Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

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jueves, 30 de marzo de 2017

¿Vamos hacia delante o estamos retrocediendo?

Hergé: "Tintin au Pays de l'Or Noir".
Machado se equivocaba, no se hace forzosamente camino al andar. O quizá tendríamos que saber a qué nos referimos por "hacer camino". Uno puede andar en círculos y al andar en círculos los caminos del pasado y del futuro acaban solapándose como cuando Hernández y Fernández se pierden con su Jeep en el desierto, siguiendo sus propias huellas sin saberlo...
Es más, si el Jeep va a una velocidad superior a la de cualquier velocista humano, y Hernández se cae del Jeep, ¿podrá reunirse algún día con Fernández? Corriendo detrás no, pero corriendo hacia atrás, ¡sí! O incluso sin correr, esperando a que el coche conducido por Fernández dé una nueva vuelta...
Por otra parte si tomando una dirección cualquiera, andas en línea recta, sin desviarte ni un milíimetro sobre la superficie de una esfera como la Tierra, en un momento dado no avanzas sino que retrocedes. Sobre nuestro planeta, es equivalente hacer 39.000 kilómetros hacia delante en línea recta que 1000 km. hacia atrás, equivalente hacer 20.000 kilómetros hacia delante que 20.000 kilómetros hacia atrás. Acabas en el mismo punto.
Esa realidad matemática nos sirve de metáfora: a veces creemos progresar y estamos yendo hacia atrás.

viernes, 13 de diciembre de 2013

El futuro es mío y no lo compartiré con nadie

Supongo que se trata de algún mecanismo inconsciente de lo que me queda de cerebro, que se encarga de formatear el pasado y sus dolores para dejar limpio y expédito el disco duro. Lo cierto es que cada día tengo menos memoria y en el fondo, me alegro. Nada hay más estimulante que vivir el presente, y ayuda mucho a ello la incapacidad de acumular recuerdos, ni buenos, ni malos. Supongo que es una gran fortuna, al fin y al cabo por cada gota de miel hay océanos de hiel, la vida es una pura injusticia, una suma de ocasiones perdidas, así que la amnesia es un requisito de la felicidad.
Cada día me despierto de mejor humor, adiós anclas y rémoras pasadas, adiós amores traicionados, adiós esperanzas incumplidas. El futuro es mío, y no lo compartiré con nadie.

martes, 20 de diciembre de 2011

Nuestro islámico futuro



 
Comentaba en mi entrada anterior que, si nos atenemos a su discurso, Rajoy no tiene previsto realizar nada en el ámbito familiar -al margen de sacarnos del paro- ni luchar contra el aborto -más de ciento diez mil niños cortados a cachos en España el pasado año, de los cuales 20.496 sólo en Madrid- a pesar de catástrofe demográfica española. Pues yo ya sé quién va a disfrutar de esa prometida prosperidad: los españoles musulmanes, benditos sean.

El Islam imprevisto
Estoy aburrido de recibir incontables emilios denunciando el supuesto peligro de la islamización de Europa. Sobre todo porque no se trata tanto de una victoria de los hijos de Agar como del fruto de dos siglos de anticristianismo feroz en el Continente cristiano por antonomasia.
Francia, por ejemplo, ha sido la patria del laicismo desde la separación, brusca y dramática, de la Iglesia y del Estado. Los laicistas han estado particularmente obsesionados contra la Iglesia Católica, el enemigo a batir desde que Voltaire proclamara "Écrasez l'Infâme". Y durante ese dos veces secular combate contra la Cruz, que llevó a tantos clérigos y monjas a la guillotina o al paredón, se han olvidado de que había otras religiones, otros credos, a los que no se perseguía.
Hace algo más de un siglo, el presidente Loubet y el ministro Combes expulsaban a miles de sacerdotes, disolvían congregaciones enteras, y ponían trabas a la tarea evangelizadora de los misioneros católicos en el África del Norte bajo dominio francés. Fruto inesperado de ese anticatolicismo es la victoria del Islam que nadie esperaba ni previó, cosa de lo más normal en el curso de la Historia. El Principio de la Responsabilidad Histórica de Mirameba y su corolario lo dicen claramente:
1. el que tiene el poder nunca se entera de nada
2. el que se entera de algo, carece de poder.

En España hemos seguido los pasos de Francia, pero la responsabilidad no es sólo de los laicistas sino de la propia Iglesia. En Cataluña, por ejemplo, la iglesia no es más que un instrumento al servicio del separatismo. Así, mientras los prelados catalanes se entregan al  nazi-onanismo catalanista y permiten que se aborte en sus hospitales, sus calles se han llenado de musulmanes. Si lo piensas bien, no deja de tener su gracia, suena como a castigo bíblico; pero dado como está el patio, el Islam no es un castigo, sino una bendición.

Calle de Marsella
Hoy el Islam es la religión más pujante de Francia, el futuro religioso del país. Las laicas instituciones quieren ponerle parches al tema, un día hacen una ley contra  el velo, y otro votan leyes que prohiben las oraciones públicas en la calle. Con la ley francesa en la mano, ¿se suprimirían en España las procesiones de Semana Santa? En este sentido, el Islam se ha convertido en un inesperado aliado pasivo del anticristianismo de los laicoborrokas. Además, esos parches legales son contrarios a la Declaración Universal de los Derechos Humanos que consagra la libertad religiosa en su artículo 18: 

"Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia".

Curiosamente, ese artículo que muchos musulmanes se pasan por las narices -al apóstata, al que deja el Islam, Mahoma autoriza a matarlo, así como suena- sin embargo les protege en las naciones que asumen la obligación de respetar tanto la fe como sus manifestaciones.
 
Sin futuro
La verdad, es que no tengo especial simpatía por las creencias islámicas o el modo de vida de los musulmanes. Islam significa sometimiento y musulmán significa sometido; y yo soy muy rebelde; cada día más. Pero el hecho es que nuestros queridos hermanos musulmanes tienen hijos a racimos; yo no. Podría deciros lo mismo de muchos gitanos ejercientes, judíos ortodoxos e incluso de movimientos cristianos ultrasupermegacarcas. Su modo de vida no me atrae en absoluto, ni su visión de la mujer, ni sus costumbres, ni sus creencias. Pero ellos tienen hijos, y yo no; ellos tienen futuro y yo no. ¿De quién es la culpa? Solo mía, suya no.

La niñofobia de la España oficial
A los españoles en general les encantan y divierten los niños. Pero la España oficial es niñófoba. A una española le ponemos más fácil abortar que encontrar una guardería para sus hijos, y lo de conciliar la vida laboral con la familiar suena a chiste malo: si pides permiso de maternidad en una empresa, te echan. Así de claro.
Para daros una idea del alto grado de gilipollez de nuestras autoridades, os diré que en el  corazón de Madrid hay edificios públicos gigantescos como el Banco de España o el Ministerio de Sanidad, que no tienen guardería. Si por casualidad alguno de los miles de hombres y mujeres inteligentes y currantes que trabajan en el Banco de España o en Sanidad comete el desliz de tener algún hijo, no puede llevárselo al curro. Hablo de un ministerio y de instituciones que debieran dar ejemplo y ser la pauta del comportamiento, bla, bla, etc., tralalá. De verdad, si yo tuviera una fracción de poder, os garantizo que iba a convertir medio Madrid en una inmensa guardería repleta de churumbeles, pero no os preocupéis, no se dará el caso.

En España, toda la estructura familiar ha sido asesinada a sangre fría desde hace más de un cuarto de siglo por los responsables de mantener un entorno económico cuyo objeto es claramente antifamiliar: sin guarderías y con pisos imposibles de adquirir. Dos generaciones de españoles sin nido. Los ricos sí tienen hijos y sus mujeres pueden incluso trabajar, que para eso hay otras mujeres que atienden al niño a cambio de un sueldo. ¡Gran modelo! La libertad de una persona a cambio de la servidumbre de otra... Así, nuestra sociedad va a su colapso; las parejas machistas triunfan y las mujeres más brillantes, las que trabajan y estudian, una de dos, o pueden pagar una sustituta o se quedan sin hijos o tienen uno solo, y ya tarde. Por eso somos el país que más adopciones realiza de todo el mundo. Ya hace un montón de años, recuerdo que escribí en un libro ahora obsoleto el siguiente párrafo:

Por otro lado la pretendida gran familia europea, más que familia parece un asilo de personas mayores, enfermas, egoístas, cascarrabias y sin hijos, que sólo tienen fuerzas para discutir entre ellas y amargarse mutuamente lo que les queda de vida. Tras el suicidio demográfico occidental, el viejo Continente es un continente de viejos. El futuro de Europa consiste en la paz de los cementerios y de las cunas vacías. Así que el debate monarquía-república, en el deprimente contexto del ocaso general de Occidente, no reviste la menor importancia.

Un trabajo de 1997 publicado en 1999, doce años ya... ¿Véis algún cambio?

El islam es el futuro
Por eso, si muchos ven a los musulmanes como una amenaza, yo prefiero verlos como un ejemplo. El islam es el futuro.
Ellos han acertado; nosotros nos hemos equivocado. Después de trece siglos, Tarik, finalmente, ha regresado, y esta vez para quedarse. Por si las moscas, yo me he comprado un método de árabe sin esfuerzo, para ir adaptándome. Porque musulmanes serán los me cuidarán y musulmanes serán los que me limpien el culo si llego a viejo y sobrevivo a los neonazis de la eutanasia; porque los enfermeros no se llamarán Pepe, Marichús o Manolo, sino Mohammed, Dris o Fatima. Ya sé que serán españoles y hablarán español, pero el Corán hay que leerlo en árabe clásico, así que tendré que aprender cómo se dice en V.O. eso de Lā 'ilāha 'illā-llāhu Muhammad rasūlu-llāh.

miércoles, 1 de junio de 2011

La aspirina ¿con gas o sin gas?

Noche de insomnio, releo mi ejemplar de Los que tapan el Sol, de Jorge Dotta:

Siempre hay un bar en el que alguien espera. Hay veces en que quienes esperan son varios y el ambiente está cargado por la tensión y la incertidumbre. Hasta los camareros están incomodados por esa vibración a pesar de estar acostumbrados a ver esperar y a consolar a algunos desgraciados que ven que se irán de allí con una soledad mayor de la que traían al entrar.

Siempre hay un bar en el que alguien espera... siempre hay alguien a la espera de un bar. Tiene razón el maestro Dotta, los bares son propicios, allí esperamos, al amor o al amigo; son templos de la esperanza y del desesperar, cuando ya toda espera es vana pero la mente se empecina en recrear los eslabones pulverizados por un capricho.
Toda nuestra cultura se teje con los hilos invisibles de bares, cafés y terrazas, esos espacios libérrimos pero reglados, remansos en el gran río de la vida en el que durante un instante, saboreas la amistad, el amor o una conversación. Ya no podré montar el Churro Alegre -han prohibido el tabaco- y los Siniestros han ganado la partida. En lo que va de año, creo que sólo he ido a un bar cinco veces -o cuatro- porque me proporciona una indecible tristeza respirar ese ambiente tan saludable y tan coñazo. Algún día ya no habrá bares en Madrid donde tomarte unos callos o una oreja a la plancha, todo será light a la medida de nuestras anoréxicas ministras. Veo espacios acristalados, con camareros en bata blanca distribuyendo pildoritas a la concurrencia.
- ¿Me pone una clara de limón?
- No, no es posible, todavía estamos en la Hora Sana, hasta las once de la noche no podemos servir alcol.
- Empezamos bien... ¿Y lal limonada a secas, o una Cola-Loca?
- Le recuerdo, señor, que las bebidas gaseosas están prohibidas porque el azúcar es malo para los dientes y la sacarina da cancer.
- ¿Y unas croquetitas?
- Nos han prohibido freír, por el tema del aceite.
- ¿Unas patatitas al alioli?
- Patatas hay, pero no podemos añadir salsas que incorporen huevo, aunque esté liofilizado, por la salmonelosis.
- ¿Un chorizo a la cazuela?
- Pero bueno, ¿Vd. quiere matarse? ¿Sabe Vd. la cantidad de nitratos y colesterol de la que hablamos?
- Oiga, no quiero ofenderle, pero... ¿Vd. es camarero, verdad? Y no un piiip médico de los piiiip.
- Pues no señor. Ya no hay camareros. Ahora somos Técnicos en Atención Pública Alimentaria (T.A.P.A.). Para llegar a este puesto tuve que formalizar dos años de preparación profesional y superar la correspondiente oposición.
- (Murmullos indescifrables)
-¿El señor desea?
-La verdad es que desear, el señor desearía arrancarle a usté el hígado, y freírlo encebollado, con sus toxinas y todo y luego me lo comería con las piiiip patatas fritas en la piiip de aceite de motor, piiiip, pero como no es culpa suya sino del piiip del Zapa y sus Siniestros, le rogaré que me traiga una aspirina bien gorda y una empalmicina forte.
-La aspirina, ¿con gas o sin gas?
- Al natural.
- ¿La empalmicina, con ginseng?
-Sí, con efecto turbo-visagra de endurecimiento reforzado.
Tiempo al tiempo, estas líneas se estudiarán en las facultades y manicomios como La Gran Profecía. Al final, siempre viene alguien a taparnos el sol, y Diógenes en su barril, revienta de rabia.

sábado, 26 de febrero de 2011

Expoexperto: un problema para todas sus soluciones


Expoexperto en la Feria de Madrid
En el recinto del IFEMA se celebró esta tarde EXPOEXPERTO, que es como el Gran Salón de Primavera de los Expertos. Había de todos los precios y modelos, algunos venían de serie y otros con sus complementos.
Abundaban los expertos mediáticos, de los que se reúnen en tertulias televisivas, y gritan mucho, y se cortan y se dicen impertinencias y otros que sentencian sus sermones desde lo alto de sus columnas de papel. Para que no se me acuse de preferir a unos sobre otros me limitaré a describirlos y vosotros pondréis los nombres.
Se celebró el concurso ¿QUIÉN TIENE LA CULPA DE TODO? y estas fueron las respuestas:

Los expertos del GRUPO A dijeron que la culpa de todo la tenían Gallardón, Zapatero, los masones y sus obeliscos, los rojos que tanto nos odian y don Juan Carlos, golfo y traidor. Y añadieron que con Franco vivíamos mejor.

Los expertos del GRUPO B dijeron que la culpa de todo la tienen Aznar, los curas pedófilos, las víctimas del terrorismo, Franco, Israel y los fumadores que corren a más de 120 km. por hora, y que con Felipe González ellos sí que vivían mejor.

Los expertos del GRUPO C dijeron que la culpa de todo era de la homofobia de la España tradicional; que lo que Estepaís necesita son más autonomías, más lenguas vernáculas, más aborto y más Rajoy. Y que ellos viven ya estupendamente.

Luego estuve zangolotineando por la parte de Expertos en Economía, y sólo vi a un montón de chimpancés tecleando máquinas de escribir o tirando dardos a ciegas sobre dianas en movimiento.
Busqué Expertos en  Historia y me topé con un montón de momias y a algún pobre loco con su camisa de fuerza reescribiendo el Sitio de Zaragoza y sosteniendo que América fue descubierta por los chinos.

Seguí caminando, pero no encontraba expertos que me explicaran algo de las cosas importantes: el por qué amamos a quien no nos ama, que nos cuente quién es Dios y por qué todo lo hizo tan raro, tan duro y tan difícil, y por qué los padres mueren y los niños crecen; y para qué sirven las lágrimas, que ni limpian la cara, ni van al mar, y por qué algunos tienen tanto y otros no tienen nada y de qué sirve la autoconciencia, esa puñeta de saber que estamos vivos y que vamos a morir. Quizás haya expertos sobre vinos, o sobre caracoles borgoñones, pero expertos que sirvan para algo más, yo no los conozco.

 La Historia ha sucedido, nadie sabe como ha sido
Cuando cayó el muro de Berlín, yo no tenía ni idea de que algo así podía ocurrir. Los expertos, tampoco.
El 10 de septiembre de 2001 estaba muy lejos de imaginar que al día siguiente unos hijos de puta iban a asesinar a miles de personas y derribar dos hermosas torres en Nueva York. Los expertos, tampoco.
El 11 de marzo de 2004 otros hijos de puta montaron el atentado más grande de nuestra historia, dónde murió gente que yo conocía, como Marion, y consiguieron un cambio de Gobierno y precipitar España en una dinámica de discursos agresivos. Yo no me lo esperaba. Los expertos, tampoco.
¿Algún experto en la sala?
Ahora está sucediendo algo nuevo y distinto en el mundo moro. Y nadie avisó de nada. Y estoy esperando a que alguno de los gansos de nuestros zintancs haga cuacuá, para variar, y no se limite a plagiar el piopío de los zintancs que hablan en inglés. Si sois malos y revisáis los últimos números de diciembre, noviembre, octubre, etc. de las principales revistas de zintancs, relaciones exteriores etc. observaréis rápidamente que NADIEEEE había previsto nada de lo sucedido en Túnez, Egipto, Bahréin y ahora Libia, y mañana Marruecos, quizá.
  
¿Qué es un perto?
La palabra perto no viene en el DRAE. Sin embargo hay por el mundo multitud de expertos, y digo yo que los expertos serán pertos que dejaron de serlo. Entonces, ¿qué es un perto? ¿Se come, se bebe? ¿Se clava en la pared? ¿Es algún tipo de supositorio? ¿Da luz por las noches? ¿Cacarea?
Cuando decimos que alguien es muy sabio y dice las cosas que hay que decir, decimos que es pertinente, que habla con pertinencia, con propiedad. Luego si un pertinente dejó de serlo, será in-pertinente o ex-pertinente. De ahí viene la identidad de que el imbécil genuino, el que no tiene ni papa de nada pero habla sin saber, escuchándose con fruición, es un experto impertinente. ¡Ahí, ahí tenemos la explicación de lo que son los expertos!
Bueno, algo muy parecido a perto es perito. El perito es alguien que sabe de lo suyo, así que el experito es un tonto del culo con pretensiones.
Ya noto que sospecháis que mis choriceras explicaciones no tienen quizá el valor científico que se atribuye a cada una de las entradas de este blog. Así que acudamos a la castálida fuente de la ciencia de los palabros, la Real Academia Española, ¡tachaaaaaan!

Lo que nos cuentan los académicos
El diccionario de la RAE te permite vislumbrar que ya los romanos no acertaban al trinchar el mondongo de las palabras. En efecto,
pertinente viene del latín pertinentia, es decir, la pertenencia, la propiedad.
experto viene de expertus que es el experimentado.
perito viene de peritus, que significa lo mismo.
O sea que ya nuestro güelos con toga y sandalias se complicaban la vida, y peritus y expertus eran palabras distintas para ideas muy parecidas porque para saber, para ser perito, hay que tener experiencia, ¿o no? Y mezclar la pertinencia con la ciencia, digo yo que es poner uvas por garbanzos: ¿qué tiene que ver Paco el Pocero con el mundo de la ciencia? Hablusté con propiedá, me decía uno, pensando que tenía yo grandes fincas en Irlanda. ¿Qué propiedad? A mí que me registren...
Todo este rollo para expresaros mi satisfacción al comprobar que los expertos, una y otra vez, sólo son pertinentes para explicarnos lo que ya ha sucedido; que lo de hacer previsiones se les da igual de bien que a los economistas resolver las crisis o a mí aparcar en Madrid.
Dicen que mal de muchos consuelo de tontos; debo ser tontísimo porque la verdad es que me consuela no ser el único en no dar ni una. Lo que no sé es por qué no invitan a Mirameba a las tertulias de la tele, a que dé su opinión...  Por lo menos él sabría decir quién tiene la culpa de todo: el  chachachá!

viernes, 17 de septiembre de 2010

Toros, religión y laicismo en Dax


Desde que me saqué el carné de conducir, no sólo me he convertido en una amenaza para los inocentes peatones, sino que aprovecho para darme garbeos que antes eran más complicados.
Hace unos días recalé en Dax, una ciudad de las Landas famosa por su fuente natural de agua caliente que proporciona cada hora 100 metros cúbicos de agua a 60º, caudal impresionante que la convierte en la más importante fuente termal de toda Francia.
Según una leyenda local un legionario romano abandonó a su perro enfermo en Dax y se fue de campaña; a su vuelta vio con sorpresa que el perro salía a su encuentro, completamente curado gracias a las beneficiosas aguas de la Fontaine Chaude. Sea o no sea cierta la leyenda -menudo ********, poned el taco que más os guste, el romano, abandonando su perrito, ¿eh?- lo cierto es que Dax conserva restos romanos porque los romanos no tenían rival a la hora de encontrar y explotar fuentes termales; yo me imagino a algún Pomponio Craso o algún Cayo Felicio husmeando el aire como un gorrino trufero y saliendo corriendo raudo y veloz a escarbar una fuente nueva. ¿Y cómo demonios sabían para qué servía el agua? A lo mejor probaban con esclavos que tenían distintos males, veían el que se curaba bebiendo y los que se morían y sacaban del experimento alguna deducción. No se me ocurre otro método.
Obélix se equivocaba, los romanos no estaban locos, ni mucho menos. Es como las ciudades que construían: si tú quieres saber dónde comprarte una casa en una vieja ciudad, averigua primero dónde se instalaron los romanos. Siempre es el mejor sitio, el que no se inunda. Nosotros tenemos computadoras, rayos láser, satelites, Belén Esteban y coñazómetros digitales pero como somos tan listos y chanchipirulis, construimos casas en antiguos cauces secos. Y luego pasa lo que pasa y acontece lo que acontece.
Volviendo a Dax, hay que subrayar que tiene el encanto y también la tristeza de las ciudades levíticas y, como en toda Europa, cesa cualquier actividad a horas en que los españoles tenemos las baterías cargadas a tope (la entrada anterior abundaba en este asunto).
Dax está muy cerca de España, tiene coso taurino y cuando estuve coincidí con un espectáculo de sabor hispánico, Salsa et Toros. Las fiestas de Dax son tan importantes que tienen incluso una advocación mariana, Notre Dame des Ferias. El pasado 12 de agosto, a las 11.15, los aficionados y turistas de Dax le brindaron a Nuestra Señora de las Ferias una ofrenda floral con música del Conservatorio municipal, ¡mais oui! 
Se da así la circunstancia de que mientras que en España se quiere prohibir la España milenaria con sus tradiciones -y su crueldad- en Francia se constituyen peñas, así como suena, se imita el uniforme rojiblanco de los sanfermines y se importa todo un vocabulario taurino... Y es que lo español es popular en cualquier lugar del mundo menos en España. También, durante las fiestas, ves a señores disfrazados de legionarios romanos por aquello de la leyenda fundacional.

La Catedral
La catedral de Dax, como tantas otros templos de Francia carece de esos oros y platas que adornan aquí las piedras seculares. El turista no puede imaginar lo que debieron ser aquellas iglesias antes del gran saqueo revolucionario. Si pensamos que el templo más importante de la Cristiandad durante siglos, el de Cluny, fue entregado a los promotores inmobiliarios de aquel entonces para convertirlo en cantera, imaginaréis sin dificultad las bestialidades cometidas en todo el patrimonio artístico de Francia por los iluminados revolucionarios y sus prósperos aliados del comercio.
Lo que falta de adorno se quiere compensar con cierta devoción por el cura de Ars, Juana de Arco -devoción derechista de los años treinta que ha ido perdiendo comba- San Vicente de Paul, Teresita del Niño Jesús o San Luis.
La Catedral de Dax resulta bastante desangelada, un popurrí de estilos que no pegan muy bien pero la visita vale la pena porque dentro del edificio se puede contemplar el espléndido Pórtico de los Apóstoles, lo que queda del antiguo templo gótico que se hundió en 1646 y se trasladó al edificio nuevo a finales del siglo XIX para protegerlo no sé si de las injurias del tiempo o de las de los hombres.

Sacerdotes negros
Cuando entré en el templo, estaba celebrándose la Misa. El sacerdote era negro, pero no de los negros oriundos de Francia, nacidos en la República y que se expresan perfectamente en francés, sino negro africano con un inconfundible acento del África Occidental francesa que evoca para mí gente sonriente, bubús multicolores y atardeceres sobre ríos cálidos donde bostezan los hipopótamos (¡toma cliché!). Más tarde averigüé que el padre era oriundo de Burkina Fasso, la antigua Haute Volta, o sea que mi oído no me engañó.
En Madrid yo he visto sacerdotes negros en los Jesuitas de Maldonado, San Martín y la Concepción. Unos son africanos y otros vienen de la República Dominicana o de otros rincones de América. La verdad es que lo de los sacerdotes negros resulta un gran invento para acabar con el racismo porque uno que está chapado a la antigua todavía besa la mano de los sacerdotes -sí, ya lo sé, soy muy carca pero no pretenderéis que mañana me ponga un anillo en la oreja ni un pircing en la pirula- y se arrodilla en el confesionario: no veas lo bien que te sienta arrodillarte delante de un negro para quitarte de encima los restos de racismo colonial que te puedan quedar pegados en los rincones del alma.
El racismo es una estética perversa que te meten en el biberón sin que te des cuenta... Yo me acuso de haber leído Tintín desde niño y los negros de Tintín tienen los ojos redondos y son como subnormales. Hergé era un señor belga de su tiempo, para el que las mujeres eran un adorno más o menos ridículo, los judíos sórdidos mercachifles con una gran napia característica y los negros una especie de chimpancés amaestrados, más o menos tontitos, muy parecidos a como los veía el Señor Oscuro de América. Ahora sigo leyendo Tintín y disfruto el doble riéndome de su impresionante carga de prejuicios.
Los sacerdotes negros nos recuerdan  hechos sin duda negativos -la crisis de vocaciones en los seminarios y el envejecimiento del clero indígena en Europa- pero también positivos: países que fueron un día tierra de misión ahora nos evangelizan a nosotros, nos devuelven la visita. La evolución de la fe a través de los siglos supone que cambias de eslabones pero la cadena permanece. Te preguntas: ¿cuánto le queda a España para convertirse en tierra de misión? ¿Acaso no lo es ya? Nuestras iglesias o están vacías o llenas de viejos, con pocas excepciones. Un fenómeno nuevo en un país como el nuestro que durante siglos ha sido pilar fundamental del orbe católico. Quizá es que nuestro catolicismo era totalmente superficial y dogmático; España y Polonia tuvieron hasta la ley Aído la misma ley para abortar, y mientras que las víctimas legales aquí eran más de cien mil al año, en Polonia no llegaban a trescientas. Los polacos son católicos de verdad, como los irlandeses, mientras que las viejas naciones católicas como Francia, Italia y España se enfrentan a un cambio brutal en su estructura religiosa: mayor presencia de otras fórmulas de cristianismo -fundamentalmente protestantes evangélicos- mayor impacto del islamismo y mayor secularización laicista.

La calle de la Laicidad
Cerca de la Catedral, de repente te topas con la Calle y el jardincillo (square) de la Laicidad -en España diríamos más bien laicismo-. El laicismo es un amable concepto de origen religioso que muchos han convertido en anticatolicismo primario, pero que en sí mismo no es malo; antes bien, la independencia de la Iglesia del Estado siempre ha sido favorable a la Iglesia puesto que la libra del chapapote político.
La rue de la Laïcité es un invento moderno, se inauguró hace menos de un año. Una calle con nombre de concepto suena más bien raro pero bueno, después de bañarme este verano en una piscina entre Freud y Marx, estoy curado de espantos. Ese laicismo urbano se debe a la acción de la asociación francesa de Libres Pensadores conectada a la bisecular tradición republicana, a la influencia cada día más limitada pero perenne del Gran Oriente de Francia y al hundimiento general del prestigio de la Iglesia entrampada en la propaganda sobre abusos sexuales y pedofilia.
El laicismo oficial de esa ciudad francesa contrasta con la santificación de las fiestas y las ofrendas florales a Nuestra Señora de las Ferias. Resulta contradictorio que de una parte se inauguren calles en honor del laicismo y que por otro lado la banda municipal toque en honor de la Virgen; en cierto sentido podemos decir que el turismo será quizá el último cartucho que le quede a la Fe para protegerse del acoso oficial. Por mucho que aquí la Zetagente se empeñe en laicizar la sociedad española no me imagino a Sevilla renunciando al Rocío o las procesiones de Semana Santa, aunque sólo sea para llenar de turistas los hoteles. Por otra parte, la locura del anticristianismo a la española no puede obviar el hecho de que toda la cultura europea es cristiana. ¿Dejaría el Auditorio Nacional de programar el Mesías de Haendel?

Lo interesante de visitar Dax con los ojos abiertos es que no sólo se puede contemplar de un vistazo dos mil años de historia, sino que el viajero puede hacerse una idea de las realidades y desafíos de la fe en una nueva Europa o de la imagen de España y de lo español en una Francia que, contrariamente a lo que muchos españoles creen, siempre ha sentido auténtica pasión por nuestras realidades y costumbres.
Luis Español Bouché

domingo, 2 de mayo de 2010

Por qué me gusta tanto Zapatero

El total fracaso de Zapatero conlleva la liquidación de la izquierda exaltada

Un problema secular de España reside en la existencia de una fracción pequeña pero activa de la "izquierda" a la que no preocupa la cuestión social, a la que no le importan millones de parados o la degradación de los servicios públicos. Es la izquierda de hace un siglo,  nunca del todo enterrada, la que no cree en la democracia ni en el orden, que piensa que matar curas y quemar iglesias es la mejor forma de luchar por el Progreso, que odia la idea de España pero apoya con entusiasmo el nacionalismo regionalista, que prefiere el fracaso escolar al éxito, que quiere acabar con la monarquía para poner República y luego sublevarse contra la República para organizar la Revolución y luego organizar la Depuración de la Revolución, y así hasta el infinito.
No los vamos a cambiar. Son gente en perpetua adolescencia, cuyo acné juvenil se trasladó al cerebro y he conocido muchos de esos en el Ateneo, ya viejos, derrotados y acabados, pero siempre activistas. Nuestro presidente está liquidándolos a todos.
Me explico: Rodríguez Zapatero es un burgués que odia la Burguesía, un padre de familia que quisiera imponer el aborto post-parto, el típico alumno de colegio de curas que aborrece la Iglesia, un demócrata amigo de los antidemócratas chavistas o marroquíes, un presunto activista filogay amigo de los iraníes que los ahorcan: en definitiva es el alfa y omega de lo que no me gusta.
Los que me leen y conocen sospechan que no soy socialista. Van bien encaminados... Pero confieso públicamente que sí soy zapaterista; nadie en España ha alcanzado mi grado de compenetración con el Sr. Rodríguez.  Hay gente poco informada que dice que no sabe con qué va a salirnos ahora el inquilino de Moncloa: ¿propondrá la independencia del Reino de Patones? ¿La masturbación obligatoria en Primaria? ¿Pagar la Deuda Histórica a los numantinos?
Yo, en cambio, sé lo que piensa mi admirado presidente porque si algo me disgusta sé que a él le pone, y vice versa. Y la verdad, ese grado de sintonía con un mandatario al que no tengo el honor de conocer personalmente, me hace sentirme un poco monclovita, como si en lugar de ser un pobre capullo ajeno a los resortes de la influencia, pisara las espesas alfombras del Poder.

Una oportunidad histórica: tras el Demenciato
Y digo mi admirado presidente, porque siempre me ha parecido digno de respeto un hombre que intenta ser coherente con sus ideas, por extravagantes que sean. Y doblemente admirado, incluso con cariño, porque Rodríguez Zapatero ha arrasado con todo: ya nadie cree en las Autonomías ni en el Tribunal Constitucional, ni en la independencia judicial; todo el mundo está aburrido del guerracivilismo, harto del tercermundismo, hasta las narices de la Alianza de Civilizaciones; ya nadie aguanta el laicismo, ni el feminismo radical, ni la cristofobia, ni el abuelismo o el garzonismo, ni las demás circunstancias y valores sistemáticamente defendidos, y por tanto prostituídos y ridiculizados por el vallisoletano y sus aliados internacionales: Fidel, Chavez,  Morales o el Míster Bomba iraní. Se lo ha cargado todo,  incluso algo a priori tan respetable y cristiano como la Memoria de los olvidados, de las víctimas de Franco enterradas en fosas comunes. Todo lo que toca, Zapa lo convierte en algo risible o absurdo. La España del Profeta está perfectamente plasmada en la ocurrencia de poner traductores simultáneos en el Senado. Todo lo inútil y lo imbécil es zapaterable. Cuando concluya la agonía de España a manos de Zapa, no quedarán del PSOE ni las raspas y se recordarán los ocho o doce años de Zapa como el Demenciato.
Zapatero ha hecho tábula rasa, preparando el futuro de su sucesión con una labor de zapa a favor de la derecha capaz de desmoralizar a todos los suyos. Con más de cinco millones de parados al final de este año, cualquier medida que se tome a partir de 2012 o 2016 podrá ser asumida por la sociedad.
Rodríguez ha hecho posible tanto el cambio como el recambio, una verdadera refundación política, ecónomica y social.
Podríamos militarizar los colegios e instaurar allí el saludo a la bandera y la oración matutina; podríamos reclamar los ducados de Atenas y Neopatria; podríamos aniquilar la corrupción de estos sindicatos putrefactos y reconstruir una legislación laboral lejos de las manos de los neocon; prepararemos un crecimiento espectacular de la economía, basado en el esfuerzo y en la familia, una expansión de la cultura española como jamás se conoció. Probablemente el reinado de Felipe VI superará al de Isabel y Fernando.
Toda crisis supone una oportunidad, y cuando se llega al punto más bajo, sólo se puede subir. Cualquier soplagaitas trapisonda puede suceder a Rodríguez Zapatero; cualquiera puede hacerlo mejor, porque no se puede hacer peor.

¿Sabrá aprovechar el centro derecha esa oportunidad?
El problema más grave de España no es el no-pensamiento de Zapa, no. Es algo mucho más serio, es la inexistencia de una alternativa. De hecho, Zapa nunca ha gobernado sino que ha preferido ser la oposición a la oposición.
El amable Rajoy no sé si sobrevivirá a sus enemigos externos e internos. Ni me importa un ardite. La verdad es que el PP es un partido poco interesante cuyos altos dirigentes no se merecen el entusiasmo de sus militantes y votantes.
En el fondo, para gobernar bien durante los próximos cien años, los peposos no tienen que complicarse la vida: basta acabar con las Autonomías, liquidar el déficit público ingresando más de lo que se gasta, poner orden en la educación elevando la exigencia de calidad a profesores y alumnos; exterminar a terroristas, pederastas y violentos en general; aterrorizar a los delincuentes, y especialmente a los de guante blanco, banqueros, bolsistas y demás chorizos graduados en Deusto, Esade o en el CEU; reforzar el poder de la ley y el de los jueces; devolver la autoridad al profesorado, mandar a freír vientos a los Estados caníbales; abaratar al menos un 500% el precio del suelo y de los pisos; crear guarderías públicas gratuitas, proteger a los viejos del Dr. Muerte de turno y cosas así, sencillas y baratas.
También tiene que evitar que su propia Gente Rara, se incruste en el poder. El 99,99% del electorado ni es franquista, ni carlista, ni falangista, ni neocón, ni pederasta, así que el PP debe tomar nota y depurarse de sus propios enloquecidos.
Zapa se lo ha puesto a huevo al PP.  Básicamente ya ni siquiera es necesaria la democracia interna: para gobernar mejor que el actual gobierno basta con reunir dos circunstancias: estación vertical y lenguaje articulado. Y para eso nos vale cualquier tataranieto de Fraga, cualquier sobrino o churri o yerno de no sé quién que suelen ser los que tienen el poder en el PP. Ya podemos incluso asumir los escaños dinásticos. No hace falta que los candidatos populosos tengan ni el graduado escolar. Con la regla de tres, basta y sobra. Y puesto que parece obvio que el PP, a estas alturas de la feria, no se va a renovar ni va a desarrollar democracia interna, ni elecciones primarias, asumamos que las próximas cuatro generaciones de españoles vivirán bajo el poder de una pandilla feudal. Ya no me importa. Después de Rodríguez Zapatero cualquier cosa me parece bien con tal de que:
- no roben
- no mientan
- pasen el test de Roschach
La mentira y el robo no gustan a los electores. Y la locura es peligrosa. Para locura ya hemos tenido suficiente con el Demenciato, más chiflados no, gracias. Y tampoco gente rara como el Loco de las Zanjas o los zafios puteros a lo Torrente.
Por normal me refiero a señores y señoras que cuiden hijos o padres mayores; que alguna vez hayan trabajado fuera de la política; que se levanten por la mañana y se acuesten por la noche; que de vez en cuando cenen macarrones gratinados; cosas sencillas. No es mucho pedir.
Me trae sin cuidado que sean heterosexuales u homosexuales exoarmáricos o introarmáricos -como tantos dirigentes populares-, que sean del Madrí o del Atleti, o que no les guste la paella; lo que no quiero es que engañen a sus parejas, ni a sí mismos, porque quien engañe a su amor, con quien comparte lecho y proyectos, ¿cómo no mentirá a su elector, al que no conoce? No quiero gente que quiera robarme, ni mentirme. No pido santos, que entre los santos siempre ha habido mucho desequilibrado estilita y su Reino no es de este mundo.

Que cumplan seis de los diez mandamientos
Ni siquiera les pido que sean católicos, cristianos, o siquiera creyentes; me conformo con que acepten 6 de los Diez Mandamientos.

Honrarás a tu padre y a tu madre. / No matarás. / No cometerás adulterio. / No robarás. / No levantarás falso testimonio ni mentirás. / No codiciarás nada que sea de tu prójimo.

Resumiendo: no pido genios sobrehumanos que sepan de qué color era el caballo blanco de Santiago; en lo que a mí respecta, pueden seguir creyendo que un kilo de plomo pesa más que un kilo de plumas o armarse con sacos y linternas para cazar gamusinos. Con que no roben ni engañen me conformo. ¿Es mucho pedir?
Si fuera capaz de desprenderse de toda esa caspa gurteliana y de todos esos hipócritas extrarrestres que frecuentan burdeles mientras hablan de los derechos de la mujer, el PP podría aspirar a gobernar durante los próximos cien años. Así de sencillo.

domingo, 7 de marzo de 2010

Un momento interesante

Me acuso de ser un irreductible optimista, como todos los que hemos sido amamantados en el cristianismo auténtico. El mundo cambia, quién lo duda,  y aunque surgen nuevos problemas jamás tuvimos tantos medios para remediarlos o paliarlos y cualquiera de nosotros tiene más comodidades en su cuarto de baño de las que disponía Felipe II en el Escorial.
Los pesimistas son como los dinosaurios: pesados y muy aburridos.
Siempre que oigo a jóvenes insensatos decir pestes del régimen constitucional de los últimos treinta años pienso para mis adentros e incluso expreso para mis afueras, que son afortunados, que no han conocido otra clase de realidades.

El final del separatismo
Al nacionalismo separatista se le acabó el rollo. Le queda poder y se ha salido con la suya en Baleraes, Cataluña, Galicia País Vasco y Valencia en el sentido de crear una superestructura que vive de las Lenguas Inútiles, esas que te obligan a hablar pero que no sirven para nada fuera de España y aquí sólo permiten vivir a quienes viven de la enseñanza, la comunicación (tele, cine, radio y prensa en vernáculo) o la traducción. También se decanta a favor de ese contradiós lingüístico algún figurón académico agraciado con premios o canongías en función de su alieneamiento incondicional con la estupidez. El mismísmo Mirameba llegó a proponer la creación de una lengua diferencial para Madrid, el madroso...
El proyecto de futuro de los separatistas consiste en devolvernos a los tiempos del Cid, conseguir una hora diferencial, y restaurar el sistema de medidas tan chanchipiruli que conocieron nuestros tatarabuelos: la blanca de la carne, la alcabala del viento, las pipas y calabazos de vino, los ferrados y portazgos.
Pero la España de las Autonomías ha fracasado y ya nadie lo niega, salvo los que viven de ese sistema, esencialmente altos cargos y chupópteros a la sazón. Las Autonomías han servido sólo para encarecer una administración gigantesca, financiar el separatismo y multiplicar por diez el número de parásitos enchufados.

Transformación de los partidos tradicionales
A los partidos tradicionales les queda un telediario. Entendedme bien: no van a desaparecer, pero sí  a transformarse.  Su poder es inmenso, en el sentido de que sus miembros electos controlan todos los resortes políticos y gran parte de los económicos, sumando al sector público los recursos de las cajas de ahorros; y al retirarse se colocan en consejos de administración de grandes consorcios privados que dependen de las bendiciones estatales. Las estructuras aguantan el paso de los años, pero no nos engañemos, sin ideas, ni ideología, ni nada. Se limitan a fomentar grupos jerarquizados de poderosos que recogen votos en función del "si no me votas a mí ganarán los otros". Un argumento tan estúpido tenía que ser eficaz, así que al cabo de tres décadas sigue funcionando, y seguirá, por mucho que chirríe.
El PSOE es un partido zombi; fue un muerto resucitado, un partido histórico y revolucionario con las manos ensangrentadas en la Revolución del 34 y la Guerra Civil. Fue un error recrear el PSOE en lugar de fundar algo nuevo. De hecho, toda la labor de Felipe González en los congresos de 1979 consistió en enmendar aquel error transformando el PSOE en un partido socialista democrático que renunciaba al marxismo como doctrina oficial, es decir un partido nuevo con un nombre viejo. En cambio nuestro actual presidente se empecina en devolverle su vieja impronta revolucionaria, evocando con trémulos orgasmos vocales la Guerra Civil o dando una coba ridícula a los Tiranos Banderas de Hispanoamérica.

Ahora mismo te vas a la página web de la Fundación Pablo Iglesias y en lugar de ofrecernos análisis sobre la actualidad te hablan de batallitas del pasado, de la España de hace setenta años o un siglo. O sea, la fábrica de ideas del PSOE, diseñada por el abuelo Cebolleta. El PSOE tal y como está es irreformable y sin duda algún socialista inteligente -no es incompatible- creará algo nuevo a partir de la ruina de unas siglas desacreditadas que no sólo huelen a paro y a fracaso, sino a locura pura y dura. Rosa Díez ha abierto la veda, en este sentido, y supongo que algún día los cuatro socialistas con cerebro que no estén pringados en el chapapote oficial decidirán crear un socialismo new wave que no se masturbe mirando fotos de Negrín.

El PP ha alcanzado tal punto de congelación que parece el primo tonto de Hibernatus. Hace un cuarto de siglo que debiera ser el partido del futuro, y no sólo por el prestigio que podrían concederle los ocho años que estuvo en el poder a nivel nacional y que fueron años exitosos en el campo económico; es que su base de votantes es la España que paga impuestos, trabaja y se esfuerza en mejorar. Es por definición, la España más progresista puesto que pretende dar un futuro a sus hijos.
Sin embargo el PP es un partido dirigido por funcionarios y en toda su Junta Nacional no hay un solo empresario de verdad; me refiero a alguien que hiciera su empresa y no la heredara.

Esto es aún más asombroso si consideramos que el  PP, fundado en tiempos democráticos, nada debe al pasado; pero sus fundadores históricos, de cuando se llamaba AP, fueron Manuel Fraga y otros distinguidos franquistas que evolucionaron en demócratas y la estructura del partido del futuro quedó fuertemente condicionada por aquellos orígenes. ¿Puede estar orgullosa AP de haber tenido como candidato al Senado por Madrid al carnicerito de Málaga?
¿Qué me decís del ex-ministro favorito de Franco recibiendo al tirano de Cuba?
El criptofachismo es perfectamente inútil y electoralmente contraproducente; además su desmesurado peso pervierte la evolución de la organización, ahogando a los liberales y ninguneando a los democristianos. Hoy por hoy las tres tendencias peperas -liberal, cristiana-democristiana y criptofacha- conviven difícilmente en la Nada genovesa. Me reconoceréis que Rajoy es un genio que lleva ocho años sobre un bidé poblado de pirañas sin tener que dedicarse a la ópera barroca. Pero lo tiene difícil, difícilísimo: ¿cómo pedirle a los que te han aupado que se suiciden dejando sitio a lo nuevo? ¿Y cómo justificar tu propia permanencia en el cargo tras dos derrotas electorales consecutivas?
El futuro peposo pasa, irremediablemente, por la democratización interna, condición sine qua non para permitir aflorar nuevos valores que sustituyan a los émulos de don Tancredo que piensan -es un decir- que se puede regresar del Limbo; pero ¿podemos imaginar que quienes viven del sistema digital de nombramientos se sumen a la revolución democrática interna? En el mar corren las lieeebres, en el monte las sardinas, tralalá...

Fuertes movimientos ciudadanos
Mientras el sistema bipartidista se consolida en lo formal pero desaparece en lo ideológico, surgen nuevos fenómenos, y el más interesante son los nuevos movimientos ciudadanos. De entrada, la AVT y Hazte Oír han sido las responsables de algunas de las mayores movilizaciones que se recuerden en la España democrática. En España existe una sociedad civil. Y cada día se hace más fuerte.
Habiendo abandonado a su suerte el PP y el PSOE a los hispanohablantes en Baleares, Cataluña, Galicia, País Vasco  y Valencia, también han surgido voces alternativas; tenemos a DENAES, Libertad linguística o Convivencia Cívica Catalana. Ellos son el futuro y el PPSOE el pasado, un pasado de rendición genuflexa y armisticios preventivos. Asombrosamente, y en contra de la obsesión de los ayatolás del  catastrofismo, los movimientos más fuertes de ciudadanos no pertenecen a la izquierda, son pacíficos y democráticos, y la izquierdona los identifica con la derechona.

Nuevas formas de socialización y comunicación
Por si fueran estas pocas las novedades, vivimos un momento clave en el campo de la imbricación de lo tecnológico en la vida corriente. Me refiero a fórmulas como facebook, twitter o el democubo. Son instrumentos nuevos que sin duda serán claves para la política del futuro.
Por otro lado los blogs, por muy limitada que sea su influencia, permiten a sus autores comunicar sus opiniones sin pasar por las horcas caudinas de la prensa comercial, donde sin duda llegas a muchos lectores pero a cambio tienes que vender tu alma a cambio de treinta bocatas.

Así que no tenemos derecho a desmoralizarnos. Estamos viviendo el principio de algo nuevo. De nosotros depende que además de nuevo, sea bueno.