Los
que quieren destruir lo que queda de la Sierra de Guadarrama (véase la entrada anterior) me
recuerdan aquellos genios que pretendían, emulando al alcalde de Bienvenido Mr. Marshall, convertir la Sierra Norte de Madrid en el bosque de Rivendel de El Señor de los Anillos (no es broma, puede leerse aquí).
En
general todo ese tipo de proyectos se caracterizan por su profunda
insensatez. Los mismos que se han cargado la única entidad de crédito
pública de Madrid, la actual Bankia, cuyo reflotamiento sólo ha costado
4,5 billones de las antiguas pesetas a los contribuyentes -¡toma
liberalismo!- te dan lecciones de saber gestionar y apuestan por
proyectos delirantes. Un día es el Campus de la Justicia, otro día son
los supercasinos de Alcorcón, el Parque Warner, la Fundación Boina, el
Museo Histórico del Preservativo, qué sé yo... Ayer me enteré de que las papeletas del Monte de Piedad creado por el Padre Piquer ya las va a gestionar el Banco de Santander. Lo de Bankia es impresionante, y a nadie le importa porque todos los partidos y sindicatos estaban representados en su consejo y todas las decisiones que tomó Blesa contaron con la unanimidad de los consejeros...
Admitiendo
que ese tipo de proyectos son absolutamente honestos, es decir, que
nadie, en la administración o aledaños familiares se ha lucrado
indebidamente con ellos, no dejarían de responder a lo que podríamos
llamar imagen mágica y cortoplacista de la política. En lugar de apostar
por el medio y largo plazo, por la formación universitaria y
profesional de calidad y dar facilidades para que las empresas de I+D,
colaborando con las universidades, creen en Madrid trabajo durable
preferimos imaginar que nos va a tocar la lotería en forma de
megacasino, de megaparque, de megaburdel... Con el coco del paro puedes
convencer a la gente de cualquier cosa, hasta de que el canibalismo
sostenible es una forma de luchar contra la crisis... Como decía
Epaminondas de Epiro, para acabar con la pobreza, cómete a los pobres...
La destrucción de las Universidades
La destrucción de la economía madrileña requería la aniquilación de sus universidades, que ha contado con los tontos útiles de nuestra izquierdona, cómplice necesaria del desmantelamiento de nuestro estado social. Dejamos la Complu en manos de los amigos del Sr. Berzosa y de su sucesor, el Sr. Carrillo, gente a la que preocupa mucho cerrar capillas o vetar a Rosa Díez. Dejamos la Autónoma en manos de gente que le da un doctorado horroris causa al padre del Sr. Carrillo, el famoso Marqués de Paracuellos. Y así un acreditado chavista como el profesor del campus de Somosaguas, Pavel Iglesias, se convierte en líder nacional. Producir no produciremos Premios Nobel, pero parados y castristas los que quiera, oiga.
La destrucción de las Universidades
La destrucción de la economía madrileña requería la aniquilación de sus universidades, que ha contado con los tontos útiles de nuestra izquierdona, cómplice necesaria del desmantelamiento de nuestro estado social. Dejamos la Complu en manos de los amigos del Sr. Berzosa y de su sucesor, el Sr. Carrillo, gente a la que preocupa mucho cerrar capillas o vetar a Rosa Díez. Dejamos la Autónoma en manos de gente que le da un doctorado horroris causa al padre del Sr. Carrillo, el famoso Marqués de Paracuellos. Y así un acreditado chavista como el profesor del campus de Somosaguas, Pavel Iglesias, se convierte en líder nacional. Producir no produciremos Premios Nobel, pero parados y castristas los que quiera, oiga.