Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

sábado, 30 de octubre de 2010

Plagios por la Red: el infierno exotérmico o endotérmico

Averiguaciones sobre un clásico de Internet

En una entrada anterior, trataba de las Mentiras por la Red, esos rumores convertidos en realidades gracias a la facilidad con la que algunos acogen al Pepe ese o cualquier otro mensaje más o menos chorra y lo rebotan a su propia lista de contactos.
La fracción más importante del correo que se acumula en el buzón de mi cuenta consiste en  pura basura, estupideces perfectamente prescindibles, pero hay que reconocer que algunos de esos mensajes son ingeniosos o divertidos; otros consisten en bellísimas recopilaciones de fotografías y, finalmente, los menos son cursiladas del tipo "el Amor es estupendo", "Dios te quiere", "Hoy puede ser el Gran Día de tu Vida", "Un Amigo piensa en ti", etc. que, en el fondo, me encantan, porque cada día soy más cursi: lloro en bodas y bautizos o al final de las películas americanas en las que durante el entierro del heroico policía asesinado un gaitero interpreta Amazing Grace o un coro canta Abide with me. Cursi nací y cursi me moriré.
Todo este rollo previo era para subrayar que suelo destruir sin leerlos casi todos los emilios que se acumulan en mi cuenta. No penséis que se trata de desinterés, desprecio o maldad: es que recibo algo más de doscientos mensajes al día y no creo que el objeto de mi existencia -de tener alguno- consista en pasarme las horas como una seta delante de la pantalla del ordenador.

¿Es el infierno exotérmico o endotérmico?
Empero, de vez en cuando abro algún emilio para no ser maleducado y el Ángel Sonriente me saca de mi habitual tristeza; ayer recibí el siguiente mensaje:

¿Es el Infierno exotérmico (desprende calor) o endotérmico (lo absorbe)?
La anterior pregunta fue hecha en un examen trimestral de química en la Universidad Complutense de Madrid. La respuesta de uno de los estudiantes fue tan ‘profunda’ que el profesor quiso compartirla con sus colegas, vía Internet; razón por la cual podemos todos disfrutar de ella.
La mayoría de estudiantes escribieron sus comentarios sobre la Ley de Boyle (el gas se enfría cuando se expande y se calienta cuando se comprime).
Un estudiante, sin embargo, escribió lo siguiente:
"En primer lugar, necesitamos saber en qué medida la masa total del Infierno varía con el tiempo. Para ello hemos de saber a qué ritmo entran las almas en el Infierno y a qué ritmo salen. Tengo sin embargo entendido que, una vez dentro del Infierno, las almas ya no salen de él. Por lo tanto, no se producen salidas. En cuanto a cuántas almas entran, veamos lo que dicen las diferentes religiones: la mayoría de ellas declaran que si no perteneces a ellas, irás al Infierno. Dado que hay más de una religión que así se expresa y dado que la gente no pertenece a más de una, podemos concluir que todas las almas van al Infierno.
Con las tasas de nacimientos y muertes existentes, podemos deducir que el número de almas en el Infierno crece de forma exponencial.
Veamos ahora cómo varía el volumen del Infierno: según la Ley de Boyle, para que la temperatura y la presión del Infierno se mantengan estables, el volumen debe expandirse en proporción a la entrada de almas. Hay dos posibilidades:
¿Qué posibilidad es la verdadera? Si aceptamos lo que me dijo Ana en mi primer año de carrera (‘hará frío en el Infierno antes de que me acueste contigo’), y teniendo en cuenta que me acosté con ella ayer noche, la posibilidad número 2 es la verdadera y por tanto daremos como cierto que el Infierno es exotérmico y que ya está congelado. El corolario de esta teoría es que, dado que el Infierno ya está congelado, ya no acepta más almas y está, por tanto, extinguido; dejando al Cielo como única prueba de la existencia de un ser divino, lo que explica por qué, anoche, Ana no paraba de gritar ‘¡Oh, Dios mío! ".
1. Si el Infierno se expande a una velocidad menor que la de entrada de almas, la temperatura y la presión en el Infierno se incrementarán hasta que éste se desintegre.
2. Si el Infierno se expande a una velocidad mayor que la de la entrada de almas, la temperatura y la presión disminuirán hasta que el Infierno se congele.
Dicho estudiante fue el único que sacó sobresaliente.

Las versiones españolas carecen de atribución concreta
Una sencilla búsqueda por la red nos permite encontrar la misma historia repetida en distintas versiones. Unos dicen que el examen se realizó en Valladolid, otros que en Salamanca, etc. Naturalmente, no hay ninguna facultad española en la que se presentara dicho examen puesto que eso exigiría que:

1. Los alumnos no vinieran de la ESO (¿oiga profe, Hinfierno lleva hache?)
2. Los profesores tuvieran sentido del humor. El hecho mismo de que se pueda llamar ESO a un modelo educativo indica el escaso sentido del humor de nuestros ministros y sus dolientes esclavos.

Una traducción del inglés
Entonces, ¿de dónde sale dicho texto? Pues es una traducción de un original en inglés Is Hell exothermic or endothermic? Support your answer with a proof. Como la traducción no cita su fuente, es un plagio, a su vez plagiado una y otra vez por otros plagiadores: uno de los millones de plagios diarios que permite la Red en virtud del copy-paste, o sea, en cristiano, copiar y pegar.
Podemos sospechar que la historia, en origen, es anterior a 1998 ya que gracias a  google books podemos determinar fácilmente que aquel año, H. William Dettmer ya reproducía el texto en inglés -ilustrándolo con un elaborado esquema- en su obra Breacking the constraince to world-class performance. En lo que se refiere a  su atribución, Dettmer se limitaba a decir que el original circulaba por Internet, y a la chica co-protagonista de la supuesta anécdota la llama Sarah Smith, que en una versión algo posterior pasó a llamarse Theresa Banyan.
La revista The Chemical Engineer, también en 1998, atribuía la original pregunta del examen al muy distinguido doctor en ciencias Robert L. Schambaugh, profesor de ingeniería química en la Universidad de Oklahoma. No os molestéis en escribirle -ni le molestéis escribiéndole- para confirmar si la historia es cierta, puesto que ya lo hizo un colega suyo, el joven físico indio Ramani K Ramán; el propio Shambaugh le confirmó que él nunca puso esa pregunta en un examen.  Así que nuestro gozo en un pozo, seguimos sin saber de dónde surge esa historia tan curiosa.
Añadiré que en la internet de lengua inglesa, hay decenas de miles de páginas que reproducen la historia, en la que la supuesta Sarah Smith que se convirtió en Theresa Banyan evoluciona en Theresa Manyan y el chico ingenioso se llama Tim Graham. Y la versión más verde que es la que más se reproduce en España -¡cómo no!- se origina en la enésima versión inglesa donde Sarah-Theresa pasa a llamarse Sandra.

También se tradujo a otros idiomas
En las versiones internet en francés la Universidad no es ya Salamanca o la Complutense sino Montreal, París, o Bruselas. ¡Será por ciudades! Supongo que en la versión alemana el examen tuvo lugar en Berlín y en la japonesa serán Tokio o Yokohama, y así hasta el infinito.
Un físico de la categoría de Jean Marc Lévy-Leblond se tragó el cebo, el anzuelo, el sedal y la caña enteritas, y reproduce la misma historia en francés, en su libro La vitesse de l'ombre con minúsculos cambios: a Schambaugh lo nombra como S., a su universidad como O. y a la supuesta Theresa Manyan como Theresa M.

No os fiéis de la Red
Como siempre en Internet, todo lo que brilla, es falso; y lo que no es falso es dudoso; y lo que no es dudoso, resulta incierto.
Como si no fuera bastante, la falsedad de la Red contamina los libros, que tampoco son una fuente fiable a la luz de la escasa seriedad con la que comprueban algunos sus fuentes y la facilidad con la que se plagian unos a otros. Llegará un día en que todos los libros publicados a partir del III Milenio serán sospechosos de contaminación reticular o contaminación de red y se distinguirán las fuentes entre las más o menos seguras a.g.t (antes de la Gran Trola) y las mucho más dudosas d.g.t. (después de la Gran Trola). Tiempo al tiempo.

domingo, 24 de octubre de 2010

Millones de móviles en el fondo de los retretes


Un accidente muy frecuente de consecuencias penosas

El Pentágono está furioso. Uno de los secretos filtrados por Wikileaks es el número de móviles que acaban en el fondo de la taza de un retrete.
A mí me ha pasado ya dos veces, pero soy espectacularmente torpe; Dios me dio salchichas en lugar de dedos. A otros nunca les ocurrirá. Es un acontecimiento muy pesado porque generalmente el móvil se estropea y ¡adiós agenda de contactos!
Un buen amigo me informa de que le ha sucedido el mismo contratiempo: su móvil acabó sumergido en el fondo del Gran Ojo Blanco. Podríamos preguntarnos, cuál es la frecuencia de ese incidente o accidente, como prefiráis denominarlo. No he encontrado mucha documentación al respecto; así que le supliqué a Mirameba que me prestara su ponencia sobre el tema, presentada en la última reunión de la Sección de Cosas Raras e Investigaciones Exóticas del Ateneo de Madrid. He procurado borrar las alusiones a la conspiración judeomasónica, el club Bilderberg, el Papel Rector de los Unicornios Rosas y los efectos sutiles de la Solapada Invasión Alienígena, limitándome a plagiar la parte más razonable de sus cálculos.

Un suceso muy frecuente
Hay 5000 millones de móviles en el mundo.
Supongamos que por cada móvil hay una persona -en realidad hay chiflados que usan dos móviles- y que un 5% de los que usan móvil son miembros del sexo feo que lo llevan en el cinturón. Eso representa 250 millones de señores con su móvil en el cinturón.
De esos 250 millones pongamos que un 20% son mayores de 50 y que por lo tanto tienen la próstata algo más gorda que a los 18. Son 50 millones de miembros del Club de la Cana. Eso significa que al hacer pis tienden a usar el retrete en lugar de la porcelana para evitar la pequeña aureola subsiguiente a la pérfida gotita que se queda agazapada en la uretra. La gran mayoría de los pantalones, por no decir casi todos, no tienen braguetas largas sino relativamente cortas, y lo mismo sucede con los calzoncillos. Eso implica que una buena proporción –pongamos que la mitad- de esos 50 millones de mayores de cincuenta, es decir 25 millones, tiende a desabrocharse el cinturón para hacer pis.
Ese segmento de población usará al menos cuatro veces al día el retrete con esa finalidad, lo que representa unos 100 millones de micciones diarias, que no son pocas y no sé qué proporción representarán del caudal del Río Amarillo.
Los zurdos usan los mismos cinturones que los diestros, pero al revés, así que la diferencia no es relevante. Seamos zurdos o diestros, todos tenemos tendencia a colocar el soporte del móvil del lado de la lengüeta y no el de la hebilla.Nuestros motivos no son de orden religioso ni técnico, es que si lo pones del lado de la hebilla, tardas un par de segundos más en colocarlo y en quitarlo cuando te vistes y te desnudas; y la inercia es un tobogán por el que se deslizan la facilidad y la comodidad.
Si tienes el móvil en la parte de la lengüeta, existe un riesgo, por mínimo que sea, de que al desabrocharte caiga el móvil de su soporte o el soporte se deslice entero y acabe en el fondo de la taza. Ignoro la frecuencia pero debe ser alta. Supongamos que sea sólo una vez cada dos mil. Pues de los anteriores cálculos deducimos que todos los días unos 50.000 móviles acabarán en el fondo de la taza. Del orden de 18 millones al año. Añadamos que también se cae en otras ocasiones el móvil, y no sólo a los chavales sin canas, sino a las mujeres aunque no me atrevo a imaginar las circunstancias detalladas de tan desafortunado caso. Naturalmente los cálculos no tienen en cuenta frecuencias reales ni proporciones exactas.

Cifras reales asombrosas
Los cálculos miramebianos deben andar cerca de la realidad. En 2007 se estimaban en 850.000 los móviles que los británicos perdían en la taza del inodoro. Así que a nivel mundial deben ser muchos millones los móviles caídos... Sería interesante estudiar las estadísticas en la India, donde hay más móviles que retretes según un informe de Naciones Unidas.

Una estrategia preventiva
En cualquier caso, mi consejo, queridos hermanos del sexo horroroso, es que seáis diestros o zurdos, llevéis el móvil colgado del lado de la hebilla porque la hebilla hará de tope y el móvil no caerá. Eso os evitará engrosar la estadística y tener que recomponer penosamente vuestra agenda de contactos. Sólo se tarda unos instantes más al colocarlo por la mañana, y creo que vale la pena. Y a aquellos a los que les cueste cambiar de lado el soporte del móvil, tienen la opción de ponerse el cinturón al revés de como solían.

jueves, 21 de octubre de 2010

Rosa Díez: penúltima agresión en la Complutense. ¿Cuántas van?

¿Hay que esperar algún muerto para intervenir en la Complutense?

Mira Nero de Tarpeya / A Roma cómo se ardía / Gritos dan niños y viejos / Y él de nada se dolía.
Uno de los aspectos más tenebrosos de la realidad española consiste en la repetición -una y otra vez- de comportamientos deleznables ante la indiferencia de todos y especialmente de quienes por los bien remunerados cargos que desempeñan tienen la obligación de velar por la tranquilidad de todos y por el orden social.
A Rosa Díez han vuelto a insultarla hoy en la Complutense. No es la primera vez. Podéis leer aquí la entrada que le dediqué al mismo asunto hace ya diez meses, donde os hablaba también del valor del joven Ignacio de Saavedra, que lleva años denunciando el escándalo de ver a nuestras autoridades políticas y académicas lavarse las manos en este asunto, como en tantos otros. Si tuviera que vender jabón, ya tendría el nombre perfecto y resuelta la campaña de publicidad: "El jabón Poncio Pilatos cuida las manos y limpia los platos".
El silencio de nuestras autoridades académicas resulta inaudito y especialmente si consideramos que ya el pasado mes de marzo los mismos batasunos complutenses agredieron al Rector Berzosa (puede verse aquí). A que esperan, ¿a que le peguen fuego al Paraninfo? Berzosa anunció en su día expedientes y expulsiones: ¿qué quedó de todo ello?

Una historia que se repite
No sé vosotros pero a veces yo tengo la impresión de vivir en una burbuja espacio-temporal, de que voy a abrir un periódico y encontrarme con las noticias de ayer, de anteayer, de toda la vida, como en aquella fabulosa película, Atrapado en el Tiempo, la obra maestra del cine de los noventa. Personalmente los ultras me parecen la misma basura en distintos cubos; que sean de derechas o de izquierdas, colchoneros o merengues, latin kings o ñetas, neocarlistas, proetarras, filoeslamistas o nicenoconstantinopolitanos y de las JONS, sus motivaciones me la repampimflan, sus pretextos me la traen pendulona marcando las seis y su argumentario me lo paso por el arco superciliar derecho (como dice Estela). Si no soporto el activismo hortera, imaginaos si voy a aguantar a esos ultras de mierda -perdón por el pleonasmo- con sus ataques directos a doña Rosa.
Los bárbaros están en la calle, Roma ardiendo, y nuestros nerones de tres al cuarto tocándose la lira.

martes, 12 de octubre de 2010

Pitada repugnante

España, patria del activismo hortera

Hay lugares en los que no se hace política, los Circos y las Escuelas, que son el templo de la Infancia, la Iglesia, que es la Casa de Dios, y todos aquellos lugares y ocasiones en que se rinde culto a la Patria, la Nación y la Sociedad. Uno de esos lugares y ocasiones es el de un desfile militar del 12 de octubre. Hasta el propio Rey lo ha tenido que comentar, y eso que no está -dicen- para muchos trotes y que maldita la gracia que tiene que hacerle echar un capote al todavía presidente del Gobierno.
Hace falta mal gusto, hace falta ser subnormal y canalla para escoger el desfile de nuestra fiesta nacional -la de verdad, no la de los toros- y aprovechar el toque a difuntos y la memoria de nuestros militares fallecidos cumpliendo con su deber para pitar y abuchear al Sr. Zapatero y a su gobierno.


¿Cuál será el próximo paso? ¿Ponerle pegatinas de un partido político al Divino Cautivo el día de su procesión?
En nuestra tierra de Caín, los vivos no tienen respeto por los muertos; recuerdo aquellos fachas que insultaban al Rey o gritaban "Tarancón al paredón" cada vez que se enterraba a nuestros militares, policías o guardias civiles asesinados por la ETA o el GRAPO.
Recuerdo también aquella canalla que hizo política con el recuerdo del 11 de marzo, gente asquerosa que llevaba cartelitos de "Aznar asesino" el día en que se conmemoraba la mayor matanza terrorista de nuestra historia. Son la misma gente que se dedica a reventar las conferencias del ex-presidente del Gobierno.
En todos los casos, se trata como siempre de "movilizaciones" de organizados espontáneos que siendo incapaces de convocar una mani grande y exitosa se cuelan en los actos multitudinarios: da igual que sea un partido de fútbol, una boda, un entierro o un desfile. Ellos siguen su consigna y ya está. Espero que por lo menos les inviten a un bocata, treinta monedas sería demasiado.
El día de nuestra fiesta nacional es un día para todos, para llevar los niños a ver desfilar soldados, tanques y caballos; que se fijen en las mascotas de los distintos regimientos, en la bandera, los escudos, los uniformes distintos, y que aprendan desde niños a gritar "Viva España", no sólo en el fútbol. Lo que desde luego no es, es el lugar ni la ocasión para trasladar nuestras peculiares obsesiones políticas. El que no lo entienda per sé, no hace falta molestarse en explicárselo, porque no lo entenderá en su vida; no os gastéis unos euros para regalarle el libro de André Glucksmann: no sabe leer.
Y el que quiera meterse con Zapatero, y pedir su dimisión, que convoque una manifestación como es debido y en su tiempo y forma. Allí iré yo el primero a gritar "Elecciones, ya". Lo de hoy es bochornoso para quien tenga un ápice de vergüenza, aunque sea ajena.

jueves, 7 de octubre de 2010

Vargas Llosa: un Nobel en el Congo



Un gran coleccionista de envidias

Mario Vargas Llosa tiene muchos enemigos. Le ha tocado vivir una época en que todos los que escribían eran de izquierdas, pensaban que eran de izquierdas, o se lo hacían y luego el abceso gris-cemento del comunismo reventó y la gente se retrató.
Günter Grass, antiguo miembro de las SS, hacía profesión de fe izquierdista -algo muy español, por cierto, que aquí los hijos de los azules otorgan compostelas de antifranquismo y remiendan virgos progresistas- y recuerdo que se dedicó a poner a parir a Vargas Llosa, quien le contestó con una sentida carta. A Vargas Llosa también lo odia mucho la izquierda radical, la del tiro en la nuca, ya que siempre ha estado del lado de las víctimas del terrorismo: los mil muertos de los senderistas vascos o los  treinta mil muertos de los etarras peruanos...
Además, a Vargas Llosa le gustan las corridas de toros -lo cual constituye hoy un pecado gravísimo con excomunión reservada a Su Santidad- quizá el único vicio en el que yo no incurro, porque a pesar de que los socialistas están en contra de la tauromaquia, no han conseguido convertirme en taurino, y mira que lo están intentando, ¿eh?
Supongo que a partir de hoy Mario tendrá muchos más enemigos porque claro, un Premio Nobel no se perdona así como así, y más en la Tierra Natal de la Envidia, donde todo hijoputa tiene su asiento, o su cátedra. Y como tiene muchos enemigos, y va a tener todavía más, quisiera contar algo bueno de él.
No tenéis por qué saberlo todos, pero yo he pasado algún tiempo de mi vida sobando los pupitres de la Biblioteca Nacional, gran matrona de tesis, libros y artículos de todos los que sufrimos graforrea y su derivada, la blogorrea.
Ahora van  menos investigadores porque gracias a google books y al hecho de que la fabulosa Hemeroteca Digital es accesible a través de Internet, cada día son más las fuentes disponibles en casita y poco a poco las bibliotecas se van vaciando de lectores y se convierten en nidos de opositores o de pobres de solemnidad que prefieren consultar allí su correo electrónico a tener que abonarse a algunas de nuestras timofónicas.
Sin embargo la BN sigue siendo un lugar excepcional, una rica mina de inéditos para investigadores de los siglos pretéritos como es la Sala Cervantes -foto derecha- donde Elena Di Pinto hizo sus hallazgos escarramanescos o donde se encuentran tesoros como el Suplemento del Covarrubias editado en 2001 por Georgina Dopico y Jacques Lezra.
La Biblioteca también ofrece un Salón General dónde se puede leer prácticamente todo lo que se ha publicado en nuestro idioma desde que Adán inventó la tortilla de manzanas (en el Edén no había patatas americanas).

El Congo de la Biblioteca Nacional
El Salón General de la BN -foto de la izquierda- lo llamamos El Congo, porque todos los negros de España van allí a documentarse para sus negreros. Me refiero a negros y negreros metafóricos, sin relación con la pigmentación.
En España hay muy pocos autores íntegros e incorruptibles. Se me ocurre, a bote pronto, la figura de un Alfredo Gómez Gil, el hombre que hizo descubrir a la España laboriosa y trasterrada con Cerebros españoles en USA; el defensor por antonomasia de los universitarios; recuerdo su artículo "Trata de estudiantes" que no le perdonaron algunos de los figurones -que no figuras- de nuestra intelestualidaz... Pero entre los demás grandes, pocos creen en la honestidad intelectual; la mayoría tienen negros y no dudan en ocultar a sus colaboradores ignotos y esclavos vergonzantes. Así, entre nuestros profesores universitarios, junto a luces deslumbrantes se asientan también los siniestros depredadores del pensamiento ajeno, los proxenetas del alumnado. Si os contara cuántos pretendidos historiadores firman trabajos de otros, ¡y mira que son famosos! ¡Y mira que venden!
No puede haber confianza entre negro y negrero, porque el negrero no tiene el menor interés en promocionar a su negro que lo tiene en sus manos y le puede meter en un lío. Por ejemplo si el negro plagia, el negrero firmará el plagio y será tenido por plagiario. Esa desgracia le ocurrió a Ana Rosa Quintana y a otros negreros ilustres que, naturalmente, no podían aducir para descargar su responsabilidad que en realidad el texto plagiado no era suyo...
La relación del negro con el negrero es puramente nutritiva -por pasta- o bien de naturaleza servil como la de los doctorandos o becarios al servicio del profesor, o la del periodista desconocido que le escribe los discursos al gran capitoste. En Francia es notorio que Henri Guaino le escribió a Sarkozy sus mejores discursos; también hemos evocado la figura del negro de blog, que usan determinados políticos y famosos para mantener vivos sus blogs y perfiles de feisbuc.

¿Cómo se reconoce a un negro?
El negro es discreto. No habla demasiado de lo que hace y jamás evoca para quién lo hace. Pero cuando sabes un poco de estas cosas tardas diez minutos en averiguar qué investiga y a veces consigues saber quién es el comanditario. Ejemplo: ves sobre el pupitre del presunto negro unos libros titulados: Sepúlveda romana, El alcantarillado bajo los Antoninos, Historia de Sepúlveda, Sepúlveda Clásica, Ingeniería civil preislámica en la provincia de Segovia, Historia del Alcorque en Castilla la Vieja, Arqueología Segoviana, Antigüedades Sepulvedanas, Las raíces clásicas del Medioevo: orígenes romanos de la Tierra de Sepúlveda, etc.
Sin necesidad de ser un híbrido de Grissom y Hercule Poirot, concluyes rápidamente que alguien va a publicar un trabajo sobre el alcantarillado en Sepúlveda. Si meses más tardes ves que en la Casa del Cordero o el Hogar Segoviano de turno se presenta el trabajo del ilustre profesor Don Dimas Lapresa sobre el alcantarillado en Sepúlveda, ¡ya conoces el nombre del negrero!
Por caridad cristiana, no le dices nunca al negro "sé qué eres y para quién lo haces" y si algún día coincides con él a la hora de comer o merendar pues hablas del tiempo, de cuánto Tristam Shandy hay en Jacques le Fataliste y que la chica esa de los ojos verdes, sí, la portugesa -una monada, oye- la que estudia el uso de los verbos en la novelística de Michel Butor -que hacen falta ganas- está que se rompe, ¿pero que me dices? ¡Si es del  bollo! ¡Si está enrollada con Annita la americanita! ¿Quién? ¿Lesbi-Anna, la chiflada bostoni-Anna? ¡Qué desperdicio! Fíjate, con lo simpática que es... En fin, no somos nada, las tías están locas, por cierto, ¿qué me dices de los seis roscos que le ha atizado el Madrid al Depor? ¡Asómbrate! Lo vi en directo con Jesús que es coruñés hasta las cachas, el hombre -fíjate, nació en la Calle Real-  la gracia del Madrid me  ha costado treinta euros de vellón, que tuve que invitarlo a cenar, que estaba el hombre muy afectado, vamos, con un cabreo macabeo que no te quiero contar, y bueno, tampoco es para tanto, ¿no? Se supone que el fútbol es un juego...
Antes había más tertulias en la BN y te enterabas de todo pero claro desde que prohibieron el tabaco y BN se convirtió en el acrónicmo de Bajo en Nicotina, pues tampoco es plan sentarte a tomar café en un ambiente impoluto sin esas toses espasmódicas y cavernosas que alimentan toda buena conversación. Echo de menos los "no sabe nada" del profesor Rull o los pitillos de Fernando Redondo... También extraño la sonrisa de Marion, asesinada en los trenes de marzo.
Bueno, pues este rollo, viene a cuento de que a las ladillas de biblioteca resulta muy difícil ocultarles la verdad. Todos sabemos quién es quién, si sabe algo y lo que hace. ¿Quiéres indagar algo sobre Osvaldo Soriano o literatos argentinos? Pregúntale a David Prieto. ¿Te interesa algo de Madrid? ¿Consultaste a Caprarella? La protección del patrimonio sumergido: mira, ves ese tío alto con la cartera y el sombrero, es Lancho. Vamos a veeer, gamusinos, dices que te interesan los gamusinos, oye Manolo, no había un tío francés por aquí con una tesis sobre criptozoología, sí, el del Yeti... No, hombre, no, el otro chiflado.
Y no tiene nada que ver con currículums oficiales ni con preferencias políticas. Nadie más diferente en estilo y personalidad que Pepe Esteban y Pío Moa, que piensan tan distinto aunque ambos hayan sido bibliotecarios del Ateneo; bueno, pues también coinciden en una circunstancia más: son los autores de sus libros; lo sé porque los he visto mil y una veces inclinados sobre sus pupitres. Lo mismo puedo decir de Ángeles Rubio o Juana Vázquez y ya en el sexo feo, de Agustín Rodríguez González, Antonio López Alonso, Castrodeza, César Alonso de los Ríos, Clemente Herrero, de Prada, Esdaile, Fernando Puell, Juan Pando ... Podría poner cien nombres más,  y entre ellos el de Vargas Llosa, que también ha pasado sus miles de horas en la Nacional. Os lo cuento.:
Érase que se era, hace dos lustros, y estaba yo en mi pupitre leyendo algún tostón babilónico cuando levanté mi cansada vista del libro y me encontré con la de un señor de cincuentaitantos de aspecto impecable en su camisa veraniega: era Vargas Llosa.
Me alegró ver a don Mario en la Biblioteca. Y no fue un solo día; el ahora Nobel hispano peruano estuvo allí  meses y meses. Creo, por las fechas, que estaba preparando la Fiesta del Chivo, pero puedo equivocarme. Yo nunca interrumpo a nadie cuando lee y procuro no reconocer a los famosos que quieren pasar desapercibidos, pero un día me crucé con él en la escalera y no pude evitar expresarle mi simpatía por su presencia en nuestro Congo. Sonrió. Comprenderéis que me alegró saber que Vargas Llosa es autor de sus libros, información que quiero compartir con vosotros porque sé que muchos lo admiráis. Doble alegría al saber cuántos hígados van a reventar de ira y cuántos aullidos de despecho se van a oír... ¡Soy malísimo!

miércoles, 6 de octubre de 2010

La tesis de Karen

América sigue siendo una Gran Potencia

Contaba Sender que cuando Nancy vino a España a hacer su tesis, la señora Adams quiso expresar su sincera admiración por una pequeña estatua de Hércules y le espetó al guía: "Lo mejor que nos ha enseñado usted hasta ahora ha sido Herculito" con la lógica sorpresa del hombre, andalú de pro, y el general cachondeo de la concurrencia.
Nancy debe ser la abuela de Karen Owen, una joven estudiante de la Universidad de Duke. La prestigiosa Universidad de Duke se montó a lo grande gracias a la pasta gansa aportada por la homónima familia de multimillonarios tabaqueros. Vender basura para los pulmones es un negocio muy rentable, y en su día uno de los archiforrados miembros de la familia, Washington Duke (1820-1905) decidió que las motos acuáticas y los ferraris están bien para los pijitos hijos de Don Ladrillo y demás horteras al uso en Madrid, pero que montar una universidad de mil pares de narices era más inteligente y chanchipiruli. Ese tipo de rico siempre lo echamos en falta en España; ricos que apuesten por el Futuro y no se limiten a exhibirse con modelos montadas en el candelabro (sic).
Duke, cuyo lema reza "Erudición y Religión", con el tiempo se convirtió en uno de los grandes centros intelestuales del país, aunque pasó por algún episodio vergonzante como el de su laboratorio de parapsicología. Y es que, siguiendo los pasos de la Universidad de Stanford, en Duke se creó un centro de estudios de la percepción extrasensorial y la telequinesia, que es una forma no sé si útil pero desde luego muy original de gastarse los cuartos. Al final uno de los prohombres dukianos de los estudios parapsicológicos, el Sr. Rhine, fundó su propio centro, que la Universidad de Duke ya no avala con su autoridad académica. Yo creo que les habría salido más barato importar al padre Pilón.
Hablando de fantasmadas, percepciones ultrasensoriales y fenómenos para anormales, volvamos a Karen Owen. Hoy publica el diario El Mundo una noticia sobre esa nieta espiritual de Nancy que ha decidido hacer una tesis relatando con todo lujo de detalles sus íntimos encuentros con jugadores de varios equipos deportivos de la Universidad, como el de lacrosse. Muchachos sanotes y cargados de músculos; y no sólo de músculos; debajo de los poderosos pectorales está visto que late un corazón; y también se conmueve otro miembro que la jovencita -dicen- ha medido con auténtica aplicación científica.
La verdad es que imagino mal el hipotético encuentro amoroso en que una simpática universitaria, justo en el momento de iniciar el joven Smith los movimientos tácticos previos a su Gran Ofensiva de Invierno de repente saca del costurero una cinta de medir: "wait a moment Winston, ai will to medirte the pirula", a veeeer, yes, 14 centímeters and medio" -traduzco de las medidas yanquis esas que usan dedos gordos, pies y yardas- y luego con el Palmer, la escuadra y el compás que le prestó su tío masón se dedica a tomar otras medidas como la profundidad del ombligo o la esfericidad de la nalga izquierda del maromo...
Y el mozo medido y calibrado con un Palmer, ¿de verdad aguanta estoico y empalmado? ¡Qué salud! O no tiene sentido del humor o se ha tomado diez cervezas para soportar esa nueva versión del coitus interruptus a base de calculadoras e índices de dilatación y/o retracción. Claro que la joven investigadora alaba mucho la "imaginación" de sus partners.
Pelín fantasma debe ser la joven Karen; a mí lo de la imaginación a la hora de sutrar en la Kama, siempre me ha parecido un cuento más de los muchos que giran alrededor del Sexo Mandamiento -siempre se me cae la "t", oiga-: vale que te disfraces de Hormiga Atómica o de Tortuga D'Artagnan, que te pongas un delantal con corazoncitos, que te aten con pañuelos de seda, que te la embadurnes con mermelada o te coman encima tallarines fritos, que te pinten un Goya en la barriga, que uses esposas policiales o el casco del Kaiser, que te lo montes en un tiovivo, en una caldera industrial, en lo alto del monumento a Alfonso XII del Retiro, que te pegues alas en la espalda o te tatúes una anaconda en el lugar adecuado, que formes tríos o cuartetos, que participes de orgías con una Orquesta Sinfónica, dentro de una tuba o sobre el piano de cola -nunca mejor dicho- que te lo montes con el jorobado de Notre Dame o con el burro Platero que parece hecho de algodón; tampoco diré nada de las posibilidades que ofrecen las mecedoras ni los trapecios voladores, ni los batiscafos, ni los laboratorios espaciales; y en cuanto a las 666 posturas que Leoncio Magno registró en su breve tratado De concupiscentia carnis, que van desde la número 1 -el Misionero de toda la vida- hasta la última -La Bestia Milenaria, que exige la flexibilidad de una culebra y la energía de una central maremotriz- pues qué queréis que os diga: a mí lo de la Toma de Troya, el Próspero Níspero, el Troncomóvil de Picapiedra o el Encantador de Serpientes me parecen vulgares imitaciones de la Ostra Croata, el Bocata de mi Tata o la Gaita del Tío Paco, o sea, nombres exóticos para recetas de toda la vida; y que no pretendan, por favor, que el Trabuco Cuco es original, no es más que otra aburrida versión del Niágara Loco, pero sin  alcachofa y con un guitarrista ciego; y es que la imaginación no da más de sí, es un mito más -como decía Ergástulo de Epiro: en asuntos del pito, lo que no es mentira es mito-  y la verdad es que supongo que los jóveles atletas no fueron seleccionados en función de su cociente intelectual sino de otras características naturales y seguramente envidiables como por ejemplo estar sanos como oseznos en primavera y con ese derroche de pólvora característico de los artilleros bisoños.
Sólo añadiré que apenas se enteró Mirameba de la noticia, compró un billete para la Universidad de Duke e insertó un anuncio en la prensa local: "sabio e imaginativo polígrafo se ofrece como sujeto de investigaciones paranormales". Y si cuela, cuela.



viernes, 1 de octubre de 2010

Valor ofensivo del dinero


Para el sádico, el dinero posee un gran valor ofensivo

Abordamos hoy la Segunda jornada del Seminario de Economía Real, "¿Quién se queda con la pasta?"
En la entrada anterior, dedicada a la Teoría del Hijoputa, pudimos aclarar algunos aspectos de las motivaciones de quienes se recrean en el sufrimiento ajeno. Obviamente, para toda esa categoría de individuos -que no de personas- el dinero, medio por antonomasia, tiene que tener algún tipo de valor ofensivo sin el cual carecería de interés. En esta segunda jornada del Seminario, vamos a ahondar en el tan escasamente estudiado Valor Ofensivo del Dinero

Potencialidad dañina del dinero
El dinero posee un potencial valor ofensivo que va mucho más allá de las habituales consideraciones de los economistas; además de sus funciones más conocidas, también sirve para humillar y dañar -incluso de un modo irreversible- a otros seres humanos.
Todos recordaréis la película Una proposición indecente en que un millonario Robert Redford, se complace en tentar a una joven pareja: les ofrece un millón de dólares a cambio de que ella pase la noche con él. ¿Qué necesidad tenía el millonario de hacerlo? Ninguna. Pero introducir el gusano de la tentación en una pareja feliz es lo que le hace gracia al  personaje. Destruir, romper. Siempre habrá gente mala dispuesta a pisotear los castillos de arena, adultos que consideren divertido contarle a los niños que los Reyes son los padres o reventar un amor naciente con alguna sibilina insinuación. En este sentido, recordemos otra película, la obra maestra de Frank Capra, Qué bello es vivir en la que George Bailey (James Stewart) era llevado al borde del suicidio por el Sr. Potter (Lionel Barrymore), uno de los malos más requetemalos de la historia del Cine. Siempre habrá malvados Potter dispuestos a convertir apacibles ciudades en Pottersville.

El sadismo del hijoputa activo
En la entrada anterior dedicada a la Teoría del Hijoputa, subrayábamos la existencia de legiones de envidiosos que sufren del bien ajeno, y también de indeseables que gozan del mal ajeno: los hijoputas. Hijoputas hay de dos categorías:

- Hijoputas pasivos: los que se limitan a gozar de la desgracia de otros sin hacer nada para aumentarla.

- Hijoputas activos: aquellos que en su búsqueda del placer no dudan en causar ellos mismos el sufrimiento ajeno. También reciben el nombre de sádicos a secas puesto que el sadismo no es más que el recrearse uno en el sufrimiento que provoca en otro. De todas las manifestaciones de sadismo sin duda la más sutil no se conforma con azotes, latigazos, o mutilaciones sino que goza intelectualmente infligiendo sufrimiento psíquico y moral.
Una explicación del sadismo
Una morcillera tentativa de explicación del sadismo en clave sicológica podríamos buscarla en la infancia y sus frustraciones: el niño siempre trata de aumentar su sensación de poder, y cuando no puede disputárselo a los adultos -que son los que mandan- se vuelve contra los seres más vulnerables de su entorno, empezando por los animales -las mascotas- y luego las personas. El niño sádico que maltrata bichos practicará el llamado bullying con sus compañeros de clase y luego, de mayor, le hará mobbing a sus compañeros de trabajo. Esta explicación no es en ningún caso una justificación, y la verdad es que los malos, bien mirados, sólo poseen una valor residual, como abono del campo.

La hijoputez envolvente
La hijoputez si no se corrige en un estadio temprano de la vida, se vuelve crónica; no hay que fiarse del Reverso Tenebroso de la Fuerza, decía Yoda, con toda razón. De hecho, en innumerables ocasiones, al preguntar sobre cómo son Fulano o Mengana nos contestan, resumiendo: "¿Fulano? Un hijoputa". Si quien nos informa es argentino, suele alargar algunas vocales y marcar bien los artículos "un hiiijo de puuuta" para caracterizar sin lugar a dudas el sujeto.
Confesaréis todos que esa información suele ser mucho más valiosa que cualquier curriculum: no me interesa saber si Fulano tiene tres carreras, sabe idiomas o se mete el dedo en la nariz durante los atascos; la información clave es que Fulano es un hijoputa; y por lo tanto cuidadito con él, que a la primera de cambio, te las hará cuadradas... El carácter envolvente de la hijoputez consiste en eso precisamente, que acaba ahogando cualquier otro aspecto de la personalidad hasta que se alcanza el estadio de lo que un distinguido profesor de geografía definió como el hijoputa esférico "aquel que, lo mires como lo mires, es un hijoputa".
La acción del sádico en el mundo económico es de tipo catastrófico porque el único objetivo que persigue es el de infligir sufrimiento, y podemos ver juntos ejemplos indiscutibles que afectan a la sociedad: lo que sucede hoy en muchas salas de espectáculos y las bases del inmenso negocio de la prostitución.

Los ángeles desplumados de la ópera
Una ilustración obvia de la humillación a la que el sádico somete a su entorno son los infinitos abusos que hoy día tienen que soportar músicos y actores por parte de directores sádicos y productores hijoputas. Confieso que tengo especial simpatía por los cantantes, esos profesionales que se tiran años y años mejorando la voz, aprendiendo música e idiomas, a moverse en escena, que nos dan placer a todos interpretando obras que conmueven hasta las piedras. El poder de la música es muy superior al de las bombas nucleares, ¿quién no recuerda la auténtica conmoción que sintieron los británicos cuando el humilde Paul Potts, escasamente atractivo y con un diente cabalgado se sacó del fondo del pecho el Nessun Dorna? Y eso que no era Mario del Mónaco, estaba nervioso y le vibraba la emisión...  La música, la fe, los sentimientos nobles y amorosos, despiertan el ángel que duerme en algún rincón del pétreo corazón, nos hacen mejores, distintos, nos recuerdan que somos Hijos de Dios, que aunque borrosa y manchada, nuestra naturaleza es divina. Pero cuando un sádico ve a un ángel, sólo piensa en desplumarlo...
Los artistas son pobres como ratas, porque por cada Pavarotti o Domingo hay diez mil que malviven con papeles secundarios a los que los productores se olvidan de pagar y que derrochan su talento en bodas y funerales para calentar el puchero. Nada hay más vulnerable que los artistas, y por eso tienen que tragar con los caprichos de quienes les pagan. De ahí que directores de escena y productores enloquecidos les fuercen a adoptar posturas humillantes, desnudos o cubiertos de sangre para satisfacer algún recoveco obscuro de su alma perversa -que dirían los escritores antiguos- o su hijoputez absoluta, que digo yo.
También los nazis hicieron ceniceros con pelvis de judíos muertos, y debían pensar que era Arte; si es que al final va a resultar que Hannibal Lecter es un artista incomprendido (véase una de sus obras a la izquierda).
Pero claro, imagínate uno de nuestra chusma política que sólo sabe de comisiones, recalificaciones, software cautivo, hoteles, manteles y gurteles al que le cuentan que el Guguenjaim ha costado no sé cuantos millones y pregunta en qué equipo juega, pues claro le dices a esa acémila que tiene que ir a ver una obra geniaaaal, y que hay que ver qué bien quedó la escena en que al enano lo cortaban en dos y se le derramaban las tripas, o la fantaaastica imagen de Pedro desvirgando a Heidi con la pipa del Abuelo fijateee. El talento auténtico no necesita de grandes sumas, como el simpátíco Guitar de Peter Nalitch. Pero los que necesitan escandalizar -y que demuestran, en consecuencia, su carencia de talento- tienen que gastar mucho para justificar sus caprichos.
Claro, los politicastros y banqueros que financian la casquería cultural suelen ser pobres paletos acomplejados y les dices que sacarle a un tío el hígado por la boca es Arte y los tíos van, tragan y pagan porque no quieren que se piense que no son chanchipirulis. Sin duda no leyeron al Conde Lucanor, y su tantas veces plagiado ejemplo De lo que sucedió a un rey con unos farsantes que tejieron un paño.
El comportamiento de los referidos sádicos conlleva, además del sufrimiento de sus víctimas directas, una consecuencia esperable pero no por ello menos grave: el hundimiento de teatros y salas de espectáculos, que sobreviven gracias a generosas subvenciones porque el público de verdad -me refiero al público al que no le regalan su entrada- huye despavorido de espectáculos siniestros por mucho que la bien pagada crítica anime a la asistencia.

La prostitución y la industria pornográfica
En pocos ejemplos se puede contemplar la capacidad ofensiva del dinero como en la prostitución. Recuerdo que un ex-amigo -dejó de serlo cuando me confesó que era putero- me daba detalles acerca de lo que les hacía a las putas. Por cinco mil pelas -hoy serían treinta euros- les hacía esto, y aquello, y luego terminaba de ese modo... En el fondo, el verdadero placer para ese putero y los de su misma calaña no consiste en la obtención de un orgasmo que unas oscilaciones digitales le proporcionarían sin más problemas; el placer lo obtiene al dominar a otro ser humano a cambio de un dinero, un puto dinero, y nunca mejor dicho. El dinero es lo que hace que chicos y chicas jóvenes se abran de piernas e incluso posen en películas porno. No sólo los prostituyen sino que además los filman y distribuyen las películas por toda la red. Quien quiera sustraerse a las poderosas garras de la pornografía sólo debiera realizar un sencillo ejercicio espiritual: imaginar que los actores que aparecen en la película, en la foto, son personas. Que tienen un nombre, una historia, unos padres, unas ilusiones...
Os confesaré un secreto judeomásonico: ninguna mamá del mundo quiere que su hija sea puta ni su hijo bujarrón. Quien lo afirme, miente. Y lo de que "la prostitución es una profesión" es también mentira. Puta no es una profesión, es un insulto ritual, como el de hijoputa que venimos usando desde la entrada anterior. Es la amargura de vidas tiradas a la basura, y todo por el dinero.
A mí el diario Público no me cae simpático porque es muy de izquierdas, muy abortista, muy guerracivilista y muy anticatólico. Pero me encanta que Roures se niegue a publicar en sus periódicos anuncios de prostitución. Y en cambio la Asociación de Editores de Prensa han quedado peor que fatal al defender su "derecho" a percibir parte del pastel del puterío -ellos prefieren llamarlo "contactos" que suena más fino-  en forma de anuncios. Unos milloncetes de euros, a cambio de tanto sufrimiento. Pues mira tú por dónde, Público tiene razón y el resto de la Prensa se equivoca.
En Suecia empezaron a atajar la prostitución penando al cliente, porque si no hubiera gentuza para pagar no habría gente vendiendo su cuerpo, aceptándolo todo por un puñado de euros.
En la pornografía podemos incluir, por ejemplo, las actividades de la revista Interviú que lleva treinta años pagando a gente para que se desnuden. Actrices que pasan por un mal momento, se despelotan por un montón de euros. "Hoy desnudamos a Pitita Bárcenas", mira tú qué interesante. Por eso nunca me gustó Antonio Asensio ni el Grupo Z que formó con las beneficios... Catalán del año, lo nombraron, y Su Majestad Católica, a propuesta de Piqué, le concedió la Gran Cruz del Mérito Civil. Lo que me extraña es que en nuestra pobre España no le hayan concedido el Toisón de Oro a Madame Claude. Que todo se andará...
Consecuencias del sadismo económico
Muchas empresas cascan  por circunstancias naturales y estudiadas que todos los economistas y empresarios conocen perfectamente, siendo la más frecuente, la de toda la vida: cuando gastas más de lo que ingresas; pero también existen causas externas: catástrofes naturales, ciclos de recesión o gobiernos socialistas.
Pienso yo que quizá no sean pocos los casos en que el hundimiento se debe a un comportamiento sádico: hay quien despide personal de un modo masivo no para hacer negocio sino para reforzar su sensación de poder. Ese comportamiento es ajeno a cualquier lógica empresarial, no se trata de ganar más o de gastar menos sino de chafar vidas... En la peli El Quinto Elemento, el malvado Zorg despedía a un millón de trabajadores, en lugar de medio millón porque en el fondo, disfrutaba más con ello. Todos habréis observado que generalmente, el que crea una empresa suele tener afecto por su gente, porque sus empleados son compañeros de viaje de su vida, y muchas empresas se mantienen porque ese afecto se sobrepone a la lógica empresarial de máximo beneficio: son miles los empresarios que sacan adelante o mantienen vivas durante años a empresas chungas o chunguísimas porque se sienten responsables de lo que le pase a su gente.
Al contrario, hay otros que gozan, literalmente, destruyendo como nuevos Atilas los imperios que otros montaron; hijos que hunden aposta la empresa que creó su papá, por aquello de vengarse del viejo... No es inhabitual encontrar a sádicos más o menos camuflados entre los altos escalafones; y el sádico no se detendrá hasta hundir el cotarro porque toda su personalidad está abocada a ese único objetivo: infligir dolor.

SOB Detector
En conclusión os diré que Mirameba lleva años trabajando en su Detector de Hijoputas, en inglés Son of Bitch Detector (SOB-Detector en acrónimo) un dispositivo extraordinario que sin embargo todavía no ha conseguido calibrar porque basta con salir a la calle, chico, y se le disparan todas las alarmas...
Si tan insigne genio consigue llevar a cabo su loable propósito, no tengo la menor duda de que la economía mundial se recobraría de golpe.