Vuelvo a ocuparme de mi blog

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LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

lunes, 28 de mayo de 2012

El Cielo de los móviles

Leo en el feisbuc de una amiga que su móvil ha pasado a mejor vida y echo de menos la tele en blanco y negro y ver a la guapa María saliendo compungida para anunciarnos: "Españoles, mi Nokia, ha muerto".

¿Cómo es el cielo de un móvil?
Los móviles, ¿van al cielo? ¿Y en qué consiste? ¿Es  el paraíso de los móviles un lugar en que la batería nunca se agota? ¿Donde los que los usan son chicas guapas y no tíos gordinflones?
¿O será que en el Paraíso los móviles pueden llamarse unos a otros, así, sin motivo, sin nadie que les acose ni les toque las teclas?

Un cielo sin retretes
Seguro que en el Cielo de los Móviles no hay retretes donde algún torpe manazas los deje caer. Son millones y millones los móviles que han conocido la poca envidiable experiencia del chapuzón en el Gran Lago Amarillo, como demostraba aquí.

Este bolso es un infierno
En el Cielo de los móviles tampoco hay bolsos de señora donde al pobre móvil lo zarandeen de arriba a abajo con un contenido variable de lápiz de labios, el neceser de maquillaje, las llaves del coche, las de casa, la documentación, un azúcar para el mareo, diecisiete medicinas distintas, una agenda de papel, un regalito para la nena, una llave del siete, un detector de neutrinos, un bono descuento de la gasolina, otro de los grandes almacenes, las tapas de dos yogures para mandarlas por correo a ver si toca, unas toallitas para esos días, más productos femeninos, un frasquito para el perfume, el suero para los ojos, el cepillo de dientes, la manzana de mediodía y cualquier objeto raro y curioso de esos que los tíos pedimos a las mujeres y las mujeres encuentran en su bolso: "Mi amor, ¿no tendrás un generador de fluzo?" La chica mira su bolso de Mary Poppins y al cabo de un segundo extrae el artefacto que huele de maravilla como huele todo lo femenino, ese perfume donde el aroma natural de la mujer se vetea con esencias de cuero y de colonias.
Pero los pobres móviles no tienen nariz y no pueden gozar del privilegio de vivir dentro de un bolso; sólo saben que van de un lado a otro, como un pato mareado. El móvil no conoce el Cielo hasta que muere pero, dentro de un bolso tiene una clara idea de qué es y en qué consiste el Infierno.

Todos los móviles van al Cielo
Y si sólo fueran los bolsos... A los móviles los abandonan sobre la mesa de un bar mal fregada, sobre restos de cerveza, junto a los panchitos. ¡Qué cruz, señor! Y los puñeteros niños con sus dedazos pringados de mermelada y subproductos nasales que juegan a ser mayores tecleando el móvil de Mamá. ¡Qué espanto! Y los pérfidos barridos de los coches oficiales que de repente le meten un viaje de no sé cuántos kilohercios al pobre teléfono, le privan de cobertura dejándolo en pelotas en mitad de la noche electromagnética. ¡Pobriño!
Tratamos mal a nuestros móviles, que son buenos y discretos, que sólo revelan nuestros secretos, ligues y conversaciones a los sicópatas de Sitel o a los jaquers enloquecidos.
Por eso todos los móviles van al Cielo. Se lo han ganado. Y puesto que enterramos sardinas con solemnes funerales, debiéramos enterrar nuestros móviles con la pompa y circunstancia que merece su inmarcesible trayectoria.

3 comentarios:

  1. "...debiéramos enterrar nuestros móviles con la pompa y circunstancia que merece su inmarcesible trayectoria."

    ¡SÍ! ¡PERO TODOS!

    ¡Dios! no caerá esa breva...

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  2. Qué crueldad, ¿serías capaz de enterrarlos vivos, tocayo, con su corazoncito de níquel y cadmio latiendo, todavía encendidos? ¿Serías capaz de borrar su memoria, producirles un alzeimer inducido y definitivo? Nunca lo hubiera creído de ti... Yo que te imaginaba andando sobre las aguas...

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  3. Estoy con Saco. Lo que hay que hacer con los móviles es lo mismo que hay que hacer con los abogados o los politicos: si tiras uno al río, es contaminación; si los tiras a todos: ES LA SOLUCION!!!

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