Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

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martes, 1 de noviembre de 2011

Sólo la víctima puede perdonar... si quiere.

 

En 1996 llegó al poder José María Aznar -¡quince años ya!- y con la ilusión de todos los que por primera vez pisan las espesas alfombras de Moncloa, él y su equipo cayeron en la misma y recurrente estupidez en que incurrieron sus antecesores y que cometería, de nuevo, su sucesor: pensar que se podía conversar con fieras infrahumanas como los etarras.

Años de claudicación
Estaba yo por aquel tiempo profundamente decepcionado con un PP que para alcanzar la mayoría de investidura se había rendido a los nacionalistas catalanes, tras una negociación durante la cual se había agotado toda la vaselina de las farmacias de Madrid.
Desde aquel momento, el PP aceptó la oficial persecución de los hispanohablantes en Cataluña, traicionaba un modelo viable de España y se entregaba a la locura presupuestaria de los pujolets. Incluso le regalaron a Pujol la cabeza de Alejo Vidal Cuadras, para que se entretuviera en la bolera.
Durante aquellos primeros años, para mí Aznar y su partido eran el presidente y socios de la Asociación de Amigos de Judas Iscariote cuyo único entretenimiento consiste en contar monedas, de treinta en treinta. Aznar incluso había adoptado el idioma de los malos y no hablaba de ETA sino del Movimiento Vasco de Liberación, (vídeo aquí).
Supongo que Aznar se dejaba llevar por su sincero deseo de acabar con la excepción española, es decir,  décadas de terrorismo. La misma ilusión que sufrió luego Rodríguez Zapatero o que experimentaron antes Felipe González con sus argelinas conversaciones, y antes que él Calvo Sotelo y Suárez. Al fin y al cabo, Aznar sabía muy bien con quién hablaba puesto que había sufrido en propia carne un atentado de la ETA, siendo todavía jefe de la oposición y sólo salvó el pellejo gracias al blindaje del coche. Me impresionó, por cierto, su serenidad tras el zambombazo.
Durante 1997 y 1998, el Gobierno del PP se empecinó en mandar mensajes equivocados mientras que Eta mataba, y mataba, y seguía matando, entre otros a Miguel Ángel Blanco o a los esposos Jiménez Becerril. Sin embargo en noviembre de 1998 Aznar seguía diciendo "Por la paz y por sus derechos no nos cerraremos, sino que, por el contrario, nos abrimos a la esperanza, al perdón y a la generosidad, y por la paz pondremos lo mejor de nuestra parte para hacerla definitiva con la ayuda y la esperanza de todos" (vídeo aquí). ¿Perdón? ¿Generosidad? Al oír esas palabras, yo reventaba de pura rabia...

La Ley de Partidos y el homenaje a las víctimas
Más tarde Aznar recapacitó y empezó una política de ayuda y de reconocimiento a las víctimas de los terroristas a los que los gobiernos anteriores del PSOE y la UCD ni siquiera se dignaban recibir. Yo colaboraba lo que podía con la AVT y Aznar me empezó a caer bien por primera vez el día en que vi que se sacaba el pañuelo para enjugar las lágrimas de una pobre señora rota por la emoción, que recogía una medallita en recuerdo de su esposo asesinado.
Tras el atentado de Santa Pola en que murieron dos personas, una de ellas una niña, Aznar fomentó una Ley de Partidos que suponía la ilegalización de las organizaciones que no eran más que la proyección electoral de la siniestra banda.
Me dio mucha pena que un hombre que, finalmente, había asestado grandes golpes a la banda terrorista, tuviera que marcharse en las circunstancias en que se marchó, con el mayor atentado de la historia de Europa y doscientos muertos. Me caía y me cae bien; y por eso no entendí sus días de amor y rosas con Gadafi cuando todavía no han recibido ninguna explicación "oficial" las víctimas del atentado de El Descanso, que fue cosa probablemente financiada por Gadafi, patrocinador y mecenas de grupos como Yihad Islámica.
El final deseable de la ETA
Pero no adelantemos acontecimientos; situémonos a principios de 1997. Como siempre los curas, obispos y políticos vascos hablaban de paz y de perdón; yo notaba -los hechos me dieron la razón- que existía mucho capullo en Moncloa dispuesto a equivocarse, one more again. La posibilidad de que el PP claudicara en eso como había claudicado en el tema catalán, no era una fantasía sino una amenaza muy real.
Para que os hagáis una idea de mi estado anímico por aquel entonces, os confesaré que soñaba con acompañar a Virgilio a los infiernos, para visitar la ardiente piscina de pez y azufre que espera -nadie lo dude- a los obispos y curas vascos -la hipocresía no tiene redención- y soñaba con montar guillotinas a vapor para descabezar de una vez a la ETA, sus bombas y sus sobras, un remedio radical para exterminar de raíz aquellas sabandijas. De vez en cuando me dan arranques jacobinos y me pongo el gorro frigio, perdone Vd.
Ahora he cambiado de opinión, creo que ningún verdugo debe ensuciarse las manos con la sangre de un etarra; y siguiendo las directrices de un sapientísimo amigo, creo que lo que hay que hacer con esas alimañas es encerrarlos de por vida en un calabozo hasta que el Ángel de la Muerte pase a visitarles. Eso sí, para ahorrar presupuesto -que mantener un tío en la cárcel sale caro- les ofrecemos una pastilla de cianuro una vez al mes, para que ellos mismos sean, cuando quieran, el brazo ejecutor de su destino. ¿Que no se la toman? Estupendo, hasta el mes que viene, Iñaki, cuídate.

Una carta al director
Corría el año 1997, era un 12 de enero y ABC publicó una carta al director del menda, una cartita sin importancia pero cuyo texto -cambiado por el periódico pero fiel esencialmente al contenido original- podría republicarse una y otra vez, cambiando sólo la fecha. Decía el texto de la cartita:
Sr. Director, En Francia, durante el verano de 1944, verano de Liberación y también de Depuración, en las calles de Tolouse se podía leer un cartel que rezaba lo siguiente: "Perdonar a nuestros propios verdugos es alcanzar una suprema grandeza. Perdonar a los verdugos de los demás es cometer un crimen contra la justicia; es convertirse en el cómplice de la infamia; es un atentado contra el honor de la Nación". Medio siglo después, estas palabras no han perdido un ápice de actualidad. Luis Español.

Los hermanos Karamazov
Un solo apunte más; los autores del cartel sospecho que se inspiraron en la novela Los hermanos Karamazov. Ivan Karamazov, el dramático representante del humanismo ateo, le refiere a su hermano Alejo (Aliocha) la tremenda historia de un general que había hecho despedazar un niño por la jauría; y luego añade:
No quiero que la madre perdone al verdugo: no tiene derecho a hacerlo. Le puede perdonar su dolor de madre, pero no el de su hijo, despedazado por los perros. Aunque su hijo concediera el perdón, ella no tiene derecho a concederlo.
Y yo grito, ¡Viva Kamarazov! leñe, y repito que "perdonar" a los etarras es cometer un crimen contra la justicia, es hacerse cómplice de una infamia y un atentado contra el honor de España.

miércoles, 3 de agosto de 2011

El reclutamiento político: el caso del PP

En un país en que la seguridad laboral  queda reducida a la Administración, sólo los funcionarios tienen la certeza de cobrar hoy y mañana un sueldo, y pueden hacer planes para casarse, tener hijos o adquirir un nido hipotecándose treinta o seiscientos años. De ahí que muchos españoles sueñen con "sacarse" una oposición, y si es posible de las buenas, así que pasan los mejores años de la juventud con los codos hincados, memorizando temas, bajo la dilecta dirección de sus preparadores.
Las oposiciones no son un sistema perfecto pero resultan sin duda una forma de acceso a la Administración más limpia que el mero dedazo puesto que premian el esfuerzo personal y en particular la memorización de materias complejas.


Excelencias en excedencia
En la entrada anterior abordábamos la más que probable victoria del Partido Popular en las convocadas elecciones del 20 de noviembre. Puesto que en breve de ese partido saldrán los altos cargos que tendrán en sus manos las riendas del Estado, quizá no esté de más comprobar cómo se seleccionan  las altas esferas del PP donde resulta notable la presencia de personas que se han ganado un lugar bajo el sol por medio de una oposición, quizá por influencia de Fraga, un gran memorión. Vale la pena recordar que Fraga obtuvo el número uno de las oposiciones al Cuerpo Diplomático y a Letrado de las Cortes, y también ganó una Cátedra de Derecho Político y quizá por ello le gustó rodearse de personas cuyo estatus se debía en parte a haber obtenido una oposición. A Fraga sólo le hizo sombra en ese sentido Pío Cabanillas, que ganó tres oposiciones tan difíciles como la de Notario, Registrador de la Propiedad y Letrado de la Dirección General de Registros y del Notariado. ¡Las tres! Pío fue uno de los fundadores del primer Partido Popular, que se integró en UCD.
Hechura de Fraga es Rajoy -registrador de la propiedad en excedencia-, como lo son José María Aznar -inspector de Hacienda en excedencia- o Alberto Ruiz Gallardón -fiscal en excedencia-. Otros destacados personajes del PP son también funcionarios de carrera que han conseguido plaza por medio de la correspondiente oposición. Ana Botella y Esperanza Aguirre pertenecen al Cuerpo de Técnicos de Información y Turismo; Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal son Abogadas del Estado como lo es Antonio Hernández Mancha, otro fallido delfín de Fraga; Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, quien también pudo suceder al histórico líder del PP es letrado del Consejo de Estado, entre otras muchas cosas, y -con Fraga- uno de los siete padres de nuestro engendro constitucional. Hay naturalmente excepciones, como Álvarez- Cascos cuyo perfil profesional es Ingeniero de Caminos, pero el político asturiano ya ni siquiera milita en el PP.


Vasallaje
Cierta independencia
El lado bueno de que un político tenga un sueldo seguro de la Administración que no deba a nadie más que a su propio esfuerzo, es que le proporciona una mínima independencia económica; el funcionario de carrera no necesita venderse a nadie para vivir. En cambio el político que sólo es algo en función del dedazo que lo nombró, está sometido a un tremendo condicionamiento: no se atreve a opinar por sí mismo y mantendrá respecto de su protector un vasallaje que fácilmente deriva en acrítico servilismo.
Por otro lado resulta obvio que personas que tienen una formación jurídica y conocen a fondo una materia y la estructura del Estado por haberlas estudiado en el marco de una oposición, sin duda pueden hacer un buen papel en la alta administración, no sólo en aquel campo que estudiaron sino en general.

Un partido sin empresarios
Lo que resulta dudoso es que personas con mentalidad de "sueldo seguro" sean especialmente vitales. El PP está lleno de gente con sueldos seguros y resulta llamativa la casi total ausencia de empresarios en sus filas, aparte de Rodrigo Rato, quien heredó gran parte de su fortuna, y lideró la fantástica recuperación económica de los gobiernos de Aznar. Rato ahora se ocupa de Bankia pero quizá lo reaprovechen algún día, que el reciclado está de moda.
Ahora mismo no se me ocurre nadie más ya que Manuel Pizarro fue flor de un día en el partido, un abogado del Estado con una larga carrera técnica en la Administración que tras una trayectoria por el mundo de los mercados -presidió la Bolsa de Madrid- y dirigir Endesa pasó dos años en el mundo político del que rápidamente se decepcionó.  ¿Puede un partido sin empresarios liderar la reconstrucción económica de España?

Empresarios sin horizonte penal
El empresario que tiene que partir de cero o de muy poco, tiene, pienso yo, una perspectiva más dinámica de las cosas. El empresario tampoco es un modelo perfecto: los negocios a veces pringan y resulta difícil ser no sólo honesto sino parecerlo cuando se maneja dinero, sobre todo hoy día en que están de moda tipos elaborados de estafa como la llamada ingeniería financiera, etc. ¿Existen empresarios de prestigio sin horizonte penal?  Dos banqueros sobrevenidos, Mario Conde -también abogado del Estado-  y José María Ruíz Mateos, tuvieron, ambos, tanto su momento de gloria como su etapa carcelaria. El primero quiso entrar en política antes de la intervención de Banesto, el segundo entró en política después de la expropiación.
Por otra parte, las grandes empresas españolas no participan en general del modelo de mercado libre sino que se han beneficiado de protecciones estatales y en cieto modo son estructuras dependientes de la Administración: bancos, antiguos monopolios como Telefónica, las eléctricas, ¿hasta qué punto son empresas de verdad competitivas? Salvo Inditex, El Corte Inglés, la industria bodeguera, las alimentarias, empresas como Lladró, todo el sector turístico y de servicios, ¿cuántas empresas hay en España que puedan decir que no deben sus beneficios a la intervención del poder público? Incluso empresas libres pensadas para un mercado libre como Microsoft, deben buena parte de sus beneficios en España a la protección oficial: el uso de su software cautivo por parte de la Administración.

Variar la ensalada profesional
Si una Institución a priori tan rancia como la Real Academia de la Lengua optó hace décadas por ampliar el círculo en el que elige los académicos, que no son ya todos profesores ni lingüistas, sería sin duda interesante que el PP se planteara variar el origen de sus cuadros dirigentes. 
Desde 1977, España sólo ha tenido gobiernos de UCD, del PSOE y del PP. 
En UCD los dos presidentes del gobierno fueron un doctor en derecho con trayectoria en el Movimiento y la administración, Adolfo Suárez, y un ingeniero de caminos, Leopoldo Calvo Sotelo.
En el PSOE sólo han sido presidentes del Gobierno en esta etapa dos licenciados en derecho, ambos profesores ayudantes de Facultad durante un breve tiempo, Felipe González, que fue abogado en ejercicio, y Rodríguez Zapatero, cuya trayectoria vital ha sido esencialmente política.
Pérez Rubalcaba, actual líder del PSOE, es un doctor en química y ha eneñado en Madrid, Constanza y Montpellier; otros dos líderes fallidos fueron el ingeniero aeronáutico y doctor en económicas Josep Borrell y un brillante alumno de Deusto como Joaquín Almunia que hizo el doblete de derecho y empresariales.
Españoles que presidieran instituciones internacionales han sido un doctor en económicas, Rodrigo Rato, antecesor del controvertido Strauss Kahn en el FMI; un catedrático en bioquímica Federico Mayor Zaragoza, con una laga trayectoria científica antes de entrar en política, y que ha dirigido la UNESCO; el catedrático de Física del Estado Sólido, Javier Solana, Secretario General de la OTAN.

Los grandes líderes de Europa
Echemos un vistazo a Europa y sus grandes líderes del pasado:
Jean Monnet era un comerciante de vinos -nació en Coñac- que no llegó a terminar el Bachillerato. Robert Schuman era abogado en ejercicio. Alcide De Gasperi estudió Letras en las universidades austriacas y fue activista y periodista.
El único título profesional de Churchill era el de oficial de caballería, por Sandhurst. Esa formación, militar era la del General de Gaulle.
Si hablamos de la derecha de la Europa actual, Angela Merkel, es física, doctora en física cuántica. David Cameron, aunque cultiva su vena pija, en realidad fue un buen estudiante que se tomó la molestia de graduarse en Oxford con honores de primera clase en Filosofía, Política y Economía, con carrera en la administración y un claro perfil político.
Silvio Berlusconi, antes de convertirse en empresario, y meterse en el mundo político, se doctoró en Económicas. El primer ministro holandés es Mark Rutte, de formación historiador y de profesión especialista en Recursos Humanos en el grupo Unilever. Ninguno de ellos participa del modelo español.
Algo más cercano al modelo español es el francés. Los mandarines franceses salen de escuelas como la ENA, Sciences Po o Polytechnique, caso de Giscard d'Estaing, pero hoy quien manda son políticos profesionales como Sarkozy y su primer ministro Fillon que tienen estudios de derecho -el primero es licenciado, el segundo doctor y con estudios jurídicos profundos- pero prácticamente han hecho toda su carrera en el ámbito político. Lo mismo se puede decir del presidente de turno de la Comisión Europea, Viktor Órban, jefe del gobierno húngaro, becario de la Fundación George Soros, que lleva toda la vida haciendo política. Ninguno de ellos es un funcionario de escalafón en excedencia.
Mi conclusión es que me gustaría ver en la cúpula del PP a gente profesional que no sólo a excelencias en excedencia: ingenieros de caminos, abogados de verdad –no sólo licenciados en derecho- médicos, arquitectos, historiadores, traductores, periodistas, escritores, militares y profesionales en general que aporten ideas y experiencias distintas. Dado el enorme peso del gasto sanitario en los presupuestos, ¿no os llama la atención el escaso número de médicos en nuestra política? Uno fue Pujol, que está ahora retirado, y otro es Llamazares.
Puede leerse aquí un trabajo de Juan Rodríguez Teruel sobre el reclutamiento de los ministros.

sábado, 22 de mayo de 2010

De recluta a reservista: ¿servicio militar encubierto?

La leva de reservistas, ¿nuevo servicio militar obligatorio?

El Servicio Militar obligatorio fue suspendido por el gobierno Aznar a finales del año 2001. Eran años de expansión económica y se pensaba que un pequeño ejército profesional bien equipado y pertrechado, era mucho más adecuado que una gran masa de reclutas mal armados y deficientemente preparados. O ese, por lo menos, era el pretexto.

Un proyecto de Reglamento de Reservistas
Ahora, el gobierno Rodríguez Zapatero está elaborando un proyecto de Reglamento de Reservistas de las Fuerzas Armadas, que se puede leer o descargar  aquí y en el que resulta complicado no ver una restauración del Servicio Militar, solo que al recluta lo llaman reservista que hay que reconocer que queda mucho más bonito.
El proyecto en sí es muy elogiable, puesto que tiene en cuenta la realidad de las necesidades de Defensa. Nadie sabe que nos deparará el futuro; así, literalmente, empezaba la inolvidable canción de Joe Cocker y Jennifer Warnes -la de Oficial y Caballero- Who knows, what tomorrow brings, in a world few hearts survive... La figura de reservista obligatorio venía ya anunciada en la Ley 39/2007 de la carrera militar, artículo 123.


No hay efectos sin causa
Una buena pregunta sería la indagar por qué se regula ahora a los reservistas. No soy especialmente partidario de las teorías conspirativas pero me tengo que preguntar si acaso tiene el Gobierno información reservada que no está dispuesto a compartir con el público. ¿Se trata de prevenir desórdenes civiles? ¿Piensa el Gobierno que el desastre económico es mucho mayor de lo que nos dicen? ¿Se trata de conjurar otros conflictos internos de origen territorial, como una crisis en Cataluña? ¿Tiene informes el Gobierno sobre posibles conflictos internacionales?
Son preguntas razonables, me parece, porque como dice siempre el jurista Lancho en relación con las iniciativas legislativas, "no hay efectos sin causa". En cuanto a la legalidad del proyecto, existen serias dudas.

Un artículo interesante
El amigo que me mandó el enlace con el proyecto subrayaba la existencia del siguiente artículo y marco en rojo lo más destacable:

Artículo 2. Definición y clasificación de reservistas.
Son reservistas los españoles que, en aplicación del derecho y deber constitucionales de defender a España, pueden ser llamados a incorporarse a las Fuerzas Armadas para participar en las misiones definidas en la Ley Orgánica 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional. Los reservistas se clasifican en:

a) Reservistas voluntarios.
Los españoles que resulten seleccionados en la correspondiente convocatoria, superen los periodos de formación militar básica y específica y se vinculen de forma temporal y voluntariamente con las Fuerzas Armadas, por medio de un compromiso de disponibilidad.
b) Reservistas de especial disponibilidad.
Los militares de tropa y marinería y los militares de complemento que adquieran dicha condición al finalizar sus compromisos de larga duración.


c) Reservistas obligatorios.
Los españoles, con una edad comprendida entre los diecinueve y los veinticinco años, que sean declarados como tales por el Gobierno de acuerdo con la ley.

Una mili eventual
Este último punto referente a los reservistas obligatorios llama la atención: ¿qué diferencia hay entre las tradicionales levas y considerar como eventual reservista obligatorio a los españoles entre diecinueve y los veinticinco años, pudiendo llamarlos a filas?
De lo que se trata es de restaurar un servicio militar obligatorio distinto al instaurado en 1912 y suspendido por el gobierno Aznar, pero que participa de idénticas características: es un servicio público, un servicio militar y un servicio obligatorio. Luego no es una restauración de la mili de nuestros padres y abuelos, sino de una mili diferente, de carácter eventual y dictada por el Gobierno en función de la situación interna o externa de España.
Notemos que la declaración de reservistas obligatorios exigirá, al menos, la autorización previa del Congreso de los Diputados (art. 50.1). Los artículos a partir del 50, que regulan la reserva obligatoria, recuerdan mucho al sistema de reclutamiento tradicional.

¿Un remedio para el paro?
El reservista llamado a filas, ¿será excluido de las listas del paro? Pues mira, a lo mejor esa es la solución mágica del Asombro de Occidente en la línea del pensamiento más clásico: "acaba con la pobreza, ¡cómete a un pobre!" Pues eso, "acaba con un parado, conviértelo en soldado".
Mon Dieu, cuando nuestro Gobierno se reúne, ¿cómo no caen desmayados los Ministros entre violentos orgasmos ante la pura inteligencia del Estimado Líder? ¡Ooooh, aaaaaaah, ooooh!
Hablando de orgasmos, como ya sería intolerable la discriminación entre hombres y mujeres, y las chicas también serían reservistas, esta nueva mili podría ofrecer algún atractivo como el de permitir la profundización de las relaciones entre los jóvenes, que España es un país de viejos y necesitamos más niños.
Ni en mis más locos sueños llegué a imaginarme un campamento de verano rodeado de ágiles y hermosas reservistas haciendo ejercicios de respiración... Uuuno, doooos, uuuuno, dooos. Me huelo que no van a faltar voluntarios.

jueves, 17 de diciembre de 2009

El abuelismo español


La utilización de la ascendencia para ensalzar o denigrar a los hombres públicos se enmarca en la obsesión  española por la limpieza de sangre

De Colón a Cervantes

Dos de los hombres más singulares de la historia universal, Miguel de Cervantes y Cristóbal Colón, se empeñaron en ocultar y maquillar su ascendencia de tal forma que ni los cervantistas más fanáticos ni los mejores eruditos colombinos conseguirán jamás averiguar las prosapias de tan interesantes personajes. Hablamos del creador de la novela moderna y del descubridor del Nuevo Mundo, nada menos...
Toda mentira, toda ocultación revela un complejo o un miedo. Tiene que ser muy poderoso el miedo para obligar a figuras tan extraordinarias a maquillar su pasado. Y es que la española obsesión por la "limpieza de sangre" ha supuesto a lo largo de los siglos una verdadera enfermedad de la mente. Lo importante no eran las obras sino los ancestros, que en España siempre han servido de arma arrojadiza, para alabar o para condenar. Fisguemos a fondo en la ascendencia del vecino, que seguro que tiene a algún judío oculto en el armario, je, je...

El abuelismo antiburgués

Precisamente, con pretexto de Memoria Histórica hay quien reactualiza la limpieza de sangre pero en forma de abuelismo: volvemos a examinar árboles genealógicos a la búsqueda de ejemplos edificantes o de piedras de escándalo, pero no se trata aquí de remontarse a los reyes godos sino de determinar qué hacía el abuelo de cada cual durante la Guerra Civil. ¿con qué bando estuvo? o bien ¿qué le hicieron?

Otra diferencia con el siglo XVI es que la infamia que suponía tener entre los ancestros a "gentes de mal vivir" ha sido sustituida por el carácter infamante de la burguesía. Buena parte de los políticos españoles pertenecen a familias de la burguesía inteligente, que fue a buenos colegios, en la que abundan títulos de universidad, que por medio de buenos contactos accede a mejores trabajos  y vive en confortables pisos repletos de libros y con piano. Este hecho es ignorado por las propagandas de partido y por la lectura universalmente negativa del término burgués, como si sólo fueran burgueses los ricachones panzudos de los grabados de Daumier contando billetes... Burgueses son los antepasados de prácticamente todos los grandes líderes mundiales, entonces ¿por qué no reconocerlo?

Aznar y Zapatero


Ejemplo espectacular de lo que decimos lo tenemos en los Sres. José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. En ningún otro país de Europa le interesa a nadie saber quién es el abuelo del presidente. Pero a nosotros sí, por lo visto.
En el primer caso, la figura del abuelo paterno, Manuel Aznar Zubigaray, despertó un morboso interés por parte de autores como el ínclito Anasagasti que, obviamente, no tenían nada mejor que hacer y quisieron herir al nieto a través del abuelo; el propio presidente Aznar, sin duda para quitarse una espinita, le dedica unas páginas a su antepasado en su libro, Retratos y perfiles.

En el caso del Sr. Rodríguez Zapatero, pocos serán ya los españoles que no sepan que su abuelo paterno fue el capitán republicano Juan Rodríguez Lozano, fusilado por los autodenominados nacionales. Esa condición fue aireada por EL PAÍS en un artículo famoso "El nieto del capitán Lozano" con el siguiente subtítulo: "Zapatero procede de una familia comprometida políticamente: su abuelo el capitán del ejército republicano Juan Rodríguez Lozano, fue fusilado en 1936". O sea, el que le fusilen a uno significa un compromiso político... El compromiso de Lozano no fue con la política sino con su lealtad de oficial: se negó a sublevarse y por eso los nacionales lo asesinaron.
Es comprensible que el Sr. Aznar o el Sr. Zapatero se interroguen acerca de quién fue o dejó de ser su abuelo; resulta más preocupante que le inquiete a los demás. La visión que cada uno de nosotros tiene de su propia ascendencia y de su familia es una de las llaves de esa misteriosa flor que llamamos identidad, y la identidad ni siquiera tiene que basarse en elementos reales o tangibles, porque del pasado sólo nos llegan retazos y además tendemos a elegir lo que nos gusta y a ignorar lo que nos desagrada; nadie tiene, en realidad, la menor idea de quiénes fueron sus mayores: nos quedamos con el cliché, con la imagen del abuelito que nos sentaba en sus rodillas, o las anécdotas que nos contaron, pero lo demás es música celestial.

Abuelismo selectivo

Además, ¿en virtud de qué criterio seleccionamos a los antepasados? Porque abuelos, cada uno de nosotros tiene cuatro, salvo excepción, y resulta grotesco oír hablar “del abuelo de Aznar” o “del abuelo de Zapatero”.
Por ejemplo, en el caso de este último, a nadie le parece interesante averiguar nada acerca de las abuelas —Josefina García y Natividad Valero— lo que no es más que una consecuencia de un machismo nada residual en el país de las cuotas femeninas. ¿Qué saben los españoles de los otros abuelos de los Sres. Aznar López y Rodríguez Zapatero? ¿O es que los Presidentes del Gobierno no tienen más que un abuelo?

Faustino Zapatero y los Zapatero del PP

Por ejemplo, ¿qué sabemos del médico vallisoletano Faustino Zapatero Ballesteros, el abuelo materno de nuestro actual Presidente? Que pertenecía a la burguesía universitaria vallisoletana. Fue, como su hermano Emilio, miembro de la Real Academia de Medicina de aquella ciudad y un distinguido neonatólogo, autor de varias obras sobre la materia. Emilio, tío abuelo de nuestro presidente, fue catedrático desde 1935 en la Facultad de Medicina de Valladolid y autor de una veintena de trabajos; superó en 1937 un expediente de depuración en Valladolid, precisamente en las mismas fechas en que los falangistas de esa ciudad querían fusilar al abuelo del Sr. Aznar. ¡A lo mejor se conocían! En 1941, a petición propia, se revisó el expediente de Emilio. Este tío abuelo del actual presidente engendró a varios hijos entre los que se contó con una numeraria del Opus Dei y con un senador del Partido Popular, el también médico Emilio Zapatero Vilallonga (1936-2000) personaje muy digno de interés, director general de Sanidad con la UCD, padre de un Plan General de Sanidad, consejero de Cultura y Turismo en Castilla y León, en el gobierno presidido por el Sr. Lucas, y además buen poeta.
En cuanto al abuelo del actual Presidente, don Faustino, ¿era de derechas o era de izquierdas? ¿Le gustaban las fresas con nata o prefería las ensaimadas? ¿A quién le importa? Podríamos dedicar mucho tiempo y energía a determinar las tendencias políticas, la vida y milagros de don Faustino Zapatero Ballesteros: ¿para qué? ¿con qué objeto? Lo único que tenemos claro de la ascendencia de nuestro actual presidente es su carácter eminentemente burgués y universitario; si tu padre es el Ilmo. Sr. Decano de la Facultad de Derecho de León, si tu familia materna cuenta con médicos distinguidos, y el tío Emilio es senador del PP ¿por qué resumir tus circunstancias personales y familiares en el abuelo fusilado?

La familia "roja" de Adolfo Suárez


Caso todavía más extraordinario es el del padre de la Transición, Adolfo Suárez cuya familia inmediata conoció el ensañamiento de posguerra sin que se le pasara a don Adolfo por la cabeza ir presumiendo de abuelos represaliados. Su padre, el coruñés Hipólito Suárez Guerra, procurador de los tribunales, era de Acción Republicana, y fue purgado con aceite de ricino siguiendo la costumbre importada por los falangistas, a imitación de los escuadristas del fascio. Peor lo pasó la familia de su madre, Herminia González Prados. A su padre, Ricardo González -abuelo de Adolfo- lo asesinaron los “nacionales” y su hermano Ricardo -tío del político- murió en una de las cárceles del dictador.

El abuelo galleguista de Rajoy


Por su parte, Mariano Rajoy es nieto de un galleguista, Enrique Rajoy Leloup, decano de los abogados de Santiago al que los “nacionales” privaron de su cátedra de Derecho Civil en la universidad de aquella capital y sólo reintegraron en su decanato veinte años más tarde, para castigar sus tendencias autonomicistas.
Salió bien librado comparado con la familia de Adolfo Suárez o con la del capitán Rodríguez Lozano. Recientemente Rajoy Leloup fue nombrado hijo adoptivo de Pontevedra.

Reduccionismo versus continuidad

El abuelismo, como hemos visto, parte de un prejuicio selectivo, se habla de este abuelo y no del otro y se olvida de forma casi unánime la existencia de las abuelas. Por otra parte, se reducen las vidas ajenas a una sola circunstancia, si el abuelo fue "rojo" o "azul", olvidando las auténticas trayectorias. El personaje de Faustino Zapatero o Manuel Aznar, un distinguido médico y un enorme periodista, ¿se pueden reducir exclusivamente a sus identificaciones políticas, a su actitud durante la tragedia de 1936? Ese reduccionismo impide contemplar la verdad -y la verdad siempre se defiende sola-  y es que los españoles simpatizantes o víctimas de uno y otro bando, se dedicaron durante largos años de posguerra a tratar de sacar adelante a su familia; los hijos de los “rojos” buscaron la forma de medrar en la España “azul”, lo cual es tan natural como el instinto de supervivencia.
La memoria histórica no consiste sólo en fijarse en lo que sucedió durante tres años de guerra, sino en lo que hubo antes y lo que vino después. La historia sólo se puede estudiar como una continuidad.

Luis Español Bouché

lunes, 14 de abril de 2008

Adiós al Ministerio de Medio Ambiente


Un gobierno del PSOE acaba con un Ministerio de Medio Ambiente creado por el PP.

Todos saben que los sapos son grandes filósofos. Con sus labios espesos, sus párpados hinchados y su mirada indescifrable, mi viejo amigo Colás se parece mucho a un senador americano de la vieja escuela, como el Charles Laughton de Tempestad sobre Washington. Colás vive en una charca del Guadarrama y se pasa horas y horas quietecito sobre su nenúfar tomando el sol; sólo se molesta en moverse para zamparse una mosca despistada. Durante todas esas horas de quietud, Colás reflexiona y medita como un yogui en las orillas del Ganges. El otro día me decía el bueno de Colás: “Algo se cuece en Medio Ambiente”, y acto seguido chupó el puro y apuró la copa de coñac. Y, efectivamente, el relativamente nuevo gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero se inaugura con una serie de sorprendentes decisiones, siendo una de ellas la disolución del Ministerio de Medio Ambiente, que pasa a integrarse en el de Agricultura.

Insuficiencia de los clichés "derecha" e "izquierda"

España es el mundo al revés, y un carnaval permanente. No me diga nadie que había previsto que algún día Almería iba a saciar la sed de Barcelona. Los que sabían que la derecha española es golpista, y militarista, ¿se olían acaso que Aznar suprimiría el servicio militar obligatorio? Los que sabían que nuestra derecha es machista y paternalista, ¿cómo se explicaron que las primeras mujeres en presidir el Congreso y el Senado fueran, respectivamente, Rudi y Aguirre, abominables criaturas del Partido Popular? Finalmente, se supone, también, que la derecha española, ese cáncer de la civilización, se come cada mañana un filete de oso panda mientras arrasa el último hayedo para poner en su lugar un campo de golf y una estación de esquí. ¿Quién iba a decir que con el mismo gobierno Aznar surgiría el Ministerio de Medio Ambiente? Fue la primera de sus ministras, doña Isabel Tocino quien, por cierto, firmó el protocolo de Kioto.
Mira tú qué cosas, ahora resulta que el segundo gobierno Rodríguez Zapatero ha suprimido el Ministerio de Medio Ambiente, incorporándolo a un Superministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación, Medio Ambiente y de los Grandes Expresos Europeos. Para disimular le han puesto el Medio Ambiente delante, ahora el engendro se llama Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, que de entrada es una solemne tontería puesto que el medio rural y el marino son parte del medio ambiente general. Es como hacer un Ministerio de la Fruta, las Peras y los Higos.

Regreso al pasado

Se trata de un virtual regreso al pasado: antes del primer gobierno Aznar, las funciones y competencias que asumiría más tarde Medio Ambiente estaban dispersas entre el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, y el Ministerio de Agricultura. Aquel Ministerio verde vino al mundo, cargado de esperanzas, un 5 de mayo de 1996. Unas semanas más tarde, un real decreto de 21 de junio precisaba sus competencias en materia de conservación de la naturaleza y parques nacionales. Vale la pena recodar las que son o más bien fueron:

  • Formulación de los criterios básicos para la ordenación de la flora, la fauna, los hábitat y ecosistemas naturales; elaboración de disposiciones generales en relación con dichas materias, así como la coordinación con las Comunidades Autónomas para su aplicación.
  • Estudio e inventario de los espacios naturales, de las especies amenazadas, de los ecosistemas y elaboración del banco de datos de la naturaleza, al objeto de mantener y reconstruir el equilibrio biológico y establecer planes coordinados de recuperación de la flora y fauna silvestres, en colaboración con las Comunidades Autónomas.
  • La declaración de impacto ambiental, en los términos previstos en la legislación vigente.
  • Realización de estudios y estadísticas en materia de conservación de la naturaleza
  • La elaboración, en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de las disposiciones generales relativas al desarrollo sostenible del monte.
  • La elaboración, en colaboración con las Comunidades Autónomas, de los planes y programas de restauración hidrológico-forestal, reforestación y preservación y mejora de la cubierta vegetal.
  • La colaboración con las Comunidades Autónomas para la elaboración de planes de lucha contra incendios y realización de las actuaciones que correspondan en esta materia.


Leídos esos artículos, ¿habrá quien dude todavía de la necesidad y oportunidad de crear y mantener el Ministerio de Medio Ambiente? El efecto de los referidos artículos fue temperado al diapasón de algunas resoluciones judiciales en el tema de los Parques Nacionales, y algunas reformas posteriores, pero en esencia, se conservó hasta que el día de ayer, Moncloa decidió acabar con él. El pretexto para finiquitar un Ministerio que sólo habrá vivido doce años es la política del agua, dicen los sabios. Que es como decir que la última titular del Ministerio no se ha debido lucir al respecto, ¿no?

Despolitización de la ecología

El final del Ministerio es también la guinda al proceso de despolitización de la ecología, el entierro de una identificación abusiva entre ecología e izquierda. Ya nadie se va a creer que la actitud política respecto de la naturaleza venga definida por derechas e izquierdas. Y eso es bueno, porque la visión partidista de las cosas sólo puede beneficiar a los pescadores en aguas turbias; al contrario, la superación de la perspectiva partidista permite que nos fijemos en los resultados concretos y en los proyectos singulares desarrollados o abortados a nivel local o nacional. La ecología ya no es de izquierdas, lo cual no significa que sea de derechas. Sencillamente, hay políticas acertadas y desacertadas, hay ministros o consejeros eficaces y otros desastrosos; las ardillas no votan por Zapatero ni los urogallos por Rajoy.
La única sombra sobre nuestra optimista perspectiva son los efectos de la memez autonómica: la Generalitat quiere obligar a que las oropéndolas hagan pío pío en catalán y el Sr. Touriño pretende convertir Lugo en puerto de mar a golpe de decreto. Los ministerios con competencias sobre el suelo, el aire y las aguas se encuentran desarmados ante nuestra genuina imbecilidad constitucional; en el fondo andar cosiendo y descosiendo ministerios no es más que una treta para disimular el fracaso rotundo de la administración territorial de nuestro manicomio nacional.
Lo único que puede interesarnos ya de la política medioambiental es lo concreto: en materia de Medio Ambiente hay que ser como Santo Tomás y poner el dedo en la llaga... Se marchó Narbona, cuya gestión se puede resumir en la disolución del Ministerio. Après moi le déluge, habrá pensado doña Cristina. Pero no hay diluvio, no, sino pertinaz sequía. Cruzo los dedos para que la flamante superministra Espinosa no permita que se demore por más tiempo el Parque Nacional de Guadarrama, un parque que la mejor España viene reclamando desde hace noventa años. Es la última oportunidad...

Luis Español Bouché
Publicado el 14.04.2008 en Asturias Liberal