Un accidente muy frecuente de consecuencias penosas
El Pentágono está furioso. Uno de los secretos filtrados por Wikileaks es el número de móviles que acaban en el fondo de la taza de un retrete.
A mí me ha pasado ya dos veces, pero soy espectacularmente torpe; Dios me dio salchichas en lugar de dedos. A otros nunca les ocurrirá. Es un acontecimiento muy pesado porque generalmente el móvil se estropea y ¡adiós agenda de contactos!
Un buen amigo me informa de que le ha sucedido el mismo contratiempo: su móvil acabó sumergido en el fondo del Gran Ojo Blanco. Podríamos preguntarnos, cuál es la frecuencia de ese incidente o accidente, como prefiráis denominarlo. No he encontrado mucha documentación al respecto; así que le supliqué a Mirameba que me prestara su ponencia sobre el tema, presentada en la última reunión de la Sección de Cosas Raras e Investigaciones Exóticas del Ateneo de Madrid. He procurado borrar las alusiones a la conspiración judeomasónica, el club Bilderberg, el Papel Rector de los Unicornios Rosas y los efectos sutiles de la Solapada Invasión Alienígena, limitándome a plagiar la parte más razonable de sus cálculos.
Hay 5000 millones de móviles en el mundo.
Supongamos que por cada móvil hay una persona -en realidad hay chiflados que usan dos móviles- y que un 5% de los que usan móvil son miembros del sexo feo que lo llevan en el cinturón. Eso representa 250 millones de señores con su móvil en el cinturón.
De esos 250 millones pongamos que un 20% son mayores de 50 y que por lo tanto tienen la próstata algo más gorda que a los 18. Son 50 millones de miembros del Club de la Cana. Eso significa que al hacer pis tienden a usar el retrete en lugar de la porcelana para evitar la pequeña aureola subsiguiente a la pérfida gotita que se queda agazapada en la uretra. La gran mayoría de los pantalones, por no decir casi todos, no tienen braguetas largas sino relativamente cortas, y lo mismo sucede con los calzoncillos. Eso implica que una buena proporción –pongamos que la mitad- de esos 50 millones de mayores de cincuenta, es decir 25 millones, tiende a desabrocharse el cinturón para hacer pis.
Ese segmento de población usará al menos cuatro veces al día el retrete con esa finalidad, lo que representa unos 100 millones de micciones diarias, que no son pocas y no sé qué proporción representarán del caudal del Río Amarillo.
Los zurdos usan los mismos cinturones que los diestros, pero al revés, así que la diferencia no es relevante. Seamos zurdos o diestros, todos tenemos tendencia a colocar el soporte del móvil del lado de la lengüeta y no el de la hebilla.Nuestros motivos no son de orden religioso ni técnico, es que si lo pones del lado de la hebilla, tardas un par de segundos más en colocarlo y en quitarlo cuando te vistes y te desnudas; y la inercia es un tobogán por el que se deslizan la facilidad y la comodidad.
Si tienes el móvil en la parte de la lengüeta, existe un riesgo, por mínimo que sea, de que al desabrocharte caiga el móvil de su soporte o el soporte se deslice entero y acabe en el fondo de la taza. Ignoro la frecuencia pero debe ser alta. Supongamos que sea sólo una vez cada dos mil. Pues de los anteriores cálculos deducimos que todos los días unos 50.000 móviles acabarán en el fondo de la taza. Del orden de 18 millones al año. Añadamos que también se cae en otras ocasiones el móvil, y no sólo a los chavales sin canas, sino a las mujeres aunque no me atrevo a imaginar las circunstancias detalladas de tan desafortunado caso. Naturalmente los cálculos no tienen en cuenta frecuencias reales ni proporciones exactas.
Cifras reales asombrosas
Los cálculos miramebianos deben andar cerca de la realidad. En 2007 se estimaban en 850.000 los móviles que los británicos perdían en la taza del inodoro. Así que a nivel mundial deben ser muchos millones los móviles caídos... Sería interesante estudiar las estadísticas en la India, donde hay más móviles que retretes según un informe de Naciones Unidas.
En cualquier caso, mi consejo, queridos hermanos del sexo horroroso, es que seáis diestros o zurdos, llevéis el móvil colgado del lado de la hebilla porque la hebilla hará de tope y el móvil no caerá. Eso os evitará engrosar la estadística y tener que recomponer penosamente vuestra agenda de contactos. Sólo se tarda unos instantes más al colocarlo por la mañana, y creo que vale la pena. Y a aquellos a los que les cueste cambiar de lado el soporte del móvil, tienen la opción de ponerse el cinturón al revés de como solían.
Luis, ¡eres un genio! Tu análisis no es ninguna tontería: calcula tú los millones de euros que acaban en el fondo de una taza... Tu remedio es luminoso y desde hoy mismo voy a aplicarlo. ¡Es verdad, yo también pongo el soporte del lado de la lengüeta! Yo también vi caer mi blackberry al fondo de una taza y no te quiero contar las consecuencias...
ResponderEliminarOrlando
Lo siento, pues no soy de eso/as desafortunados que se les cae el el móvil al Wc. de siempre lo he llevado en el bolso colgado, y para el caso masculino recomiendo el bolsillo de la chaqueta, eso del sistema del cinturón me parece tan hortera como llevarlo en la mano.
ResponderEliminarMe recuerda, cuando era muy jovencita e iba a la disco, a los que llevaban las laves del coche en la mano y las hacian sonar como diciendo " el coche esta ahi afuera" o los que llevaban los primeros tranasitores al hombro, pues igual.
Los bolsillos estan para poner las cosas ¿o no?
Mª J.
Pues mira, Luis, contestando a tu importante pregunta, si consideras que la Tierra tiene 7 mil millones de habitantes y que cada uno, al día, produce una media de 1,4 litros de orina , puedes calcular el caudal de pis de la Humanidad en 137 metros cúbicos por segundo. Eso es algo más del 4% del caudal del Río Amarillo (2571 metros cúbicos por segundo), y del mismo orden que el caudal del Guadalquivir a su paso por Sevilla (163 m/s).
ResponderEliminarPaco Mirameba
Debes inventar otros remedios, Luis. Las inmersiones telefónicas no sólo se producen en el Gran Ojo Blanco. Mi hijo mayor olvidó que lo llevaba en el bolsillo del bañador y lo compartió con el Mediterráneo. Y contestando también a Mª J os diré que los bolsillos tampoco son la solución. Conozco el caso de un afanado padre que al agacharse a bañar a su retoño perdió su preciosa PDA por llevarla en el bolsillo de la camisa. (Me ha producido una enorme tristeza que a Mª J le resultemos horteras los que llevamos el móvil en el cinturón. Los que estamos gordos detestamos llevar cosas en los bolsillos que nos molestan enormemente y sinencambio en el cinturón, bajo el michelín, el móvil se lleva tan ricamente).
ResponderEliminarLuis, hay que inventar una funda impermeable. Al igual que el vástago de Juanma, el Mediterráneo acoge en su seno, mi nutrida agenda y mis SMS mas íntimos. Lo peor es que el sepelio se produjo en el puerto, entre fango, lodo, aceite de motor y saprófagos. Un final funesto para una vida tan esforzada.
ResponderEliminarA mí lo del bolsillo, del pantalón en mi caso nunca me ha fallado. Pero en cualquier caso el punto principal de mi comentario no es el cómo evitar perder el móvil de tan engorrosa forma sino de evitar perder su contenido. Nunca está de más hacer copias de seguridad de nuestra agenda de contactos y sms, si es que el móvil en cuestión nos lo permite.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios. Maria J. no veo lo que tiene de hortera llevar un móvil en el cinturón en lugar de en un bolsillo. En un momento dado lo llevaba en un bolsillo de la camisa pero luego me explicaron que el campo magnético del teléfono es potente y el corazón usa señales eléctricas generadas en el miocardo. Así que experimentos con gaseosa. Y estoy contigo, Juanma, el michelín incrementa la protección del móvil, es como un abriguito de tocino. También está de acuerdo contigo don José Luis: os diré a los dos que el entierro marítimo de esos teléfonos confería a las referidas pérdidas cierta categoría como el sepelio de algún marino ilustre, de algún vikingo famoso.
ResponderEliminarLo que Iñaqui nos recuerda es fácil y razonable y por lo tanto no lo haremos nunca por ese amor a lo complicado que nos caracteriza.
No te hagas ilusiones, Luiz, a tu mina de oro le faltarán pepitas: la mayor parte de los que ven caer su móvil a la taza lo recogen. Otra cosa es que funcionen. Siento decepcionarte...
¡Qué mal estamos chicos!
ResponderEliminarEstamos muy, pero que muy mal. ¿No?
Ladyfun
Buenos señores, sus temores han sido solucionado,(bueno por lo menos en japon). ya se inventaron algo muy interesante. aqui les dejo la fuente para opinen:
ResponderEliminarhttp://www.tecnoresumen.com/nota-completa.asp?idnota=433
Saludos y tranquilos pronto sus moviles seran salvados^^.