Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

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martes, 1 de diciembre de 2015

Homenaje al Coyote de Correcaminos

La serie Correcaminos es probablemente la peor publicidad para la Ciencia desde el juicio de Galileo. ¿Qué vemos? Un Coyote ingenioso, creativo, que maneja cohetes, imanes, yunques, explosivos, bolas enormes, que inventa dispositivos de palanca, que pinta túneles de los que salen trenes, que es capaz de calzarse patines con reactores o de esquiar sobre el camino de nieve fabricado por una nevera que lleva a sus espaldas... Del otro vemos un misterioso pajarraco que es tan tonto como un avestruz, o más todavía, que teniendo alas casi no vuela y cuyo único mérito consiste en correr a toda pastilla y en decir "bip bip". Sin embargo, el pobre Coyote siempre acaba aplastado por un tren, cayendo al fondo de un precipicio, debajo de alguna roca enorme o volado por explosivos...
Y después de que los pequeños vean esa serie, ¿cómo queréis que estimen en algo la ciencia, la tecnología o la ingeniería?

Un acto de desagravio
Yo invito a los hombres de Ciencia, a los ingenieros, a los industriales, a todos los que fabrican y crean e inventan a que rindan un merecidísimo y público homenaje al Coyote, mártir de la Ciencia, esclavo del Conocimiento, víctima del sadismo de unos dibujantes. ¡El Coyote merece un desagravio!
He escrito a la empresa ACME a ver si nos dan una subvención en atención a las ingentes sumas gastadas por el Coyote en sus productos, pero todavía no me han contestado...

sábado, 24 de enero de 2015

La píldora Zuckerberg, ¿remedio del amor?

Algún autor de Ciencia Ficción hablaba de la píldora del olvido como un problema para la Justicia. Imagínate que te dieran una pastilla para olvidar o que sufrieras una terrible amnesia debida a un traumatismo. Eres un criminal, pero no eres consciente de tus crímenes. No recuerdas haber hecho daño a nadie. ¿Te pueden condenar por aquello que una persona que ya no eres tú hizo en otra vida, la que no recuerdas?
La píldora de la amnesia sería estupendo que funcionara como los bloqueos de Facebook. La podríamos llamar Píldora Zuckerberg en honor del peazogenio inventor de ese espacio. Que el borrado fuera selectivo. Que pudieras olvidar adrede lo que hace daño. 

Aplicación práctica: el problema del amor.
El problema del amor no lo ha resuelto ningún Einstein, ni creo que lo resuelva nadie porque en el fondo el problema del amor consiste en que TUS sentimientos dependen de ti, pero el éxito de tu amor depende de OTRO, es decir, del ser amado. Y por lo tanto la cosa no tiene remedio. La comedia se desarrolla  en varios actos:

A) Te has enamorado como un burro, como un chavalín todavía crudo, recién salido de la madriguera. Y le cantas a tu amorsito: "mientras las estrellas brillen en el Sielo te querré mi amooool, mientras haya peces en el maaaaar y mentecatos en Españaaaa, te querré mi amol, te querré con toas mis ganas, toas mis lorzas, mis cualidades, mis defectos, mis pelos, mi ombligo, etc., etc." El amor verdadero disculpa todas las cursiladas.

B) El amorcito te hace la cobra y te manda al carallo: "Ya no te quiero, ya no te junto, no sé qué me pasa y no le gustas un pelo a mi hermana, ni a mis padres ni a mi tía Nicolasa".

C) ¿Y tú qué carallo haces? Te puedes meter uno a uno los peces, las estrellas y los mentecatos aonde te dé más gustirrinín. Y le das al cacumen: Tienes varias alternativas:

1. Aceptas que cuando sentías y decías que la querías un huevo y la yema del otro, y que estabas loco por ella, en realidad no la querías, ni estabas loco por ella. O sea, que eres un mentiroso, o al menos, un exagerado.

2. Aceptas que no eres dueño de tus sentimientos, y que no te vas a olvidar de que la querías y la quieres, y que tu vida carece de significado sin ella. Y esperas que el tiempo borre lo imborrable. ¡Qué le vamos a hacer!

3. Te vuelves gilipollas y te vas de libro en libro de autoayuda y acudes a toda la chusma de consejeros espirituales, sicólogos, siquiatras y amigos bien intencionados, para que te ayuden a "asumirte". Asumir que todo es una mentira, que uno se miente a sí mismo cuando habla de amor, que todo es pura ficción. Nos imaginamos que queremos a la gente porque en realidad amamos la idea de estar enamorados. Y nos imaginamos el dolor, y nos imaginamos los recuerdos, selectivos, bla, bla, bla. Y en realidad no existimos, somos un recuerdo de otro, un yo profundo que nunca acabaremos de conocer...

4. Te vuelves cínico y amargado y entiendes que lo que realmente hace que uno sea casadero no son las palabras, ni las intenciones, ni las acciones, sino el importe de la cuenta corriente. Si eres rico ofreces seguridad, bla, bla -eso que nadie quiere decir pero todo el mundo piensa, empezando por los padres de la interesada, la interesada, los amigos de la interesada, etc.- Da igual que curres, si no ganas bastante tu sexapil disminuye mucho. Y además, currar por poco muchas horas es una forma de asesinato del amor, que se nutre de tiempo. Cuántas parejas que se querían han acabado pasando tan poco tiempo juntas que al final se han ido deslizando por el tobogán del desamor...

En cualquier caso la píldora de la amnesia sería estupenda. Fijaros que en todos los casos, borrar los recuerdos relacionados con una persona dada sería la solución perfecta. Borras lo que sentías, borras las ilusiones, borras las frustraciones, borras el cinismo, lo borras todo. Sería estupendo poder borrar a alguien de tu mente como el bloqueo de facebook, y espero que el señor Zuckerberg -que es más listo que el hambre- desarrolle el proyecto.

martes, 10 de septiembre de 2013

Peter Mansfield, un señor muy listo

Estoy harto de gusanos, me apetece escribir sobre gente que hace cosas interesantes.
Por ejemplo, sobre Peter Mansfield, que cumplirá, Dios mediante, ochenta tacos el próximo 9 de octubre.
La gente no sabe quién es Peter Mansfield, deben pensar que es un cantante o un jugador del Manchester. Pues no, ¡mira tú qué cosas!
Peter Mansfield venía de una familia muy modesta y a los quince años tuvo que ponerse a currar, en una imprenta. Era la Inglaterra de posguerra, muy pobre tras la II Guerra Mundial y sus bombardeos. Mansfield siguió estudiando por las noches... Más tarde se doctóró en Física.
Mansfiel no debe ser del todo tonto e incluso podemos sospechar que debe ser bastante listo: sus trabajos permitieron analizar matemáticamente de un modo rápido y eficaz las señales obtenidas por medio de resonancia magnética nuclear, y desarrolló también el tratamiento rápido de las imágenes del cuerpo humano obtenidas por medio de resonancia.
Le cascaron en 2003 el Premio Nobel de Física, compartido con Paul Lauterbur, otro tío cojonudo que también hizo su parte en ese campo. Gracias a ese Sr. y a Lauterbur existen los aparatos esos que hacen tanto ruido y que te miran por dentro sin que te tengan que rajar y abrir como un conejo, cosa muy de agradecer, sobre todo cuando te examinan el cerebro. Además el tío tiene una cara simpática. ¿Se puede pedir más?
Puede leerse una biografía sobre ese señor con detalles hasta divertidos en la versión inglesa de la wikipedia. Por lo visto a los quince años un genio le informó de que no servía para las ciencias... 

sábado, 26 de febrero de 2011

Expoexperto: un problema para todas sus soluciones


Expoexperto en la Feria de Madrid
En el recinto del IFEMA se celebró esta tarde EXPOEXPERTO, que es como el Gran Salón de Primavera de los Expertos. Había de todos los precios y modelos, algunos venían de serie y otros con sus complementos.
Abundaban los expertos mediáticos, de los que se reúnen en tertulias televisivas, y gritan mucho, y se cortan y se dicen impertinencias y otros que sentencian sus sermones desde lo alto de sus columnas de papel. Para que no se me acuse de preferir a unos sobre otros me limitaré a describirlos y vosotros pondréis los nombres.
Se celebró el concurso ¿QUIÉN TIENE LA CULPA DE TODO? y estas fueron las respuestas:

Los expertos del GRUPO A dijeron que la culpa de todo la tenían Gallardón, Zapatero, los masones y sus obeliscos, los rojos que tanto nos odian y don Juan Carlos, golfo y traidor. Y añadieron que con Franco vivíamos mejor.

Los expertos del GRUPO B dijeron que la culpa de todo la tienen Aznar, los curas pedófilos, las víctimas del terrorismo, Franco, Israel y los fumadores que corren a más de 120 km. por hora, y que con Felipe González ellos sí que vivían mejor.

Los expertos del GRUPO C dijeron que la culpa de todo era de la homofobia de la España tradicional; que lo que Estepaís necesita son más autonomías, más lenguas vernáculas, más aborto y más Rajoy. Y que ellos viven ya estupendamente.

Luego estuve zangolotineando por la parte de Expertos en Economía, y sólo vi a un montón de chimpancés tecleando máquinas de escribir o tirando dardos a ciegas sobre dianas en movimiento.
Busqué Expertos en  Historia y me topé con un montón de momias y a algún pobre loco con su camisa de fuerza reescribiendo el Sitio de Zaragoza y sosteniendo que América fue descubierta por los chinos.

Seguí caminando, pero no encontraba expertos que me explicaran algo de las cosas importantes: el por qué amamos a quien no nos ama, que nos cuente quién es Dios y por qué todo lo hizo tan raro, tan duro y tan difícil, y por qué los padres mueren y los niños crecen; y para qué sirven las lágrimas, que ni limpian la cara, ni van al mar, y por qué algunos tienen tanto y otros no tienen nada y de qué sirve la autoconciencia, esa puñeta de saber que estamos vivos y que vamos a morir. Quizás haya expertos sobre vinos, o sobre caracoles borgoñones, pero expertos que sirvan para algo más, yo no los conozco.

 La Historia ha sucedido, nadie sabe como ha sido
Cuando cayó el muro de Berlín, yo no tenía ni idea de que algo así podía ocurrir. Los expertos, tampoco.
El 10 de septiembre de 2001 estaba muy lejos de imaginar que al día siguiente unos hijos de puta iban a asesinar a miles de personas y derribar dos hermosas torres en Nueva York. Los expertos, tampoco.
El 11 de marzo de 2004 otros hijos de puta montaron el atentado más grande de nuestra historia, dónde murió gente que yo conocía, como Marion, y consiguieron un cambio de Gobierno y precipitar España en una dinámica de discursos agresivos. Yo no me lo esperaba. Los expertos, tampoco.
¿Algún experto en la sala?
Ahora está sucediendo algo nuevo y distinto en el mundo moro. Y nadie avisó de nada. Y estoy esperando a que alguno de los gansos de nuestros zintancs haga cuacuá, para variar, y no se limite a plagiar el piopío de los zintancs que hablan en inglés. Si sois malos y revisáis los últimos números de diciembre, noviembre, octubre, etc. de las principales revistas de zintancs, relaciones exteriores etc. observaréis rápidamente que NADIEEEE había previsto nada de lo sucedido en Túnez, Egipto, Bahréin y ahora Libia, y mañana Marruecos, quizá.
  
¿Qué es un perto?
La palabra perto no viene en el DRAE. Sin embargo hay por el mundo multitud de expertos, y digo yo que los expertos serán pertos que dejaron de serlo. Entonces, ¿qué es un perto? ¿Se come, se bebe? ¿Se clava en la pared? ¿Es algún tipo de supositorio? ¿Da luz por las noches? ¿Cacarea?
Cuando decimos que alguien es muy sabio y dice las cosas que hay que decir, decimos que es pertinente, que habla con pertinencia, con propiedad. Luego si un pertinente dejó de serlo, será in-pertinente o ex-pertinente. De ahí viene la identidad de que el imbécil genuino, el que no tiene ni papa de nada pero habla sin saber, escuchándose con fruición, es un experto impertinente. ¡Ahí, ahí tenemos la explicación de lo que son los expertos!
Bueno, algo muy parecido a perto es perito. El perito es alguien que sabe de lo suyo, así que el experito es un tonto del culo con pretensiones.
Ya noto que sospecháis que mis choriceras explicaciones no tienen quizá el valor científico que se atribuye a cada una de las entradas de este blog. Así que acudamos a la castálida fuente de la ciencia de los palabros, la Real Academia Española, ¡tachaaaaaan!

Lo que nos cuentan los académicos
El diccionario de la RAE te permite vislumbrar que ya los romanos no acertaban al trinchar el mondongo de las palabras. En efecto,
pertinente viene del latín pertinentia, es decir, la pertenencia, la propiedad.
experto viene de expertus que es el experimentado.
perito viene de peritus, que significa lo mismo.
O sea que ya nuestro güelos con toga y sandalias se complicaban la vida, y peritus y expertus eran palabras distintas para ideas muy parecidas porque para saber, para ser perito, hay que tener experiencia, ¿o no? Y mezclar la pertinencia con la ciencia, digo yo que es poner uvas por garbanzos: ¿qué tiene que ver Paco el Pocero con el mundo de la ciencia? Hablusté con propiedá, me decía uno, pensando que tenía yo grandes fincas en Irlanda. ¿Qué propiedad? A mí que me registren...
Todo este rollo para expresaros mi satisfacción al comprobar que los expertos, una y otra vez, sólo son pertinentes para explicarnos lo que ya ha sucedido; que lo de hacer previsiones se les da igual de bien que a los economistas resolver las crisis o a mí aparcar en Madrid.
Dicen que mal de muchos consuelo de tontos; debo ser tontísimo porque la verdad es que me consuela no ser el único en no dar ni una. Lo que no sé es por qué no invitan a Mirameba a las tertulias de la tele, a que dé su opinión...  Por lo menos él sabría decir quién tiene la culpa de todo: el  chachachá!

miércoles, 6 de octubre de 2010

La tesis de Karen

América sigue siendo una Gran Potencia

Contaba Sender que cuando Nancy vino a España a hacer su tesis, la señora Adams quiso expresar su sincera admiración por una pequeña estatua de Hércules y le espetó al guía: "Lo mejor que nos ha enseñado usted hasta ahora ha sido Herculito" con la lógica sorpresa del hombre, andalú de pro, y el general cachondeo de la concurrencia.
Nancy debe ser la abuela de Karen Owen, una joven estudiante de la Universidad de Duke. La prestigiosa Universidad de Duke se montó a lo grande gracias a la pasta gansa aportada por la homónima familia de multimillonarios tabaqueros. Vender basura para los pulmones es un negocio muy rentable, y en su día uno de los archiforrados miembros de la familia, Washington Duke (1820-1905) decidió que las motos acuáticas y los ferraris están bien para los pijitos hijos de Don Ladrillo y demás horteras al uso en Madrid, pero que montar una universidad de mil pares de narices era más inteligente y chanchipiruli. Ese tipo de rico siempre lo echamos en falta en España; ricos que apuesten por el Futuro y no se limiten a exhibirse con modelos montadas en el candelabro (sic).
Duke, cuyo lema reza "Erudición y Religión", con el tiempo se convirtió en uno de los grandes centros intelestuales del país, aunque pasó por algún episodio vergonzante como el de su laboratorio de parapsicología. Y es que, siguiendo los pasos de la Universidad de Stanford, en Duke se creó un centro de estudios de la percepción extrasensorial y la telequinesia, que es una forma no sé si útil pero desde luego muy original de gastarse los cuartos. Al final uno de los prohombres dukianos de los estudios parapsicológicos, el Sr. Rhine, fundó su propio centro, que la Universidad de Duke ya no avala con su autoridad académica. Yo creo que les habría salido más barato importar al padre Pilón.
Hablando de fantasmadas, percepciones ultrasensoriales y fenómenos para anormales, volvamos a Karen Owen. Hoy publica el diario El Mundo una noticia sobre esa nieta espiritual de Nancy que ha decidido hacer una tesis relatando con todo lujo de detalles sus íntimos encuentros con jugadores de varios equipos deportivos de la Universidad, como el de lacrosse. Muchachos sanotes y cargados de músculos; y no sólo de músculos; debajo de los poderosos pectorales está visto que late un corazón; y también se conmueve otro miembro que la jovencita -dicen- ha medido con auténtica aplicación científica.
La verdad es que imagino mal el hipotético encuentro amoroso en que una simpática universitaria, justo en el momento de iniciar el joven Smith los movimientos tácticos previos a su Gran Ofensiva de Invierno de repente saca del costurero una cinta de medir: "wait a moment Winston, ai will to medirte the pirula", a veeeer, yes, 14 centímeters and medio" -traduzco de las medidas yanquis esas que usan dedos gordos, pies y yardas- y luego con el Palmer, la escuadra y el compás que le prestó su tío masón se dedica a tomar otras medidas como la profundidad del ombligo o la esfericidad de la nalga izquierda del maromo...
Y el mozo medido y calibrado con un Palmer, ¿de verdad aguanta estoico y empalmado? ¡Qué salud! O no tiene sentido del humor o se ha tomado diez cervezas para soportar esa nueva versión del coitus interruptus a base de calculadoras e índices de dilatación y/o retracción. Claro que la joven investigadora alaba mucho la "imaginación" de sus partners.
Pelín fantasma debe ser la joven Karen; a mí lo de la imaginación a la hora de sutrar en la Kama, siempre me ha parecido un cuento más de los muchos que giran alrededor del Sexo Mandamiento -siempre se me cae la "t", oiga-: vale que te disfraces de Hormiga Atómica o de Tortuga D'Artagnan, que te pongas un delantal con corazoncitos, que te aten con pañuelos de seda, que te la embadurnes con mermelada o te coman encima tallarines fritos, que te pinten un Goya en la barriga, que uses esposas policiales o el casco del Kaiser, que te lo montes en un tiovivo, en una caldera industrial, en lo alto del monumento a Alfonso XII del Retiro, que te pegues alas en la espalda o te tatúes una anaconda en el lugar adecuado, que formes tríos o cuartetos, que participes de orgías con una Orquesta Sinfónica, dentro de una tuba o sobre el piano de cola -nunca mejor dicho- que te lo montes con el jorobado de Notre Dame o con el burro Platero que parece hecho de algodón; tampoco diré nada de las posibilidades que ofrecen las mecedoras ni los trapecios voladores, ni los batiscafos, ni los laboratorios espaciales; y en cuanto a las 666 posturas que Leoncio Magno registró en su breve tratado De concupiscentia carnis, que van desde la número 1 -el Misionero de toda la vida- hasta la última -La Bestia Milenaria, que exige la flexibilidad de una culebra y la energía de una central maremotriz- pues qué queréis que os diga: a mí lo de la Toma de Troya, el Próspero Níspero, el Troncomóvil de Picapiedra o el Encantador de Serpientes me parecen vulgares imitaciones de la Ostra Croata, el Bocata de mi Tata o la Gaita del Tío Paco, o sea, nombres exóticos para recetas de toda la vida; y que no pretendan, por favor, que el Trabuco Cuco es original, no es más que otra aburrida versión del Niágara Loco, pero sin  alcachofa y con un guitarrista ciego; y es que la imaginación no da más de sí, es un mito más -como decía Ergástulo de Epiro: en asuntos del pito, lo que no es mentira es mito-  y la verdad es que supongo que los jóveles atletas no fueron seleccionados en función de su cociente intelectual sino de otras características naturales y seguramente envidiables como por ejemplo estar sanos como oseznos en primavera y con ese derroche de pólvora característico de los artilleros bisoños.
Sólo añadiré que apenas se enteró Mirameba de la noticia, compró un billete para la Universidad de Duke e insertó un anuncio en la prensa local: "sabio e imaginativo polígrafo se ofrece como sujeto de investigaciones paranormales". Y si cuela, cuela.