Vuelvo a ocuparme de mi blog

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LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

martes, 11 de septiembre de 2012

¡Gordos sí, Gordillo no!



Como gordo de verdad y auténtico, miembro de una ilustre prosapia de personalidades orondas, club de santos esféricos como Tomás de Aquino, sembrado de reyes amables y bovinos como Eduardo VII, florilegio de escritores redondos como Chesterton y de alegres fortachones como Obélix, debo protestar y protesto por el descrédito que lanza sobre nuestra comunidad un tal Gordillo.

Los gordos no robamos carritos de supermercado, ni amenazamos cajeras, al contrario, traemos regalos, como hace Papá Noel.
El tal Gordillo en el fondo es un envidioso que quiere ponerse morado gratis para sustraerse a su ridícula condición de proyecto de lorza que sueña con devenir en michelín, de quiero y no puedo acomplejado, que prefiere ascender por las malas a la buena e inapelable categoría de gordo y a la sublime dignidad de gordísimo.
¡Pues no! ¡Los gordos somos gente honrada! Una tripa honesta, una barriga cervecera, un abdomen dilatado son el fruto de una férrea voluntad al servicio de las más nobles ambiciones. Lo nuestro no es el esprint sino el maratón, el trabajo bien hecho del comedor de fondo que no cifra su éxito en inútiles carrerillas. Cada gramo de más representa muchos euros de menos, muchas cenas heroicas, mucho rebañar el plato y servirse dos y hasta tres veces. ¡Nuestro dinero nos ha costado!  Los gordos, lo único que saqueamos es la nevera, ¡la nuestra!
Y no nos hemos refugiado en la cobarde complicidad de quienes aplauden el delito, al contrario, el gordo para serlo de verdad y en aras de la autenticidad de su vocación -que viene de boca- ha tenido que vencer muchos sarcasmos lanzados por delgados miserables de mira estrecha y neurona angosta. No es fácil ser gordo entre alfeñiques, el gordo es por definición un mártir y un héroe.
El hombre conquistó el espacio por primera vez con la mongolfiera, la elegante globalización del sueño de Ícaro, un artefacto que era un poema a la redondez, astro artificial nacido para alcanzar el espacio más allá de las nubes. Los aviones, a medida que se alargó su fuselaje, se convirtieron en armas de guerra que degeneraron en cohetes, aviones no tripulados, inhumanos por definición, al servicio del terror nuclear.
La Naturaleza ama la curva y aborrece la línea recta, que sólo tiene algún sentido en los fríos minerales. El amor físico rehúye del ángulo y busca entornos circulares: ¡la manzana siempre derrotará al pimiento frito! Los gordos somos ecológicos, y a quienes nos acusen de abusar del entorno y de agotar los recursos naturales les contestaremos que la esfera presenta el mayor volumen por la menor superficie, estamos muy concentrados: somos la definición misma de la sostenibilidad ponderal, hombres y mujeres de peso, inmortalizados por Rubens y Botero. Así que desde lo más profundo de mi veteado ser, gritaré siempre: ¡Gordos sí, Gordillo no!

1 comentario:

  1. En tu ajustada (con perdón) y ecuánime glosa de la redondez te ha faltado un toque, ya fuese este levísimo, a ese prodigio de fuerza oronda con peinado a lo Caballé y taparrabos de cemento pretensado que son los "Sumolaris".

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