En España, Grecia y Estados Unidos hay ejemplos notables de familias incrustadas en el mundo político
El concepto de generación orteguiano se basaba en la firme creencia de que la nueva generación tiene que sublevarse contra la anterior y sustituirla. En una sociedad dominada por los
muertos, la única posibilidad que tiene lo nuevo pasa por la canibalización de lo vigente. Sin embargo hace ya 23 siglos que el autor del Eclesiastés (1,9) dejó escritos aquellos versiculos siempre mal citados
Lo que pasó, eso pasará; lo que se hizo, eso se hará: nada hay nuevo bajo el sol. El Libro nos indica que lo viejo tiene tendencia a perdurar y a prolongarse y que en los nidos de hogaño ponen sus huevos los buitres de antaño. En muchas sociedades el proceso de renovación se limita a sustitución dinástica, y no nos referimos a la monarquía como régimen constitucional sino a la prolongación de aristocracias políticas donde lo nuevo viene apadrinado por lo viejo. Así, nuestros elencos están plagados de "hijos de", "nietos de"; los viejos prolongan su poder más allá de su límite vital, proyectándose en la carne de su carne, y siempre a costa del presupuesto. Hay ejemplos de ello en el mundo entero pero quisiera fijarme en España, en los Estados Unidos y en Grecia.

De Benidorm al Senado
La apoteosis del poder de los muertos no la busquéis en los cementerios sino en las instituciones moribundas. Por ejemplo, fijaros en el exquisito cadáver que llamamos Senado, donde florece el concepto benidormiano del poder hereditario. En la Cámara Inútil tenemos a
Leire Pajín, hija de
José María Pajín y de
Maite Iraola, ambos picatostes del PSOE alicantino. Cuando José María dejó de ser concejal de Benidorm, le sustituyó su mujer. Ahora su hija Leire es senadora designada por la Comunidad Valenciana.
En el Partido Popular tenéis lo mismo, también referido a Alicante y en concreto a Benidorm. Nos referimos al caso bien conocido de
Miguel Barceló, senador nada menos que durante 22 años seguidos, a lo largo de seis legislaturas. Suegro de
Zaplana, Barceló consiguió colocar a su nieto,
Agustín Almodóbar Barceló en la lista del Senado de tal forma que al cesar por dimisión el abuelo, le sucedió su nieto. Pero hay todavía más casos reflejados en este artículo de
EL PAÍS, por una vez equilibrado.
El caso norteamericano.
No debemos pensar que
Spain is different. En los Estados Unidos, la democracia más antigua del planeta, sucede lo mismo, y todavía más exagerado. Allí la primera familia Adams fueron
Juan I y
Juan II; también hubo una dinastía Bush con
Jorge I y
Jorge II; un prolongado proyecto de dinastía
Kennedy que no cuajó, y una tentativa de convertir a
Hillary Clinton en sucesora de
Bill, en una curiosa muestra de
peronismo norteamericano. Por ahora Hillary es Secretaria de Estado. ¿Llegará a presidir los Estados Unidos? Dependerá mucho de la evolución de la presidencia de Barak Obama.
Ya que hablamos de Argentina, recordemos que el peronismo, en su forma de instauración de una sucesión matrimonial en el poder parece no acabarse, y la actual mandataria de Argentina,
Cristina Fernández, es la mujer de su anterior presidente,
Nestor Kirchner (en la foto). Dos por el precio de uno.
El caso griego
La palabra "democracia" es griega, así que será interesante otear que ocurre en la república helénica. Allí tenemos dos grandes partidos, PASOK y Nueva Democracia que juegan a ser la "izquierda" y la "derecha" respectivas, partidos que son en realidad la emanación política de potentes clanes familiares.
En las dictaduras ocurre lo mismo
Nótese que tomamos ejemplo de democracias como Estados Unidos, España o Grecia. En dictaduras el caso es todavía más sangrante: la dinastía de los
Kim en Corea, los
Assad en Siria y es muy posible que en Egipto
Gamal Mubarak suceda a su padre,
Hosni.
¿Por qué existen esas dinastías en las democracias?
Digan lo que digan los cenizos y pesimistas de siempre, Estados Unidos, España y Grecia son tres naciones modernas. La razón de que en sociedades tan elaboradas se constituyan nichos hereditarios de poder no se limita a las imperfecciones "del sistema” como dicen los ultras de izquierda o derecha, sino a cuestiones tan profundas como la transmisión de la experiencia y los contactos del poder.
Sin contactos, nadie, por talento que tenga, puede alcanzar las mieles del poder. Y la experiencia del viejo cacicón le permite al joven halcón saltarse etapas en la carrera. “Haz esto”, “no hagas aquello”, “habla con Fulano”, “no te fíes de Mengano”, "Le pedí a Zutano que te colocara". El joven bisoño que se inicia en la aventura política, necesita contactos y consejos, necesita esa experiencia que el viejo reservará, preferentemente, para los suyos; y además de la experiencia, la red de favores mutuos concedidos y solicitados. "Tú me enchufas a mi nena, yo te enchufo a tu nene".
Por otra parte, el público tiende a votar por aquellos que conoce y un apellido es como una marca publicitaria. Hay norteamericanos que durante treinta años han votado Kennedy porque el apellido les recordaba al presidente asesinado; y no se han parado a pensar si Robert o Edward tenían las cualidades de John.
En consecuencia, la estructuración del poder en el seno de unas pocas familias no es en absoluto una característica española ni el resultado de conspiraciones judeomasónicas, sino el reflejo de complejos mecanismos sociales no tan fáciles de explicar.
Carácter negativo de esa realidad
En el caso de la Monarquía, el poder hereditario ha sido muy criticado; sin embargo Rey hay uno solo mientras que reyezuelos de las taifas provinciales son muchos y ¿no se ha de criticar también en este caso el poder familiar?
Aparte de ineficaz, la incrustación del poder entre las mismas manos desanima la lógica renovación del país; muchos talentos se frustran porque abandonan antes de tiempo una carrera política para la que carecen de padrinos.
Luis Español Bouché