Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

martes, 29 de mayo de 2012

Me quiero fusionar

Me dice un amigo que estoy muy efusivo ultimamente, que hasta los patos del estanque del Retiro me miran con desconfianza y algo de temor.

Por qué negarlo, es que hace cantidad de tiempo que no me fusiono. Para funcionar, un tío normal tiene que fusionarse con cierta regularidad. Y además, he leído a un montón de periodistas, economistas, sociólogos, sicólogos y taxidermistas que cuentan que esta crisis va para largo y que para los desafíos del futuro hay que pensar en nuevas fusiones.

Pues eso es lo que yo quiero: fusionarme. Y después de fusionarme, que me mantenga un Fondo de Garantía y que más tarde me rescate Europa con fondos alemanes. Eso de chulear a Europa me parece la mar de atractivo, después de un fin de semana en Somontes del Marqués fusionándome a todo fusionar, me parecería estupendo que llegara un simpático funcionario de Estrasburgo -el amable tío Franz- con la billetera bien repleta y pagara los gastos. ¡Qué majo! ¡Gracias tío Franz!

No me imagino una vida más agradable ni regalada que la de fusionarme un día sí y otro también con una moza divertida e inteligente que me haga reír entre fusión y efusión. Y que participen también sus amigas ¡no seamos egoístas! Mi sector personal necesita una ambiciosa reestructuración. Voy a poner el siguiente anuncio en la prensa:

Contra la crisis: MOZAS, se buscan, simpáticas, listas y atractivas que quieran participar en una fusión supervisada y financiada por los Poderes Púbicos. Grandes compensaciones materiales. Mandar C.V. con fotografía a www.opinionpublicada.com
 
Si recibo alguna respuesta, desde luego, no pienso contarlo aquí, queridos contribuyentes, pero os vamos a salir por un pico, que no veo por qué se van a divertir siempre los mismos.

lunes, 28 de mayo de 2012

El Cielo de los móviles

Leo en el feisbuc de una amiga que su móvil ha pasado a mejor vida y echo de menos la tele en blanco y negro y ver a la guapa María saliendo compungida para anunciarnos: "Españoles, mi Nokia, ha muerto".

¿Cómo es el cielo de un móvil?
Los móviles, ¿van al cielo? ¿Y en qué consiste? ¿Es  el paraíso de los móviles un lugar en que la batería nunca se agota? ¿Donde los que los usan son chicas guapas y no tíos gordinflones?
¿O será que en el Paraíso los móviles pueden llamarse unos a otros, así, sin motivo, sin nadie que les acose ni les toque las teclas?

Un cielo sin retretes
Seguro que en el Cielo de los Móviles no hay retretes donde algún torpe manazas los deje caer. Son millones y millones los móviles que han conocido la poca envidiable experiencia del chapuzón en el Gran Lago Amarillo, como demostraba aquí.

Este bolso es un infierno
En el Cielo de los móviles tampoco hay bolsos de señora donde al pobre móvil lo zarandeen de arriba a abajo con un contenido variable de lápiz de labios, el neceser de maquillaje, las llaves del coche, las de casa, la documentación, un azúcar para el mareo, diecisiete medicinas distintas, una agenda de papel, un regalito para la nena, una llave del siete, un detector de neutrinos, un bono descuento de la gasolina, otro de los grandes almacenes, las tapas de dos yogures para mandarlas por correo a ver si toca, unas toallitas para esos días, más productos femeninos, un frasquito para el perfume, el suero para los ojos, el cepillo de dientes, la manzana de mediodía y cualquier objeto raro y curioso de esos que los tíos pedimos a las mujeres y las mujeres encuentran en su bolso: "Mi amor, ¿no tendrás un generador de fluzo?" La chica mira su bolso de Mary Poppins y al cabo de un segundo extrae el artefacto que huele de maravilla como huele todo lo femenino, ese perfume donde el aroma natural de la mujer se vetea con esencias de cuero y de colonias.
Pero los pobres móviles no tienen nariz y no pueden gozar del privilegio de vivir dentro de un bolso; sólo saben que van de un lado a otro, como un pato mareado. El móvil no conoce el Cielo hasta que muere pero, dentro de un bolso tiene una clara idea de qué es y en qué consiste el Infierno.

Todos los móviles van al Cielo
Y si sólo fueran los bolsos... A los móviles los abandonan sobre la mesa de un bar mal fregada, sobre restos de cerveza, junto a los panchitos. ¡Qué cruz, señor! Y los puñeteros niños con sus dedazos pringados de mermelada y subproductos nasales que juegan a ser mayores tecleando el móvil de Mamá. ¡Qué espanto! Y los pérfidos barridos de los coches oficiales que de repente le meten un viaje de no sé cuántos kilohercios al pobre teléfono, le privan de cobertura dejándolo en pelotas en mitad de la noche electromagnética. ¡Pobriño!
Tratamos mal a nuestros móviles, que son buenos y discretos, que sólo revelan nuestros secretos, ligues y conversaciones a los sicópatas de Sitel o a los jaquers enloquecidos.
Por eso todos los móviles van al Cielo. Se lo han ganado. Y puesto que enterramos sardinas con solemnes funerales, debiéramos enterrar nuestros móviles con la pompa y circunstancia que merece su inmarcesible trayectoria.

Mi droga son el sol y la luz

No me apetece nada morirme, pero debo ser uno de los poquitos, escasísimos españoles que saben que nuestro destino se cifra en una caja o un cenicero, que tenemos fecha de caducidad, y que esta zarzuela se acaba, aunque no queramos. Quizá hoy, quizá mañana, pero con toda seguridad. A mí me gustaría que al menos dentro de seis o siete décadas, que no tengo prisa. Cuando me toque espero que sea un día como hoy, bonito, y que mi cama dé sobre una ventana y que lo último que vea sea el cielo azul de Madrid.

Mi droga son el sol y la luz, ¡hay vicios más caros! Estoy completamente asilvestrado, soy un hombre de las cavernas. Si la lluvia  me deprime, el cobalto madrileño me pone de buen humor. Dame mi ración de sol y un desayuno y me pongo contento como un niño en el Retiro. En el fondo, me sobran todas las palabras y todos los conceptos, y ahora mismo sólo sé gruñir de satisfacción como un cachorro revolcándose en el cesped.

Toda España está ya despierta. Los que todavía tienen curro salen a pegarse de martillazos con la vida; los que tienen la cuenta corriente en rojo o la tarjeta de crédito anulada planean cómo salir del laberinto.  Colas delante de Hacienda.  En las oficinas del paro hay poco personal, sólo algún extranjero despistado o analfabetos digitales que no saben que pueden renovar por internet.
En los bares mucho café y poca copa, y ante el Monte de Piedad de Celenque jóvenes pirañas intentan ganarse su comisión convenciendo a los que entran o salen del monte para empeñar o rescatar que su chiringuito es el que más da por el gramo de oro, por el kilo de plata: ¡pagamos más que nadie! Es la economía para buitres que heredamos del Demenciato y que nadie quiere cambiar.
No leo la Prensa; ningún periódico ha dicho que las rosaledas de Madrid están espectaculares. La del Retiro y la del Parque del Oeste. Creo que ha habido una terrible catástrofe no sé donde ni me importa tres narices, y que un Ministro ha dicho algo apasionante y que Merkel y Hollande opinan aquello o lo de más allá. El runrún habitual.
Me encantan estos finales de mayo, ese mes de junio en que los días se alargan como las promesas de un novio, como si la noche te debiera dinero y tuviera que esconderse.
En la mochila llevo kilos de esperanza, una esperanza absurda, totalmente irracional, pero es que no hay tristeza ni amargura que pueda con la luz; y los pobres viejos con la cabeza perdida a los que hace ya tiempo que sólo acaricia la enfermera que les cambia el pañal, ahora mismo sonríen porque entra luz a raudales por la ventana...

viernes, 25 de mayo de 2012

El humo de Satanás


Un amigo me ha mandado una foto terrible. Un bebé muerto en la basura. Como tantos otros. Ese tipo de imagen siempre mueve a reflexionar, me digo que mis problemas y dificultades no son nada al lado de los de ese pobre niño al que le han robado ya toda su vida, todo lo que es y lo que podía ser apenas recién nacido o antes de nacer. Ese bebé muerto, ese pobre niño, subsume en sí mismo todos los discursos sobre la crisis, una crisis que, esencialmente, es de naturaleza moral.

El mantra de la impotencia
No sé vosotros, pero yo estoy harto del mantra de la impotencia, de ese interminable y deprimente antidiscurso que en nombre del realismo pretende hundirlo todo y hundirnos a todos a la mayor gloria de no se sabe qué y de no se sabe quién:

Ooom, no hay salida,  la crisis es total, ooom,  no hay salida, no hay esperanza, oooom,  no hay salida, nadie sirve para nada, ooom, no hay salida,  ninguna seguridad ante un futuro incierto y movedizo, oooom,  no hay salida...

Llevamos demasiado tiempo con la misma cantinela. Y hay algo que no me gusta, cierto tufillo que reconozco. No sé por qué, siempre he sabido reconocer el mal. Me refiero al mal absoluto, a la maldad en estado puro. Y algo huele a maldad pura y dura en esta voluntad general de suicidio, que el suicidio es la expresión más salvaje y brutal de la desesperanza. Huelo el mal; la fotografía de un niño asesinado apesta a maldad...

El Príncipe de Este Mundo
Nunca he tenido confianza en el poder. De niño me enteraron de uno de los títulos de Satán: nada menos que Príncipe de este Mundo: el gran boss de la política. Es muy fácil ser malo si se tiene poder, y muy fácil que los poderosos se vuelvan malos. Afortunadamente, la luz de Dios penetra en las cavernas más obscuras y algunos políticos intentan ganarse el pan honradamente. Siempre recuerdo a ese puñado de hombres buenos, de profundos cristianos, que supieron construir Europa en las peores circunstancias posibles, sobre las cenizas del nazismo y bajo la amenaza comunista. Schumann, Adenauer, De Gasperi, Jean Monet...  La sombra de esos gigantes aplasta a los enanos de hoy.

Morlocks que soñaban  ser Elois
Estamos ciegos. Completamente. No entendemos que el poder del Mal se nutre de nuestra propia maldad. Pero ¿qué nos creíamos? ¿Que podíamos impunemente sacrificar millones de niños en el altar de Luzbel, cortar a cachos ni se sabe cuántos niños por nacer y que esto iba a ser el Mejor de los Mundos, el Putoparaíso en Technicolor? Pues no. Mira tú qué cosas. No funciona así. Nosotros somos unos Morlok que creían que eran los Eloi. Somos antropófagos que se creen civilizados y mientras nos comemos en platos de porcelana los riñones de nuestros hijos al jerez, nos imaginamos que vamos a cambiar el mundo. Queréis ver la expresión misma del mal, pues mirad este enlace, aquí. Son fotos fuertes. Nada recomendables para las personas sensibles. Moloch, exige su ración de sangre inocente...
Necesitamos una revolución moral, que obviamente no saldrá de las filas de quienes apuestan por megacasinos o grandes lupanares. No saldrá de los partidos que amparan el aborto y la pederastia. Esa amoralidad esencial, sólo podía degenerar en una crisis de mil pares de narices como la que estamos viviendo. Y estamos sólo al  principio.

La revolución moral sólo puede ser individual
La revolución moral no puede ser impuesta ni organizada por nadie, no hay caza de brujas que valga. Sencillamente todo consiste en la revolución personal. La revolución personal de que yo, con mi actitud, cambie el mundo. El poder de un solo individuo es inmenso. Thoreau nos demostró que todos podemos ser el granito de arena que detiene la máquina del mal. Thoreau tenía razón. Gandhi y Martin Luther King siguieron su senda. Y ganaron. Y quienes les privaron de la vida, perdieron. Ya habían perdido. Por eso vale la pena ser algo mejor. Pensemos en hacer algo bueno cada día, algo que, de algún modo, sirva para diluir tanta maldad.

jueves, 24 de mayo de 2012

¿Haces el amor con tu ego?

Escribió Philipón de Abdera, hace casi dos mil años, tras madura reflexión:  "la vida es corta y acaba mal" pero como lo dijo en griego clásico pocos se enteraron.
No conozco a nadie que no esté lleno de problemas, y lo que a.p.t.c. precisamente, cuando sales, es dejar los problemas en casa y pasar un buen rato y hacer tonterías o a lo mejor cosas nuevas y distintas. Pero eso hay gente que no lo entiende.

Pasión por uno mismo
Hay personas que consiguen calcinar cualquier tipo de ilusión o de alegría: están los sicópatas, los amargados y sobre todo los pelmazos, los que necesitan hablar de sus enfermedades, de sus problemas domésticos y laborales, de sus pequeñas tragedias íntimas, de sus frustraciones, de sus quiero y no puedo, de su apasionante pasado, de su inmarcesible futuro y lo suyo no es hablar, es más bien un derramarse, una catarata interminable y nada castálida que surge del pozo ilimitado de su ombligo.
Fíjate que yo soy charlatán y me enrollo como una persiana, pero procuro hablar de temas variados. Esos verdaderos y auténticos peñazos sólo tienen un tema favorito, una letanía, un motivo recurrente una y otra vez repetido: yo, yo, yo, yo, yo...  Son el yo-yo que viaja en egoleta. Su tema favorito son ellos mismos, su único tema, más bien, y como dice Rodríguez Cañada todas las noches hacen el amor con su ego. Onfálicos perdidos.

Una interminable danza del vientre
Al cabo de un rato surge una revelación en tu mente: "¿Qué pinto yo escuchando este pestiño?" Rápidamente, el castigo se convierte en ruido de fondo, en zumbido molesto pero prescindible y ya no escuchas en absoluto, tu mente se concentra en cualquier otra cosa, la muerte de los Comuneros; menuda chavala está cruzando ahora; anda, qué moto más chula; que no se me olvide quedar con Rafael para el palo de Hacienda; jo, ¿cómo voy a pagar la pre-Itv, la Itv y el seguro? ¡Odio el mes de junio! Anda, mira, qué bonita esa fachada, nunca me había fijado; desde luego para lo que cobran estos tíos el café ya podrían comprar algo mejor que este robusta de mala muerte; qué curioso, no sabía que las acacias olieran tan bien.. ¡Ah, claro, es que estamos en mayo!
Mientras tanto el tío sigue ofreciendo sus palabras al mundo, es decir, vertiéndolas sin piedad sobre ti y tú, educadamente, sigues moviendo la cabeza en signo de asentimiento y de vez en cuando emites algún tipo de ruido como "Sí", "Claro". "Qué barbaridad". "Pobrecito" . "Me alegro". "Bien". Cuando el rollo es excesivo, te impacientas, quieres huír, largarte, o morirte de una vez para dejar de sufrir y piensas espantado: "Dios mío, le he dado mi teléfono´móvil, ¿me llamará otra vez?". Y es que me han enseñado a perdonar, pero cada día me cuesta más disculpar a los que me hacen perder el tiempo.

viernes, 18 de mayo de 2012

Introducción a la triconiometría

Lo de ser un frustrado ofrece muchas ventajas. Hay mañanas en que me despierto Robespierre y pienso que los problemas del país se solucionarían con la super guillotina a vapor de Mirameba, capaz de despachar quince banqueros, cien alcaldes y tres ministros por hora:  chof, ziuiuiiii chof, ziuuiiii, chof... (Observemos a la izquierda el retrato del amable Dr. Guillotin).
Otros días me despierto Savonarola y coñazo, denunciador de entuertos, dispuesto a soltarle un sermón al primero que me encuentre: "raza de viboraaaaas" y otros días me adivino Corrompible, dispuesto a todo por un buen estipendio; pero la bondad de Dios no lo permite, y nadie me ofrece nada.
Por eso, la cuestión de si el Partido Socialista Francés es una manga de degenerados corruptos y amorales no me preocupa porque yo estoy bastante más degenerado, al menos en potencia. Sé que dentro de mí duermen cien Calígulas y mil Nerones pero afortunadamente las mozas me mantienen a raya, los mozos no se interesan por mí, los perros salen huyendo ladrando cuando me huelen, y las cabras y las gallinas ni se acercan, oiga. Y ya que hablamos de animalitos, vale la pena aprender algo sobre las diferencias idiomáticas entre conejos y gatas.
Conejos y gatas
La fea, castiza y sonora palabra que en nuestro idioma se refiere al templo del amor y rima  con moño, Logroño y bisoño, se deriva del latín cŭnnus palabro casi idéntico a conus que significa "cono", y muy cercano a cunicŭlus que significa "conejo".  Por qué motivo al tesoro íntimo de las señoras los españoles lo llaman "conejo" y los franceses "gata" (chatte), es una cuestión tan profunda y de consecuencias tan vastas o bastas que apenas me atrevo a evocarlas y no vamos a discutir por un quítame allá estos pelos. Tampoco vamos a entrar en temas escabrosos como lo de ver si a ese conejito le gusta tu zanahoria y ordinarieces del mismo calado. ¡En este blog nunca incurrimos en la vulgaridad!
Además, ya abordamos hace unos meses las diferencias abismales entre las idiosincrasias nacionales que desvela el idioma, como la diferencia entre Francia y España a la hora de tratar de la misma realidad rotunda y redonda en que acaba la espalda, que en la lengua de España las nalgas van por detrás del culo, mientras que en Francia es al revés. No me repetiré puesto que lo podéis leer aquí. En España un conejo caliente es algo que no me atrevo siquiera a imaginar mientras que en Francia un chaud lapin es un ligón, un rematador, el Rey de la Etapa, Jaimito Astronauta, Don Juan Tenorio o como queráis llamarlo y posar un conejo, poser un lapin, consiste en dar  un plantón. En cualquier caso, no veo en qué se parecen Silvestre y Bugs Bunny, la verdad.
Triconiometría para todos
Si he entendido bien, leyendo el blog de mi amigo Saco, la compañera sentimental 2012 del nuevo Presidente de Francia, doña Valérie Trierweiler, estaría todavía casada con un señor, Denis Trierweiler. El proceso de su divorcio todavía no ha llegado a su término, así que a los ojos de la República Francesa sigue casada mientras el magistrado competente no resuelva el tema y Francia todavía no acepta la bigamia, aunque en breve instaurará la poligamia para adaptarse al futuro islámico que nos espera.
Por otra parte cuando el Sr. Hollande convivió libremente con doña Ségolène Royal, mantuvieron cada uno por su lado otras relaciones que dieron su fruto. Vamos entrando en el ámbito de lo triangular, y quizá por ello el Sr. Hollande pueda enorgullecerse de haber contribuído al desarrollo de la Triconiometría, disciplina que estudia sin encono los misterios de los triángulos amorosos que en el fondo todo ángulo es un cono. Y es que la geometría con sus senos, sus cosenos y sus curvas, estaba pidiendo guerra. Nadie puede negarle a Francia la primacía en las ciencias matemáticas o en las artes del Amor.
La chulería esencial
Que el nuevo monarca exhiba a su próxima mujer y por ahora favorita como Primera Dama es algo a lo que no se habían atrevido ni Enrique IV, ni Luis XIV ni Luis XV y eso que su vida íntima fue impresionante. De Enrique IV hablamos al comentar la obsesión de Freud con los pepinos. El poder de Mme. du Barry fue increíble, pero nunca tuvo el estatuto de la Reina. Lo mismo Mme. de Pompadour, a la que Luis XV separó de su marido antes de instalarla en Versalles y que nunca pretendió ser la Première Dame de France. Resulta pelín fuerte que el Elíseo no haya esperado a que la Sra. de Trierweiler haya recuperado su apellido de soltera antes de nombrarla oficialmente Primera Dama. Puede verse aquí la página web eliseana dónde se anuncia que en breve se publicará la biografía. Pues vale, pues bien, pues eso...
Una de las manfestaciones del Poder es su intrínseca chulería: el Poder, en la Naturaleza, reside en esencia en la primacía sexual: el bicho grande que manda la manada cubre a todas las bichas y los demás bichos se aguantan las ganas hasta que llega uno más bestia que mata, capa o se come al rey y lo sustituye. Así funciona con los toros, los leones, los gamusinos y los papiones. Se suponía que estábamos un poco más evolucionados que los papiones, pero no debemos hacernos demasiadas ilusiones... El símbolo de Francia desde hace dos mil años es el gallo francés.


Conceptos viejos o muertos
A mí, personalmente, lo de primera dama me parece tan absurdo como que el Asturias patria querida sea el himno de Asturias (lo comentaba aquí). Hace  ya mucho tiempo que la sociedad tradicional ha sido volatilizada. Dominique Strauss Khan, de no ser por una pobre camarera agredida, un juez honrado y un policía decente,sería ahora mismo Presidente de Francia; en cambio, está siendo juzgado por proxenetismo. Eso sí, su vida íntima es una broma al lado de la de Rolland Dumas, y no te digo nada del sultán Mitterand con sus incontables o la de su sobrino Frédéric, el que salió lierariamente del armario contando cómo pagaba por chiquillos en Tailandia... Por no hablar de Cohn-Bendit y sus juegos sexuales con niños de cuatro años. La sociedad ha cambiado. Cambió hace treinta años cuando llegó al poder la Sra. Thatcher y don Denis su marido obviamente no podía ser primera dama. Es perfectamente posible y aún probable que llegue a la presidencia de un país un señor casado con un señor o una señora casada con una señora. Así que lo de primera dama es una reliquia de cuando nuestros abuelos, de aquel tiempo en que a los reyes se les besaba la mano y la gente se escribía cartas de pésame con bordura negra y en el Rastro no había chinos. El que no ve que el mundo cambia es que no se entera. Está cambiando. A toda pastilla. Y muchos, en Babia.

Fin de semana mirando estrellas

Los que vivimos en el centro de Madrid nunca vemos las estrellas. Entre los edificios y la luz ambiental sólo puedes ver la Luna, cuando no la tapa algún edificio.
Algo distinto y muy interesante para el fin de semana: ir al campo a disfrutar de una platea sobre el cosmos. A veces de tanto mirarnos los pies nos olvidamos de todo ese mundo que nos rodea....
Si el calendario no falla -que no falla- la noche del próximo domingo tendremos luna nueva y eso significa que en el campo libre, a cielo abierto, las únicas luces serán las de arriba y que si no hay nubes, el cielo estará cuajadito de estrellas. Hoy viernes, mañana sábado y luego las noches del lunes al martes también habrá poca luna. Puede ser muy atractiva una velada astronómica. Buscaros un sitio agradable, alejado de luces de ciudad, y ¡gozad!
Hay una página muy gráfica de calendario lunar aquí.

Lo único necesario: una linterna
Necesitáis básicamente una linterna, porque no hay luz ambiental. No vayáis solos porque da repelús, somos urbanitas y acostumbrados al ruido y a la gente; si de repente te quedas solo en la oscuridad total en un lugar desconocido y aislado, notas rápidamente cierto sabor a yema en la boca. Además te puedes  dejar la piñata entre los pedruscos porque no ves por donde vas. Llevad encima pilas nuevas de recambio. Nunca sabes cuando se van a acabar las que llevas puestas en la linterna. El que quiera, que lleve prismáticos, pero suelen ser pesados y cuanto menos peso lleves, mejor tener una mano libre al menos por si te caes.
Es muy recomendable conseguir un "planisferio celeste"  que te los venden en cualquier tienda de mapas tipo "La Tienda Verde", el Corte Inglés o la Casa del Libro. Quien quiera imprimírselo en casa puede acudir a este enlace. Se trata de un programa libre elaborado por Jan Tošovský
Allí en tres pasos puede elaborar un planisferio para tu zona, conociendo tu latitud.
Buscáis en la Wikipedia la latitud de vuestro lugar habitual y seguís las instrucciones. Hace falta una buena impresora en color.

Fundamental: saber localizar la estrella polar
En el siguiente enlace (aquí) del blog de Mario Rubio podéis ver claramente cómo se localiza la estrella polar, que tiene su utilidad para usar el planisferio. Tardáis un minuto en enteraros. Localizar las cazuelas del cielo -yo no veo osas, veo cazuelas porque soy comilón- resulta fundamental. Podéis ver estupendas imágenes de constelaciones aquí, en el estupendo banco de imágenes de Jerry Lodriguss.

lunes, 14 de mayo de 2012

Amores de mayo en Madrid

Mayo, en Madrid, tiene el encanto de los parques, y sabe a amor.
El domingo pasado, El Capricho estaba impresionante y hoy he podido comprobar que en la Rosaleda del Retiro ya tenemos rosas. El césped se puebla de parejitas devorándose a besos.
Esta tarde vi a dos chiquillas dándose piquitos y se les notaba a la legua que estaban locas perdidas la una por la otra: es Primavera. Me dije que en algo, por lo menos en eso, hemos mejorado. Somos más tolerantes que nuestros abuelos y ves bajar dos tíos por la Gran Vía cogidos de la mano o dándose un beso y nadie les dice nada.
El amor de verdad no entiende de tiempo, como esa pareja de esqueletos que los arqueólogos encontraron en Mantua, abrazados para la eternidad. Una pareja probablemente fallecida hace cinco o seis mil años, y los enterraron juntos, así, abrazaditos, como debieron vivir. Sientes envidia por ese símbolo del amor que desafía el paso de los siglos y recuerdas aquel poema magnífico de Quevedo rematado con el famosísimo "polvo seré, más polvo enamorado".
Madrid tiene sus ritmos y sus tradiciones. La feria del Libro empezará a finales de mayo y ya en el Paseo de Coches empiezan a levantarse las casetas blancas y las tiendas que albergarán presentaciones, exposiciones y demás chorradas oficiales.
Mayo son también los domingos de primeras comuniones. En los parques ves niñas vestidas de princesitas y niños disfrazados de almirante, son las víctimas del atroz mal gusto de sus padres pero te pones de buen humor: los niños están contentos, y se ríen y juegan y hacen el bestia y los mayores les acompañan.

Los sábados tocan bodas. Todo el mes de mayo y junio jóvenes parejas dan el paso. Se atreven a comprometerse en un mundo sin compromisos, y se arriesgan en un universo cada vez menos seguro. ¡Olé por ellos! Ese día, ese gran pedazo de día, todas las novias son las más bonitas y las más guapas del mundo mundial.
 
Y es que las que en el fondo se casan de verdad son ellas; los tíos no damos tanta importancia a la tontería social, ni al detalle: con una cueva pequeña y una cama grande nos damos por satisfechos... Pero para las novias todo son preparativos, que si el traje, que si las flores, que si la música en la Iglesia, que si las alianzas, que si las invitaciones, que si la lista de bodas, que si la despedida de soltera, y la parte del león -en lo que se refiere a la factura-, que es elegir el sitio del convite y escoger el menú. Hay quien pide un crédito para poder pagarlo todo... Son días luminosos que recordarán algún día con nostalgia. Lo han planificado todo: la esteticien y el peluquero, y han ensayado la llegada ante el altar con el cura y el churri. Quizá si se complican tanto la vida es para no volverse atrás, para no escuchar ese miedo cerval que las atenaza... Y no te digo la elección de padrinos o de testigos, en tu parroquia o en la mía, y al imbécil de tu primo no lo invitamos que nos fastidia el convite y tú crees que el padre Cirilo querrá casarnos, y a mi tío que es organista en el Real le gustaría tocar pero el párroco dice que no, que ya tienen su propio organista, ¿por qué todo es tan difícil? Cuidado con Manolo que es un despistado y se le olvidarán los anillos y las arras... ¿Y cuando acaba el cursillo? ¡que dice el padre Zoilo que si no vienes no te casa! ¿Pediste los certificados? ¿Que no? ¿Pero cómo nos vamos a casar si no tenemos hecho el papeleo? ¡Pero cómo puedes ser tan idiota! Yo me quedo con mi madre, yo no me caso, buaaaaa, que no, mi amor, que no, que te quiero mucho, pero es que estoy agotada...

¡Que Dios les ayude y sepan escucharlo! ¡Que tengan suerte! ¡Que se quieran y se respeten! ¡Que tengan niños! Hacen falta muchas narices para traer niños al mundo y criarlos y quererlos. Y que nunca, nunca, nunca cedan a la repugnante moda de las separaciones, el desamor, y el engaño. Que conserven la alegría toda la vida. Que mantengan lejos a las arpías urdemalas, a los sicólogos de tres al cuarto y demás gente de mal vivir.
Por toda Madrid ves parejitas con su traje de novios que se hacen fotos o se filman en el Retiro o frente a la Puerta de Alcalá. Pelín sobreactuado, demasiado documento gráfico, te gustaría que estuviesen más sueltos... Pero bueno, si las fotos les permiten recordar sus votos, mejor que mejor.
El sábado pasado vi de lejos la boda de un militar, sus compañeros le hicieron el paseillo con los sables de gala levantados: tradiciones.  Cuando ves a tanto niño comulgante y tanta novia de casorio, te dices que algunas cosas no cambian, que las estructuras profundas, los biorritmos y las esencias de España, siguen allí; menos intensas que en el pasado, pero al acecho; que si tuviéramos un líder, un gran país se levantaría a galope en el teatro de la Historia.

sábado, 12 de mayo de 2012

Prefiero tener mala conciencia

De niño admiraba mucho a un sacerdote muy santo que nos decía, lleno de fe y devoción, que a Cristo lo crucificábamos todos los días con nuestras maldades e iniquidades. "¿Quién clava a Cristo en la Cruz hoy día, ahora mismo? Y nos miraba a mí y a unos compañeros. "¡Lo clavas tú!" "¡Y tú!", y luego añadía, con voz más triste todavía, "¡y yo también!"
La verdad es que el sacerdote tenía toda la razón. Cuanto más pasa el tiempo, más lo admiro y más cuenta me doy de que ese señor era un genio. Confieso que me impresionaba mucho saber que yo también clavaba a Dios en un madero; saber que podía con mis acciones o mis omisiones afectar de alguna forma al Eterno y Todopoderoso, al hacedor de galaxias y neutrinos, al creador de la Vida y de la Inteligencia, impresionaba e impresiona lo suyo. ¿Será verdad que Dios siente alegría por mis actos buenos y tristeza por los malos? Aquella idea no evitaba que yo me portara mal pero sin duda contribuía a evitar que tuviera buena conciencia.
En el fondo, me hizo un gran favor ese sacerdote. Jamás me he sentido bien conmigo mismo y siempre he tenido mala conciencia.  Cada vez más. Y eso creo que en el fondo es bueno. 

La buena conciencia es un veneno peligroso
Estoy seguro de que cualquiera de los ingenieros que trabajaba en Topf & Soehne diseñando honestamente hornos crematorios para Auschwitz y tal, volvía a su casa, besaba a sus hijitos y a su mujer e iba a Misa los domingos. ¡Tenía buena conciencia, el hombre! Lo mismo el honesto químico que fabricaba todos los días sus toneladas de gas Zyklon B. La buena conciencia es peor que cualquier gas homicida, la buena conciencia se infiltra por todas partes y nos intoxica sin que nos demos cuenta.
Estoy seguro de que la gente que pasa todos los días delante de los abortorios de Marid, tiene buena conciencia. Hoy han descuartizado ochenta niños diminutos e indefensos en la tripa de sus madres, antes de que tengan pulmones para gritar su terror, ni puedan abrir los ojos ni agitar las manos para defenderse; antes de que puedan sentir dolor, antes, quizá, de su primer sueño, de su primer pensamiento, ya les han robado todo lo que son y todo lo que podían ser. Eso no evita que las autoridades políticas y sanitarias de la Comunidad y de España, que saben estas cosas aunque no hagan nada para evitarlas, disfruten de una conciencia cojonuda. y duerman de puta madre todas las noches.
Pues mira, yo me alegro de no tener buena conciencia. No hago nada bueno, pero por lo menos no creo ser bueno; y eso no es malo. Al contrario. Bastante autoengañado vivo como para además creerme mis propias ilusiones.

jueves, 10 de mayo de 2012

Recordando al padre Piquer


Hoy nos desayunamos con la noticia de la nacionalización de Bankia, el grupo creado en torno a Cajamadrid, lo que me recuerda que el fundador del germen tan importante institución financiera fue un sacerdote, el padre Piquer, creador del primer monte de piedad de España cuyo propósito era aliviar las necesidades de los pobres y librarlos de las garras de los usureros. En todas las historias de Cajamadrid se cuentan distintas versiones del mismo acontecimiento:

El 3 de diciembre de 1702, reunió en torno suyo a sus familiares y en su presencia depositó un real de plata en una cajita en su habitación, bajo la  imagen de la Virgen María y pronunció -dicen- estas palabras: 

"Sean  vuestras mercedes testigos  de que este real de plata que echo en esta Caja, ha de ser el principio y fundamento de un Monte de Piedad que Dios ha de favorecer para sufragio de las ánimas, y Socorro de los Vivos".

Sorprendido hubiera estado Piquer de saber las inesperadas obras sociales que se han realizado en Cajamadrid, como comprar un chalet de lujo en Miami, en tiempos de Miguel Blesa.
Cajamadrid ha tenido y tiene algunos de los técnicos financieros más serios y más honrados. Pero en su gestión han intervenido los genios de la política, que hace falta ser una lumbrera para hundir una caja de ahorros a pesar de todas las cautelas y garantías que la ley les otorga a esas instituciones.
Algunos vivos -demasiado vivos- han conseguido crujir una institución con tres siglos a cuestas como Cajamadrid, y lo curioso es que nadie dimite, nadie tiene la culpa, es una suerte vivir en un país en que nadie es culpable de nada. Franco tenía razón, somos la reserva espiritual de Occidente... 46 millones de santos.