Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

jueves, 15 de septiembre de 2011

¿Culo o nalgas?

¿Qué ves? ¿Un culo, o dos nalgas?
En francés el culo es cul, y las nalgas fesses. Vale. Tras una larga reflexión constatamos que un culo normalmente se compone de dos nalgas y que existe una identidad lógica entre 1 culo y 2 nalgas.
Lo curioso es que tendemos en español a emplear el singular culo y los franceses a emplear el plural nalgas. En inglés también se emplea más el culo en singular como ass o bottom o butt, y a las nalgas las llaman buttoks, que suena como botox, y hace falta ser bestia.
¿Qué revela esa elección sobre nuestras mutuas idiosincrasias nacionales? ¿Es el culo más rotundo que las nalgas? Cuestiones profundísimas que me han impedido dormir desde hace días...
Una observación más: el motivo clásico "La Venus del Culo Bonito", se escribe en francés, Vénus Callipyge, para dar facilidades ortográficas. En Español hay que decir Venus Calípiga, apostando por la sencillez y la eufonía. Suena bien, "una chica calípiga". Pues no, resulta que hay insufribles pedantes que escriben "Venus Calipigia" que suena peor que fatal. Decimos Calixto y no Calijtio. Calijtio sólo lo dice Bono. Será que son pijios y no pijos...

1 comentario:

  1. Je, je... m'as pillao, tocayo...Je,je...

    ¡Las nalgas colega...las nalgas!¡No hay comparación!

    Para empezar son femeninas. Radicalmente femeninas. Hay que ser mucho más modelno que yo para evocar a un tío cuando pienso en ese vocablo.

    Luego, son dos. Como las tetas. O sea que tienen banquillo. Por si se lesiona una.

    Cuando estudiaba historia del arte, hace de eso casi un siglo, la figura de la Venus Calípiga, con aquel inmenso, inabarcable culo, me planteaba el problema clásico al que te conducen los paradigmas. Venus, lo que se dice Venus, no había más que una. Y a ella solo le faltaban dos partes, digamos secundarias, los brazos. Tenia una pelvis de matrona paridora de premio de natalidad franquista, pero aquellos hombros y el arranque de aquellos senos, intranquilizaban fatalmente las noches de cualquier adolecente que no fuese para modelno.

    ¡Mira tú que no habría nombres para designar aquella especie de manumento a la obesidad mórbida, de la tal Calípiga!

    ¡Pues nada...! Venus.

    Decididamente, los historiadores del arte de mis tiempos se parecían demasiado, lamentablemente, a los críticos de arte de hoy en día.

    ResponderEliminar