital, lo que le pueden preocupar las congojas de los que no somos millonarios... Vamos, que la sabandija me dejó sin coche. Imagino que cuando ya no circule ningún coche porque todos se hayan quedado sin catalizador, los Dioses del Olimpo tomarán alguna medida, pero lo dudo, porque gente a la que le preocupa tantísimo la antiheteropatriarcalidad ecofeminista del pepinillo en vinagre o el impacto de género de la ducha teléfono, dudo que le desvele cualquier atisbo de realidad.
Así que con gran dolor de mi corazón ayer le dije adiós a mi cochecito, y sobre todo al recuerdo de los viajes que hemos hecho juntos... Era una máquina, era un cacharro, pero tenía algo humano, le había puesto nombre y cuando le pones nombre a las cosas, ya son algo menos cosas...
Ayer vino a recoger el coche el Sr. Paco, de un desguace -el coche llevaba tanto tiempo aparcado que se quedó sin batería- y me quedé asombrado por la soltura del tal Paco manejando la grúa y el coche, como si fueran fichas de dominó... ¡Allez, hop! Le dije adiós a mi coche, que a estas horas ya estará, pobriño, desguazado y chatarreado... Una etapa de la vida se ha cerrado, pero eso tampoco le importará a nadie, porque para los Dioses del Olimpo -léase la manga de mentecatos- nuestras vidas, nuestras cuitas, nuestros curros, nuestras hipotecas o nuestros coches carecen de importancia, y la niebla del incienso lo oculta todo... Imagínate si nuestros garrulos habituales van a entender el jeroglífico sentimental de Lamartine, "Objets inanimés avez-vous donc une âme, qui s'attache à notre âme et la force d'aimer ?"

martes, 20 de junio de 2023

¡La maldad de los franceses!


 Publica el diario ABC un artículo de Israel Viana cerca de cómo maltrataron los franceses a los republicanos españoles. Es un texto modélico acerca de cómo se crean o mantienen las leyendas negras, en este caso la leyenda negra antifrancesa en España. Debiera publicarse en papel amarillo, como la bilis.
En primer lugar, hay que englobar a todos los franceses en una etiqueta negativa y adjudicarles un prejuicio antiespañol. El titular es ejemplar al respecto: "Así trataron los franceses a los refugiados españoles en la posguerra: «Son tribus primitivas y sucias»".
No recuerdo haber oído en Francia hablar de España como de tribus primitivas y sucias, pero es posible que algún chiflado tuviese problemas con España igual que un tal Luis Zahera recogió un Goya diciendo que "siempre había querido matar un francés". Imagínate si algún periodista francés toma la noticia y publica en Le Figaro que los españoles quieren matar franceses... Es lo que pasa cuando se convierte alguna afirmación particular en categoría general, para denigrar.
El periodista nos aclara que "Los exiliados que cruzaron los Pirineos al final de la Guerra Civil, lejos [de] encontrarse una acogida cariñosa, fueron hacinados en campos de internamientos y tratados como «animales invasores, escoria y vándalos peligrosos»".
El artículo no insiste acerca de qué huía ese medio millón de españoles. ¿Por qué tantísimas personas lo dejaron todo, sus propiedades, sus tierras, su familia, metieron cuatro enseres en una maleta de cartón y se lanzaron sobre malos caminos a cruzar el Pirineo en pleno invierno? Hombre, a lo mejor les parecía mejor el vinagre franchute que las mieles de Franco, la gente es así de rara, se informa mal, se asusta sin necesidad, no entienden bromas como las ingeniosas intervenciones de Queipo de Llano en Radio Sevilla, aquello de que "Nuestros valientes legionarios han enseñado a los rojos lo que es ser hombres. De paso también a las mujeres de los rojos que ahora, por fin, han conocido hombres de verdad y no a castrados milicianos. Dar patadas y berrear no las salvará".
Fueron tan malos malísimos los pérfidos gabachos con los "republicanos" españoles, que el 98% del exilio español, terminada la II Guerra Mundial, se encontraba no en Gran Bretaña, ni en Estados Unidos ni en Suiza, sino en Francia, fijateee. Qué pésimo gusto tenían esos españoles, de verdad, que pudiendo volver a España con su familia, sus bienes y recuperar su trabajo, preferían la precariedad del transterrado, vivir en el infierno francés en lugar del paraíso español...
Quizá es que Franco dio una pista cristalina acerca de sus intenciones alentando que su amigo Adolf asesinara a miles de compatriotas españoles en Mauthausen y otros campos. No existen precedentes de que un Estado permita que sus aliados exterminen a sus compatriotas.
Ah, claro, que los rojos no eran españoles, siempre se me olvida...

domingo, 11 de junio de 2023

Fanatismo de sustitución


Leo en El País un artículo sobre las declaraciones de dos historiadoras que quieren descolonizar el museo de América. La destrucción de cualquier tipo de historia a manos de los ideólogos con sus leyendas negras a mano, no es más que el reflejo de la sustitución de unos prejuicios por otros. Se sustituyen las leyendas negras tradicionales contra los negros, los asiáticos o los colonizados por otras leyendas negras no menos absurdas contra los blancos, los europeos o los cristianos, un hecho que no es más que la expresión misma de la imbecilidad de nuestra especie. Lo primero que hicieron los cristianos cuando tras el Edicto de Milán dejaron de perseguirlos, fue convertirse en perseguidores de quienes les habían perseguido... Un día se denigra a los homosexuales y hoy todo heterosexual es sospechoso de homofobia; se minusvaloró a las mujeres y hoy todo varón es sospechoso de ser poco menos que un violador; otro día se perseguía a los judíos y luego a los que no son sionistas los llaman antisemitas. ¿Homo sapiens? ¡Menudo chiste! Homo imbecilis, más bien. Julián Juderías no daría abasto hoy día...