Hace unos años me llamó la atención la obra de Javier Pruszyński, En la España roja. Una sentencia suya, lapidaria: "Las principales víctimas de la Revolución francesa fueron los aristócratas y cortesanos; las de la Revolución rusa los terratenientes y las de la revolución española, los curas". Y es cierto: la católicaspaña tiene el record de curas y monjas liquidados
durante el siglo XX, fusilamos el Cristo del Cerro de los Ángeles y
dinamitamos la catedral de Oviedo. ¡Qué ejemplo para las generaciones venideras!
A veces me digo, "¡Basta, gordo inmundo, no me hables más de la Guerra Civil, de la Memoria Histórica ni del toro que mató a Manolete!" Pero es que aquí seguimos repitiendo la historia. El antisemitismo, en Alemania, es una constante desde Lutero, pero hoy día se guardaría mucho un intelectual alemán de atacar a los judíos o al judaísmo. Aquí, en cambio, todavía hay gente que sigue obsesionada con el catolicismo, a un profesor de Somosaguas le parece cojonuda la ocupación de una capilla por tías en topless (véase aquí el artículo en Público) y otra gente de la misma cuerda trata de pegarle fuego a una iglesia en Majadahonda o montan procesiones blasfemas en Madrid. Podeis observar vosotros mismos la alta calidad de su pensamiento visionando el vídeo: "la Virgen María, ha follado", "menos rosarios y más bolas chinas", etc.
Coincidiendo con la visita del Papa Benito, los carcamales, con todos los carnés de la vida caducados y el alma remendada, han proclamado la Jornada Mundial de la Senectud: sé viejo, piensa viejo y utiliza argumentos viejos. Y el argumento más viejo y pasado que ya huele, en España, y no precisamente a rosas, es el anticlericalismo
A usté le engañan en la cantidad de gasolina, le suben el IBI, le obligan a respirar humos de diesel, le ponen de patitas en la calle, le quitan el piso por no pagar la hipoteca, le pone los cuernos su churri, le anuncian que tiene cáncer y le dan cita para dentro de seis años... Responsable: el catolicismo, ese mal endémico y universal que tantos querrían borrar de la faz de la tierra. Suprimamos el catolicismo y el mundo avanzará hacia un horizonte de felicidad y sabiduría, tralalá, ojalá que llueva cafeeee nel campooo.
Declaraciones de José Luis Sampedro
Que ese tipo de cosas las diga un gilipollas, carece de importancia. Gilipollas somos muchos y uno más no se va a notar. Pero que las diga un grandísimo escritor y reputado economista como José Luis Sampedro ya es más inquietante. En el siguiente vídrio podéis ver a Sampedro identificando al Gran Enemigo del pensamiento y de España: ¡la Iglesia! ¡La conjura judeocristiana internacional!
Que ese tipo de cosas las diga un gilipollas, carece de importancia. Gilipollas somos muchos y uno más no se va a notar. Pero que las diga un grandísimo escritor y reputado economista como José Luis Sampedro ya es más inquietante. En el siguiente vídrio podéis ver a Sampedro identificando al Gran Enemigo del pensamiento y de España: ¡la Iglesia! ¡La conjura judeocristiana internacional!
Fijaros en sus argumentos, que llegan a ser divertidos:
Doce millones de españoles, son pocos
A Sampedro le parece escaso ese 27% de la población que según él va a Misa los domingos. Dime tú qué espectáculo reúne al 27% de la población un domingo -por usar su argumento- es decir a algo más de 12 millones de personas, redondeando por lo bajín. ¿Le parecen pocas?
Según esa misma regla de tres, los gobiernos debieran dejar de promover el fútbol, que no reúne ni de coña 12 millones de personas los domingos
El valor educativo del fúrbol
Yo os lo explico pa que me entendáis: la última vez que el Madrí ganó una copaduropa, la capital de las Españas quedó paralizada por la noche, simpáticos mozalbetes le pegaron fuego a los contenedores e hicieron pis en nuestro portal, había hogueras en la calle de Alcalá. Al día siguiente hubo más jolgorio, desfiles, etc. Todos se hicieron la foto con Florentino y la copa: el Alcalde, el Presidente, la Presidenta y el Ministro Plenipotenciario de los Estados de Andorra. ¡Eso está bien! Porque claro, el fútbol es cultura y educativo, que se lo digan a Maradona, Diegooo, Diegooo, el hombre que trató de esnifarse la mediana de la Autovía del Cantábrico ¡y lo consiguió! El fútbol estimula tanto el amor por el arte, que amables jóvenes, para celebrar una victoria de España sobre Suiza -gran potencia futbolera- le arrancaron un día de cuajo el brazo a la Cibeles y se dedicaron a enseñarlo a sus amigos, ¡qué proeza! Recuerdo que cuando España ganó el Mundial, pensé con cierto temor que quizá la gran fiesta del puro fútbol iba a terminar con el Museo del Prado en llamas. Y eso que me gusta el fúrbol...
Doce millones de españoles, son pocos
A Sampedro le parece escaso ese 27% de la población que según él va a Misa los domingos. Dime tú qué espectáculo reúne al 27% de la población un domingo -por usar su argumento- es decir a algo más de 12 millones de personas, redondeando por lo bajín. ¿Le parecen pocas?
Según esa misma regla de tres, los gobiernos debieran dejar de promover el fútbol, que no reúne ni de coña 12 millones de personas los domingos
El valor educativo del fúrbol
Yo os lo explico pa que me entendáis: la última vez que el Madrí ganó una copaduropa, la capital de las Españas quedó paralizada por la noche, simpáticos mozalbetes le pegaron fuego a los contenedores e hicieron pis en nuestro portal, había hogueras en la calle de Alcalá. Al día siguiente hubo más jolgorio, desfiles, etc. Todos se hicieron la foto con Florentino y la copa: el Alcalde, el Presidente, la Presidenta y el Ministro Plenipotenciario de los Estados de Andorra. ¡Eso está bien! Porque claro, el fútbol es cultura y educativo, que se lo digan a Maradona, Diegooo, Diegooo, el hombre que trató de esnifarse la mediana de la Autovía del Cantábrico ¡y lo consiguió! El fútbol estimula tanto el amor por el arte, que amables jóvenes, para celebrar una victoria de España sobre Suiza -gran potencia futbolera- le arrancaron un día de cuajo el brazo a la Cibeles y se dedicaron a enseñarlo a sus amigos, ¡qué proeza! Recuerdo que cuando España ganó el Mundial, pensé con cierto temor que quizá la gran fiesta del puro fútbol iba a terminar con el Museo del Prado en llamas. Y eso que me gusta el fúrbol...
La religión deforma la mente de los niños
Más impactante todavía es el daño que según Sampedro hace la educación cristiana a los tiernos cerebros infantiles. Claro, es obvio que la fe deforma las neuronas e impide pensar, por eso el pobrecito Alberto Einstein fue tan tonto de mayor, las pérfidas ondas neurocastradoras que experimentó en la Sinagoga, cada vez que iba a tocar el violín, le impedían pensar... Y no te digo todos esos reconocidos deficientes, esos estúpidos teólogos protestantes como Leibniz o Newton, esos pobres chochos como el católico Galileo, cuyas mentes quedaron devastadas por la fe...
Más impactante todavía es el daño que según Sampedro hace la educación cristiana a los tiernos cerebros infantiles. Claro, es obvio que la fe deforma las neuronas e impide pensar, por eso el pobrecito Alberto Einstein fue tan tonto de mayor, las pérfidas ondas neurocastradoras que experimentó en la Sinagoga, cada vez que iba a tocar el violín, le impedían pensar... Y no te digo todos esos reconocidos deficientes, esos estúpidos teólogos protestantes como Leibniz o Newton, esos pobres chochos como el católico Galileo, cuyas mentes quedaron devastadas por la fe...
En Alemania, país donde las Universidades tienen facultades de Teología, les va de pena, como todo el mundo sabe. Menos mal que Sampedro, Zapatero y los quincemeneros les van a explicar a los alemanes como salir de la crisis, a base de cartelas de cartón y manifestaciones. ¡No a la visita del Papa! ¡No a la Autovía Burgos-Calatayud! ¡Todos contra la Sequía! ¡Condones gratis! ¡Concha, llámame a las cuatro que estoy en un atasco! También se lo van a explicar a los norteamericanos; no sé qué hace Sampedro que no va al Congreso de los EE.UU a contarles que no debieran entonar las preces juntos y quesunavergüenza yunescándalo que el presidente Obama use tanto la palabra Dios en sus discursos.
Las profundas razones de Sampedro
Las profundas razones de Sampedro
No creo que el autor de la Sonrisa Etrusca haya sufrido abusos a manos de algún obispo coruñés, porque habría compartido esa información con nosotros. Así que ese anticlericalismo ¿delatará un complejo por el apellido? ¿Preferiría llamarse Matadios en lugar de Sampedro? A lo mejor es antimadridismo, y resulta que Sampedro es colchonero o del
Barsa: en el fondo, lo que le molesta del Papa, ¡es que vista de blanco!