La capacidad de autoengaño es ilimitada y el espíritu crítico es de todos los fantasmas el que menos se aparece. No te digo ya el espíritu autocrítico que sólo llega a verse una vez cada diez siglos. ¿Autoqué? Todos somos curiosas Pandoras, y nos encanta abrir la gran caja de las ideas sin pensar que podemos equivocarnos.
Errores mortales
Leo hoy la triste noticia de que una señora que dio la tabarra en defensa del parto natural en casa ha muerto en su casa durante el alumbramiento de su última hija. La mujer estaba convencida de las virtudes del parto natural, es decir, sin las ventajas de la medicina moderna. Ahora ya no existe como no sea en la Gloria... Su recién nacida niña viene al mundo sin madre, que es una forma muy jodida de empezar la vida, y sus hermanas mayores se han quedado sin ese planeta cálido y tierno que llamamos Mamá. Nacer es un trauma de mucho cuidado: te sacan de un lugar calentito y lo primero que notas es el frío. A veces te dan una palmada en el culo para ayudarte a respirar.
O sea, que lo del lacrimarum valle no es ningún cuento, que es la pura verdad: a este mundo vienes a llorar... No quiero ni imaginar el lío que debe tener en su cabecita esa niña recién nacida que oía, día tras día, latir el corazón de su madre, que reconocía su voz, y ya no va a oírla, nunca más. Nunca. Vete tú a saber cómo se combina esa información tremenda en ese infantil cerebro...
O sea, que lo del lacrimarum valle no es ningún cuento, que es la pura verdad: a este mundo vienes a llorar... No quiero ni imaginar el lío que debe tener en su cabecita esa niña recién nacida que oía, día tras día, latir el corazón de su madre, que reconocía su voz, y ya no va a oírla, nunca más. Nunca. Vete tú a saber cómo se combina esa información tremenda en ese infantil cerebro...
Bueno, por lo menos la han dejado nacer. La ONU y sus satánicas agencias llevan años promoviendo el aborto y hay niños a los que han asesinado antes de que tuvieran un corazón latiendo, antes de que despertara su cerebro, durante el sueño embrionario, la obscuridad misteriosa de nuestro origen...
Ilusiones y pensamiento mágico
Autoengañarse es fácil, demasiado fácil. Los testigos de Jehová creen que las transfusiones de sangre son malas y dejan morir a sus hijos desangrados. Los chinos pitopáusicos piensan que las lágrimas de Manatí o los cuernos de rinoceronte son afrodisiacos, así que han estado a punto de exterminar a los rinocerontes o los manatíes. Las señoras que piensan que un embrión no es humano dejan que corten a cachos a sus propios hijos y ni se dan cuenta... Conozco a muchos que se autoconvencen de que pueden adelgazar o dejar el tabaco o el alcohol sin ayuda de nadie; y mueren de un infarto, de un cáncer de pulmón o completamente alcolizados. Conozco a quienes pensaban que bastaba estudiar un par de horas al año justo antes del examen para aprobar materias áridas y complejas, y naturalmente iban de cate en suspenso; pienso en ese turista alemán convencido de que podía pasearse entre leones, como un Mowgli cervecero, y del que los leones, claro está, no dejaron ni las raspas. Hay incluso unos Premios Darwin inventados por una autora para "premiar" a quien es tan estúpido que llega a auto-eliminarse, como aquel imbécil que tenía una serpiente pitón en su casa y se estuvo un mes fuera, sin alimentarla. Cuando volvió, la serpiente se lo zampó. Pero a mí no me hace gracia ese tema, me da mucha pena. Me siento profundamente imbécil y por eso considero que los imbéciles son mis hermanos. Y respeto a los pioneros que creían haber inventado algo genial y murieron por su invento como Franz Reichtel, un admirable tonto que se tiró desde la torre Eiffel para probar su "paracaídas". Digo que es tonto porque su invento no funcionó, pero si hubiera funcionado, sería un genio, bla, bla, bla.
El pensamiento mágico nos tiene presos desde la infancia, le rezas a un Dios silencioso para que no se muera tu padre, pero tu padre muere; le pides al Cielo que la mujer que amas te ame, pero no te ama. Y así todo, no hay nada que hacer, la realidad, esa puta nazi y despiadada se impone sobre las ilusiones, la fe, el amor...
Todo es autoengaño, sí. Pero no quiero que nadie me desengañe ni me quite de mis errores. Reivindico mi derecho a equivocarme, mi derecho a vivir en mi cárcel de amor, mi cárcel de fe, mi cárcel de errores. Sobre todo porque si yo me equivoco, los demás también. Ha muerto la defensora de los partos naturales pero también mueren mujeres pariendo en hospitales y con médicos y enfermeras.
El amor es un autoengaño pero también lo es el desamor. Hay quien se autoconvence de que no ama igual que hay quien se autoconvence de que ama. Por eso es tan importante reivindicar la libertad. Y es que la libertad no es el derecho a acertar, es el derecho a equivocarse, con la esperanza de que barajando mil errores alguna vez alguien acierte.
Sin que te falte razón, la cuestión es muchísimo más compleja:
ResponderEliminar¿ Defiendes el derecho a equivocarse del que provoca una guerra nuclear? A lo peor tienes ocasión de defenderlo cuando se líe en Irán.
¿ Del que sume en la miseria a miles o millones de seres humanos por una decisión económica poco meditada?
Lo estamos padeciendo ahora mismo.
¿ De los técnicos de una central nuclear ?
Cualquier día de éstos.
¿Del médico que te diagnostica gripe cuando tienes un cáncer de pulmón ?
Cosa de todos los días.
¿ Del juez que pone en la calle a un asesino en serie ?
Lo mismo.
¿ De la que aborta por una equivocación ?
Miles a diario.
¿ Del profesor que arruina la vida de un alumno en Selectividad ?
Lo mismo, pero en junio y septiembre.
Mucho me temo que ese derecho está ya más que reivindicado, lo reivindican todos los días todos en todas las esquinas del mundo.
Y como son equivocaciones...pues nada...se siente y a otra cosa.
Mas valdría recordar algo que todos olvidan: que no hay derecho sin deber y sin responsabilidad.
Y si eres incapaz de mirar más allá de tu propio ombligo, las leyes te harán reflexionar un poquito más.
Seguro que entonces habría bastantes menos equivocaciones.
Agus el Cruel
Fustigador, levantas siempre en mis cremosas nalgas fresas de dolor.
EliminarHombre Luis, no le quites méritos al Richtel ese; al menos él sí dejó huella en la historia (5 cm. lo menos, je,je). A los que formamos parte de la intrahistoria que decía Ortega, ese genio autorreconocido, dudo que nos filmen cuando demos las boqueadas y luego lo pongan en el interné. O sí, vete tu a saber, que el mundo avanza que es una barbaridad y lo mismo un dia tienes que entrar a tu casa por el balcón, resbalas e inventas el huevofriting, un deporte de esos de moda en Ibiza y aledaños. En cualquier caso, amigo Luis, no es la capacidad de autoengaño sino la ilusión la que nos hace vivir, levantarnos por la mañana y pensar que vamos a poder convencer al jefe de que somos cojonudos, nos vamos a ligar a la que nos vende la barra de pan y además nos va a caer un chingo de pasta indecente en los euromillones. El autoengaño es lo que tenemos que usar al regresar a casa por la noche y poder convivir conque el jefe te ha echado la bronca, la del pan de soltado una bofetada por haberle palpado la nalga (la muy bruja) y no haber pasado de dos aciertos en la bonoloto. Ese es un mecanismo de autodefensa que permite formatear el disco duro de tus frustaciones y volver a soñar con que mañana la Bellucci se te abre de patas. Esta vez sí, fijo, fijo pero fijo! En cuanto a la que amas que no te ama, asi hemos estado todos y sabes lo que te digo: que no sabe lo que se está perdiendo. Que la ondulen con la permané!
ResponderEliminarMe gusta mucho esa frase: "formatear el disco duro de tus frustraciones" Te lo voy a robar ¿o prefieres que te cite?
EliminarY aún te digo mas: si no abriesemos la caja de las ideas (aunque a veces salgan Hitlers y otros nefandos), ¿para que puñeflas habrían inventado Blogger? eh, eh, ahi te pillado!
ResponderEliminarMon Dieu, es verdad, mi blog es una caja de Pandora. De hecho, mucha gente ha dejado de saludarme por culpa de este blog nefando. Sociatas que no sufren que hable mal del PSOE, peperos que creen que ser del PP implica dejar de pensar y decir "señor sí señor", proabortistas que creen que trocear a niños es un progreso... Me estoy quedando muy solito, como mi neurona.
EliminarYo (por ahora) te acompaño ;)
EliminarGracias, Edna, le das categoría a este blog con tu presencia.
EliminarMuy bueno, pero una pequeña precisión (en el comentario de la satánica ONU): Los niños abortados tienen TODOS el corazón latiendo. Antes de la primera falta, antes de que la mujer se haya hecho la prueba del embarazo el corazón late, y se puede escuchar con métodos básicos (gel par que se transmita el sonido, y un micro en la tripa de la madre (que aún no muestra externamente ningún signo de embarazo.
ResponderEliminarYo lo sé porque ha acompañado a mujeres cuyo test de embarazo daba "dudoso" por lo temprano del embarazo a hacerse ecografías para verificar y escuchar perfectamente el corazón del niño.
Otro tema es lo siguiente ¿cuanta consciencia tiene?. Se ha estudiado el tremendo sufrimiento fetal cuando se les trocea vivos (hay que ser muy bestia para matar a alguien arrancándole los brazos, las piernas, y haciándolo trocitos, o quemando con una solución salina).
Una mínima humanidad haría anestesiar a los bebés antes de matarlo, pero en este tema no han nada de humanidad, es todo de lo más salvaje que hay, que más salvaje no se puede.
Peo en cualqueir caso, si justificamos matar a aquel que en ese momento no tiene mucha consciencia, quedaría justificado matar a cualquiera que en ese momento durmiese. Esperar a que ese molesto compañero vecino duerma para matarlo.
El aborto no tiene razón ni justificación ninguna, es un despropósito tras otro, Es increíble que hayan aceptado esa aberración.
Quien a aborto mata, a eutanasia muere.
Javier Ångel, (El Ångel Xterminador).
No sé por qué angelito te pones Xterminador de alias, si eres un peazo pan. La perversión de matar a quien duerme es la de Hamlet. El hermano le echa veneno al Rey Hamlet por el oído para asesinarlo, mientras duerme, y eso deja al príncipe Hamlet -se llaman igual para despistar- ligeramente trastornao, aquello de Tobías o no Tobías, esa es la cuestión...
EliminarQue me cite el gran Luis Español, prócer que aparece en la enciclopedia británica de nuestros dias,vulgo la wiki, http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Espa%C3%B1ol es mas de los que puedo esperar en esta vida. Pero mira, sí, me haría ilusión, aunque sea por algo baladí. Devengo micheladas a manta.
ResponderEliminarEn la Wiki entra cualquiera, ¡hasta yo! Pero no te preocupes, si te excita que te citen te citaré todos los días, como a los toros en la Plaza(¿o será al Plaza?).
EliminarEn la entrada anterior hablabas del engaño en la pareja y ahora del autoengaño. Mucho engaño en tan poco tiempo...
ResponderEliminarSuscribo la opinión de Agus el Cruel que creo de lo más acertada. El derecho a equivocarse, como cualquier otro derecho (la frase tan manida de la libertad) termina cuando roza algún otro derecho ajeno. Creo en tu derecho a equivocarte dándote cabezazos contra la pared, tirándote de la torre Eiffel o comiendo tonelada y media de percebes... siempre que no derribes la pared del vecino, caigas desde la Eiffel sobre un inocente transeúnte o tu voraz ansia percebera ponga en peligro a las mariscadoras de la ría de Arousa por exceso de trabajo.
No se puede eludir la responsabilidad de nuestras opiniones, acciones u omisiones. Yo creo más en el derecho a acertar por mucho que uno falle, en el derecho a volver a intentarlo, a creer en uno mismo y tratar de hacerlo bien. Es otro enfoque.
Obviamente, don Juanma. Lo que pasa es que la dictadura del acierto puede convertirse en dictadura a secas. Por ejemplo, los soviéticos para quitarle la fe a los niños les decían a los jóvenes exploradores: "a ver niños, pedidle caramelos a Dios". Los niños pedían y no caía nada. Y luego decían, "ahora, pedídselos al Partido" (o a Stalin). Y entonces les daban caramelos... El derecho al error es la libertad a secas. Porque muchas veces lo que llamamos error es en realidad un acierto. Galileo tenía razón, y los que se equivocaban fueron los que le condenaron. Naturalmente, todos queremos acertar. Pero imagínate un mundo en que los Zerez zuperiorez de la Educazion para la Ziudadanía nos marcaran la línea del azierto... ¡Prohibido equivocarze! ¡Prohibida la fe, la ezperanza y la caridad! Viva la realidad...
ResponderEliminarRespecto de lo expresado por mi tocayo ¿dónde hay que firmar?
ResponderEliminarÚnicamente resaltar las ventajas de unas mascotas respecto de otras, como esa famélica boa reseñada. No sé si lo he soñado pero creo que conozco a un sujeto que encargo a un arrantzale de Guetaria que le pescase una merluza del pintxo, de unos 10 kilos, para conservarla como mascota en un acuario de agua de mar.
Después de reflexionar largamente sobre el espinoso tema de qué nombre ponerle, descartó el de Lucrecia porque no consideró suficientemente probada la teoría del hermafroditismo de los peces gadiformes, y se decantó por el de Buenaventura como lejano homenaje al santo cenetista Durruti.
Dicho lo cual me permitiré con tu permiso apostillar cariñosa y respetuosamente a dos de tus invitados.
A Anónimo le sugeriría revisar a la baja su reproche a los contempaldores del ombligo propio -colectivo al que tengo el honor de pertenecer- teniendo en cuenta para ello el sencillo aforismo que afirma certeramente que "todo aquel que renuncia a contemplar su ombligo acaba, antes o después "interveniendo" en los ombligos ajenos".
Respecto de mi admirado Juanma... ¡pero hombre...! nunca lo hubiese imaginado de una mente clara y ágil como la tuya, ¿¿¿¿de veras consideras una equivocación comerse tonelada y media de percebes????
Esta crisis nos está afectando demasiado a todos.
Pues siento tener que decirte que sí, querido Saco, es una tremenda equivocación comerse tonelada y media de percebes... ¡y no haberme avisado siquiera!
EliminarUn abrazo.
Tienes mucha razón, Tocayo, pero debieras disimular tu diagnóstico y animar a Juanma en su buena resolución: ¡que no coma percebes! que son malos y dan cáncer, que sí, que lo leí el otro día en el Lancet. Los percebes que nos los regale a nosotros, que los adoptaremos como mascotas con una sola condición: que todos se llamen "Percebe" y que si no acuden cuando se les llame, nos los podamos comer. Ejemplo: "A ver percebe, ven pacá. ¿No vienes? Pues te como..." Una tonelada y media da para un par de semanas, habrá que guardarlos bien.
ResponderEliminar