El modelo de empresario del Gonzalato eran los engominados de Carabanchel tipo Javier de la Rosa y Mario
Conde, ejemplares empresarios y honestísimos gestores; el modelo de empresario del Demenciato son Shyllock y el Sr. Scrooge: economía para buitres.
El Demenciato, la Era Zapatera o en la lengua de Hannibal Lecter, The Zapat Era, consiste en que mientras
un loco decreta que la batalla del Ebro la ganó Carrillo y esas cosas que a él le interesan, el país
se cubre de necrófagos volátiles royendo de los huesos las últimas briznas de carne. Son buitres sin plumas pero con negocio a pie de calle, buitres que viven de la muerte y de la ruina.
La primera División del buitrerío son las Cajas y Bancos que se quedan con tu pisito, tu nido, después de que hayas pagado la hijuela. A la pura calle, pero eso sí, sigues endeudado y paganini. Al final la gran obra zozial del de la zeja es que los derrotados de la vida van a dormir entre cartones. Brillante. Pablo Iglesias se sentiría orgulloso.
Alternativa a los bancos son las nuevas entidades de crédito que te lo ponen fácil, te juntan todas las deudas, te reconfiguran la hipoteca y de repente en lugar de deber cien debes mil, diez mil, debes toda la deuda Griega tú solo. Contra esos buitres algún juez ha tenido que recurrir a la ley Azcárate de 1908, una ley que se votó hace un siglo para luchar contra la usura. El Demente nos ha devuelto a los tiempos de Galdós, de los réditos y las casas de empeño...
Otro buitre es el que te compra una biblioteca por cuatro perras. "Mire, esto es que no se puede colocar". "Hombre, yo no le voy a pedir dinero por llevármelo, pero tampoco a pagar; piense usté en mis gastos de almacén, de transporte; yo es por hacerle un favor".
Los buitres de los muebles, llamados anticuarios, que compran por uno lo que venderán en diez, en veinte, en cien... "Señora, esta escribanía está muy vieja. ¿Quién va a querer un arcón de estos, tan pesado, con tantos años a cuestas?" Mesas tocineras, armarios de nogal, cómodas de limoncillo, palo rosa y caoba. ¡Todo malo cuando lo compran! ¡Todo bueno cuando lo revenden!
Los buitres especializados en desplumar a pobres viejos indefensos: "Sí hombre sí, usté anda corto de efectivo, don Manuel, pero a sus ochenta y nueve está sanísimo. Usté me cede el piso y yo le pongo una renta vitalicia. ¡A saber la de años que le quedan por delante!" ¡Y los testamentos! ¡Y las compraventas fraudulentas! Si los protocolos notariales hablasen... Contratos privados, latrocinios privadísimos...
El apoteosis de The Zapat Era son los buitres del oro y de la plata, los que se llevan la última cucharilla, la última bandeja, la última tetera. Compro oro, compro plata. El único negocio en expansión.
Me extraña que todavía no nos autoricen a vender los riñones, o el hígado... Tiempo al tiempo. Todo se andará, mientras nos puedan quitar algo, no descansarán.