Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

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viernes, 21 de octubre de 2016

Guareschi y los muertos de Hungría

A veces busco desesperadamente a Guareschi, al que conocí a través de las traducciones francesas de su Mondo Piccolo y me pregunto qué le parecería esto o aquello. Pero Guareschi ya se ha marchado, y no dice nada. Dentro de un par de días se conmemoran sesenta años de la brevísima revolución húngara que los comunistas aplastaron a sangre y fuego. Releo en un clásico de Guareschi Don Camillo e don Chichi -obra póstuma que Rizzoli publicó durante años con el título Don Camillo e i giovani d'oggi- el homenaje del gran Giovannino a las víctimas húngaras del comunismo y de sus cómplices. Don Camillo organiza una "Messa in suffragio delle anime dei morti d'Ungheria" y un cura y un obispo "progresistas" le significan su desaprobación... A la misa no asiste la derecha -preocupada de que la tilden de reaccionaria, ¿les suena?- pero sí asisten los socialistas -para mostrar que se puede ser marxista sin ser comunista- y también viene Peppone con toda su plana mayor para demostrar que una cosa es ser comunista y otra maoista o estalinista... La comedia del mundo y sus imposturas, y encima del teatro la risa cristalina y un pelín amarga de Guareschi, que desde la sepultura, nos invita a la reflexión... A Guareschi no le importaba llevar la contraria a la moda, a lo actual, a lo vigente. Escribía con el corazón y fue a la cárcel por escribir lo que le daba la gana, sin razón o con ella. Me gusta la gente que como Guareschi era capaz de hablar de los horrores del comunismo en la época de pretendida "distensión". Confieso mi respeto por quienes reivindican las víctimas, que nada pueden hacer por nosotros, en lugar de adular a sus verdugos, que suelen ser gente de provecho; admiro a quienes no olvidan las víctimas del facherío o a las del rojerío; a quienes mantienen vivo el recuerdo de las víctimas de ETA o del Grapo, o a los que levantaron un monumento a los abogados de Atocha; me gustan los investigadores que se inquietan por saber quién fue aquel cuyo cuerpo aparece en una cuneta, al cabo de siete décadas, o quién fue aquel cuyo cuerpo ni siquiera existe porque lo metieron en un horno crematorio...
No me gustan los que confunden el perdón -algo esencialmente personal- con las amnistías o perdones judiciales, ni las amnistías con la amnesia, y desprecio profundamente a quienes pretenden que pasar página consiste en igualar a verdugos y víctimas. Lo peor para una víctima es esa segunda muerte que consiste en olvidarla o ese escarnio que consiste en rebajarla al nivel de su asesino.
Anteayer, me emocioné en el Auditorio Nacional, asistiendo a un concierto en memoria de los valientes y desdichados húngaros asesinados por sus compatriotas comunistas y por las tropas soviéticas, en 1956. Quisieron ser libres y los aplastaron los tanques del Ejército Rojo. Stalin llevaba tres años muerto pero el estalinismo seguía vivo puesto que el estalinismo no es más que un disfraz léxico para el comunismo que no se atreve a decir su nombre, y mataba ayer como sigue matando hoy en China, Cuba o Corea del Norte...
Don Quijote nació en un lugar de Hungría de cuyo nombre nadie quiere acordarse, y por eso decía cosas como "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida..." Los mejores húngaros aventuraron su vida, sí, y muchos la perdieron, y no tuvieron hijos que perpetuaran su memoria. Por eso hay que cuidar su legado, con afecto y respeto, como acariciamos con la mirada la foto de un anciano pariente que ya no está pero al que debemos todo, poniendo flores mentales ante el monumento que levante en su honor nuestra imaginación. Y también debemos recordar que hoy y ahora en Ucrania el neozarismo putinesco está asesinando europeos ante la misma Europa pasiva y sin conciencia que asistió hace sesenta años al martirio de Hungría... Pero Guareschi ya no está, y sigue sin decir nada.

miércoles, 7 de octubre de 2015

El facebook comunista, el facebook islámico y el facebook socialista

Facebook es algo fascinante. Comprendo que el Sr. Zuckerberg sea millonario. Cuando miras las funciones, la flexibilidad, las posibilidades que ofrece, y además gratis total... Estos inventos sólo pueden nacer en sociedades libres y de derechas. Podríamos imaginar el limitado éxito que tendría una herramienta como feisbuc en otras sociedades.

El facebook comunista. 
Para acceder a Feisbuc tendrías que darte de alta con tu nombre y apellidos de verdad,  el Comité de Inquisición de tu barrio se aseguraría de que tú eres tú y tendrías que tener impóluto tu expediente social.
Sólo habría UN perfil, el de Fidel Castro o del puto loco de Corea del Norte que nunca me acuerdo de su nombre. Fidel poniendo miles de líneas de texto, una tras otra...Y todos los demás, tendrian a su disposición dos botones, el botón "Aplauso Interminable" y el botón "Inquebrantable Adhesión al Jefazo". El Jefazo tendría 20 o 30 millones de amigos. En cambio los amigos en cuestión no tendrían más amigo que el Jefazo.  Además, como diría Coluche, en los países comunistas tú no miras la tele, es la tele la que te mira...

El facebook islámico
En el feisbuc islámico sólo habría perfiles diferenciados para los tíos. Las tías sólo pondrían como foto de perfil un saco negro de esos que se usan para transportar muertos al Depósito y como no pueden hablar en presencia de hombres, pues ya me dirás para qué quieren tener un perfil. 
En el feisbuc islámico cualquiera puede darse de alta pero lo que está limitado son las conversaciones: aleyas del corán, insultos a los judíos, insultos a los cristianos, insultos para los sunitas en los perfiles chiitas, insultos para los chiitas en los perfiles sunitas, insultos para el progreso, el liberalismo, las puestas de sol y los cacahuetes fritos con miel, que no vienen en el Corán así que deben ser malos. Siendo moros, es del todo indiferente lo que opinen así que sólo hay un botón que permite expresar la grandeza de Alá: Alahú Akbar.

El facebook socialista
No hay, porque los fondos asignados los robaron.


lunes, 3 de mayo de 2010

Cristo Salvador en Moscú


La Fe siempre derrotará a la Tiranía

Siempre me he negado a tener amigos tontos, porque la estupidez es contagiosa; y sólo frecuento a gente inteligente, por si se me pega algo. Una de las formas más habituales de estupidez es el pesimismo.
El pesimista es, esencialmente, un aburrido que practica la estulticia voluntaria y se niega a ver la realidad. Nuestros medios son pesimistas porque no les interesa la verdad, y los periodistas tampoco dan mucho de sí, y nos organizan esa vergüenza de televisión que tenemos con gente que se insulta y dice palabrotas, programas deleznables para llenar de basura la mente del personal..

El mundo en positivo 
Recuerdo que hace años le propuse a distintos conocidos del mundo mediático -quizá no eran los más adecuados- hacer una serie  de artículos, "España en Positivo" o "El Mundo en Positivo" pero jamás les interesó. ¿Por qué hablar de la Primavera o de la Luz, si tenemos siempre algún Invierno que contar, alguna Noche en la que recrearnos?
Por eso no leo los periódicos, ni me interesa lo más mínimo esa pesadilla a la que otros llaman comunicar. El resultado es que de algunos países no tenemos nunca más que malas noticias, o pesimas. En España no debemos ser más de un puñado -ahora espero que seamos más- los que sabemos algo de la historia del mayor templo ortodoxo, la Catedral de Cristo Salvador en Moscú.
Habiendo terremotos catastróficos y enfermos terminales en que recrearse, ¿para qué contar la historia de la Muerte y Resurección de un templo destruido?
Ese templo, elevado durante el siglo XIX, respondía a la ilusión de los Zares por conmemorar la victoria sobre Napoleón. Lo levantaron delante del Kremlim.
Llega la Revolución de Octubre y con los comunistas en el poder, empieza el desmantelamiento de iglesias -muchas convertidas en museos o Casas del Pueblo- y la persecución de los religiosos.
En 1931 Stalin tomó la decisión de derribar el templo y de elevar, sobre el mismo solar el que iba a ser mayor edificio del mundo, el Palacio de los Soviets. En el colosal proyecto original,  una gigantesca estatua de Lenin remataba el edificio. El despacho de Stalin debía estar dentro de la cabeza dicha estatua... Los propagandistas comunistas, orgullosos de su labor, filmaron el despojo del templo, desnudado de sus mármoles -parte de los cuales fueron usados en el Metro de Moscú- oros, malaquitas e iconos, y luego volado en pedazos.
Podéis ver a continuación algunas imágenes recuperadas de dichas filmaciones:
 

El proceso de construcción sufrió distintos avatares técnicos como la infiltración de aguas subterráneas. Más tarde, la invasión alemana obligó a utilizar el acero originalmente previsto para el Palacio. Así que en lugar de torre monumental, en tiempos de Kruschev se convirtió el solar en piscina al aire libre, la piscina "Moscú".
Pueden leerse algunos detalles en distintos artículos de La Aventura de la Historia.

Resurección del Cristo Salvador (1988-2000)
Tras la caída del muro, la Iglesia Ortodoxa tuvo que afrontar varios desafíos. Refundar su clero, ya que se sospechaba que muchos popes eran agentes del Estado, y reconstruir sus templos. Parte del desafío, muy simbólico, se plasmaba en la voluntad de levantar sobre el solar del antiguo Cristo Salvador una réplica del templo destruido, con toda la exactitud que permitían los planos y fotografías conservados del antiguo edificio. Las obras empezaron en 1994 y como la fe mueve montañas, sobre todo cuando va acompañada de excavadoras, se consagró la nueva Catedral en el año 2000, desafiando el tercer milenio.
En esta filmación de aficionado se puede contemplar el interior del templo, completamente redecorado siguiendo las pautas decimonónicas en lo que representa una admirable labor de recuperación y restauración:

 

La Iglesia Ortodoxa nunca me ha resultado especialmente simpática, porque su anticatolicismo y ultranacionalismo me aburren, así como su incapacidad para renovarse y superar ese islamismo cristiano que no puede ni sabe distinguir entre lo que es del César y lo que es de Dios.
Sin embargo siempre he admirado su capacidad de supervivencia y la moraleja de lo sucedido en Rusia debe infundirnos optimismo: las Puertas del Infierno no prevalecerán.

viernes, 19 de marzo de 2010

La vida de un chino

¿Cuánto vale la vida de un chino?
Recuerdo que hace años -demasiados- escribí un ensayito sobre los Estados Caníbales, aquellos en los que los sátrapas no contentos con asesinar a sus vasallos, además se los comían.
El canibalismo es el ejercicio más puro del poder sin límite, la suprema forma de derrota para el vencido: servir de cena al vencedor. El canibalismo nos recuerda que la diferencia entre los hombres y las bestias del campo es apenas un barniz de cultura y otra capa todavía más fina de educación moral.
Por lo demás, cada día entiendo más aquella vieja canción de Roberto Carlos, El Progreso, la del estribillo "Yo quisiera ser civilizado como los animales". A Roberto Carlos le preocupaban las ballenas, en 1979; a mí, en 2010 me preocupan los chinos.
Estados caníbales han sido México bajo los Aztecas, la Alemania hitleriana en que pretendían hacer jabón con el personal y ahora la República Popular China donde los mandamases comunistas no sólo exterminan a los opositores sino que los convierten en piezas de recambio para transplantes.
Un órgano de información casi tan visceralmente asocialista como yo, La Gran Época, no hace sino confirmar un día sí y otro también, el tráfico de órganos organizado por los peores sátrapas de un mundo inmundo en el que el beneficio es el alfa y el omega de todas las cosas: en China se creó la madre de todos los monstruos, el comunismo capitalista, es decir, un régimen en que los derechos de los gobernados y los trabajadore no existen, un mundo sin sindicatos, ni libertad, ni oposición. Mordor. Cuando Google se enfrentó a la dictadura China, ninguna voz, salvo la de Hispalinux, siempre tan clara e independiente, se levantó para aplaudir la iniciativa de la corporación americana. Al contrario, Telefónica se dedicó a atacar a Google al mismo tiempo que la dictadura china, ejecutando una espero que involuntaria pinza: quizá es que los monopolios económicos y los políticos están destinados a entenderse.
Ese régimen que aborrece la libertad como los vampiros a la luz del sol, tiene martirizados a 1300 millones de seres humanos, 1300 millones de chinos cuya vida a nadie le importa como no le importan a nadie los cien millones de seres humanos abortados en la tripa de sus madres o asesinados al nacer por sufrir la grave tara de su sexo.
Y todos nuestros gobernantes, TODOS, han ido a rendir pleitesía a los amos de Pekín: tenían práctica, sus abuelos hicieron lo mismo con el amo de Alemania, en los años treinta. No cambiamos.
En los billetes de dólar está inscrita la expresión "In God we Trust". Por algo será. ¿Cuantos millones de chinos serán inmolados al verdadero Dios de este mundo? ¿Cuántos dólares vale la vida de un chino?