Vuelvo a ocuparme de mi blog

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LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

domingo, 24 de enero de 2010

El churro alegre


La mayor amenaza sobre España pudiera ser el aburrimiento.

Si alguna vez llegara a tener un duro -posibilidad puramente matemática que Alá nunca ha contemplado- montaría un pedazo de bar/cafetería y la llamaría El Churro Alegre. Sería una cafetería estupenda y sin borrachos, que son muy pesados, oiga; y no me armes bronca, Manolo, o te pongo de patitas en la calle.
Por la mañana serviría calentitos, como llaman a los churros en Sevilla, y porras, y bollos y madalenas que para qué te quiero contar, y océanos de café con leche, café bombón, carajillo y todo lo que haga falta para la felicidad humana; y mis pinchos, como en Donosti, pinchos enormes, de atún, de tortilla, de bacalao, pimientos, panceta y longaniza, ¡pero sin etarra, eh!, y hasta mi cazuelita de chorizos náufragos en un aceite milenario,  como dice Gastón Segura. El aire carecería de oxígeno -elemento muy aburrido que no sirve para nada- así que la atmósfera ambiental consistiría en una mezcla de morcilla sublimada, residuos de mil fritangas, aroma a café y todas las variantes de humo posibles, desde el Faria al Partagás pasando por el Malboro y los Ducados.
Sería el hogar de todos los desarrapados hijos de la gleba, todos los escritores frustrados, todos los fracasados de la vida, que irían a lamerse las heridas del ego a mi cafetería y a soñar... En El Churro Alegre el bedel sueña que es ministro y el pelmazo se imagina que sabe contar chistes...
Sería un bar de verdad en el que poder decir cualquier barbaridad, tosiendo humo, los tíos poniéndose el uniforme machista, hablando mal de las mujeres -“la mejor, colgá”- y subrayando los encantos de ese bombón que nos gusta tanto y -como es lógico, justo y razonable- no nos hace ni caso; las señoras dedicándose a despellejar y poniendo a caldo a sus novios y a sus maridos, ¡y disfrutando de lo lindo, y poniéndose moradas de setas a la plancha y tortilla de jamón! Y habría mucho ruido; no me refiero a las voces y berridos de los horteras sino a ese runrún de españoles hablando alto, que es como se habla en España de toda la vida de Dios y por eso tenemos magníficos cantantes...
Y no habría hilo musical -¡sufre esgae!- sólo una pantalla gigante para los momentos importantes y trascendentales de la vida: un Madrid-Barsa, la final de la Champions y tal.
Qué maravilla poder arreglar el país durante unos minutos degustando un cafetín bien cargado, o una copa coñá, insultar al gobierno y a la oposición, ofrecer a nuestros contertulios soluciones evidentes para la crisis que los grandes expertos mundiales no han sabido ver -omnisciente que es uno- y regodearse pensando que los que mandan son unos descerebrados, perversos y que huelen a pis... El pensamiento de que todos son idiotas, luego yo debo ser listísimo, no sé si es muy maduro, pero consuela cantidad.
Y también tendría a un Cipriano o a una Venancia vendiendo puros, cigarrillos, chicles, sellos, memorias ubs, y productos femeninos para las señoras que se olvidaron de la visita del Nuncio; lo que haga falta para la vida moderna, que en El Churro Alegre no tenemos prejuicios.
Y no te quiero decir los campeonatos de mus ni las locas partidas de dominó con viejos pellejos; todo el barrio me traería a sus abuelos en lugar de tenerlos encerrados acumulando horas y perdiendo el tiempo; y estarían encantados allí, fumando como bestias y con su copita de Campari; y caerían fulminados, felices e intoxicados entre dos sillas. Una buena muerte, si señor, y no las tristezas residenciales ni las torturas hospitalarias. Hasta los adoptaría legalmente. Si dos señores pueden adoptar niños, y suponemos que los tratarán bien ¿por qué una cafetería no va a poder adoptar a un viejo, eh? Y digo viejo, que no mayor, porque en El Churro Alegre, un cartel en la puerta pondría en letras bien gordas “Prohibidos los cursis y el hablar correcto” y los ciegos no serían invidentes, ni los gordos gruesos ni los negros de color...
¡Y qué baños tendría! ¡Como los chorros del oro!
Pero sé que mi sueño no se va a cumplir y que no se trata más que de melancolía por un pasado imaginado más que recordado. Sé que los sicóticos de la Administración, esos que fingen que curran a base de molestar, conseguirían al final tocarme las narices: el inspector de sanidad, el de alimentos hidrogenados, el de la inquisición antitabaco y el observador de libertades liofilizadas. Me pondrían multas y acabarían clausurando el chiringuito, en el supuesto de que me permitieran abrirlo, que lo dudo.
En verdad en verdad os digo, que el mayor problema de España no es el paro, ni el terrorismo, ni la corrupción, ni la desintegración territorial ni todo eso que aparece en la Prensa según las modas; el mayor problema es que nos estamos convirtiendo en un país aburrido. Y eso sí que es grave.
Luis Español Bouché

13 comentarios:

  1. Si necesitas camareros, cuenta conmigo. Me interesan la propinas.

    Saludos

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  2. ¿Entre el humo, él de grifa? -producto señero del protectorado lamentado.

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  3. Yo quiero ir a este bar... Hazlo, por favor!!!

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  4. Y ¿por qué no "la porra contenta"? ¿No te parece una discriminación machista prestigiar al churro frente a la porra? Como te lea la miembra de la Aído no abres el bareto por mucha pasta que tengas...

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  5. ¿Aburrido dices?

    ¡¡¡¡UN AUTÉNTICO COÑAZO!!!!


    ¿ Dónde hay que firmar ?

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  6. ¡Cuanto comentario, cuánta animación! Juanma tiene razón, para que no protesten las feministas, lo llamaremos "La Tortilla Alegre". ¿O se dará alguien por aludido?

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  7. yo sería una de tus clientes más asiduas!! jeje! besitos, guio

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  8. ¡Mencanta la idea! ¿Hay sitio pa funcionarias sufrientes de mobbing escaqueándose para fumar?
    Muá!!! Supongo que también podrían entrar perritas, ¿no? Yo tengo una bien mona.

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  9. me apunto a palanganera, con propina!

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  10. A ver si esta vez me deja poner algo, que en el anterior post, con lo que me curré mi comentario, "rien de rien"...

    Que digo yo que a ese bar tuyo de tu fantasía y propiedad le faltaría algo: el poster de la selección española de fútbol de los de cuando salía Arkonada en la portería.

    Bueno, era una sugerencia nada más. Pero entre grasa en los azulejos de las paredes, colillas y cabezas de gamba por el suelo, servilletas arrugadas en los ceniceros, haciendo compañía a las tropecientas colillas que, prensadas, se acumulan en cada uno de ellos y los rodalitos de cerveza que dejan los vasos al calentarse, llenos de la sabrosa agüita dorada, sobre las mesas, ese poster quedaría aaaaaaaaaaastupendo.

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  11. Ah, no, no, nooooo. No confundamos la idiosincrasia y la mugre. El bar limpio y como lo shoro del oro. ¿En tabía no lo hemos inaugurado y ya me lo quieres potrar? ¡Por ahí no paso! Me comenta uno que sabe que en cambio tendré que renunciar a Cipriano y Gumersinda, que hoy día el personal se llama Washington José y Jennifer Sacramento

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  12. Odio los churros!...eso es lo que anda mal en este país...Un abrazo.

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  13. Sugerencia: ¿Y poner alguna habitación para los ratillos siesteros? Mira que puedes llegar a conseguir un paradigma de la España verdadera, la de la economía sumergida y las secretarías sufrientes de mobbing; esa España que no vé el gobierno y sin embargo llevamos todos dentro. ¡que ganas tengo de jubilarme y que me adopten en la churroporra jubilosa!

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