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LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

lunes, 6 de agosto de 2012

Freedom for Carromero (II)

Ángel Carromero lleva ya dos semanas prisionero del castrismo

¿Está mal ayudar a la oposición del castrismo?
En democracia, un partido puede ayudar a sus homólogos extranjeros. Por eso existen las Internacionales, la sociata, la comunista, la liberal y la ex-democristiana. Resulta normal, en el marco de esas Internacionales, ayudar a los que comparten el mismo ideal. Podría dar los nombres de personas que trajeron dinero, personalmente, para ayudar a la victoria del PSOE de 1982, y sería para alabarlas. ¿No estaban en su derecho? ¿No podía el Partido Socialista francés echar una mano -o un maletín- al Partido Socialista español? ¿Acaso la UCD no se formó con dinero que provenía de una alteza moruna, a petición de don Juan Carlos?
Lo que es un derecho, ayudar a los tuyos en democracia, es una obligación moral en el caso de las dictaduras. Hay que ayudar a quienes quieren instaurar la luz de la libertad allí dónde sólo existe la noche de la opresión.
Los señores del PSOE que ahora se callan ante el encarcelamiento de Carromero recibieron dinero del Partido Socialista francés y de los socialdemócratas alemanes durante la dictadura de Franco. Y no sólo dinero, también contactos y cobertura política. ¿Acaso estuvo mal que Willy Brandt apadrinara a Felipe González? En una dictadura, ayudar a la oposición democrática, es una obra de misericordia que será recompensada por Dios con eternos placeres celestiales. Sin duda le parecería mal a la dictadura franquista que Isidoro recibiera ayuda alemana y francesa, pues a mí me parece estupendo. Y a cualquier otro demócrata, si es que en España queda alguno.
En las dictaduras de verdad, como la España de Franco o la Cuba de los Castro, la oposición no tiene asignados fondos del Presupuesto, ni puede financiarse por sí misma.  Las víctimas y opositores de la siniestra diarquía Fidel-Raúl, Sauron-Saruman, no sólo necesitan dinero, lo que realmente buscan son contactos, hablar con gente de fuera, transmitir y recibir información.
La desdichada aventura de Carromero se traduce en que el Régimen trata de manchar la memoria de Payá presentándolo como una meretriz de la política que recibe limosnas foráneas, olvidando que a Castro lo financió la CIA con esa inteligencia que caracteriza los llamados servicios de información, que no pueden ver una boñiga en el camino sin tratar de pisarla a conciencia (más tarde la CIA financiaría a Bin Laden y Giscard acogería al Ayatollah Jomeini, mira tú qué bien).

Un partido sin compañeros
Un partido político antes que una organización al servicio de la conquista del poder, es un grupo de personas. En los partidos es normal tutearse -a mí me cuesta tutear a mis mayores o a quien no conozco, pero me esfuerzo- y se llaman unos a otros "compañeros". Compañero viene de "con pan", compañero es quien come conmigo, quien comparte mi pan, y se entiende que tu compañero es algo más que un conocido para ti. Miguel Hernández que quería muchísimo a José Marín, "Ramón Sijé" terminó la extraordinaria Elegía que le dedicó con estas cuatro palabras: "compañero del alma, compañero".
A veces hay que prescindir de los compañeros de viaje. Por ejemplo, es lógico y deseable defenestrar de tu partido a quienes son corruptos o han crujido cajas de Ahorro. Que yo recuerde, hasta la fecha ningún partido español ha suspendido de cargo y militancia a quienes han devastado instituciones centenarias y arruinado Comunidades enteras. Al margen de esa excepción, la regla de oro de la supervivencia política es que perro no come perro, hiena no come hiena, y un partido tiene que demostrar compañerismo. Si a un compañero lo encarcelan los orcos de Saruman, todos los hobbits del partido tienen que manifestarse delante de la Embajada de Mordor, y dar la lata hasta que suelten al compañero.
Me temo que en el Pepé no hay compañeros, quizá sólo quedan socios. Ya se conoce el apotegma, "la izquierda es envidiosa y la derecha egoísta". Pero ser tan egoísta llega a ser letal. El mensaje no puede ser más devastador para el Pepé: un partido que no defiende a los suyos, ¿cómo va a defender a los demás? Caridad bien ordenada empieza por uno mismo.

El silencio de los pastores
A Carromero le han fallado los suyos y no me refiero sólo a los jefazos del Pepé sino sus compañeros políticos en general -de todos los partidos democráticos- con una sola excepción: Fernando Maura, del partido de Rosa Díez quien ha dicho claramente que Carromero es un rehén de los Castro (ver aquí). A mí no me entusiasma Díez, porque es abortista y porque quiso empapelar a Mingote, pero mal testigo sería yo si no reconociera que ante el abandono sufrido por Carromero, UPyD se ha manifestado, cuando los jefazos del partido de Carromero se han callado. Que la cosa tiene narices... Lo único que me permitiría comprender y perdonar la actitud de los jefazos del Pepé sería que siguieran una estrategia: quitarle valor a Carromero como rehén, colaborando en desprestigiarlo para facilitar su liberación. Pero no me lo creo, ¡sería demasiado hermoso! ¡Demasiado inteligente! No; pienso más bien que se trata de puro egoísmo y cobardía. ¡Viva Fernando Maura!



El asunto Carromero es en realidad el asunto Payá
El inmenso éxito que supone para la Dictadura esta tragedia es que no hablamos de la muerte de Payá, no hablamos de Payá, hablamos de Carromero. No hablamos de lo que significa ser cubano, es decir, soportar la diarquía Castro, los discursos, la miseria para el pueblo y las becas para los sicarios. Es igual de fácil ser comunista en Cuba que facha en la España de Franco, significa gritar "viva mi señorito"  y "vivan las caenas", significa volverse cómplice de la más larga dictadura comunista del mundo, es decir, ser un miserable lacayo de Sauron, de esos que lloraban por el padrecito Stalin.
La inmensa mayoría de los cubanos, tienen la dignidad de no ser cómplices, tratan de sobrevivir, en silencio, soportando con resignación el circo castrista y se buscan la vida para no morirse de hambre, conseguir medicinas y que sus parientes de Florida les manden algún dólar; en cambio, una muy exigua minoría de valientes elige la estrecha senda de la virtud y del heroísmo que consiste en significarse contra la dictadura y apostar por la libertad, que es lo que hizo Payá. ¡Bendito sea Payá! ¡Benditos todos aquellos que sueñan con una Cuba que no sea una cárcel! ¡Viva Cuba libre!

Evidencias de que la muerte de Payá no fue un accidente
No es posible probar nada sobre la muerte de Payá, que ya se han encargado los chequistas del Ministerio de la Verdad, la Sección General de Pruebas y la Dirección General de Testimonios de borrar cualquier rastro de veracidad. El camarada juez, el camarada fiscal, el camarada madero y el camarada periodista ya han recibido las oportunas instrucciones. Pese a todo, algunas evidencias abonan la idea de que la muerte de Payá no fue un accidente.

  • Primera evidencia: el tratamiento que le ha dado el Régimen cubano a un supuesto accidente de tráfico, convirtiéndolo en cuestión de Estado. Preciso que las cuestiones de Estado, en Cuba, consisten en saber de qué forma ejecutar, doblegar y encarcelar a cualquiera que no comulgue con el Señor Oscuro o Su Hermano.
  • Segunda evidencia: la necesidad de impedir que Carromero pudiera comunicarse, es decir, impedir que ponga en duda la Versión Oficial.  Carromero lleva días encarcelado en la Lubianka caribeña, una cárcel donde se reeduca a los presos y se les enseña a pensar adecuadamente. Si el accidente de Payá hubiese sido de verdad un accidente, ¿a qué viene lo de impedir durante dos semanas que la familia de Payá hablase con Carromero o impedir que Carromero viese a sus representantes diplomáticos?
  • Tercera evidencia: el vídeo del rehén Carromero abonando la teoría del accidente, en que el imputado se muestra  tan espontáneo, tan natural, que emplea frases y giros cubanos en lugar de españoles. Dime desde cuando en Madrid llamamos "accidente de tránsito" a un accidente de tráfico. Tras dos semanas de abandono en manos de la chusma cubana, Carromero dirá lo que sea, lo que le hagan decir, que vino a Cuba por orden del Papa para robar niños y vendérselos a los ogros de Washington o lo que haga falta. ¿Y por qué no pudieron acceder los periodistas al propio Carromero y tuvieron que grabarlo en vídeo? De verdad, parecía más bien un rehén de algún grupo islámico, de esos que antes de ser decapitados piden perdón por los crímenes de su país y de su presidente... ¡Más incomunicación!
  • Cuarta evidencia: la campaña de desprestigio contra Carromero en la que han colaborado, incomprensiblemente, El País y El Mundo publicando, ¡el mismo día! noticias sobre las multas de tráfico del español secuestrado, a ver si le perjudicaban un poco más, abonando la teoría oficial de que él causó el "accidente". Esa campaña de desprestigio sólo puede responder al deseo de restarle credibilidad. ¿Y para qué restarle credibilidad a un tío que tienes encerrado prejuzgado y precondenado? Sencillamente porque si por casualidad sobrevive a las celdas de Mordor, si los orcos tuvieran que liberar a su rehén, cuando se le pasara el síndrome de Estocolmo estaría acabado y amortizado, ridiculizado. Así, de poder hablar algún día y contar una versión distinta de la Verdad Oficial, nadie concedería valor a sus palabras.
  • Quinta evidencia: la actitud de la familia de Payá. Lejos de abonar la teoría del accidente provocado por el español, las familias que debieran estar furiosas con el conductor que supuestamente hubiese matado a dos personas, sólo tienen palabras de dignidad. Han intentado hablar con Carromero, no se lo han permitido. ¿Qué raro, no?
No sabemos nada del accidente, al margen de lo que dicen los chequistas
Los únicos que tienen algo de información no sesgada son aquellos que hablaron con el sueco y el español justo después del accidente, cuando los móviles todavía funcionaban, si es que funcionaban,  y si es que pudieron hablar. ¿De dónde se sacaron la viuda y la hija de Payá que el accidente no fue un accidente? Gran pregunta. Toda la demás información es basura castrista en estado puro y pretender deducir verdades de esa sarta de mentiras es cuanto menos complicado.
Tampoco sabemos nada de Modig quien por razones que él sabrá se mantiene en silencio. ¿Precio de su liberación, gestionada por la diplomacia sueca, tras una semana de aislamiento? Los enteraos de nuestra prensa dicen que Modig calla "por no perjudicar a Carromero". ¡Ah! Pero eso no puede ser. No puede ser porque ya hizo Modig su declaración oficial ante los cubanos y su conferencia de prensa habanera. De haber perjudicado a Carromero, ya lo ha hecho, probablemente contra su voluntad. Y el propio Carromero dijo que "fue un accidente" en el famoso vídeo. El español está condenado de antemano por el régimen castrista, y Modig no puede ni ayudarle ni perjudicarle.

Gran victoria castrista: secar las fuentes de la oposición
El objeto de la "operación Payá" ahora prolongada en la "operación Carromero" ha consistido en cortar de raíz la financiación y los contactos de la oposición cubana con el extranjero. Ha sido un aviso para navegantes, que ha contado con un impresionante despliegue mediático: toda la blogósfera comunista y socialistoide, todos los fabricantes de verdad de la izquierda más liberticida no han perdido la ocasión de crucificar a Carromero y de paso a Payá. Al sueco le han dejado marcharse, pero con un aviso: "chaval, en Cuba no nos andamos con tonterías". Ángel Carromero ha sido abandonado. Va a ser condenado o accidentado -Dios no lo permita- por una dictadura cuyo único fin es el de mantener a la familia Castro en el poder por los siglos de los siglos, amén.

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