Las chavalas están interconectadas todo el rato con el universo entero por medio de guasap, del feisbuc mesencher, el feisbuc a secas o incluso tuiter. Se mandan unas a otras fotos, canciones, selfis, más fotos, comentarios, emoticonos, muchas más fotos, y no se mandan churros, empanadillas y tartas de calabaza porque los móviles todavía no copian en 3 dimensiones, pero todo se andará.
La revolución digital es esencialmente femenina, porque las mujeres disfrutan de unos dedos perfectamente adecuados a los microteclados de los móviles. En un minuto teclean un capítulo del Quijote, mandan ocho fotos y contestan a cuatro chats simultáneos. Pero los del sexo feo nos distinguimos entre los que tienen manos más o menos civilizadas y los que tenemos manazas de gañán, o sea, zarpas de homínido, manojos de morcillas totalmente inadaptados a los microteclados.
Para mí la revolución digital exige un teclado. Un teclado de verdad, como el de las máquinas de escribir. Ayer me di de alta de un montón de productos instantáneos que se pueden instalar en el móvil, y con todos mi fracaso fue terrible. No consigo escribir "buenos días" sin equivocarme ocho veces seguidas... Mi paciencia es infinita pero los pequeños contratiempos tienen la virtud de sacarme de quicio. Tenía dos opciones, estampar el móvil contra la pared o volver a darme de baja. de tanta tontería. Lo sé, estaré menos comunicado, pero creo que sobreviviré...