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LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

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domingo, 28 de noviembre de 2010

El saqueo que viene

Después del latrocinio, viene el saqueo

Para sufrir el síndrome de Stendhal, no hace falta viajar a Florencia, basta con echar un vistazo a la Pedriza o a algunos rincones del Retiro, belleza en estado puro y duro.
España es una gran desconocida, como sabía bien Labordeta que se pasó tantos años pateando nuestro país con su mochila. Si os dais algún garbeo por la piel de toro, observaréis pronto que la España más vistosa, la más interesante desde cualquier punto de vista, suele haber sido descubierta por hombres de Dios que buscaban entre roquedales esa unión del Hombre con la Naturaleza que permite rendir pleitesía al Creador a través de su Creación. Hace unos días, y siguiendo el consejo de Paco Cantó -el tío que más sabe de Naturaleza en España, colaborador habitual del blog Desde la Sierra- gocé de la visión extraordinaria de la Ermita de San Frutos, sobre las Hoces del Duratón.

La Desamortización de Mendizábal
Hoy de San Frutos no queda gran cosa, apenas un esqueleto de lo que fuera en su día un importante priorato benedictino. Cuando se contempla el remanente de San Frutos, surge la pregunta: ¿fueron acaso estas ruinas producto de las incontables bestialidades perpetradas por las tropas de Napoleón? ¿Ardería San Frutos en el 34 o en el 36? Pues no. Siendo muchas las depredaciones sufridas por nuestro patrimonio durante la francesada -véase  un artículo estupendo de Arturo Colorado- o a consecuencia de nuestra demencia incivil, hay que reconocer que la mayor agresión experimentada por nuestras artes fue la Desamortización de Mendizábal que pretendió y consiguió salvar a los gobiernos isabelinos de la quiebra y sufragar los gastos de la guerra provocada por la sublevación carlista.
De aquella Desamortización vinieron tantas ruinas pintorescas; algunas joyas se salvaron, como el Monasterio de Piedra adquirido por el Sr. Muntadas, o se transformaron, como la Cartuja de Sevilla que pasó a ser de los Pickman. Otras fueron literalmente arrasadas. También hay que reconocer que le debemos a esa Desamortización -y a las siguientes- la constitución de los primeros museos provinciales, algunas piezas de primer orden de las colecciones públicas así como minuciosos inventarios. Pero al lado de ese lado positivo, ¡qué saqueo, señoras y señores!
Si algún día os preguntáis de donde salen la mayor parte de los zurbaranes, grecos y murillos que hay en Europa, o en colecciones privadas españolas, la respuesta la tenéis en los bienes desamortizados y siempre que documentas algún cuadro te encuentras el mismo rollo: que estaba colgado en la capilla o el refectorio del Monasterio de San Francisco Mirameba que en Sevilla tenían los Padres Somascos o la Orden Jerónima; que luego lo compró por 2000 reales el Sr. López en pública subasta; que se lo vendió por 3000 al Marqués de Palorreal -coleccionista, erudito y poeta cordobés. De allí pasó por herencia a su nieto el Conde de Bergalegre, famoso calavera que se fundió las fincas de la familia entre las cocottes de Paris; el cuadro acabó por tanto en manos de un usurero local, Monsieur Dumordisque, que se lo vendió al banquero y filántropo Judá Silverstein y ahora está colgado en el Silverstein Museum de Nueva York. Cuánto viajan los cuadros, entre pared y pared...
A los bienes culturales dispersos o aniquilados, unid la increíble destrucción de tesoros naturales; bosques enteros fueron carboneados o talados para mayor gloria de algún bolsillo ansioso de recuperar y multiplicar los reales invertidos.
Resumiendo, la Desamortización de Mendizábal sirvió a su propósito -salvar el Estado de la agresión carlista- pero sólo benefició a los usureros y a los ricos por su casa, es decir, la gran nobleza propietaria y la burguesía. Cuando os invite algún amigo a visitar su finca, preguntadle por su origen y seguro que acabáis abriendo algún viejo cartapacio donde os aguarda la respuesta: algo que era colectivo -de todos o de una Orden religiosa- se convirtió en propiedad de uno solo.

La nueva Desamortización
¿Por qué os hablo de la Desamortización de Mendizábal? Porque dado el grado de ruina en que nuestros Venerados Amos han dejados las cuentas públicas, en breve se subastará la Casa de Campo como solar o se venderá la fuente de la Cibeles que quedará chanchipiruli en Marbella, en el jardín de algún mafioso.
Nuestros dirigentes -por llamar de alguna forma a esas mentes eminentes, a esos genios inmarcesibles, a esos Dioses inaccesibles- han conseguido quebrar todas las cajas y secar todas las fuentes. No queda un euro, y como no se plantean en absoluto acabar con el Estado Autonómico que ha multiplicado por 17 la locura presupuestaria y no van a prescindir de uno solo de esos imprescindibles chupópteros que han vivido del país, no les queda otra que liquidar todo lo público, privatizar el agua, el aire, el sol y ponerle alcabalas al viento. Así, lo que era de todos, pasará a ser de unos pocos.

¿Cómo conseguir que lo de todos pase a ser de uno?
Para averiguarlo basta echar un vistazo a lo sucedido en aquellas naciones que disfrutaron del maravilloso régimen comunista. Primero, realizas una gran expropiación, para que lo de todos y lo de algunos pase a ser del Estado (colectivización). Luego te cargas el Estado y lo público pasa a ser de unos pocos (privatización). A veces no es necesario cargarse nada. Podríamos hablar de RUMASA, del escándalo de su expropiación y del escandalazo de su privatización. La broma le costó un billón de pesetas al erario público (de pesetas de los años ochenta).
Cargarse las arcas públicas, incluso el Estado enterito, es relativamente fácil, como saben bien los peronistas. Basta con gastar más de lo que ingresas. Mucho más. Puedes hacerlo por medio del latrocinio -modelo habitual- o bien por medio de gastos militares -sistema clásico europeo- o bien creándole al Estado obligaciones sin límite -por ejemplo con el sistema del PER o de las pensiones no contributivas (felipismo) o subvencionando coches eléctricos y energía eólica -esa política de nuestro Gran Inquisidor que ha llenado España de preciosos molinos que no tienen Quijote que los tumbe (sebastianismo). En nombre de la limitación de recursos naturales se agotan los recursos economicos llenando los bolsillos de las grandes corporaciones...
El resultado de esa política se llama déficit que es la palabra chic para expresar ruina.
Una vez arruinado lo que administrabas, ya puedes proceder a la liquidación final. Es decir, vender lo público, ceder lo colectivo, privatizarlo todo. Y, por cierto, ¿quién tiene dinero para comprar? Una pista: los mismos que se beneficiaron del gran latrocinio, ¿estarán forrados, no?

El modelo español: el Alcaldeuda y ZP
En España tenemos dos ejemplos característicos de ese modelo cataclísmico de gestión, tanto a nivel local como nacional, y de partidos distintos.
Ya sabéis a quién me refiero: a nivel local, el arquetipo es el  faraón del Ayuntamiento de Madrid, el ínclito Ruiztankhamón I el Rumboso, el Alcaldeuda que ha conseguido descapitalizar a la capital.
Símbolo e ilustración de su hábil y prudente política es el Palacio Megalón, en su día sede de Correos, desde cuya torre más alta puede contemplar el Alcaldeuda las dimensiones de su admirable gestión. Qué bonita perspectiva, la de otear una por una cada casa de Madrid y pensar que el gallarpufo supera los 2.200 euros por madrileño, o sea, unos nueve mil euros por familia...
Se han fundido cien mil millones de las antiguas pesetas, es decir, 600 millones de euros de vellón para darle a Ruiz-el-Gastón la modesta choza que convenía a su Profunda Dignidad. Yo no sé cómo es posible derrochar tanto dinero: ¿han usado oro macizo para los grifos? La pintura de las paredes ¿viene firmada por Barceló?
A nivel nacional, tenemos el caso de ZP.
Heredó de Aznar una caja rebosante y la ha saqueado, vaciado, dilapidado. Como su paranoia anticatólica va agravándose con el tiempo supongo que el próximo paso será convertir el Valle de los Caídos en parque temático -la Disney puede aportar un dinerito y montar un Túnel del Terror con los huesos del Invicto-  subastar en Sotheby's el Museo del Prado, siguiendo el modelo cubano, o perfeccionar su política panislamista vendiendo a los potentados del Golfo nuestras iglesias, parroquias y cementerios para que monten unas mezquitas en condiciones. Confesad que para celebrar dignamente los 1300 años de Islam en España, sería una fórmula original, que el petróleo está carísimo y por fin alcanzaríamos la Fusión de las Civilizaciones, que no una mera Alianza. ¡Todos a la Meca! Ya me imagino a la Pajín con su burka, monísima, oye.
La capacidad de los socialistas para llevar un país al garete no llama la atención, es casi una condición natural del socialismo. Lo que resulta más chocante es que el PP que pretende ganar unas elecciones a estos chiflados haya conseguido que las dos capitales más endeudadas de España, Madrid y Valencia, sean precisamente las que gobierna el PP. ¡Toma coherencia! ¡Chúpate esa ejemplaridad! Y eso os explica también algunas de las claves de la fusión entre sus respectivas cajas de ahorro a las que tratarán, supongo de saquear en el más breve plazo para pagar los megapufos acumulados.
En conclusión, os recomiendo a todos que aprovechéis que hoy, a pesar del frío siberiano, brilla el sol; daros un paseíto por el Retiro, que en breve pasará a ser solar de la lujosa Urbanización Gran Retiro donde tendrán sus villas y fabulosas mansiones los jeques y potentados que por fin podrán disfrutar de las motos acuáticas en el Estanque. Disfrutemos de lo que todavía es nuestro mientras podamos. Incluso del Palacio Megalón, que verás que al final, y con lo que ha costado, se lo comprará por cuatro duros Florentino Pérez para celebrar en la Cibeles misma los triunfos del Madrid. Como decía aquel reloj, ¡tiempo al tiempo!