La lengua española es bastante lógica y diáfana pero contiene sus trampas. Por ejemplo, no es lo mismo matarse a polvos que hincharse a polvorones, ni es lo mismo abstenerse de roscón que no comerse un rosco.
Hay quien estudia las relaciones de vice-versa con recíprocamente. A mí. me interesan más otras tonterías como por ejemplo las relaciones entre hombre, hembra y hambre:
Un hombre con hambre de hembra busca una hembra con hambre de hombre.
Y lo de amar y comer algo tendrá que ver con el conocimiento, puesto que en la Biblia conocer a veces es sinónimo de echar un palito. Conocimiento es saber y en nuestro idioma el saber tiene dos acepciones: el sabor, y el conocimiento... Luego al final es lógico que el hambre y el amor coincidan: usamos la boca para alimentarnos y para amar. Hablando de amor, hay secuencias absurdas: prometido y comprometido: Un tío con prometida está comprometido. Una chica con prometido está comprometida.
Acotación de Marcelo: "No es lo mismo el ido que el Hado, y si me emborracho ni estoy lúcido ni quedo lucido".
Acotación de Edna:
No hay comentarios:
Publicar un comentario