Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

martes, 8 de julio de 2014

Niños al natural

Cuadro 1
Haciendo la cola en el Día; premonición de un drama: un pequeñín que no creo que tenga ni dos años está jugando con un camioncito que el muy tunante ha sacado de unas cajas con juguetes que están justo al lado de la caja. Su madre no se da cuenta, está pasando unas diez toneladas de productos variados por la caja... Veo al enano de cuclillas delante de su camión, absolutamente feliz, disfrutando a lo bestia y pienso, naturalmente, que pronto llegará la Realidad en forma de Mamá y me huelo que la cosa acabará fatal. Mamá, por fin, acaba de pagar los tres trillones de euros que le habrá costado la compra y se vuelve para ver el niño. El niño quiere llevarse el camión, pero Mamá no quiere ceder.
Lágrimas. Sollozos. El niño sólo sabe decir una palabra: "Camióoon". La desesperación del niño es profunda, y auténtica. No está fingiendo. Para él, en ese momento sólo existe ese estupendo camioncito colorado... ¿Cómo es que Mamá no lo entiende?
La cajera, una sudamericana adorable se nota que lamenta la situación. En la cola estamos todos hundidos en la miseria, oyendo al niño llorar "Camióooon". Sabemos todos que Mamá tiene razón, que no hay que malcriar el niño, que hay que decirles que no desde que son pequeños, pero.... ¡noto que soy un débil! Saliendo del Día adelanto a la Mamá con su carro hasta arriba. El niño sigue llorando. Más despacio. Oigo que todavía murmura "Camión"...

Cuadro 2
No creo que exista nada más entretenido que observar a los peques dentro de los carritos del supermercado. Están los que se sientan con las piernas extendidas en el fondo, según suben desde el aparcamiento, los que pasan de los hombres de Papá a la cesta superior del carrito; los que se ponen de pie dentro del carro... Los supermercados están llenos de cosas interesantes, con colores muy atractivos y ves unas manitas pequeñas que lo quieren coger todo, llevárselo todo a la boca.
Los niños te enseñan a relativizar, ven el lado divertido de las cosas...
Naturalmente los adultos escriben artículos sobre los peligros que suponen para los niños los carritos de supermercado. Es lo que nos pasa a los adultos. Sólo vemos el lado horroroso de las cosas. Porque quizá, la realidad es horrorosa (ver aquí).

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