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LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

viernes, 5 de febrero de 2010

El Parque de los Verdugos

La fama y memoria públicas parecen función de la sangre derramada.

Los de la Memoria Histórica están quitando un montón de estatuas del Invicto, y digo yo ¿qué harán con ellas? Tampoco es plan coleccionarlas: una estatua ecuestre del Caudillo puede pesar sus cinco toneladas y no hay álbum de sellos donde colocarla, así que con mi habitual generosidad brindo al Ayuntamiento la idea de aprovechar estos tiempos de bonanza económica para poner en pie un Parque de los Verdugos. Así, a las estatuas del Generalísimo les sumaremos las de Negrín y Largo Caballero, Iñaki de Rentería, Fernando VII o los “reyes” carlistas; también podemos pedirle a Bibiana Aido que pose con algún protobebé disecado. Y es que en semejante Parque, jóvenes y menos jóvenes aprenderían historia por ósmosis en medio de la galería de monstruos que constituyen la flor y nata de nuestro glorioso pasado, brillante presente e inmarcesible futuro. No me digáis que no sería conmovedor ver a las parejitas comerse a besos a la benigna sombra del Cura Santa Cruz o del General Queipo de Llano, perderse por el paseo de Margarita Nelken o disfrutar de una horchata en el Quiosco Fernando VII.
¿Y qué me decís de nuestros dulces reyes medievales? Fijaros sólo en los Ramiros segundos, el afectuoso Ramiro leonés que sacó los ojos a su hermano y a sus primos o el otro Ramiro, el aragonés, el de la Campana de Huesca... Ya imagino la Rosaleda de los Ramiros, la que desemboca sobre el Parterre del rey don Pedro... En ese Parque nuestros niños aprenderán que matar españoles siempre ha constituido un noble deporte amén de un próspero negocio que aporta toda suerte de réditos, y es que España recuerda con verdadero cariño a sus verdugos. No entender esa verdad es negarse a aceptar la dramática evidencia de nuestro discurrir histórico. La iniciación de todas nuestras figuras nacionales empieza con un holocausto, y el hispanicidio es una condición sine qua non para alcanzar la fama. No busquéis en Madrid estatuas en memoria de hombres de cultura y de paz como Julián Juderías, Julián Marías o Jiménez Fraud. No las encontraréis; por algo será: la inteligencia es sospechosa y la bondad repulsiva.

En nuestro parque tendremos la Avenida del Facherío, que ha hecho sobrados méritos. Y no hace falta memoria zapatera: Franco y su pandilla mataron españoles a patadas, usaron unidades de élite para liberarnos y desde el primer momento de sublevación, iniciaron una larguísima represión que incluyó miles de fusilamientos y la muerte en prisión por enfermedad de otros tantos miles de prisioneros (entre otros Besteiro y Miguel Hernández)

Naturalmente, nuestra parque tiene que ofrecer una Glorieta del Rojerío. A Largo Caballero, presidente del Gobierno cuando la matanza de Paracuellos, le pusimos en Madrid calle y estatua, igualito que a Prieto, que tuvo su papel en la cruenta sublevación de Asturias que tanto daño hizo a la II República. Pues trasladamos las estatuas de ambos a nuestro Parque, y en paz. Bajo el gobierno de Negrín, fue exterminado el POUM y secuestrado ¡en la cárcel! y más tarde asesinado, Andrés Nin. ¿Cómo es que Negrín no tiene todavía estatua? ¿Eh? ¡Hay que fundirla ya mismo! En cuanto a la ya referida Nelken, ángel exterminador de la retaguardia, tan amiga de Fernando Condés, uno de los asesinos de Calvo Sotelo, nadie podrá negarle el mérito de haber abogado por el exterminio de las mujeres de derechas, en un alarde de feminismo.

Imprescindibles, los Jardines de la Boina Roja, en honor de los pretendientes carlistas que asolaron España en distintas ocasiones en nombre de la Santa Tradición, tradición auténtica, podríamos añadir, ya que nada más tradicional para nuestros verdugos, que andar decorando árboles con ahorcados y tapias con fusilados. Si existe el Árbol del Pan, y el Árbol del Queso, seguramente existirá un Árbol de la Boina, con las raíces hundidas en la Ignorancia y los frutos teñidos en sangre...

Y no le negaremos a los hermanos Bonaparte un estanque al menos tan grande como el del Retiro. Considerad su admirable matanza de españoles... ¿Cómo quedó España tras la guerra de Independencia? Poca coba le dio Vallejo Nájera en su libro a ese José I que dejó España asolada -llegó a perder la décima parte de su población - pero se acordó de rapiñar las joyas de la Corona.

El monumento al Hijoputarri es inevitable; ETA ha hecho suficientes méritos para ello. Matar 828 españoles puntúa, aunque no sea gran cosa comparado con los grandes hispanicidas de nuestras guerras, pero bueno, hay que reconocerles a los etarras cierto mérito mediático: en lugar de matarlos de golpe lo hicieron poco a poco, para molestar durante más tiempo.

Un jardín de bonsáis recordará la labor de los abortistas que se han cargado un millón y pico de españoles por nacer en los últimos treinta años. El bonsai es también una criatura a la que no dejan desarrollarse sino que por medio de sabias torturas y refinados tormentos es reducido al estado de arbusto ornamental. Sin duda algún día esos menguelcitos de quirófano tendrán su monumento en nuestro Parque y les tributaremos generosos homenajes.

La fórmula de Mirameba

Iba a concluir con la siguientes líneas: ¡Honor a nuestros amos! Que nuestra sangre, vertida en abundancia proclame bien alto su perenne gloria; con razón nos recordaba el otro día Bin Laden: “Quien bien Osama os sabrá matar”.  Sin embargo me he dado cuenta del gran escollo que amenaza la flotabilidad de mi proyecto, y es que todavía no sé cuántos españoles hay que matar para pasar de asesino corriente a padre de la patria: ¿cuántos muertos vale una calle? ¿y una estatua? Se lo consulté a Mirameba, en el Ateneo, y me dijo que él ya había resuelto el problema, que lo que hay que combinar son el número de víctimas, con el número de páginas de Google y los litros de sangre derramados. Su ecuación ha recibido el nombre vulgar de Mirameba's Equation of Mass Killer Celebrities, y no la reproduzco porque entran en ella gradientes de vectores deslizantes y tensores diferenciales...
Mi consocio me reprocha centrarme en el caso español y me dice que Parques de Verdugos tienen que tenerlos todos los países, que en todas partes cuecen habas o empalan gente, según la época, que me fije en mi otra patria francesa, la de calles que tienen reyes homicidas, o los méritos de los revolucionarios de 1793; que al lado de la matanza de Vendée, nuestras guerras civiles fueron una gamba a la plancha y concluyó, arreándome un par de collejas, que haría mejor en fijarme en los defectos de los demás antes que en los propios: "Parece mentira, don Luis, Vd. precisamente Vd. consolidando nuestra Leyenda Negra. Qué pasa, Vlad el empalador, ¿acaso era español?"
¡Qué duda! ¿Tendrá razón Mirameba? ¿Serán la escabechina y la sangría especialidades internacionales de los líderes y no sólo una circunstancia más de nuestra idiosincrasia?
Tenemos que llevar a cabo algún experimento. Esta mañana he afilado mi hacha, pensando en mis amigos, todos esos queridos compañeros que van a sacrificarse para consolidar mi fama: quedamos en la puerta del Retiro a las doce.
Luis Español Bouché

11 comentarios:

  1. DON LUIS ES MI AMIGO Y PODRÍA RESULTAR SOSPECHOSO MI COMENTARIO .... PERO !QUÉ CARAY ...! SE LO MERECE ....AUNQUE SEA PÚBLICO...
    QUERIDO LUIS, TE SUPERAS EN CADA UNO DE TUS ESCRITOS Y MI CAPACIDAD SORPRESIVA NO TIENE LÍMITES.
    MUY BUENO TU ARTÍCULO ..... NO SE ME OCURRE MÁS QUE UNA FRASE: "LEÑA AL MONO..."

    MARIO RUIZ GUTIÉRREZ

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  2. Derroche de fina ironía, como siempre. Enhorabuena Luis.

    He borrado el resto de mi comentario porque tal vez hubiese sido malentendido (no por ti que me conoces de sobra) y es lo último que pretendo, y menos en tu casa-blog. Así que ya te comentaré algunos matices ante nuestro próximo té.

    Un abrazo.

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  3. Y es que hay una vena, ¡qué digo vena: venero!, se sangre anárquica en todo Español, Luis o Paco.

    Los gobernantes que en el mundo han sido, por eso mismo, por ser gobernantes, fueron terribles y aniquiladores. Gobernar es eso: orientar hacia el bien y reprimir el mal, aunque a veces se va la mano. De ahí el origen inevitablemente divino del poder.

    La cuestión es, pues, determinar a quien se le fue la mano, y a quien no.

    Guillermo I de Inglaterra, Clodoveo de Francia, Sila, Enrique VIII de Inglaterra, Pedro el Grande de Rusia, Felipe II de España, Abraham Lincoln, grandes gobernantes que, si se dan más datos, también podrían incluirse en un "Parque de los Monstruos", con nootable injusticia.

    Saludos a todos

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  4. sí, sí, afila el hacha pero para descabezarte a tí mismo. La caridad bien entendida empieza por uno mismo o como dicen los gabachos, ese pueblo degenerado y libertino por cuyas venas corre demasiado semen espumoso y muy poca sangre romana y así les va, con lo tiernos que eran esos romanos, pues como dicen en Francia, prosigo, "on n´est jamais si bien servi que par soi-même". O sea que una poda onanista y el mundo irá más ligero. Pues son muchos los intelectuales que han tenido méritos para estar en ese parque famoso, con sus manos pulcras como Michael Corleone pero el verbo incendiario arrastrando a las masas a degollar al vecino. Y siempre en la retaguardia, protegidos por su sillón de orejas catedrático y mefistofélico.Con este gesto altruista y consecuente figurarías en varios parterres a la vez: el de los verdugos, el de las víctimas, el de los héroes de la patria... y todas las adolescentes románticas y candidatas al suicidio se abrazarían rendidas a tus piernas de bronce y depositarían poemitas encendidos en tus recovecos, junto a los excrementos de las palomas.
    Eso sí, tendrás que pensar donde te metes la moneda para Caronte, a falta de boca y de cabeza.
    Yo siempre he dudado del que no se mancha las manos y no sabe ni arreglar un enchufe. Cuatro lecturas, un par de borradores, mucha labia y a despotricar. ¡Animalejos de tertulia!
    Si van a tener razón Goebbels y su revólver.
    ¡A la guillotina con ellos, a la guillotina!Nos vemos en el averno.

    L´Abbé Culcinglé, jacobino.

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  5. Mira Culcinglé, que te lo tengo dicho: ¡no esnifes callos con garbanzos! ¡No te inyectes salfumán en vena! ¡No uses ese martillo neumático como consolador! Que esas cosas suelen sentar mal, y dejan secuelas (¿se cuela o no se cuela el euro de Caronte? ¿Y por dónde?) En honor de tu sillón de orejas te diría prick up your ears, que no necesita traducción. Ya me gustaría, ya, poder decir que mi alma y mi circunstancia somos de bronce, pero los años pesan y a veces mi circunstancia no está por la labor, pero claro, con esas adolescentes amarradas a las piernas, a lo mejor se anima.
    Tienes toda la razón, dejemos de lado las palabras, words, words, words hay que pasar a la acción, querido Príncipe de Dinamarca, así que te he puesto el primero en la lista para asentar mi fama. El virtuoso Robespierre nos mostró el camino para curar la cefalea: aspirina no, guillotina sí.
    Por cierto, me has inspirado: ¿es el euro de Caronte el origen de la SGAE? ¿No estaríamos ante el primer canon de la Historia?

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  6. Así las opiniones, más truculentas que las de Tristram, no obstante detrás de no tan túpido velo intuimos una vida cuando menos shandeana.
    Charlie

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  7. Tras amplio estudio etimológico de la palabra anónima Culcinglé, vemos que existen dos escuelas de pensamiento-. A)proviene del francés mon-cul-avec-ton-ingle, expresión usada para definir a los bujarras desde lo de la Bastilla. B)es una evolución degenerada del ejpañol Colteinglé,lugar de consumo masivo de todas las bobochorradas que se le ocurrían a los publicistas (preferentemente de la Jaume Vera). Y un último apunte, señor ejpañol bouché: ¿DONDE ME HA DEJADO USTED AL ÍNCLITO SANTIAGO pelucas CARRILLO? ¿NO HA HECHO SUFICIENTE POR LA PATRIA (no hablo de la española precisamente) PARA ESTAR EN SU PARQUE? EIN? Leanse al respecto las memorias de Valentín Gonzalez "el campesino" al respecto. Y que conste que estoy de acuerdo con lo que pone de la dictadura: otro desastre.

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  8. El Sr. Carrillo no ha sido condenado por ningún tribunal. Si Vd. u otros piensan que el Sr. Carrillo es culpable de algo, le recomiendo vivamente que acuda a los tribunales de justicia; y si no se fía de los jueces españoles, pensando (no sin razón) que están politizados hasta la náusea, acuda a los extranjeros. Podría recomendarle un par de abogados que, contra minuta sabrosa, le llevarían el asunto estupendamente. Dedico una entrada al asunto en el apartado "El verdadero escándalo de Paracuellos". Muchas gracias por su atención.

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  9. Hombre, el anónimo de antes tiene razón ¿cual de los prohombres que citas ha sido juzgado por los tribunales?. Es más: la justicia en este mundo no existe y en el otro no está comprobada. Y la Historia la escribe el que corta el bacalao, según en cada momento. No es que suscriba lo que dice, pero acudir un tribunal aquí no serviría de nada, y en el extranjero (afortunadamente) no abundan los Garzones. ¿te imaginas a un juez camboyano abriéndole un juicio Largo Caballero o a Franco, por ejemplo?.

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  10. No se puede juzgar a los muertos, pero Carillo sigue vivo.
    Recuerdo la gran labor de Violeta Friedman en el caso Degrelle. Ella era una modesta pensionista, y consiguió que le hicieran caso los grandes grupos.
    El problema es que la gente que está dispuesta a decir pestes de Carrillo se limita a mandar emilios, poner comentarios, o incluso publicar artículos en prensa... Si tienen elementos reales, ¿por qué no acuden a la justicia? Algunos lo hicieron, ciertamente, pero se encontraron con determinadas barreras legales, como prescripciones de delitos según las leyes de entonces, que hoy se consideran inprescriptibles;o se equivocaron en su planteamiento...
    Desde que España y otras nacionaes suscribieron los tratados internacionales que permitieron a los jueces de la Audiencia Nacional (y a otros magistrados) actuar fuera de España, ¿por qué no acudir a los tribunales de fuera, si los de aquí no merecen confianza? No es más que una idea...
    El problema es que quien quiere y puede hacer algo, quien tiene la legitimación, no hace nada. Y esos medios que tanto se llenan la boca con "Carrillo asesino" no sueltan un duro... Mira, sin duda tienes razón y la Justicia desamparará una vez más a los acusadores de Carrillo (ya lo hizo en otras ocasiones) pero si tu padre o tu tío estuviera en una fosa de Paracuellos, y tuvieras los medios de sostener una acción judicial y de enfrentarte a las consecuencias de una demanda fallida -indemnizaciones, etc.- , ¿acaso no lo intentarías una y otra vez?
    Igual que si a tu padre lo hubieran fusilado los de Franco, ¿acaso no pretenderías que le hicieran justicia, por inútil que parezca?

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  11. El problema es que cuando esto último se intenta, aunque sea mal, torpemente, pero bien intencionado y con un tema de fondo de necesitada justicia, veáse reconocimiento cuanto menos de que la represión franquista debe ser considerada como crimen de lesa humanidad, los poderes fácticos, los genuinos, los de siempre, los que Buñuel Lorca y Dalí llamaban "putrefactos", se enconan, hacen bloque y dinamitan la justicia, en la que probablemente no creen. Los de siempre contra lo que perjudica sus intereses, su prestigio o su honor. Gran ruido, grandes medios a su alcance y recusamos a un juez cuando no nos convienen no ya su sentencia sino en este caso sus intenciones.
    Garzón, criticable por muchos motivos, es en este caso la imagen del valor que se le da aquí a la justicia. Me da igual el color de lo que origine este follón. Es tan sólo que las cosas en este país no cambian tanto. Que los que reescribieron la historia para comerse el pastel duarnte decenios y cimentar su gloria de cruzados, no se resignan a perder. Y les importa un pepino el padecer de los otros, siempre y cuando el que yace anónimamente en la cuneta no sea de los suyos.
    Si hasta Chile y Alemania nos dan sopas con honda en estos temas.
    El jacobino.

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