Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

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lunes, 5 de diciembre de 2011

Apostar por la vida contra la muerte


Leo hoy en feisbuc un comentario de Santiago Abascal que me ha encantado: su abuelo, de 91 años, que estuvo con los nacionales, le hace llevarle al funeral de un amigo suyo de 94 que estuvo con los republicanos.

La amistad vence el Pasado
En el ejemplo del abuelo de Abascal, vemos que la amistad, esa forma tan púdica del amor, rompe las cadenas del pasado. Y eso es algo más importante de lo que creemos. La Historia toda está cuajada de ejemplos.
Por ejemplo, la familia de Francisco Jasso, el que conocemos como Francisco Javier, luchó, en Navarra, en el bando agramontés por la dinastía de los Albret, mientras que Iñigo López -de Loyola- luchó por sus castellanos reyes. A lo mejor la bola que le quebró la pierna a San Ignacio durante el sitio de Pamplona, la disparó uno de los hermanos de San Francisco Javier. Ignacio y Francisco se conocieron siete años después de ese sitio, en 1528, en la Universidad de París y se hicieron amigos, y con otros compañeros fundaron la Compañía de Jesús. Pertenecían a bandos distintos pero supieron reducir a cenizas las raíces del odio para abonar el árbol de la amistad.
En esa misma línea, Benito 16 y su predecesor, un alemán y un polaco, lucharon en bandos distintos y se apreciaban muchísimo. El primero perteneció a las Juventudes Hitlerianas y luego sirvió en las fuerzas antiaéreas del Reich, y el segundo curró en una cantera mientras los nazis acababan con sus amigos de infancia judíos, con sus profesores de la Universidad, con sus compañeros de teatro.
Una cosa es reconocer la injusticia, honrar a los muertos y a las víctimas en general, y otra muy distinta permitir que el odio se salga con la suya.
"Si el odio responde al odio, ¿cuándo el odio acabará?" Esta máxima atribuida a Buda y de la que tengo alguna referencia india y japonesa, es un buen planteamiento del desafío que el pasado le hace al futuro.
La respuesta a la pregunta del Buda la dio Jesucristo, hace dos mil años, lo cual no ha impedido que los cristianos nos hayamos odiado durante siglos en Su nombre. Afortunadamente, Jesús tiene seguidores como Antón Luli, para demostrar cada día que nuestra fe no se reduce a las paparruchas de los teólogos, a un mero ejercicio del poder y de la jerarquía.

Luchar contra el poder de los muertos
Hablando de poder, hace mucho tiempo que sabemos que el mundo lo gobiernan los muertos, y el pasado es como una hipoteca sub-prime: un montón de basura que a la primera de cambio te arruina para siempre.
Para vivir, debemos luchar contra los muertos. No se trata de mentir, de cambiar el pasado -del pasado no podemos cambiar ni una coma- sino de negarnos a hipotecar el futuro a golpe de memoria. Y eso es cierto en todos los ámbitos de la vida: no podemos clavarnos en la cruz de la memoria. Te quedas sin trabajo, te quedas sin casa o todavía peor, mueren los tuyos o te quedas sin tu amor, desarbolado, hundido, náufrago de ti mismo. Puedes recrearte en la suerte o tirar palante. Que se trate de tu vida o de la mía, o de la vida de las naciones, de la Historia misma. En otras entradas de este blog, planteaba los términos humanos de una verdadera memoria histórica, que desarrollaba al comentar el asesinato de Calvo Sotelo o los escándalos de Mauthausen y Paracuellos. Al final, todo se reduce a tirar palante.

El Tirano odia el Amor
Fijaros en que el Tirano y el Amor son incompatibles. El Tirano le tiene pánico al Amor; a todos los tipos de amor. Desde la pasión más carnal a la más espiritual de las amistades. Porque nadie puede controlar los sentimientos de nadie, ni siquiera los propios. El Deseo es algo salvaje. ¡Hay que enjaularlo y castrarlo! ¡Control, control! En Irán ahorcan a los homosexuales, y su triste versión del árbol de Navidad son tíos colgados de unas gruas. No estamos tan lejos de los iraníes, en España hace cuarenta años, les aplicaban la Ley de Vagos y Maleantes y hace poco el Z hablaba de alianza de laz zivilizacionez... En China te prohiben tener más de un hijo. En casi todo el mundo supuestamente civilizado puedes matar a tus niños antes de que nazcan y en breve podrás matar a tus padres, para hacerles un favor. El Tirano sabe muy bien lo que hace.
El Amor es invencible, implica una adhesión inquebrantable que el Tirano quiere quebrar.
Al Tirano, lo que le gusta, es controlarlo todo y para controlar las personas hay que reducirlas al estado de cosas. Arráncale a la gente su esperanza, pisotea sus creencias, dile  que nada tiene sentido puesto que todo está prometido a la Nada; acaba con sus sentimientos paternales, prostituye la amistad convirtiendo al amigo en espía, dile a las mujeres que la mejor forma de realizarse como mujer es cortando sus hijos a cachos... ¡Ese es el mensaje del Tirano, ese es el cebo con el que nos quiere pescar! En España somos tan listos que nos hemos tragado el cebo, el anzuelo, el sedal y la caña. Por muy poco no nos tragamos la barca...
Nos hemos olvidado de que por el amor se lucha, y nosotros no queremos luchar. Por eso somos un pueblo estéril. Las españolitas y los españolitos tienen grandes problemas para amarse, para procrear. No reconocen el amor cuando lo encuentran; y lo pisotean, tienen miedo al compromiso, miedo al futuro, miedo a todo:  así nos va... País de sicólogos de pacotilla y de masturbadores crónicos, nación sin hijos y sin esperanza, se nos pasa la vida con el temor a vivirla y el temor a equivocarnos y a no "realizarnos". El Tirano ha vencido. Y me diréis, ¿quién es ese Tirano? Para verlo con tus propios ojos, búscate un espejo.

viernes, 12 de agosto de 2011

A los papanatas no les gusta el Papa

 
De verdad, se me han hinchado tanto las narices, que no consigo sentarme.
Fíjate que yo no soy de grandes reuniones multitudinarias y la fe que tengo en Jesús, mi Dios cercano, nada tiene que ver con los circos mediáticos. Además, nunca he sido especialmente papólatra y rehuyo las multitudes.
Por ser verano y tener cosas más interesantes que hacer, no pensaba asistir a la Jornada Mundial de la Juventud, que este año se celebra en Madrid. Pero el odio desplegado contra esa exhibición de fe y juventud, ha conseguido irritarme. Hasta he tenido que interrumpir mi vacación bloguera. ¡Ya vale!
Te comentaba hace unos días, en una entrada dedicada a la senilidad anticlerical, la cristofobia de José Luis Sampedro, ese portentoso genio convencido de que la fe es incompatible con la inteligencia. Jaleados por los medios anticristianos, una serie de mezquinos HDP han desplegado todo su odio y toda su mediocridad contra las JMJ, contra el papa Benito, contra el cristianismo en general y el catolicismo en particular.

Un chivo expiatorio
El fenómeno no es nuevo. Es una característica del pensamiento irracional tratar de buscar chivos expiatorios para justificar el propio fracaso. Viene de antiguo la costumbre de sacrificar inocentes: los antiguos mexicá, cuando no llovía, mataban niños y niñas en los altares del Dios de la Lluvia, pensando que sus lágrimas propiciarían magníficas cosechas. En la Edad Media, cuando había una peste, alguien le echaba la culpa a los judíos y Lutero se imaginaba que los problemas de la Cristiandad eran responsabilidad directa del pueblo de Israel. ¿Quién no recuerda aquella magnífica película, Matar al Ruiseñor, en que a un tío lo juzgan por imaginarios abusos, y de paso lo matan cuando intenta escapar? La víctima en este caso sólo era culpable de un delito por lo visto abominable: ser negro.

Pensar es muy cansino
En el fondo la identidad de la víctima es lo de menos, que sea negro, judío o católico, masón, homosexual o chino, lo importante no es la etiqueta que le pongamos a la víctima sino su función: servir de desahogo a los mediocres. Si a un chico carlista su novia le da calabazas, acabará por echarle la culpa a los masones. Si a un tío con talento lo nombran Director de algo será que es maricón; si me presento a las elecciones y no me vota ni el Tato, la culpa es de los Medios o del Sistema. En eso coinciden todos los capullos de la tierra, en echarle la culpa a otro para no tener que molestarse en pensar...
Y así funcionamos todos en general, echando balones fuera, sin querer asumir nuestras responsabilidades, en estado de perpetua adolescencia; y así funcionan los anticlericales, los casposos de toda la vida, proyectos de nada multiplicados por cero, ladillas de ateneo que han encontrado un culpable para la crisis del Teatro, la tuberculosis y la deforestación de los Trópicos: los culpables son el Papa Benito y las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Perdonar no es tan fácil
Como pagano asilvestrado con apenas un barniz de Cristianismo -barniz muy fino, pero al que estoy apegado- siempre he respetado a los buenos cristianos que se tragan su orgullo, que son capaces de perdonar a sus enemigos. A mí perdonar y olvidar se me hace muy cuesta arriba y por eso admiro muy sinceramente a toda esa gente que responde con bien al mal y no atiende a las provocaciones de la ralea.
Admiro todavía más a aquellos que intentan sinceramente ver en el Otro, por asquerosito que sea, una imagen de Cristo. Yo no puedo, de verdad, es superior a  mis fuerzas. Cuando miro a un capullo, sólo consigo ver a un capullo; y mira que me concentro... Lo siento mucho, no soy de los que ponen la otra mejilla, no soy una de esas monjas admirables que dedican toda su vida al cuidado de los demás, que lavan viejos a los que su familia ha abandonado, que se preocupan entre Proyecto Hombre y Cotolengos de aquellos de los que nadie se ocupa, para que luego se burlen de ellas. ¡Que se burlan! ¡Que hubo malnacidos que se choteaban de Teresa de Calcuta!
Mi cristianismo es totalmente futbolero y reactivo; no me gusta que se metan con mi equipo, con mi gente, con la fe de mis mayores; ¡estoy harto! ¡Hasta los mismísimos!
Así que si por casualidad os parecen mal las JMJ, os cae mal el papa Benito, os molestan las procesiones, las misas, dos mil años de cristianismo en España, etc. pues lo único que espero es que vuestro odio os haga sufrir mucho, que vuestro odio os produzca severas indigestiones y úlceras pépticas; que por culpa de vuestro odio, os salgan almorranas en el cerebro y sabañones en el culo, y he querido plasmar esos delicados pensamientos, esas perfumadas volutas de mis renacentistas médulas en la eficaz fórmula ¿Te molesta la JMJ? Pues JDT. Que ya está bien. Acompaño estas letras de desahogo con una bella imagen diseñada por Guillermo Orazal.

viernes, 29 de julio de 2011

Senilidad anticlerical

Hace unos años me llamó la atención la obra de Javier Pruszyński, En la España roja. Una sentencia suya, lapidaria: "Las principales víctimas de la Revolución francesa fueron los aristócratas y cortesanos; las de la Revolución rusa los terratenientes y las de la revolución española, los curas". Y es cierto: la católicaspaña tiene el record de curas y monjas liquidados durante el siglo XX, fusilamos el Cristo del Cerro de los Ángeles y dinamitamos la catedral de Oviedo. ¡Qué ejemplo para las generaciones venideras!

Cámara Santa, Oviedo (octubre 34)
 Un odio perenne
A veces me digo, "¡Basta, gordo inmundo, no me hables más de la Guerra Civil, de la Memoria Histórica ni del toro que mató a Manolete!" Pero es que aquí seguimos repitiendo la historia. El antisemitismo, en Alemania, es una constante desde Lutero, pero hoy día se guardaría mucho un intelectual alemán de atacar a los judíos o al judaísmo. Aquí, en cambio, todavía hay gente que sigue obsesionada con el catolicismo, a un profesor de Somosaguas le parece cojonuda la ocupación de una capilla por tías en topless (véase aquí el artículo en Público) y otra gente de la misma cuerda trata de pegarle fuego a una iglesia en Majadahonda o montan procesiones blasfemas en Madrid. Podeis observar vosotros mismos la alta calidad de su pensamiento visionando el vídeo: "la Virgen María, ha follado", "menos rosarios y más bolas chinas", etc.


Coincidiendo con la visita del Papa Benito, los carcamales, con todos los carnés de la vida caducados y el alma remendada, han proclamado la Jornada Mundial de la Senectud: sé viejo, piensa viejo y utiliza argumentos viejos. Y el argumento más viejo y pasado que ya huele, en España, y no precisamente a rosas, es el anticlericalismo
A usté le engañan en la cantidad de gasolina, le suben el IBI, le obligan a respirar humos de diesel,  le ponen de patitas en la calle, le quitan el piso por no pagar la hipoteca, le pone los cuernos su churri, le anuncian que tiene cáncer y le dan cita para dentro de seis años... Responsable: el catolicismo, ese mal endémico y universal que tantos querrían borrar de la faz de la tierra. Suprimamos el catolicismo y el mundo avanzará hacia un horizonte de felicidad y sabiduría, tralalá, ojalá que llueva cafeeee nel campooo.

Declaraciones de José Luis Sampedro
Que ese tipo de cosas las diga un gilipollas, carece de importancia. Gilipollas somos muchos y uno más no se va a notar. Pero que las diga un grandísimo escritor y reputado economista como José Luis Sampedro ya es más inquietante. En el siguiente vídrio podéis ver a Sampedro identificando al Gran Enemigo del pensamiento y de España: ¡la Iglesia! ¡La conjura judeocristiana internacional!
Fijaros en sus argumentos, que llegan a ser divertidos:




Doce millones de españoles, son pocos
A Sampedro le parece escaso ese 27% de la población que según él va a Misa los domingos. Dime tú qué espectáculo reúne al 27% de la población un domingo -por usar su argumento- es decir a algo más de 12 millones de personas, redondeando por lo bajín. ¿Le parecen pocas?
Según esa misma regla de tres, los gobiernos debieran dejar de promover el fútbol, que no reúne ni de coña 12 millones de personas los domingos

El valor educativo del fúrbol
Yo os lo explico pa que me entendáis: la última vez que el Madrí ganó una copaduropa, la capital de las Españas quedó paralizada por la noche, simpáticos mozalbetes le pegaron fuego a los contenedores e hicieron pis en nuestro portal, había hogueras en la calle de Alcalá. Al día siguiente hubo más jolgorio, desfiles, etc. Todos se hicieron la foto con Florentino y la copa: el Alcalde, el Presidente, la Presidenta y el Ministro Plenipotenciario de los Estados de Andorra. ¡Eso está bien! Porque claro, el fútbol es cultura y educativo, que se lo digan a Maradona, Diegooo, Diegooo, el hombre que trató de esnifarse la mediana de la Autovía del Cantábrico ¡y lo consiguió! El fútbol estimula tanto el amor por el arte, que amables jóvenes, para celebrar una victoria de España sobre Suiza -gran potencia futbolera- le arrancaron un día de cuajo el brazo a la Cibeles y se dedicaron a enseñarlo a sus amigos, ¡qué proeza! Recuerdo que cuando España ganó el Mundial, pensé con cierto temor que quizá la gran fiesta del puro fútbol iba a terminar con el Museo del Prado en llamas. Y eso que me gusta el fúrbol...

La religión deforma la mente de los niños
Más impactante todavía es el daño que según Sampedro hace la educación cristiana a los tiernos cerebros infantiles. Claro, es obvio que la fe deforma las neuronas e impide pensar, por eso el pobrecito Alberto Einstein fue tan tonto de mayor, las pérfidas ondas neurocastradoras que experimentó en la Sinagoga, cada vez que iba a tocar el violín, le impedían pensar... Y no te digo todos esos reconocidos deficientes, esos estúpidos teólogos protestantes como Leibniz o Newton, esos pobres chochos como el católico Galileo, cuyas mentes quedaron devastadas por la fe...
En Alemania, país donde las Universidades tienen facultades de Teología, les va de pena, como todo el mundo sabe. Menos mal que Sampedro, Zapatero y los quincemeneros les van a explicar a los alemanes como salir de la crisis, a base de cartelas de cartón y manifestaciones. ¡No a la visita del Papa! ¡No a la Autovía Burgos-Calatayud! ¡Todos contra la Sequía! ¡Condones gratis! ¡Concha, llámame a las cuatro que estoy en un atasco! También se lo van a explicar a los norteamericanos; no sé qué hace Sampedro que no va al Congreso de los EE.UU a contarles que no debieran entonar las preces juntos y quesunavergüenza yunescándalo que el presidente Obama use tanto la palabra Dios en sus discursos.

Las profundas razones de Sampedro
No creo que el autor de la Sonrisa Etrusca haya sufrido abusos a manos de algún obispo coruñés, porque habría compartido esa información con nosotros. Así que ese anticlericalismo ¿delatará un complejo por el apellido? ¿Preferiría llamarse Matadios en lugar de Sampedro? A lo mejor es antimadridismo, y resulta que Sampedro es colchonero o del Barsa: en el fondo, lo que le molesta del Papa, ¡es que vista de blanco!

jueves, 11 de noviembre de 2010

El Papa Benito

La traducción de Benedictus al español es Benito

Hace ya años que me cuido el hígado prescindiendo de las noticias y evitando una exposición prolongada a los efectos de la televisión. Pero claro, a veces la actualidad te afecta, lo quieras o no; estos días, por ejemplo, he gozado mucho con las noticias de la visita pastoral de Su Santidad a Barcelona y Santiago, y gran parte del placer ha consistido en el olor a cuerno quemado de los anticatólicos de toda la vida, cuya mala baba, insultos y escupitajos son música celestial para mis oídos. Cada vez que oigo a los malos insultar a los buenos, siento un íntimo picorcillo que los especialistas calificarían sin dudar de orgasmo, y es que si molestas a determinada gentuza, ¡seguro que tienes razón!

El pomposo Benedicto y el simpático Benito
Lo único que no soporto del Papa Benedicto es su nombre.
Benedicto es la peor traducción posible de Benedictus al español; es una palabra larga, pomposa y gélida, que responde a la decadencia de una España que no sabe decidirse entre ser cursi o ser hortera.
El otro día me noté imperceptiblemente rijoso al contemplar un grupo de jóvenes náyades que salían de una academia y al oírles hablar, con esa voz de trapo de fregar venido a menos que caracteriza el nuevo modelo de españolita, comprobé el inmediato efecto anafrodisiaco de la ordinariez.
Si la ordinariez es un insulto al buen gusto, no le va a la zaga la cursilería, esa forma estética de estupidez. Y una prueba más de nuestra cursilería es el sistemático empleo de un latinajo como Benedicto en lugar del hispánico Benito. Decimos la Orden de San Benito, y no la Orden de San Benedicto. Benedictus se lleva traduciendo como Benito en español desde hace por lo menos un millón de siglos, antes incluso de que la Bernarda tuviera un huerto.
Los franceses llaman a Ratzinger Benoît y no Bénédict que además quedaría muy femenino porque el femenino de Benoît es, precisamente, Bénédicte que se pronuncia igual que Bénédict (la e final de la versión femenina no se pronuncia). Los italianos -que digo yo que de Papas y de Iglesia saben un rato- lo llaman Benedetto, no Benedicto. En tiempos en que el latín era la lengua de la Iglesia Católica y de la cultura occidental, a algún Paulus lo traducíamos como Paulo. Pero al último de los papas paulinos, lo llamamos Pablo VI y no Paulo VI.
Benito es un nombre de toda la vida, familiar, íntimo, como Luis, Pepe, Paco, Pablo o Manolo, nombre de Villancico "saca la bota Benita que me voy a emborrachar". Es un nombre que te rodea con su afecto, con su sencillez, que te pone las zapatillas, te ofrece un pastel y enciende la calefacción.
Benito era también el nombre del gato más joven de la pandilla de Don Gato y cuando hablas de don Benito te viene a la memoria el padre de los Episodios Nacionales, igual que Ramón te hace pensar en Gómez de la Serna o don Ramón en Valle-Inclán.
Benito es un gran nombre y Benedicto una chuminada que hace daño al oído.  Ya es bastante duro tener que soportar los Washington José, los Wilson y los Elmer antepuestos a un hispánico Pérez o García de nuestros compatriotas de América como para además tener que bregar con el puñetero Benedicto. ¡Basta! ¿Nadie pondrá límites a la maldad humana?

Rimas horrorosas en icto
Benedicto, además, rima fatal. En cualquier diccionario podéis comprobar que las palabras que decaen como el nombre cursi del Papa son adicto, aflicto, conflicto, convicto, dicto, edicto, estricto, interdicto, invicto, relicto, restricto y veredicto que, con la excepción de invicto, son palabras típicas del mundo del derecho y bastante antipáticas.
Podríamos en honor del Pontífice que quiere terminar con la tolerancia a la pederastia en el seno de su Iglesia,  perpetrar palotes como los que siguen:

Por cerrar aquel conflicto, estos malos ripios dicto:
Malvados pedófilos convictos, de infantiles culos tan adictos; escuchad al viejo Benedicto: Dios dará su justo veredicto, tormento eterno, castigo estricto. Del Cielo temed el interdicto.

No es como para tirar cohetes, ¿verdad? Seguro que si los presento al Premio Internacional para Bersolaris Garbanceros me gano un accésit o el Chorizo de Oro. A Gustavo Adolfo le habrían encantado, pero no a  Bécquer sino al rey sueco tan aficionado a los cañonazos.
Benedictus -en español Benito- significa "bien dicho", y a mí me encanta las cosas que tan bien dice este Papa, cuando entra a saco en el albañal de los curas sobones y sus cómplices episcopales. Y grito bien fuerte, ¡viva el Papa Benito! Y a los que toquen los niños, que les corten... ¡lo que rima con Benito!