Ni Héctor ni Aquiles ni Sigfrido ni Superman. Los verdaderos héroes son los papás y las mamás. Ayer decía la tele que el tapón de regreso de Valencia a París superaba los ochocientos kiómetros. Cientos de kilómetros de carretera para luego instalarse -a precios apenas confesables- en apartamentos u hoteles que les clavan a martillazo limpio... Eso sí, el agua caliente se acaba y la tele no funciona.
Luego van a la playa, y tienen que dejar el coche a dos kilómetros porque no hay una sola plaza de aparcamiento libre cerca de la orilla. Para entretenerse van cargados con toallas, juguetes varios, la merienda, los potingues de sol, la sombrilla... Y todo para llevar a sus pequeños monstruos a la playa. El único consuelo es que los peques lo pasan de miedo haciendo el bestia y tratando de ahogarse. Y me digo que mucha gente es lo siguiente a cojonuda, que si tuvieran algún líder se comerían el mundo...
Luego van a la playa, y tienen que dejar el coche a dos kilómetros porque no hay una sola plaza de aparcamiento libre cerca de la orilla. Para entretenerse van cargados con toallas, juguetes varios, la merienda, los potingues de sol, la sombrilla... Y todo para llevar a sus pequeños monstruos a la playa. El único consuelo es que los peques lo pasan de miedo haciendo el bestia y tratando de ahogarse. Y me digo que mucha gente es lo siguiente a cojonuda, que si tuvieran algún líder se comerían el mundo...
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