Una verja moderna afea la escalinata de la Biblioteca Nacional
El odio a lo bello y a lo bueno pensabais, pobres ignorantes, que se llamaba satanismo. Pues no; la calofobia o pulcrofobia -no sé qué término será más adecuado- es el nuevo nombre que se le da a la arquitectura (con a minúscula).
En el Diccionario Secreto de Los Que Mandan (Ed. Belcebú) están algunos de los términos adecuados para la comprensión de las avanzadas ideas estéticas de ediles, ministros y demás Chusma Horteril. En primer término está la voz tal y como la usan los Anormales y en segundo término su significado en el mundo real, de la gente normal que no se mete con nadie.
En el Diccionario Secreto de Los Que Mandan (Ed. Belcebú) están algunos de los términos adecuados para la comprensión de las avanzadas ideas estéticas de ediles, ministros y demás Chusma Horteril. En primer término está la voz tal y como la usan los Anormales y en segundo término su significado en el mundo real, de la gente normal que no se mete con nadie.
Bueno = CaroHacer = PerpetrarReforma = Desastre o EstropicioReformar = DesfigurarNuevo = Feo y/o Inútil
Y así todo. Siempre que oigo o leo noticias de que se ha aprobado un presupuesto para reformar algo, me echo a temblar... No falla. Después de la abominación de los armadillos de cristal en la Puerta del Sol, de los focos de estadio en la Plaza de la Independencia y otras aberraciones que sería larguísimo relatar, Madrid estrena una nueva monstruosidad: no sé qué genio ha conseguido encarcelar la escalinata de la Biblioteca Nacional. De la propia información de la BN deducimos que la verja durará al menos mientras se prolongue la "remodelación de la fachada". Suponemos que será temporal. Como las obras en España son eternas, ¿será también eterna la ignominiosa prisión de los libros? ¿Durará lo que duraron los andamios de San Francisco el Grande, las obras de la Capilla del Obispo, las de Sol? ¿Cuándo recuperarán su libertad nuestros escalones? Cualquiera que sea su delito, ¿tendrá fecha de prescripción?
Esa escalinata es una de las más populares perspectivas de Madrid, y allí se fotografían cada año millones de turistas. Qué hermosa imagen, la de la Biblioteca convertida en caja fuerte, en jaula de los libros... ¡ojo que muerden! Si es que ya lo decíamos al hablar de los censores de blogs, los libros los carga el diablo, y su destino ideal es una cárcel.
Esa escalinata es una de las más populares perspectivas de Madrid, y allí se fotografían cada año millones de turistas. Qué hermosa imagen, la de la Biblioteca convertida en caja fuerte, en jaula de los libros... ¡ojo que muerden! Si es que ya lo decíamos al hablar de los censores de blogs, los libros los carga el diablo, y su destino ideal es una cárcel.
A las estatuas de Cervantes y Lope no se les va a acelerar el pulso por ese nuevo insulto al buen gusto; al fin y al cabo, ambos fueron huéspedes de algún calabozo, y un par de barrotes más no van a asustarles; Vives y Nebrija se dedican a meditar, pero ¿qué dirán el Rey Sabio y San Isidoro? Están más cerca de la verja infamante y sin duda añorarán a las adorables turistas que sonríen siempre junto a sus pedestales. A lo mejor es por eso: la sonrisa es sospechosa en un país cada vez más siniestro.
El pobre Cervantes es que no da ni una. Una bruja mala convirtió el encantador jardincillo en su honor frente al Congreso de los Imputados, en un pesado mazacote de granito; ya sólo falta que derriben su estatua en la Plaza de Expaña -España, antes del Estatut- para preparar dignamente el IV Centenario de la segunda parte del Quijote (2015) y el de la muerte de su autor (2016).
El pobre Cervantes es que no da ni una. Una bruja mala convirtió el encantador jardincillo en su honor frente al Congreso de los Imputados, en un pesado mazacote de granito; ya sólo falta que derriben su estatua en la Plaza de Expaña -España, antes del Estatut- para preparar dignamente el IV Centenario de la segunda parte del Quijote (2015) y el de la muerte de su autor (2016).
Empecemos por los libros, pronto seguiremos con los lectores. ¡A la jaula, pecadores, a la jaula!
La pobre Biblioteca está gafada, y ya comentamos el increíble cese de Milagros del Corral. El próximo paso será convertir a nuestra Madre y Partera en sucursal del Corte Inglés o en un aparcamiento. Tiempo al tiempo, todo se andará.
¡Qué espanto! ¡Qué horror!
ResponderEliminar¿Dónde tienen el gusto estos señores?
Luis, comprendo tu cabreo infinito.
¿Cómo puedes esperar algo bueno de Ruiz Gallardón.
ResponderEliminarDonde pone el ojo, lo destroza
EN LAS PRÓXIMAS MUNICIPALES, PIENSO INTRODUCIR UNA PAPELETA DEL PP, PERO TACHANDO A GALLARDÓN POR CABRÓN.
Ya sé que será voto nulo, pero al menos los cinco de la mesa se enterarán. Odón Elorza, es un nacionalista disfrazado de socialista y Gallardón es un socialista deisfrazado de decente
Je,je...
ResponderEliminarNo andas desencaminado no...
No solo tiene una apariencia de prisión.
ES una prisión. Y no solo los libros están encarcelados. Una visita al lugar se desarrolla con todos los requisitos que hemos visto miles de veces en las películas. (Americanas , claro)
No solo tienes que depositar TODOS los objetos que habitualmente transportas en tus bolsillos (con el volante correspondiente); también te someten a una revisión posterior de lo que supones que puedes conservar, como las gafas, p.e.,
Después de tres controles policiales( con semblantes rigurosamente carceleros por parte de los funcionatas de turno),te rellenan una ficha con todo tus datos y una declaración de tus íntimas intenciones de lector; y tras todo este trasiego ( calcúlale unos quince interminables minutos ) para remate ¡TE HACEN UNA FOTOGRAFÍA!, no sé si antropométrica.
Y todo porque un demente cartófilo les mangó un bonito mapa de un incunable, cortándolo con un cutter en sus dilectas narices, hace un cierto tiempo.
Prefiero no seguir describiendo la aventura de solicitar un libro en su departamento correspondiente, en el que se te designan una silla numerada, y vale más que te tatúes el número en el brazo, porque te lo exigirán antes de darte el jodido libro, con perdón.
Me trataron mejor en la mili de Franco.
Bueno, el poema de Robert Frost Mending Wall ya dejó claro que a veces las verjas pueden hacer de dos desconocidos buenos vecinos... Quizás una pareja se enamore tras haber colisionado frente al acceso, o un anciano lector se reconcilie con las buenas formas de algún rapaciño desharrapado si éste le ayuda a franquear el paso... Puede que ganemos perspectiva si recordamos que todas las verjas acaban por caer, ceder, vencerse... Incluso pudiese dar lugar a una Toma de la Bastilla, digo, de la BN, alguna noche
ResponderEliminar...
Tres apuntes:
ResponderEliminar- No me gusta la jaula de la Biblioteca. De acuerdo con la opinión mayoritaria de todos.
- No todas las "giñadas" de nuestras ciudades son responsabilidad directa de los políticos de turno, como bien apostillas, Luis. Sin embargo, suele ocurrirle a algunos políticos que el afán por resultar inmortal y ganar la posteridad les conduzca irremisiblemente a que suframos una gran "giñada" en las calles de cualquier ciudad. No hay nada peor que alguien crea tener siempre la solución. Y sobre todo me escalofría la destrucción del patrimonio histórico para dar paso a "algo nuevo", nunca acaba bien.
- Por desgracia, la "seguridad" se ha convertido en una prioridad en nuestos días. Es siempre incómodo ser cacheado en un aeropuerto o sometido a un tercer grado en la Biblioteca Nacional. Pero cabe preguntarse qué elegiríamos ante la disyuntiva de esto o una mayor posibilidad de sufrir un atentado en el avión en el que vamos a volar o que desaparezca otro incunable. Sé que me diréis que un paso importante está en la educación, en la concienciación, en el blá, blá, blá... pero hasta que eso no llegue hay que elegir: más control o más riesgo. Yo opto por el control. Luis, no se trata de tratarnos como a sospechosos sino de descubrir al que no lo parece.
Un abrazo.
Pues no sé, lector de Frost, si algún día podremos saltar las barreras. El acceso a la BN es por los laterales, pero sí podríamos usarlo como guardería ahora que lo pienso, o incluso poner a alguno que yo me sé comiendo cacahuetes detrás de los barrotes.
ResponderEliminarJuanma, ya sabes que mi idea de la seguridad es mucho, mucho, mucho más bestia que la tuya. Creo en el Castigo Ejemplar y Particularmente Sañudo. Recuerdo que de niño la calle era segura y nos dejaban jugar solos en el Retiro porque los malos sabían que si se portaban mal les iban a caer más tortas que un nublado. La base de la seguridad no es comprar aparatos ni tener a cien mil tíos con cachiporra dando la vara al ciudadano de a pie, sino tomar medidas preventivas. ¿De qué le sirvieron a los EE.UU su CIA, NSA, FBI, sus carísimos satélites, su sistema pluscuamperfecto de neutrofistulización lateral atómica? El 11-S demostró lo inútil de esas medidas si no van acompañados de "gestos". Un gesto, por ejemplo, fue ir a machacar a los talibes en el antifonario del mundo. De lo que se trata es de que los malos no se sientan impunes, y no de que los buenos estén todo el día sometidos a vigilancia...
De acuerdo, Luis, yo también quiero castigos ejemplares (el que la haga que la pague y que no se vaya de rositas) pero eso no te libra absolutamente de nada. En Estados Unidos la pena de muerte se aplica con frecuencia (pa' mí que es una medida particualarmente "sañuda" y ejemplar) y sin embargo el índice de asesinatos no es menor que el de países que no aplican la pena capital. Estoy contigo en lo de la prevención pero eso es como la piratería informática, los "buenos" siempre van un paso por detrás. Por tanto, me repito, hay que elegir: mayor control o más riesgo.
ResponderEliminarMe he tomado la molestia de consultar en la web de la BN, sección noticias y la verdad es que no queda claro si la reja es temporal -mientras duren las obras de remodelación de la fachada-, o estropicio permanente...
ResponderEliminarMil gracias Balduque, gracias a ti conseguí encontrar la noticia -escondida en la segunda página de noticias- y he modificado la entrada para poner el enlace correspondiente.
ResponderEliminarJuanma y Luis,
ResponderEliminarnada que objetar ante la fatal alternativa a la que estamos sometidos.
Se trata, más bien a mi entender, de una cuestión profesional por parte de los encargados de velar por nuestra seguridad.
El estilo.
Cuando cualquiera de nosotros nos vemos obligados a llevar a cabo cualquier gesto inevitable, que sabemos que va a incomodar a otro cristiano, solemos hacerlo participando nuestro pesar por las molestias, y tratando que estas se reduzcan al mínimo estricto.
Pero vivimos en un país en el que el caso general se reduce a un funcionario que cualquiera diría que le han trasladado a ese puesto desde su cargo de sargento de la legión.
Dicho sea con todos mis respetos hacia ese laureado Cuerpo.
Querido amigo Luis:
ResponderEliminarEn los tiempos que corren, la Biblioteca Nacional, debería estar vallada pero con hormigón armado y alambre de espino. Al menos así de vallado está el conocimiento en los partidos, personas destacadas, medios públicos o privados, y la Biblioteca Nacional no es otra cosa que un compendio del conocimiento. Hacen bien en atrincherarla, cuantas mas vallas, mas acorde su aspecto con nuestra realidad y menos riesgos de que arda y parezca un accidente.
Además deberían poner a alguien que, tras los preceptivos controles, escupiera a la cara de los ratones de biblioteca que husmearan por allí, mostrando así el aprecio que socialmente se tiene a su interés por el conocimiento, esa lacra antisocial.
Por cierto, ese tugurio, fue mi segunda casa, allí estaba tras desayunar hasta antes de la cena, a principios de los 80. Protesté porque no abrían los domingos. Allí admiré a mis amigos y sentí impotencia porque nunca llegaría a ser como ellos, allí conviví con gente que destilaba saber de contrarias convicciones pero unidas con honda amistad y pulcro respeto, allí me enamoré de una presentadora de tv italiana que cambió, y cómo, el rumbo de mi vida, allí saque una oposición, allí devoré volúmenes tras las horas de estudio, allí …. me hice un ser antisocial, un ratón de biblioteca, un monstruo, ¡¡un devorador de Punset!!.
Luis, había que hacer mas propaganda de ella, esperar a que se llene y luego meterla fuego, tras alzar mas las vallas, no sea que se escapen.
Creo querido J.L. que has captado perfectamente el espíritu del Ministerio de Incultura. Como dice siempre la Ministra favorita de Bill Gates, "no leas, usa el ordenador, pero RECUERDA que el programa sea de Microsoft y que pague derechos a la SGAE". Por cierto hoy he sometido a torturas chinas a un viejo amigo empleado de la Biblioteca que me ha confesado que por lo visto la remoción de la fachada está prevista en un futuro indeterminado y que el motivo debe ser real porque por lo visto cayó un cachito de columna y no le apetece a la dirección que a los lectores los aplaste algún cascote. Una pena que no nos dieran tantos detalles, habría ayudado a entender la situación y clarificarla.
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