Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

Mostrando entradas con la etiqueta sexo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sexo. Mostrar todas las entradas

miércoles, 1 de julio de 2015

Declinaciones del amor

Nominativo: Tu felpudito lo llamaremos.... ¡Astrakán!
Acusativo: ¡Zorra! ¡Me pusiste los cuernos! Y además, ¡con ese imbécil!
Genitivo: Mmmmmh oooooh, aaaaaah
Atributivo masculino: ¡Qué grande!
Atributivo femenino: ¡Que bonitas!
Determinativo: Esa cama, ¡la vamos a romper!
Ablativo: (sólo en África y morolandia)
Declinativo: No sé qué pasó, es el estrés, ¿sabes?

sábado, 24 de enero de 2015

La píldora Zuckerberg, ¿remedio del amor?

Algún autor de Ciencia Ficción hablaba de la píldora del olvido como un problema para la Justicia. Imagínate que te dieran una pastilla para olvidar o que sufrieras una terrible amnesia debida a un traumatismo. Eres un criminal, pero no eres consciente de tus crímenes. No recuerdas haber hecho daño a nadie. ¿Te pueden condenar por aquello que una persona que ya no eres tú hizo en otra vida, la que no recuerdas?
La píldora de la amnesia sería estupendo que funcionara como los bloqueos de Facebook. La podríamos llamar Píldora Zuckerberg en honor del peazogenio inventor de ese espacio. Que el borrado fuera selectivo. Que pudieras olvidar adrede lo que hace daño. 

Aplicación práctica: el problema del amor.
El problema del amor no lo ha resuelto ningún Einstein, ni creo que lo resuelva nadie porque en el fondo el problema del amor consiste en que TUS sentimientos dependen de ti, pero el éxito de tu amor depende de OTRO, es decir, del ser amado. Y por lo tanto la cosa no tiene remedio. La comedia se desarrolla  en varios actos:

A) Te has enamorado como un burro, como un chavalín todavía crudo, recién salido de la madriguera. Y le cantas a tu amorsito: "mientras las estrellas brillen en el Sielo te querré mi amooool, mientras haya peces en el maaaaar y mentecatos en Españaaaa, te querré mi amol, te querré con toas mis ganas, toas mis lorzas, mis cualidades, mis defectos, mis pelos, mi ombligo, etc., etc." El amor verdadero disculpa todas las cursiladas.

B) El amorcito te hace la cobra y te manda al carallo: "Ya no te quiero, ya no te junto, no sé qué me pasa y no le gustas un pelo a mi hermana, ni a mis padres ni a mi tía Nicolasa".

C) ¿Y tú qué carallo haces? Te puedes meter uno a uno los peces, las estrellas y los mentecatos aonde te dé más gustirrinín. Y le das al cacumen: Tienes varias alternativas:

1. Aceptas que cuando sentías y decías que la querías un huevo y la yema del otro, y que estabas loco por ella, en realidad no la querías, ni estabas loco por ella. O sea, que eres un mentiroso, o al menos, un exagerado.

2. Aceptas que no eres dueño de tus sentimientos, y que no te vas a olvidar de que la querías y la quieres, y que tu vida carece de significado sin ella. Y esperas que el tiempo borre lo imborrable. ¡Qué le vamos a hacer!

3. Te vuelves gilipollas y te vas de libro en libro de autoayuda y acudes a toda la chusma de consejeros espirituales, sicólogos, siquiatras y amigos bien intencionados, para que te ayuden a "asumirte". Asumir que todo es una mentira, que uno se miente a sí mismo cuando habla de amor, que todo es pura ficción. Nos imaginamos que queremos a la gente porque en realidad amamos la idea de estar enamorados. Y nos imaginamos el dolor, y nos imaginamos los recuerdos, selectivos, bla, bla, bla. Y en realidad no existimos, somos un recuerdo de otro, un yo profundo que nunca acabaremos de conocer...

4. Te vuelves cínico y amargado y entiendes que lo que realmente hace que uno sea casadero no son las palabras, ni las intenciones, ni las acciones, sino el importe de la cuenta corriente. Si eres rico ofreces seguridad, bla, bla -eso que nadie quiere decir pero todo el mundo piensa, empezando por los padres de la interesada, la interesada, los amigos de la interesada, etc.- Da igual que curres, si no ganas bastante tu sexapil disminuye mucho. Y además, currar por poco muchas horas es una forma de asesinato del amor, que se nutre de tiempo. Cuántas parejas que se querían han acabado pasando tan poco tiempo juntas que al final se han ido deslizando por el tobogán del desamor...

En cualquier caso la píldora de la amnesia sería estupenda. Fijaros que en todos los casos, borrar los recuerdos relacionados con una persona dada sería la solución perfecta. Borras lo que sentías, borras las ilusiones, borras las frustraciones, borras el cinismo, lo borras todo. Sería estupendo poder borrar a alguien de tu mente como el bloqueo de facebook, y espero que el señor Zuckerberg -que es más listo que el hambre- desarrolle el proyecto.

miércoles, 1 de junio de 2011

Freud y los pepinos

El profesor Rolf Sturmbannhahn, de la Universidad de Tubinga, ha anunciado el descubrimiento de una obra inédita de Freud, "Kurze Erklärungen über die Krümmung der Gurke" -en cristiano Breves consideraciones acerca de la curvatura del pepino- que revela la gran inquietud del maestro vienés por la recurrente presencia del pepino en la idiosincrasia del Super-yo colectivo centroeuropeo. Es una obra de juventud, de cuando todavía el padre del sicoanálisis cuidaba a su clientela a base de farlopa y en algunos extremos recuerda la tesis de Karen Owen.
El estudio de Freud debe mucho a un predecesor francés, "Le rôle de la banane dans la pathologie amoureuse" de Ferdinand de Salconar, gran estudioso de la influencia de los vegetales en la obra de Arcimboldo y autor, a su vez de una tesis doctoral sobre Pipino el Breve, padre de Carlomagno.
 Precisamente, Jacques Lacan ya denotaba que quizá la obsesión sexual de Carlomagno se derivaba de aquel mote de su padre, esposo de Berta del Gran Pie. Empeñado en demostrar que de breverías nada y que a él, en cambio, se le conociera por Magno, tuvo el padre de Europa seis mujeres legítimas y unas cuarenta concubinas, lo cual no llamaría la atención en un príncipe musulmán pero siempre resultó algo curioso en un monarca cristiano y además santo -en Francia hubo durante siglos una fiesta de Saint Charlemagne-.
Notaba Lacan que el fenómeno de Carlomagno respecto de su padre es exactamente contrario a la anulación sufrida por Luis XIII ante la infinita fertilidad de Enrique IV de Borbón, empeñado en demostrar que Bourbon y embourber tienen un mismo origen. Hoy día se calcula que nueve millones de franceses descienden del muy rijoso Enrique IV, que con democrático criterio conoció en el más bíblico sentido tanto a las sofisticadas damas de su corte como a las más sencillas campesinas. El más verde monarca europeo llegó a confesar -mienten algunos- que "hasta que cumplió cuarenta años, creía que aquello era un hueso", lo cual tiene más mérito si consideramos que no se bañaba más de tres veces al año y su mujer lo llamaba afectuosamente "el chivo" no tanto por sus aficiones como por su nada embriagador aroma a chotuno.
Su hijo, Luis XIII, fue un tímido sexual del que no se sabe bien si le gustaba la carne o el pescado, pero practicar no practicaba; quizá la panspermia de su padre le puso el cimborrio a media asta... Algo de Enrique IV le ha quedado a los dirigentes de Francia, ya que sus presidentes Giscard y Mitterand no pasarán a la historia por su castidad. Giscard, además, en sus momentos de íntima locura se pone su peluca de Luis XV -salidísimo monarca- del que por lo visto desciende por la mano izquierda.
En Alemania, Austria, y en general en todo el mundo germánico, hay una obesión por lo español desde que el señor Jellinek le puso a los coches de la casa Daimler el nombre de su hija Mercedes. Esa obsesión se traduce en la manía de llamar Apotekhe las farmacias mallorquinas, que hace falta ser gilipollas. La obsesión es consecuencia de una confusión lamentable en la que incide Freud en el manuscrito recién descubierto cuya traducción nos brinda nuestro generoso amigo el distinguido germanista japonés Ken Naboduro:

Alemania es patria del luteranismo, confesión sexualmente confusa puesto que ya se sabe lo del amor luterano un día por el útero y otro por el ano, a fuerza de dar y tomar los alemanes han acabando siendo cristianos que adoran a los árboles y transmiten a sus hijos su pánico al pepino. En los cuentos de nuestra infancia -prosigue Freud- el Coco era un Español cargado de pepinos. El espíritu castrador del protestantismo se traduce, también, en la obsesión de asar las salchichas. La salchicha, cuerpo eminentemente fálico, sufre en Alemania un proceso inquisitorial, un verdadero tormento en el agua hervida o a la plancha.

Solo queda por añadir que de aquellos polvos vinieron estos lodos y que la leyenda negra del pepino español en Alemania se deriva directamente de una patología psicosexual cuyos rasgos ya había adivinado Freud en este trabajo cuya autenticidad ha sido corroborada por todos los especialistas.

miércoles, 6 de octubre de 2010

La tesis de Karen

América sigue siendo una Gran Potencia

Contaba Sender que cuando Nancy vino a España a hacer su tesis, la señora Adams quiso expresar su sincera admiración por una pequeña estatua de Hércules y le espetó al guía: "Lo mejor que nos ha enseñado usted hasta ahora ha sido Herculito" con la lógica sorpresa del hombre, andalú de pro, y el general cachondeo de la concurrencia.
Nancy debe ser la abuela de Karen Owen, una joven estudiante de la Universidad de Duke. La prestigiosa Universidad de Duke se montó a lo grande gracias a la pasta gansa aportada por la homónima familia de multimillonarios tabaqueros. Vender basura para los pulmones es un negocio muy rentable, y en su día uno de los archiforrados miembros de la familia, Washington Duke (1820-1905) decidió que las motos acuáticas y los ferraris están bien para los pijitos hijos de Don Ladrillo y demás horteras al uso en Madrid, pero que montar una universidad de mil pares de narices era más inteligente y chanchipiruli. Ese tipo de rico siempre lo echamos en falta en España; ricos que apuesten por el Futuro y no se limiten a exhibirse con modelos montadas en el candelabro (sic).
Duke, cuyo lema reza "Erudición y Religión", con el tiempo se convirtió en uno de los grandes centros intelestuales del país, aunque pasó por algún episodio vergonzante como el de su laboratorio de parapsicología. Y es que, siguiendo los pasos de la Universidad de Stanford, en Duke se creó un centro de estudios de la percepción extrasensorial y la telequinesia, que es una forma no sé si útil pero desde luego muy original de gastarse los cuartos. Al final uno de los prohombres dukianos de los estudios parapsicológicos, el Sr. Rhine, fundó su propio centro, que la Universidad de Duke ya no avala con su autoridad académica. Yo creo que les habría salido más barato importar al padre Pilón.
Hablando de fantasmadas, percepciones ultrasensoriales y fenómenos para anormales, volvamos a Karen Owen. Hoy publica el diario El Mundo una noticia sobre esa nieta espiritual de Nancy que ha decidido hacer una tesis relatando con todo lujo de detalles sus íntimos encuentros con jugadores de varios equipos deportivos de la Universidad, como el de lacrosse. Muchachos sanotes y cargados de músculos; y no sólo de músculos; debajo de los poderosos pectorales está visto que late un corazón; y también se conmueve otro miembro que la jovencita -dicen- ha medido con auténtica aplicación científica.
La verdad es que imagino mal el hipotético encuentro amoroso en que una simpática universitaria, justo en el momento de iniciar el joven Smith los movimientos tácticos previos a su Gran Ofensiva de Invierno de repente saca del costurero una cinta de medir: "wait a moment Winston, ai will to medirte the pirula", a veeeer, yes, 14 centímeters and medio" -traduzco de las medidas yanquis esas que usan dedos gordos, pies y yardas- y luego con el Palmer, la escuadra y el compás que le prestó su tío masón se dedica a tomar otras medidas como la profundidad del ombligo o la esfericidad de la nalga izquierda del maromo...
Y el mozo medido y calibrado con un Palmer, ¿de verdad aguanta estoico y empalmado? ¡Qué salud! O no tiene sentido del humor o se ha tomado diez cervezas para soportar esa nueva versión del coitus interruptus a base de calculadoras e índices de dilatación y/o retracción. Claro que la joven investigadora alaba mucho la "imaginación" de sus partners.
Pelín fantasma debe ser la joven Karen; a mí lo de la imaginación a la hora de sutrar en la Kama, siempre me ha parecido un cuento más de los muchos que giran alrededor del Sexo Mandamiento -siempre se me cae la "t", oiga-: vale que te disfraces de Hormiga Atómica o de Tortuga D'Artagnan, que te pongas un delantal con corazoncitos, que te aten con pañuelos de seda, que te la embadurnes con mermelada o te coman encima tallarines fritos, que te pinten un Goya en la barriga, que uses esposas policiales o el casco del Kaiser, que te lo montes en un tiovivo, en una caldera industrial, en lo alto del monumento a Alfonso XII del Retiro, que te pegues alas en la espalda o te tatúes una anaconda en el lugar adecuado, que formes tríos o cuartetos, que participes de orgías con una Orquesta Sinfónica, dentro de una tuba o sobre el piano de cola -nunca mejor dicho- que te lo montes con el jorobado de Notre Dame o con el burro Platero que parece hecho de algodón; tampoco diré nada de las posibilidades que ofrecen las mecedoras ni los trapecios voladores, ni los batiscafos, ni los laboratorios espaciales; y en cuanto a las 666 posturas que Leoncio Magno registró en su breve tratado De concupiscentia carnis, que van desde la número 1 -el Misionero de toda la vida- hasta la última -La Bestia Milenaria, que exige la flexibilidad de una culebra y la energía de una central maremotriz- pues qué queréis que os diga: a mí lo de la Toma de Troya, el Próspero Níspero, el Troncomóvil de Picapiedra o el Encantador de Serpientes me parecen vulgares imitaciones de la Ostra Croata, el Bocata de mi Tata o la Gaita del Tío Paco, o sea, nombres exóticos para recetas de toda la vida; y que no pretendan, por favor, que el Trabuco Cuco es original, no es más que otra aburrida versión del Niágara Loco, pero sin  alcachofa y con un guitarrista ciego; y es que la imaginación no da más de sí, es un mito más -como decía Ergástulo de Epiro: en asuntos del pito, lo que no es mentira es mito-  y la verdad es que supongo que los jóveles atletas no fueron seleccionados en función de su cociente intelectual sino de otras características naturales y seguramente envidiables como por ejemplo estar sanos como oseznos en primavera y con ese derroche de pólvora característico de los artilleros bisoños.
Sólo añadiré que apenas se enteró Mirameba de la noticia, compró un billete para la Universidad de Duke e insertó un anuncio en la prensa local: "sabio e imaginativo polígrafo se ofrece como sujeto de investigaciones paranormales". Y si cuela, cuela.



domingo, 28 de febrero de 2010

Los caminos del poder

Además del parentesco, otro tipo de relaciones permite alcanzar el poder

En la entrada anterior recordaba la constitución de redes familiares en el poder, tanto en las democracias como en los regímenes dictatoriales. El poderoso transmite a su prole su propia experiencia y comparte sus contactos y relaciones, permitiéndole saltarse las etapas de paciente espera en las antecámaras.
Una de las conclusiones que subrayaba es que esa actuación suele desmoralizar a quienes no gozando de esas prebendas familiares, difícilmente pueden aspirar a buscar un puesto bajo el sol. Lo que es verdad en política lo es también en todos los campos de la creatividad: en muchos negocios resulta fundamental la tutela familiar, es difícil que puedas poner una galería de arte, una sala de anticuario o una joyería si no cuentas con el asesoramiento de quien conoce los entresijos del negocio, o sea, el tío Benjamín.

El camino más directo
El que no tiene experiencia al final busca la del que sí tiene, alguien que le abra camino, que le muestre los secretos de la senda que lleva al éxito y la fama. ¡Cuánto ahijado sin padrino mataría para ser tutelado por quien llegó a buen puerto! Resulta conmovedor contemplar con qué inaudita inocencia, el recién saliente se imagina que quien ya llegó le va a brindar su amistad y su poder en un momento. “Hombre, Sr. Fernández, qué alegría recibirle en mi ministerio, espere un momento, que me levanto para que se siente Vd. en mi lugar; ahora mismo firmo un Decreto para que Vd. me sustituya”.
El novato pide el favor, pero los favores hay que pagarlos. Hay quien pone precio al culo; y no lo digo metafóricamente. Gran parte del poder en el mundo político o artístico de España reposa sobre esos peajes exigidos y consentidos. Sabemos de ministros, senadores, secretarios de Estado, músicos, bailarines y escritores que han pagado o cobrado su ración de culo recordando aquel retruécano de Ortega: “el camino más directo pasa por el recto”.

Mujeres y poder
Ortega escribía en un tiempo en que el poder era cosa de hombres. Ahora también es cosa de mujeres y la situación no ha variado sustancialmente: jóvenes ambiciosas supieron trepar a costa de seducir a hombres poderosos o a sus émulas adictas a la rica tortilla.
Recordemos a Teodora, influyente esposa de Justiniano, joven emperador que se enamoró como un chaval de aquella artista de pantomimas que debía ser más lista que el hambre, y conocer los secretos de la toma de Troya, el troncomóvil de Picapiedra o el cascabel de Maribel.
Y también se da la situación inversa: hombres que alcanzaron el poder acertando a labrar fanegas reales como aquellos favoritos de doña Isabel II o Catalina la Grande, constituyendo ministerios de los que sin mentir podremos decir aquello tan elocuente: “de aquellos polvos vinieron aquellos lodos”.
Hay muchas formas de entender y practicar el sexo: juego narcisista de seducción, capacidad de aprehender, ciencia del placer... En el caso de esas relaciones teledirigidas hacia el éxito, las relaciones carnales ya carecen de cualquier otra dimensión que no sea el puro ejercicio del poder: el toro dominante se tira al más débil de la manada, y ni siquiera le promete una luna de la que enamorarse. El instinto es así de burro.
La versión hétero es más prosaica; Promotion Canapé era el título de una peli francesa que describía cómo para alcanzar las mieles del triunfo hermosas jóvenes inmolaban sus encantos a la diosa Ambición, y no hace falta vídeos de ningún tipo: la imaginación basta y sobra, y de tanto vivirlo y observarlo, ya ni nos fijamos.

¿Debilidad o chulería?
En principio, debiéramos considerar ese ejercicio de poder como una prueba de debilidad; el gran jefe o la gran jefa, debiera abstenerse de promocionar a quien le procura íntimas emociones, y recordar aquella sentencia de Marco Aurelio, que hablando de su propio padre, alababa en él la “cesación de los amores por los mancebos” (Libro I, 16, uso la versión del mejicano Gómez Robledo). Pero el propio Marco Aurelio alcanzó el poder por decisión de Adriano, cuya pasión por Antinoo llegó a las crónicas; también es cierto que el bello efebo no entró en intrigas ni se interesó por el poder.
La carne es débíl y más la del político; si tratan de promocionar a su parentela no deja de tener su lógica que lleven al poder a amantes y amigos. Incluso al hacerlo con la más hortera publicidad, como sátrapas orientales o alcaldes marbellíes, se dan el íntimo gustazo de subrayar su poderío: "fijaos si soy chulo que he puesto a mi novio/novia de concejal. ¡Toma ya!".

Cayo Julio César
El político de raza, el que no se amilana ante las dificultades sino que se crece ante la adversidad, consigue abrirse camino a pesar de todo y de todos y los más brillantes activos reflejan un origen muy pasivo, y no me refiero a la contabilidad. Todos recordamos la trayectoria de Cayo Julio César, un señor tan importante que le dedicamos un mes del calendario y cuyo mote es ahora sinónimo de poder personal: Zar y Káiser son formas de César. Bueno, pues una de las primeras conquistas del amigo Cayo fue Nicomedes, rey de Bitinia, en cuya cama empezó a fraguarse tan prodigioso destino.

Pasiones inorgánicas
Subrayemos que también existen verdaderas pasiones al margen de lo orgánico. Por ejemplo, Luis XIII de Francia y su amado Cinq-Mars, mantuvieron una relación casta pero intensísima. Luis era muy cerebral y a Cinq-Mars le tiraban las señoras; y ¿qué decir de la afición que tuvieron Carlos IV y María Luisa por Godoy (cuyo retrato encabeza esta entrada)?
Nadie ha conseguido reducir al campo sexual esa Trinidad, y los que escriben al respecto nunca han presentado documentos convincentes, limitándose a barajar rumores.

El camino de la amistad
Igualmente, el periodista Luis Herrero ha destacado en un excelente libro cómo la profunda amistad entre su padre, Herrero Tejedor, y Adolfo Suárez fueron la base para el lanzamiento del segundo. De grandes amistades han surgido destinos asombrosos, y el arte de hacerse amigos es muchas veces más eficaz que el de prostituir los naturales encantos. La palanca de la amistad es sin duda el medio más simpático de proyectarse en el mundo, aunque no pretenderemos que sea el más objetivo. Ninguno lo es. La meritocracia no existe.
Así que mi consejo a los jóvenes ambiciosos es no dejarse desanimar por el nepotismo vigente; siempre hay espacio para el talento. Los caminos de Dios serán inescrutables, pero los del poder resultan diáfanos.
Luis Español Bouché