El madrileño que construyó ferrocarriles en EE.UU.
Dos ingenieros españoles, el madrileño Juan Cebrián Cervera (John C.
Cebrian) y su socio y amigo el catalán Eusebio Molera, impulsaron la
imagen de España en Norteamérica
Juan Cebrián Cervera nació en Madrid en
tiempos de Isabel II, un 24 de agosto de 1848 y murió en la misma
ciudad un 20 de febrero de 1935, durante la II República. Podríamos
pensar que su vida transcurrió en la tórrida capital de las Españas;
pues no, la mitad de su vida la pasó en los Estados Unidos donde fue el
principal pilar del hispanismo. Ingresó en 1863 en la Academia de
Ingenieros Militares de Guadalajara. Terminó sus estudios en 1868 siendo
promovido a teniente de dicho cuerpo. Llega la revolución de septiembre
de ese año, y en 1869 Cebrián obtiene la licencia absoluta al mismo
tiempo que su compañero de academia, Eusebio Molera, un catalán de Vic
al que le unirá una entrañable amistad hasta el final de sus días.
Salieron juntos de España, rumbo a Nueva York, con la ambición de
prosperar con su talento. Y vaya si lo consiguieron.
Cebrián, ingeniero
En 1870 se trasladará Cebrián a San Francisco, California, donde se
empleará como ingeniero de la Dirección de Faros de la Costa del
Pacífico, y de 1871 a 1873 Cebrián, por encargo de la Compañía del
Ferrocarril Transcontinental del Norte del Pacífico (Northern Pacific
Railroad Co.) se ocupó del trazado de su extremo occidental desde las
Montañas Rocosas hasta Portland y Seattle. A partir de 1888 dirigirá
importantes empresas industriales, estableciendo su propio despacho de
ingeniería. En los EE. UU. empezó a utilizar el “Juan C. Cebrián”,
anteponiendo, a la moda americana, su primer apellido la inicial del
segundo.
Molera y Cebrián patentarán en España, entre 1879 y 1883 mejoras en
motores, mejoras en el alumbrado por la electricidad, un sistema de
impresión microscópica y los aparatos para leer dichas impresiones,así
como calderas solares para aprovechar el calor del sol con el fin de
generar vapores de tensión aplicables como fuerza motriz.
Traumatizado por la guerra entre España y los EE.UU., sus dos patrias, financió proyectos que favorecieran la imagen de España en el país norteamericano. Trató sin éxito de implicar en ello a Juan Valera. Sólo en 1914, con la aparición de la obra "La leyenda negra" de Julián Juderías verá satisfecho su deseo. Hizo traducir al español y regaló a bibliotecas e individuos la famosa obra de Charles Lummis The Spanish Pioneers, y financió también la reedición de 1917 del libro de Juderías, que supone una gran ampliación sobre el original de 1914.
Traumatizado por la guerra entre España y los EE.UU., sus dos patrias, financió proyectos que favorecieran la imagen de España en el país norteamericano. Trató sin éxito de implicar en ello a Juan Valera. Sólo en 1914, con la aparición de la obra "La leyenda negra" de Julián Juderías verá satisfecho su deseo. Hizo traducir al español y regaló a bibliotecas e individuos la famosa obra de Charles Lummis The Spanish Pioneers, y financió también la reedición de 1917 del libro de Juderías, que supone una gran ampliación sobre el original de 1914.
Cebrián, mecenas del hispanismo
El papel de Cebrián fue fundamental a la hora de aproximar las
universidades de Berkeley y la Central, hoy Complutense, así como en
proporcionar una base económica a las actividades de los hispanistas
norteamericanos. Cebrián donó numerosas y valiosas obras españolas a las
bibliotecas de las universidades de Berkeley y Stanford, a la del
Metropolitan Museum de Nueva York, la del Art Institute de Chicago y
también a la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de Madrid donde su donativo
de 4.000 obras se considera el origen de la divulgación en España de
las tipologías constructivas internacionales del primer tercio del siglo
XX.
También aportó Cebrián su ayuda financiera a la edición de las obras
completas de Cervantes, que acometieron Rudolph Schevill y Adolfo
Bonilla San Martín. Permitió igualmente la generosidad de Cebrián,
Archer Huttington y Rafael Fabián que se publicara la Grande general
Estoria de Alfonso X por parte de Antonio García Solalinde.
Principal mecenas de la Hispanic American Historical Review,
fue Cebrián copresidente, junto con Archer Huntington, de la American
Association of Theachers of Spanish. Cebrián es con Juderías y Lummis
uno de los tres grandes propagandistas de la imagen de España en el
primer tercio del siglo XX.
Mecenas de San Francisco
En unión de su amigo Molera, costeó Cebrián el monumento a Cervantes en el Parque Golden Gate de San Francisco,
obra del escultor hispanoamericano José Joaquín Mora y erigió la
primera iglesia española en aquella ciudad, desde los tiempos de las
Misiones de San Junípero Serra. Precisamente, en 1932, tres años antes
de morir y a pesar de que habían mermado sus caudales compró Cebrián la
casa mallorquina donde naciera el padre Junipero y la regaló a la ciudad
de San Francisco en California.
Latino versus hispano
Fue Cebrián el primero en hacer campaña contra la absurda expresión "América Latina",
campaña a la que se sumarían Ramón Menéndez Pidal y el ya citado
Bonilla San Martín. Entre otras iniciativas suyas subrayemos la
propuesta de cambiar el nombre de la Península Ibérica por Península
Hispánica. El caso de Molera y Cebrián, un madrileño y un catalán,
socios, amigos y colegas, desmiente también la fanática visión del catalanismo, presentando lo catalán como contraposición de lo español, o la nueva locura que pretende enfrentar
a los estadounidenses de origen hispano con los de origen anglosajón.
La trayectoria de Cebrián infunde un mensaje de esperanza: la
inteligencia siempre derrotará a los degenerados frutos de la
ignorancia.
Artículo publicado originalmente en el desaparecido portal suite101.net, el 9 de noviembre de 2009 y recuperado el 28 de noviembre de 2016.
Puede leerse aquí una copia en archive.org
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