Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

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lunes, 4 de septiembre de 2023

AMANDO DE MIGUEL


Hoy el mundo es menos interesante, es menos libre y más esclavo de lo vigente. Porque hemos amanecido sin Amando de Miguel.
Sabía que no estaba bien: la última vez que nos vimos me dijo que le habían detectado cierta falta de Fe y, sonriendo, precisó, "de hierro. Fíjate, Luis, me inyectan hierro y lo que pone en la etiqueta es Fe+". El pasado 15 de julio nos mandó a sus fans unas columnas suyas precisando "Estos son los últimos artículos. Ya, no puedo leer ni escribir. Gracias por la acogida", artículos que delataban una indudable tristeza por el devenir español. Uno se titula Angustias del escriba sentado y se inicia con estos términos, que anunciaban su estado: "Después de medio siglo de emborronar cuartillas, el escriba sedente se considera agotado. No es porque el hontanar de ideas baje seco; sigue manando, gracias a Dios. La desazón proviene de la sospecha de estar escribiendo las últimas piezas de mi ajetreada vida. Es una cuestión de resistencia física. Alguna vez tendría que suceder. Si bien se mira, he escrito demasiado."
No, sin duda el querido Amando no ha escrito demasiado, pero sí muchísimo. Decenas de miles de artículos y más de un centenar de libros son testigos de su capacidad de trabajo.
Modelo de independencia, era cualquier cosa menos un provocador, un enfant terrible; él prefería invocar la reflexión apacible pero ingeniosa. Los franquistas le hicieron pasar un tiempo en la cárcel y en arresto domiciliario. De hecho ganó su cátedra estando en la cárcel, en 1971. Eso no quita para que, naturalmente, los antifranquistas sobrevenidos de nuestro pijerío lo tildaran de facha, algo natural en una sociedad tan profundamente enferma como la española en que los nenes de los altos cargos del Régimen van de redentores sociales. Lo cierto es que la España Oficial nunca se fió de él, y la Academia Española no tuvo la inteligencia de acogerlo entre los suyos, a pesar de la importancia que Amando dio al idioma en sus trabajos. ¡Allá ellos!
Amando era producto de la meritocracia, aprovechando el sistema de becas para progresar, así que un chiquito de Pereruela acabó estudiando sociología con Juan Linz en Estados Unidos y durante muchos años conoció el éxito profesional.


Le hirió profundamente el horror de una secta que golpéo su vida familiar y vivió la angustia de los que no podían pagar su hipoteca, resolviéndose a vender su biblioteca. Creo que la única vez en mi vida en que he lamentado no tener un duro ha sido cuando no pude echarle una mano a Amando.
Conmigo siempre fue la amabilidad personificada, sabía de mi profunda admiración por su carácter y su obra, pero no me debía nada, ni era yo alumno suyo ni tengo nada que ver con la Sociología. Una vez le pregunté si quería honrarme presentando un libro mío, en el Casino de Madrid, y allí estuvo don Amando, hablando con esa facilidad pasmosa de los grandes profesores, ante un público encantado y asombrado. Ni siquiera aceptó que le invitara a cenar o le pagara un taxi...

lunes, 5 de octubre de 2020

Un silencio atronador

Quino
La nación fantasma

Ocurre con frecuencia que observamos la existencia de naciones vivas con gobiernos fantasma; en España sucede lo contrario, tenemos un gobierno hiperactivo ante el que no existe una respuesta, una alternativa o siquiera una educada protesta. Ante la más grave amputación de nuestras libertades, ante unos pastores enloquecidos y ensoberbecidos, se ha impuesto el silencio de los corderos, que es el más ruidoso de los silencios, el silencio de una sociedad amedrentada o indiferente, de unos medios cómplices, de unas instituciones caducas... Ya no somos los actores de nuestra propia vida política, nos han dejado fuera de la función, no contamos, ni siquiera como público del gallinero... Nuestro silencio es el eco mudo de la muerte de las instituciones que pueden y deben amparar nuestras libertades: ¿dónde está el Rey? ¿Qué hacen los tribunales? Podemos añadir, ¿qué alternativa ha articulado la oposición a lo que nos gobierna? ¿Cómo es que los medios no destacan la ilegalidad bajo la que vivimos? España es una gran nación, una sociedad viva, pero una comunidad política muerta.

Medidas ilegales
Jairo Vargas (Público)

Cualquiera que, no digo que sepa derecho, sino que sepa leer, y entienda que existe una jerarquía normativa, puede comprobar por sí mismo repasando los artículos 19 y 55 de la Constitución la total ilegalidad de las medidas que se acaban de adoptar limitando el derecho de millones de madrileños a la libre circulación por el conjunto del territorio nacional. Algo que se suma a la ilegalidad del confinamiento general de marzo-junio que exigía la declaración del estado de excepción, y no el de alarma.


Ana García (Voz de Galicia)

 La humillación de las fuerzas del orden

 Esas medidas ilegales se traducen en coerción policial, aplicando un inicuo régimen de sanciones. Y siento una pena inmensa por los miembros de las fuerzas de seguridad, por los policías y guardias civiles a los que se obliga a aplicar normas ilegales. Cuando has dedicado toda tu vida a hacer cumplir la ley, a ponerte a la orden de los jueces, la mayor humillación que pueden hacerte es convertirte en agente de la opresión. Hoy nos multan, contra todo derecho; ¿qué harán mañana nuestros policías y guardias civiles cuando les ordenen disparar contra el pueblo, contra su propia gente? Porque la tiranía tiene muchos grados, y empieza cuando los gobiernos se saltan las leyes que han jurado cumplir; hoy nos atemorizan con multas, mañana, quizá, será a balazo limpio o a golpe de morteros. Vamos de cabeza a un régimen antidemocrático. Y al contrario de aquel personaje de George Lucas, podremos afirmar "así muere la libertad, con un atronador silencio".

lunes, 30 de diciembre de 2019

Españoles sin España, una esperanza

Fuente: ABC, artículo enlazado.

La identidad española sobrevivirá a la destrucción del Estado español.

Un artículo de ABC de hace cuatro años se hacía eco del hallazgo de una moneda de dos mil años de antigüedad, acuñada en Segovia, que llevaba las mismas siete letras de la vieja ciudad castellana. Y es que las cosas más arcanas a veces permanecen, en el duro metal de las monedas o en el durísimo acero de la memoria colectiva y heredada, superando el tráfago de los siglos... Tengo infinita simpatía por griegos, judíos y armenios que han demostrado a lo largo de dos milenios que las identidades podían sobrevivir a pesar de la destrucción de los Estados o de la persecución religiosa. La creación del Estado griego, en el siglo XIX, la independencia de la República de Armenia en 1991 o la creación del Estado de Israel en 1948,  tras los sendos genocidios experimentados por armenios y judíos, demuestran que la voluntad de permanencia supera con creces cualquier adversario cuando existe una base cultural o religiosa sólida. Y es que, como publiqué en alguna ocasión, el patriotismo es una historia de amor, y el amor permanece a pesar de todos esos odios que acompañan al nacionalismo.

La destrucción programada de España -me refiero al Estado español- con la anuencia y el aplauso de la España oficial y la complicidad de las autoridades políticas y judiciales europeas, no sé si se completará en esta legislatura o en las siguientes. Pero tengo fe y esperanza en los españoles, en la lengua española y en la identidad española que persistirá a pesar de que el Estado español es harto probable que acabe destruido por unos insensatos. Si el Estado español probablemente desaparezca en breve, España como realidad, sobrevivirá a todas las fantasías separatistas, a toda la locura de nuestras izquierdas, y a todas las divisiones de nuestras derechas.

Mi propio apellido tiene mil años y es muy anterior a la España unida de los Reyes Católicos, es de origen provenzal languedociano como demostró en un ya clásico artículo Aebischer, y surgió en el sur de Francia -quizá por la zona de Domezain- sin duda para denominar a lugareños que provenían de la península y cuyos descendientes regresaron a España como vasallos de los vizcondes de Bearn y de los reyes de Aragón...

Fuente: artículo a pie de página
He sentido una honda emoción, esta mañana, al leer un viejo artículo del Faro de Vigo que hablaba de unas monedas que yo desconocía, acuñadas en Sicilia durante el II siglo antes de Cristo, con la leyenda HISPANORUM. Fueron acuñadas por los descendientes de mercenarios hispanos que quisieron recordar su origen, en la lejana Sicilia. Gente oriunda de la Península mucho antes de que existiera nada parecido a un Estado español, quiso recordar su origen, su patria chica en un mundo en que no existían naciones sino ciudades e imperios.

Quizá este año que viene presida el Alcibíades socialista la destrucción del Estado español como lo conocíamos, o se inicie un nuevo proceso constitucional que acabe con la locura separatista respaldada por el desastroso modelo territorial. No lo sé. No soy optimista al respecto, porque el haber entregado la educación a los separatistas ha consistido en regalarles nuestro futuro. Pero nuestra lengua, tan perseguida en la España peninsular y en Baleares, sobrevivirá probablemente en las Américas, y nuestra identidad permanecerá. Millones de españoles con pasaporte extranjero se tomarán las uvas con otros relojes que no serán el de la Puerta del Sol, millones de extranjeros de origen español imitarán a aquellos magníficos republicanos que durante su largo exilio celebraban la Navidad añorando su patria natal, algo que plasmó Carlos Semprún en el título de su novela, L’An prochain à Madrid (1975), “El año que viene en Madrid”.

Os pongo un enlace (aquí) con la página donde podéis descargaros un fascinante artículo de Luis Amela Valverde sobre esas monedas sicilianas, por si fuera de vuestro interés.

domingo, 25 de febrero de 2018

Patriotismo: una historia de amor

El patriotismo es al nacionalismo lo que un koala a una hiena: ambos son mamíferos y tienen cuatro patas, pero ahí se acaba el parecido, o como sentenciaba el admirable Romain Gary, Le patriotisme c’est l’amour des uns, le nationalisme c’est la haine des autres. El nacionalismo es un monstruo conocido, al que los juristas, ensayistas e historiadores han dedicado ríos de tinta y por el que los nacionalistas han derramado océanos de sangre. Hablemos pues del patriotismo, que es algo bien distinto, puesto que consiste en una auténtica historia de amor.
El Diccionario de la Real Academia Española sólo ofrece dos acepciones de patriotismo, ambas congruentes, escuetas y muy interesantes si afilamos el lápiz. La primera es “Amor a la patria”. La segunda es “Sentimiento y conducta propios del patriota”. Así que el patriotismo es una historia de amor, y el amor exige una conducta porque obras son amores y no buenas razones.

El patriotismo es amor, decimos. ¡Pero hay muchos tipos de amor! Hay amores obsesivos, propios del que para amar necesita cargar al amado de cadenas. Ese sería el patriotismo de los que creen que amar a España consiste en esclavizarla.

Hay amores desesperados: el de quien profesa un amor que sabe imposible, como el infeliz desechado por su amor. Son los patriotas de las patrias perdidas en el tiempo, los exiliados que amaron la España a la que no pudieron volver, o los que, todavía hoy, aman la España de Franco o la de la II República, sin calibrar que el tiempo lo devora todo y el recuerdo de todo; que el amor es presencia y si no es presencia, es dolor.

Hay amores constructivos y sanos, el de quien busca crear una familia, entablar un proyecto, que sueña con compartir un amor, con amar y ser amado. Ese es el patriotismo inteligente de tantos millones de españoles que todas las mañanas salen a trabajar y darse de martillazo con la vida, que se casan, que tienen hijos y los crían y los quieren; que pagan sus impuestos, que se ocupan de sus padres mayores, que dedican su tiempo libre a los demás. España existe exclusivamente gracias a esos millones de españoles que dan sin contar, que sostienen nuestra sociedad, que edifican el presente. Y da exactamente igual que sean conscientes o no de que son patriotas, de que griten o no griten “¡Viva España!”. No por ello dejan de amar a España; y es que hay amores expansivos que vocean su esperanza y su entusiasmo por las plazas y por encima de los tejados, amores que ni pueden, ni quieren ni saben ocultarse; pero también hay amores tímidos y discretos, casi vergonzantes, pero no por ello menos intensos o menos auténticos.

El amor no tiene por qué ser exclusivo. Puedes amar a tu patria chica, a tu patria grande que es España, a tu patria enorme, la Hispanidad y a tu patria absoluta, la Humanidad. No son amores incompatibles, en absoluto. Sólo un mentecato puede pensar que no puedes amar a la vez Barcelona, Cataluña y España. ¡El amor es generoso!

Menos clara es la definición que nos da el mismo diccionario de la RAE de “patria”. La patria sería la “tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos” y en una segunda acepción, el “lugar, ciudad o país en que se ha nacido”. Así, en patria confluyen dos realidades, lo que viene dado y no podemos cambiar —allí donde nos nacieron— y los afectos o sentimientos que tengamos al respecto.

El patriota español es el español que ama a España. Que la patria sea una condición dada, anterior, como el lugar del nacimiento, explica que no llamemos compatriotas a quien ama a España sin ser español, como los hispanistas, maravillados desde hace siglos por nuestro ser, nuestras letras o nuestra historia, o como los millones de turistas que nos visitan y vuelven todos los años. Nos quieren, pero no los llamamos compatriotas porque no son españoles de condición, aunque sin duda muchos de ellos merecerían serlo.

Si compañero es, etimológicamente, quien comparte el pan conmigo, entonces compatriota será quien comparte patria conmigo. Pero mi compatriota no tiene por qué ser patriota. Muchos de nuestros compatriotas no son patriotas. Al contrario, muchos españoles odian serlo y los peores son los separatistas. Si el patriotismo es una historia de amor, el separatismo es un relato de odio, en estado puro. Es la peor forma de odio, la del que se odia a sí mismo y aborrece aquello que le vincula a los demás. El separatista no quiere que le demos algo a él sino que pretende quitárnoslo a todos; el único derecho que reivindica consiste en despojarnos de los nuestros sobre territorios que él considera suyos en exclusiva. El separatista es idéntico al chiflado que roba un cuadro de un museo, donde él también lo puede ver y disfrutar como todos los demás, y se lo lleva a su casa para ser él el único en contemplarlo. Su placer consiste precisamente en privarnos a los demás de ese derecho; y, por lo tanto, no debemos permitírselo. Nunca.

Publicado en El Español el 05.06.2017

miércoles, 26 de noviembre de 2014

El pablismo, ¿una alternativa para salvar España?

Empiezo a pensar que quizá el caudillo de Podemos pueda dar un paso a favor de la unidad de España, ese paso que el PSOE o el PP no pueden ni saben dar....

Hoy Pablo Iglesias se convirtió en Pablo
Pablo Iglesias Turrón se convirtió en Pablo Iglesias y ahora lo llamaremos Pablo, porque como a Fidel Castro, le sobra el apellido. Pablo está empezando a creérselo y fundará el pablismo. Tiene el mismo problema que Julián Marias, un apellido que no permite hacer combinaciones en "ismo" o en "iano", así que tendrá que usar el nombre de pila. Hoy ha pasado su Rubicón. Hablaba el Papa en el Parlamento Europeo; los de Izquierda Plural, unos fracasados, un proyecto de ateneístas, se han marchado ostensiblemente, montando el numerito en plan Ian Pasley. Pablo no se ha marchado; Pablo ha escuchado y tomado un decisión: ha aplaudido, ha dicho "Bravo, Bergoglio". Cálculo cuidadoso: no ha dicho "Bravo, Santidad". Pablo me ha demostrado que es un verdadero profesional de la política, quizá el primero en muchos años... Se ha olvidado de sus artículos a favor de la okupación de la capilla del gulag complutense o de las ordinarieces de las Femen. Sabe que la vena anticlerical le restará cien votos por cada uno que le sume. Y él está pensando en ganar. En ganar de verdad; es decir, en sacar una mayoría enorme, la suficiente para cambiar las reglas del juego e instalarse él y su trup para siempre en el poder.

El pablismo es incompatible con el separatismo
Como no he visto que Cuba o Venezuela se vayan a romper ni me imagino a los castristas o chavistas tolerando regionalismos secesionistas, es muy posible que el pablismo sea una fórmula eficaz para inhibir las corrientes desintegradoras de España. Porque lo que quiere Pablo es el poder. Y el poder de verdad no acepta competencia. Si Pablo pensara que tirando tomates a las procesiones iba a afianzarse en el poder, organizaría tomatinas diarias. Pero sabe que eso no es rentable. No creo que vaya a tolerar poderes regionales que compitan con su poder personal.

¿Final del triunvirato?
Pablo y sus colegas de triunvirato son los primeros profesionales de la política en España. Nunca hubo una cúpula de tres jóvenes profesores con el doctorado, fundando algo nuevo. Los veo capaces de cualquier cosas para mandar ellos, pero Pablo es más líder. Y lo va a conseguir. No va a pagar peajes autonomistas o bancarios. No quiere ser uno más, quiere ser el único, el todo. Y si los demás miembros del Triunvirato no lo cosen a puñaladas en los idus de marzo, puede conseguirlo. De hecho el Triunvirato está empezando a romperse.
¿Quién filtró la noticia de que la novia del líder había hecho algo malo? ¿Quien filtró que Errejón había hecho algo que no debía? Puñalada va, puñalada viene. Cuchillos cachicuernos. Y si nadie lo remedia, el Triunvirato desembocará en el pablismo, un movimiento autoritario que modificará la Constitución para imponer en nombre de la demagogia un régimen populista. Me pregunto qué pensará de todo esto don Heriberto.

 Seguimos sin recambio al cambio
Mientras tanto, los megarricos, las empresas del BOE, siguen sin apostar por Vox o por Ciudadanos. Prefieren el pasado moribundo a diseñar un futuro aceptable. Allá ellos. Serán los primeros expropiados.

martes, 28 de octubre de 2014

Manifiesto personal

Lo que más me molesta de este asunto es lo contentos que están los antidemócratas de siempre con el tema de la corrupción. Me refiero a todo el rojerío y todo el facherío, la gente que siempre pone una cara displicente y descreída cuando le hablan de las virtudes de la democracia y que nunca ha luchado por ella; gentuza que desprecia a los demás y sólo cree en el ordeno y mando, en Franco o en esas feroces dictaduras que llaman "democracias populares" o "democracias directas", gentuza que añade sonriendo con sorna la palabra "burgués" o "burguesa" a cualquier progreso y a cualquier libertad.
¡Qué gordos se me han puesto todos los chavistas, falangistas, carlistas, blaspiñaristas y marxistas de toda la vida, todos los capullos enemigos de las urnas! ¡Como reluce su abultada tripa al sol de tanta amarguísima noticia! ¡Cómo les brilla el hocico de pura satisfacción!
Los chorizos, las sabandijas y sus jefes -del ex-Rey abajo, que por lo visto eran todos mudos sordos y ciegos, en el supuesto de que no trinquen también, de que no sean los mayores trincones- le han hecho a nuestra patria, a su proyección y a su imagen un daño que con ser gravísimo, no es tan grande como el asesinato de la ilusión de los jóvenes en los que se cifra nuestro futuro, que mientras preparan las maletas para largarse se convencen a sí mismos de que la democracia es sinónimo de corrupción y que España no tiene remedio. Y los que ya no pueden largarse se disponen a entregar su voto y su futuro a quienes montarán la primera dictadura chavista de Europa. Y si no, al tiempo. Yo sólo le digo a todos, ¡Viva España! La mía, la tuya, la nuestra, la de los que vivimos de nuestro trabajo... Viva la España de los patriotas de verdad, los chavales es-tra que estudian y trabajan, los padres que crían y educan y quieren a sus hijos, los hijos que se ocupan de sus padres mayores. ¡Viva España! ¡Viva mi España! Viva la España de los que no colocamos amiguetes y primos en el Consejo de Bankia, de los que seguro que no tenemos un jaguar en el garaje, pero si lo tuviéramos, lo veríamos. ¡Viva España! Y para que España viva tenemos que hacer el vacío a todos los corruptos, del ex-Rey abajo, a todos los ministros que se han callado, a los ex-jefes de gobierno que no tomaron medidas para acabar con esta sangría. El vacío.
Yo no tengo un duro, no tengo cargos y vivo al día; mis únicas armas son mi voto -en las elecciones- mi aprecio -que no regalo a quien no lo merece- y mis amigos.
No quiero que me presenten un solo ministro o consejero de ninguna comunidad. No quiero estrechar la mano repugnante de quien roba o deja robar. No quiero simular por educación o buenos modales mi total y absoluto desprecio por los ladrones del futuro, los saqueadores de la ilusión. Tendrán mi voto, quizá, pero no mi respeto, ni mi admiración.
Y no me callo. Releamos a los clásicos y sea Quevedo nuestro bardo: “No he de callar, por más que con el dedo, / ya tocando la boca o ya la frente, / silencio avises o amenaces miedo. / ¿No ha de haber un espíritu valiente? / ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? / ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?”.

viernes, 23 de agosto de 2013

Francia y España ya no existen

No sé por qué nos preocupan tanto los siete kilómetros cuadrados de Gibraltar llenos de basura gibraltareña cuando España ha dado ya la independencia virtual a Mordor o Cataluña. En San Sebastián no hay una sola bandera española. Hace unos días crucé la frontera entre dos países que no conocía, que se llaman Guipuzcoa y Lapurdu. En la frontera de Hendaya no hay una sola referencia a Francia o España, ni una bandera, nada. Sólo dos cartelitos de color verde "Gipuzkoa" y "Lapurdu" o como se diga en la lengua de los orcos, tampoco me voy a apuntar a un cursillo de lenguas inútiles.
Los malos han ganado. Las víctimas de ETA no han servido para nada, su sangre ha sido olvidada. La cobardía de los sucesivos gobiernos españoles parece haberse contagiado a las autoridades francesas. Nos gobiernan eunucos y anormales.

martes, 23 de julio de 2013

¡Adopta un chorizo!

España es la tierra natal de todos los chorizos, y en la América española tienen el chorizo criollo. Piensa que si no fuera por Cristóbal Colón el chorizo no existiría, que el pimentón es hijo del pimiento y por lo tanto nieto de América.
Lo que los españoles hacen con los cerdos es lo que los japoneses realizan con las flores: puro arte; es nuestro ikebana porcino. Nadie ha superado nuestra habilidad para extraer de un gorrino muerto obras maestras como la lengua embuchada, chicharrones, salchichas variadas, prodigiosos salchichones, lomo, orejita a la plancha, lomos y costillares, morcillas de cebolla, de arroz o de piñones, y otras dos mil variedades distintas de embutido sobre las que reina el todopoderoso jamón.
No hay haber que no tenga su debe, y el precio de tanto placer es el sufrimiento del pobre animal que tras cruento sacrificio es sublimado en chacinería. Por eso me parece indignante que se considere insulto la sagrada palabra cerdo que debiera ser pronunciada con amor.
Pero últimamente te me quejas de la presencia de chorizos en la banca, en la política, en la justicia... ¡Todo el día quejándote! Pero tú, presuntuoso insecto, tú mismo que te crees inocente, ¡eres el responsable de la situación! ¡Sí! Eres como esa gente que nunca va al cine pero luego se queja de que los cierren. La verdad es que si hay tanto chorizo haciendo lo que no debe, la culpa es tuya y sólo tuya.
A ver, ¿cuándo fue la última vez que te comiste un par de chorizos a la cazuela? ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste de unas buenas lonchitas? Ah, pero tú también eres una víctima del comer-sano, de las dietas milagro. No tomas chorizo y luego te extrañas de que los chorizos dejen de estar donde tienen que estar, en nuestra despensa, y se reciclen en el mundo político o financiero...
¡También los chorizos tienen que vivir! Recuerdo aquella gran frase de Gastón Segura en Stopper, cuando hablaba de las cazuelitas de  chorizos náufragos en un aceite milenario, todos esos chorizos de bar de carretera eternamente despreciados, que van blanqueándose lentamente al sol de nuestra indiferencia en lugar de alegrar nuestras entrañas.
Por eso, por España, por las generaciones venideras, por nuestra propia dignidad, ¡adopta un chorizo! No lo abandones, él no lo haría. Y cada vez que te comas una lonchita mírala fijamente y pronuncia las sagradas palabras: "a ti no te voy a votar".

martes, 20 de diciembre de 2011

Nuestro islámico futuro



 
Comentaba en mi entrada anterior que, si nos atenemos a su discurso, Rajoy no tiene previsto realizar nada en el ámbito familiar -al margen de sacarnos del paro- ni luchar contra el aborto -más de ciento diez mil niños cortados a cachos en España el pasado año, de los cuales 20.496 sólo en Madrid- a pesar de catástrofe demográfica española. Pues yo ya sé quién va a disfrutar de esa prometida prosperidad: los españoles musulmanes, benditos sean.

El Islam imprevisto
Estoy aburrido de recibir incontables emilios denunciando el supuesto peligro de la islamización de Europa. Sobre todo porque no se trata tanto de una victoria de los hijos de Agar como del fruto de dos siglos de anticristianismo feroz en el Continente cristiano por antonomasia.
Francia, por ejemplo, ha sido la patria del laicismo desde la separación, brusca y dramática, de la Iglesia y del Estado. Los laicistas han estado particularmente obsesionados contra la Iglesia Católica, el enemigo a batir desde que Voltaire proclamara "Écrasez l'Infâme". Y durante ese dos veces secular combate contra la Cruz, que llevó a tantos clérigos y monjas a la guillotina o al paredón, se han olvidado de que había otras religiones, otros credos, a los que no se perseguía.
Hace algo más de un siglo, el presidente Loubet y el ministro Combes expulsaban a miles de sacerdotes, disolvían congregaciones enteras, y ponían trabas a la tarea evangelizadora de los misioneros católicos en el África del Norte bajo dominio francés. Fruto inesperado de ese anticatolicismo es la victoria del Islam que nadie esperaba ni previó, cosa de lo más normal en el curso de la Historia. El Principio de la Responsabilidad Histórica de Mirameba y su corolario lo dicen claramente:
1. el que tiene el poder nunca se entera de nada
2. el que se entera de algo, carece de poder.

En España hemos seguido los pasos de Francia, pero la responsabilidad no es sólo de los laicistas sino de la propia Iglesia. En Cataluña, por ejemplo, la iglesia no es más que un instrumento al servicio del separatismo. Así, mientras los prelados catalanes se entregan al  nazi-onanismo catalanista y permiten que se aborte en sus hospitales, sus calles se han llenado de musulmanes. Si lo piensas bien, no deja de tener su gracia, suena como a castigo bíblico; pero dado como está el patio, el Islam no es un castigo, sino una bendición.

Calle de Marsella
Hoy el Islam es la religión más pujante de Francia, el futuro religioso del país. Las laicas instituciones quieren ponerle parches al tema, un día hacen una ley contra  el velo, y otro votan leyes que prohiben las oraciones públicas en la calle. Con la ley francesa en la mano, ¿se suprimirían en España las procesiones de Semana Santa? En este sentido, el Islam se ha convertido en un inesperado aliado pasivo del anticristianismo de los laicoborrokas. Además, esos parches legales son contrarios a la Declaración Universal de los Derechos Humanos que consagra la libertad religiosa en su artículo 18: 

"Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia".

Curiosamente, ese artículo que muchos musulmanes se pasan por las narices -al apóstata, al que deja el Islam, Mahoma autoriza a matarlo, así como suena- sin embargo les protege en las naciones que asumen la obligación de respetar tanto la fe como sus manifestaciones.
 
Sin futuro
La verdad, es que no tengo especial simpatía por las creencias islámicas o el modo de vida de los musulmanes. Islam significa sometimiento y musulmán significa sometido; y yo soy muy rebelde; cada día más. Pero el hecho es que nuestros queridos hermanos musulmanes tienen hijos a racimos; yo no. Podría deciros lo mismo de muchos gitanos ejercientes, judíos ortodoxos e incluso de movimientos cristianos ultrasupermegacarcas. Su modo de vida no me atrae en absoluto, ni su visión de la mujer, ni sus costumbres, ni sus creencias. Pero ellos tienen hijos, y yo no; ellos tienen futuro y yo no. ¿De quién es la culpa? Solo mía, suya no.

La niñofobia de la España oficial
A los españoles en general les encantan y divierten los niños. Pero la España oficial es niñófoba. A una española le ponemos más fácil abortar que encontrar una guardería para sus hijos, y lo de conciliar la vida laboral con la familiar suena a chiste malo: si pides permiso de maternidad en una empresa, te echan. Así de claro.
Para daros una idea del alto grado de gilipollez de nuestras autoridades, os diré que en el  corazón de Madrid hay edificios públicos gigantescos como el Banco de España o el Ministerio de Sanidad, que no tienen guardería. Si por casualidad alguno de los miles de hombres y mujeres inteligentes y currantes que trabajan en el Banco de España o en Sanidad comete el desliz de tener algún hijo, no puede llevárselo al curro. Hablo de un ministerio y de instituciones que debieran dar ejemplo y ser la pauta del comportamiento, bla, bla, etc., tralalá. De verdad, si yo tuviera una fracción de poder, os garantizo que iba a convertir medio Madrid en una inmensa guardería repleta de churumbeles, pero no os preocupéis, no se dará el caso.

En España, toda la estructura familiar ha sido asesinada a sangre fría desde hace más de un cuarto de siglo por los responsables de mantener un entorno económico cuyo objeto es claramente antifamiliar: sin guarderías y con pisos imposibles de adquirir. Dos generaciones de españoles sin nido. Los ricos sí tienen hijos y sus mujeres pueden incluso trabajar, que para eso hay otras mujeres que atienden al niño a cambio de un sueldo. ¡Gran modelo! La libertad de una persona a cambio de la servidumbre de otra... Así, nuestra sociedad va a su colapso; las parejas machistas triunfan y las mujeres más brillantes, las que trabajan y estudian, una de dos, o pueden pagar una sustituta o se quedan sin hijos o tienen uno solo, y ya tarde. Por eso somos el país que más adopciones realiza de todo el mundo. Ya hace un montón de años, recuerdo que escribí en un libro ahora obsoleto el siguiente párrafo:

Por otro lado la pretendida gran familia europea, más que familia parece un asilo de personas mayores, enfermas, egoístas, cascarrabias y sin hijos, que sólo tienen fuerzas para discutir entre ellas y amargarse mutuamente lo que les queda de vida. Tras el suicidio demográfico occidental, el viejo Continente es un continente de viejos. El futuro de Europa consiste en la paz de los cementerios y de las cunas vacías. Así que el debate monarquía-república, en el deprimente contexto del ocaso general de Occidente, no reviste la menor importancia.

Un trabajo de 1997 publicado en 1999, doce años ya... ¿Véis algún cambio?

El islam es el futuro
Por eso, si muchos ven a los musulmanes como una amenaza, yo prefiero verlos como un ejemplo. El islam es el futuro.
Ellos han acertado; nosotros nos hemos equivocado. Después de trece siglos, Tarik, finalmente, ha regresado, y esta vez para quedarse. Por si las moscas, yo me he comprado un método de árabe sin esfuerzo, para ir adaptándome. Porque musulmanes serán los me cuidarán y musulmanes serán los que me limpien el culo si llego a viejo y sobrevivo a los neonazis de la eutanasia; porque los enfermeros no se llamarán Pepe, Marichús o Manolo, sino Mohammed, Dris o Fatima. Ya sé que serán españoles y hablarán español, pero el Corán hay que leerlo en árabe clásico, así que tendré que aprender cómo se dice en V.O. eso de Lā 'ilāha 'illā-llāhu Muhammad rasūlu-llāh.

jueves, 4 de agosto de 2011

Vencer a Franco


Retirado en la paz de estos desiertos
Con pocos pero doctos libros juntos
Vivo en conversación con los difuntos
Oyendo con los ojos  a los muertos

Quien muere sólo desaparece de verdad el día en que ya nadie lo recuerda; por eso muchos cuyos restos son cenizas o humilde gusanera, todavía viven en nuestros corazones, y no sólo los que quisimos, nuestra entraña viva, nuestros parientes y amigos; también siguen vivos en nuestra memoria los autores de los libros que leemos -gracias don Francisco, por esos versos- o los protagonistas de la Historia vivida o inventada. Precisamente, una de las gracias de Rodríguez Zapatero y sus mariachis ha sido la de resucitar a Franco, a base de hablar de él, de una parte, y de tratar de aplicarle la damnato memoriae. Ese extraño complejo le ha llevado a elegir el 20 de noviembre como fecha de su adiós, una última payasada antes de la voltereta final. No contentos con resucitar a Franco, con su inmenso fracaso le han regalado al Dictador una nueva victoria, una victoria que, desde luego, el Caudillo no merecía.

El éxito final de Franco
Si Franco hubiese muerto en 1939, 1945 o 1955, sin duda no existiría el franquismo sociológico. Sólo se recordaría del siniestro general su gran obra guerracivilista, los años de represión y la España gris cemento con el Invicto disfrazado de cruzado... que hace falta no tener sentido del ridículo. Pero es que Franco -preciso por si me lee algún magistrado de moda- no murió en 1939, ni en 1945, ni en 1955. Al general le permitieron morir el 20 de noviembre de 1975.
Antes de los años sesenta, el franquismo es la larga, larguísima, interminable historia de un fracaso que se resume en que con el pretexto de salvar y redimir un país primero lo destruyes y luego lo reconstruyes. En 1956 se habían alcanzado los niveles de desarrollo de 1936, es decir, España habá perdido no sólo mucha sangre sino mucho tiempo, veinte años para ser exactos.
Sin embargo existe un franquismo sociológico y el éxito inicial de series como Cuéntame con su familia Alcantara recrea una España próspera que todos los que vivieron recuerdan con cariño. ¿Por qué? Por su éxito final. Los sesenta fueron espectaculares, tanto en España como en otros países europeos y occidentales. Al impresionante crecimiento de los sesenta algunos fanáticos analistas para no llamarlo desarrollo, preferían llamarlo desarrollismo, mira tú qué bien. Con el sueldo de dos años podías comprarte un piso, había pleno empleo y el país creció tanto que pudieron regresar los millones de emigrantes económicos.
A finales de los sesenta España era considerada como un paraíso por muchos extranjeros que disfrutaban de la tranquilidad de una sociedad ordenada -la delincuencia era residual- y se habían conseguido objetivos que hoy nos parecen sencillamente inimaginables: pleno empleo y ¡contratos indefinidos tras un mes a prueba! Era una sociedad alegre, llena de niños y que bailaba al ritmo del Dúo Dinámico. Y una sociedad joven a la par que estudiosa, sólo puede ser creativa: marea pensar en la cantidad de autores en todos los ámbitos que fructificaron durante esos años...

Recoger el guante
Ese éxito es un desafío para la España de hoy, libre y democrática pero con grandes problemas. No podemos dejar de recoger el guante que nos echa Franco desde el Infierno; no podemos rehuír nuestras responsabilidades, cada uno de nosotros debe optar entre ser un Cyrano o ser un gusano.
Podrán los neoantifranquistas -normalmente hijos de significados azules- desmantelar el Valle de los Caídos, quemar los restos de Franco, zombificarlo, hacer flautas con sus huesos o dispersar sus cenizas al viento, pero ese calculado y nada espontáneo aborrecimiento no es más que el síntoma de su extraordinario fracaso.
La historia no la podemos desmantelar, ni la verdad, por mucho que nos engañemos: o los españoles demócratas podemos hacerlo mejor que la España dictatorial, o menudo ejemplo para nuestros hijos.

Hemos perdido más de tres décadas
Lo peor del franquismo crepuscular, aparte del propio Dictador, son sus dirigentes políticos, los mismos que se vestían con la camisa azul en 1975 se convirtieron en demócratas sobrevenidos en 1977 y confeccionaron una Constitución manfiestamente mejorable que desestructuró España y que con el pretexto de asegurar la libertad y la democracia nos hundió en una crisis de sociedad que ya viene durando treinta años con la feliz excepción de los gobiernos de Aznar, que supusieron un cambio de paradigma, aunque no un retorno a lo mejor de los sesenta.

La excepcion Aznar
Con Aznar hubo crecimiento y modernización, España se convirtió en la octava economía del mundo, y de país de emigrantes devino en destino de inmigrantes. Se plantaron árboles, se levantaron millones de viviendas nuevas, se modernizaron las estructuras.
Fueron gobiernos entusiastas que se estrenaron consiguiendo cumplir en pocos meses con las condiciones impuestas para entrar en el euro, los famosos "criterios de convergencia" fijados en Maastrich, capaces de acorralar a las sabandijas de la ETA, con una brillante política internacional, gobiernos que retomaron Perejil, fortalecieron las relaciones con EE. UU. e impusieron excelentes condiciones para España en los tratados europeos. Nunca habíamos alcanzado tan altas cotas de convergencia con la Europa más próspera: hoy vamos pidiendo limosna y de aquí a noviembre podemos encontrarnos con España fuera del euro.
Las sombras fueron el precio de la vivienda, una ciega política inmigratoria que no tuvo en cuenta quién se puede integrar y quien no, el peaje pagado a los separatistas, el fomento del aborto y el envejecimiento de la población: desde Felipe González, es mucho más fácil abortar en España que encontrar una guardería; Aznar tampoco quiso o no consiguió moficicar la Constitución para acabar con el caos autonómico; la educación no se reformó, y el código penal siguió facilitando las formas legales de pederastia.

El desastre Zapatero
Zapatero ha fracasado en todos y cada uno de los puntos de su política puesto que los problemas que Aznar no resolvió, siguieron agravándose con el Z, pero sin ninguno de los inapelables éxitos de su predecesor. Hoy la vivienda sigue siendo inasequible, pero tenemos cinco millones de parados, hemos pasado de ser la octava potencia mundial a la decimocuarta y cada día perdemos algún derecho nuevo; amparándonos en la globalización, nos vamos chinificando. El futuro a medio plazo de un trabajador español, sin formación, es la esclavitud. Como en la película Stico, aquella genial fábula de Armiñán, los españoles acabarán vendiéndose como esclavos a cambio de comida y de techo seguro.

El saqueo es impresionante; en Barcelona vende ya la Generalidad edificios históricos para obtener liquidez hoy, a cambio de deudas mañana; en breve veremos hermosas torres sobre un Retiro privatizado y las mejores obras del Museo del Prado rematadas en Sotheby's. La zetagente deja el poder con el peor de los balances, y una nueva fuga de cerebros y talentos, largándose de España buscándo fuera algo mejor. Debieran reeditar el clásico de Gómez Gil, Cerebros Españoles en USA. Zapa nos ha devuelto a los cincuenta.
El único éxito de Z ha consistido en silenciar por unos meses a los etarras, al precio de darles el poder: los ha legalizado y tras la victoria de Bildu los etarras controlan ayuntamientos y provincias; también nos ha dejado en la calle a un grupo de activistas de no se sabe qué al servicio de no se sabe quién, los quincemeneros, que desprecian el poder salido de las urnas e imponen su presencia en la plaza pública.

Un Nuevo Trato para España
El próximo gobierno cuenta con una baza histórica: la zetagente ha sido tan mentecata que los que vengan sólo pueden hacerlo mejor; en tábula rasa se construye muy bien.
Pero el futuro gobierno del PP, si es que Rajoy gana, si es que quiere de verdad ganar, debe ser capaz de generar millones de puestos de trabajo y de reducir el precio de la vivienda al menos un 400%; tiene que ser capaz de crear un entorno laboral eficaz, rentable y seguro; tiene que enfrentarse a la desestructuración constitucional creando un marco legal nuevo que sustituya la actual chifladura territorial y la persecución de la lengua española; tiene que reformar de arriba a abajo la Educación, empezando por nuestras corruptísimas y nepóticas facultades para que España tenga al menos alguna universidad entre las cien primeras del mundo, que no es mucho pedir; tiene que llenar el país de guarderías, además de pisos baratos, para que las parejas jóvenes puedan trabajar y tener niños, y disciplinar los colegios devolviendo a la educación pública el prestigio que le han quitado locos y demagogos. Tiene que poner el sistema de crédito al servicio de la sociedad y no la sociedad al servicio de los banqueros. Tiene que crear un marco estable para la familia, alfa y omega de toda civilización.
Todas esas reformas se las ha puesto fáciles el inmenso fracaso de Zapatero verdadero destructor de la izquierda española. Rajoy tiene que alcanzar un nuevo pacto con la sociedad española, un new deal en el sentido más roosveltiano; y nadie alcanza esos objetivos si carece de ambición, si no es capaz de hacer un discurso asertivo, positivo y creador.

No debemos elegir entre prosperidad y libertad
Debemos ser ambiciosos; o lo ambicionamos todo, o perderemos lo poco que nos queda, que son la democracia y la libertad, esos tesoros que gozamos todavía y que tantos estúpidos desprecian. Se equivocan mucho quienes hacen de menos los bienes del presente pensando en tesoros futurizos y ya dice el sabio, "no escupas en tu pozo, volverás para beber en él".
Los fachas e izquierdosos que constituyen la base ideológica quincemenera siempre le sacan defectos a nuestra democracia, que ya sabemos que no es perfecta, pero es mil veces mejor que no tenerla. Desprecian la libertad porque, en el fondo, no han hecho nada para ganársela.
Democracia y la libertad son nuestro patrimonio, lo único que nos queda después del Demenciato. Y si no aprendemos a valorarlas, nos las quitarán y sólo nos quedarán los ojos para llorar. No debemos poner a la gente ante el dilema de elegir entre prosperidad y libertad. Debemos ambicionar la mayor prosperidad sin renunciar a la libertad. Vencer a Franco no consiste en quitar estatuas del dictador; consiste en demostrar que se puede ser una democracia y conseguir altas cotas de prosperidad y desarrollo. Debemos vencer a Franco de verdad, y para siempre.

lunes, 1 de agosto de 2011

¿Cuántos socialistas votarán al PP?

No os voy a recordar a mis amigos sociatas que os enfadasteis conmigo a raíz de mi entrada Por qué me gusta tanto Zapatero que todos y cada uno de los argumentos que aporté en su día, ahora los ha hecho suyos El País, vuestra hoja parroquial. ¡No seré tan cruel! Mi memoria histórica se detiene el domingo pasado y además, hoy estoy de buen humor; no sé vosotros pero yo noto algo de optimismo en la calle. La convocatoria de elecciones para el 20 de noviembre es una buena noticia poniendo un término teórico a este histórico desastre. Los inversores internacionales comprenden que a partir de diciembre España va a tener otro gobierno que sólo puede ser mejor que éste. Y eso es bueno.

Una interminable campaña electoral
Nos quedan 111 días de campaña electoral por delante, así que nos van a invadir el correo electrónico de pepe-eses y correos supuestamente interesantes con la lista de las mentiras de Zapatero, el currículum de los gurtelianos y las propiedades de Bono, algunos muy dramáticos y otros en clave de humor. Naturalmente, no voy a leer uno solo, porque no me interesan; yo voy al votar al PP, así que no me deis la lata. No necesito argumentos, ni propaganda, ni que me cuenten que Z miente y le crece la nariz ni que Rajoy hace llover café en el campo o camina sobre las aguas. Estoy al tanto de sus respectivos defectos y virtudes y nadie necesita que me las recuerden. Y el único sondeo que me interesa, son las elecciones.

El PP es el futuro: debiera ser ambicioso
El PP, al que voto y con el que colaboro en la medida que me dejan y que puedo, no me hace ilu. Tiene los mejores militantes del mundo, pero por ahora, no ofrece un proyecto que genere ilusión, sólo quieren ser la alternativa a una catástrofe. Está bien, pero no basta. Si el PP presentara de candidato a una cabra, un chimpancé o un saco de patatas, seguiría votándoles; cualquier cosa es preferible a la zetagente y sus aliados quincemeneros. Pero el PP tiene que ir más allá de ese no-discurso y sacar adelante lo mejor que lleva dentro. Tiene que ser ambicioso y honesto, dejarse de chaladuras neoliberales y de franquismos vergonzantes porque sus electores ni son franquistas ni son neoliberales de los que alaban la prostitución infantil, son la mejor España, la que curra y quiere dar un destino a sus niños.
Es un partido que tiene futuro porque ha conseguido reunir en una sola mano a conservadores, liberales y democristianos, tres pilares de una misma fuerza. Su destino es la victoria. Precisamente por ello deben depurarse de gurteles -gran cosa, la dimisión de Camps- y de tonterías y apostar por los valores que todos sus electores defendemos: la familia, la bandera, la visión cristiana del mundo, una España unida y currante, un modelo educativo exigente y funcional en que no se discrimine la lengua española, una gestión eficaz que permita hacer viable la España social y plantear una marcha atrás en el ámbito constitucional que permita acabar con la locura autonómica y su despilfarro.

El modelo alternativo, el de la zetagente, es contra la familia, contra la bandera, contra el cristianismo, contra la unidad de España, contra la lengua española y contra el trabajo, prefieren la cultura de la subvención y jalear a los quincemeneros y toda la tropa de vagos, anticlericales, antisistema y antisemitas de izquierdas cuyo nuevo coco es el estado de Israel y se creen que se puede detener un maremoto con una manifestación. Además, son incapaces de gestionar. Ignoro el motivo, pero siempre que tenemos un gobierno de izquierdas nos deja la Seguridad Social y las cuentas del Estado más rojas que el capote de un torero.

La izquierda se merece algo mejor
La democracia práctica no consiste tanto en el derecho a que te gobierne quien tú quieres sino a elegir libremente entre lo que hay; y el voto en contra es siempre mucho más fuerte que el voto a favor porque la base de nuestras decisiones en política, es el miedo: ¿qué candidato me parece menos peligroso? Los socialistas franceses votaron en su día por Chirac para que no saliera Le Pen; y tenían razón
 Los españoles de izquierdas, que son millones, deben tomar ese ejemplo y votar al PP, para forzar la desaparición del PSOE mandándolo al Grupo Mixto. La derrota debe ser espectacular y forzar a que el PSOE se autodisuelva y refunda, que se construya un Partido Socialdemócrata Español, quizá liderado por alguien como Rosa Díez, que sea capaz de llenar sus actos con banderas españolas, que deje de apoyar a los terroristas y los separatistas, que no considere como un progreso matar viejos y trocear niños, que no esté todo el día dando la matraca con la Guerra Civil que perdieron muchos y ganaron sus abuelos, dicho sea de paso.
Lo único malo de Rosa es que en su día trató de meter en la cárcel al bueno de Mingote, y eso es muy duro de tragar. Quizá una personalidad independiente como Vargas Llosa podría darle algún aire a ese proyecto. Es ciudadano español y tiene un Nobel de Literatura en el currículum, que no está del todo mal. Y el voto inmigrante lo captaría. Si yo fuera mandamás del PP trataría de ficharlo antes de que lo hiciera la competencia. De hecho Esperanza Aguirre, que es muy lista, suele echarle los tejos a todos los intelectuales de renombre para, entre otras cosas, que no se los soplen otros.
Si el pensamiento social significa algo debiera ser la preocupación por cosas que le interesan a la gente de verdad, como el empleo, la vivienda, las guarderías, la educación y tratar de que todos lleguen a fin de mes. Ese pensamiento social, los socialistas lo han relegado y abandonado, y hoy es patrimonio de la derecha como lo fue antes del Estado franquista que funcionó y fue capaz de crear una España con vivienda barata, baby boom, trabajo seguro, seguridad en la calle, y la primera Seguridad Social.
A la zetagente le ha preocupado sobre todo si los niños comían tigretones, el matrimonio gay, ganar la batalla del Ebro, hacer ricos a los fabricantes de molinos de viento, dar dinero a Bill Gates y cosas así, inmorales, raras o excéntricas que sin duda llevarán los historiadores futuros a calificar como Demenciato este largo periodo. A los socialistas les ha llegado el momento de su refundación, de que abandonen de una vez esas siglas empapadas en sangre de la Guerra Civil y que construyan un Partido Socialdemócrata Español, -lo de obrero era y es un escarnio- que apueste por el futuro. Hay millones de españoles de izquierdas, que se sienten de izquierdas y se merecen algo mejor.

Una amenaza
La única amenaza seria que veo sobre el porvenir es que el mismo análisis que hacemos todos los que estamos medianamente informados -la necesaria desaparición del PSOE- lo están haciendo gente del PSOE que no quiere decir adiós al poder y a sus jugosos réditos. ¿Qué pueden hacer y qué van a hacer para mantenerse en el machito? Prefiero no imaginarlo; dormiré mejor por las noches.

miércoles, 13 de julio de 2011

En memoria caben las cuatro letras de memo

75 años del asesinato
de José Calvo Sotelo

Hoy es el aniversario del asesinato de José Calvo Sotelo entre cuyos asesinos se contaron militantes del PSOE y, como es natural, muchos de los que están hasta las narices del guerracivilismo del Z y sus mariachis realizarán su propio ejercicio de memoria histórica.

Los ejercicios mnemónicos, en España, suelen ser ridículos porque se derivan de comportamientos y análisis esquizoides, y es que a la postre en memoria caben las cuatro letras de memo... Así que voy a desdoblarme como la chica fea de la foto e incurrir en la misma esquizofrenia dialogando conmigo mismo; luego tomaré hora con mi psiquiatra .

- Vamos a ver, Luis. No entiendo que dado el papel siniestro del PSOE durante la II República, al refundarse el socialismo español tras la guerra civil eligieran esas siglas en lugar de fundar algo nuevo. Fíjate que entre los asesinos más destacados de Calvo Sotelo, muchos tenían carné del PSOE...

- Que razón tienes, Luisito -me contesto con cariño- pero también eran católicos, ¿no? No iban a misa los domingos pero habían sido bautizados. Y como nuestra Santa Iglesia reclama el bautizo de los niños y considera suyos a los bautizados, pues ha de asumir que quienes quemaban conventos y asesinaban curas y monjas eran católicos, no practicantes, sin duda, pero católicos. Unos católicos asesinaron al católico Calvo Sotelo... Me dirás que los asesinos probablemente se hubieran carcajeado si les hubieran llamado católicos...

- Cáspita, Luis, mira que eres raro, a quien se le ocurre...

- No, si no se me ocurre a mí. Es un problema estructural de la Iglesia. Quiere representar al mayor número posible y por eso te bautizan sin pedirte la opinión, por aquello de salvarte a pesar tuyo. El Sr. Zapatero por ejemplo, bajo cuyo luminoso imperio hemos conseguido tan altas cotas de prosperidad y cordura, es católico puesto que lo han bautizado. Hizo su primera comunión y su confirmación. Se casó "por la Iglesia" cuando ya existía el matrimonio civil. Es un católico que hace leyes abortistas, leyes que suceden a las del católico Felipe González, leyes que no quitó el católico señor Aznar y ten la seguridad que no las quitará el católico Sr. Rajoy.

- A mí me encanta un reportaje gráfico que publicó Público en que ves fotos de Z en familia (se puede ver aquí e incluye la foto de la izquierda). El padre con su bigote, la madre, la abuela, el traje de primera comunión... Fotos de familia como conservamos todos en alguna caja de galletas. Fotos de una familia burguesa española de la España de Franco. Pero sigue con tu rollo, no quería interrumpirte...

- La Iglesia sufre una particular esquizofrenia -casi tan grave como la mía- y es que no quiere asumir que sus peores enemigos son sus propios y muchas veces involuntarios hijos. De una parte, la Iglesia es remisa a darte de baja, es decir, excomulgarte, y luego si tú quieres darte de baja, es decir, hacer tu apostasía, tampoco te dan facilidades. ¡Quieren conservarte con ellos, aunque te comas niños crudos o aparques en doble fila!

- Y en el redil meten a todos y de todo, ovejas negras, ovejas blancas, ovejas rosas, el mayor corral posible.

-El resultado es que los nazis eran católicos, y los que no eran católicos eran cristianos de otras confesiones. El propio Hítler era católico. Fue bautizado hizo la primera comunión y la confirmación (Pentecostés de 1904). Y los nazis eran en su totalidad cristianos, o católicos o protestantes, pero cristianos, tan cristianos como Karl Marx, que era luterano, o José Stalin que fue seminarista de la Iglesia Ortodoxa... Y lo más tremendo es cuando a los cristianos les da por matar en nombre de Cristo, que es como darle una vuelta de tuerca más a la maldad, la invesión total de valores, satanismo puro.

- En esa línea puedes decir que en la Guerra Civil española los responsables de ambos bandos eran católicos. Con la excepción de algún judío totalmente minoritario como Margarita Nelken, que por cierto, no practicaba su fe, todas las víctimas de la guerra y sus verdugos eran católicos o algún protestante como Atilano Coco (en la foto).

-Mais oui, mon petit Louis, lo has entendido. Por cierto, a Nelken la incluiste en el Parque de los Verdugos, y era una gran amiga de Fernando Condés, el responsable mayor del asesinato de Calvo Sotelo.

- Veo que vuelves al asesinato de Calvo Sotelo, ¿es culpable el PSOE de hoy de lo que hicieran los dirigentes del PSOE en el pasado?

-Digo más, ¿Es culpable el PSOE de ahora de la sublevación del 34, la quema de conventos, el asesinato de Calvo Sotelo, la milicianización de la zona republicana? ¿Es culpable el PSOE de ahora de Paracuellos, matanza ejecutada bajo el socialista Largo Caballero y atribuida a Carrillo, de las Juventudes Socialistas Unificadas?

- Hombre, si asumen las siglas, han de asumir la historia, ¿no? Fue un error, repito, lo de adoptar aquellas siglas.

- ¿Y por qué habrían de ser los únicos en asumir la historia o la responsabilidad? ¿La han asumido los otros, los herederos del bando nacional, los herederos de Franco?

- Pero Luisito mío de mis entretelas, ¿quiénes son los herederos de los nacionales? ¡Si somos todos los españoles! La España de 2011 es la heredera de la de Franco; la de Franco era heredera de la II República; la II República era la heredera de la monarquía de Alfonso XIII... Y no sólo me refiero a la continuidad de la nación, de las montañas y de los ríos, me refiero incluso a las familias. Tú busca y analiza quienes eran los papás de los actuales ministros socialistas y luego me lo cuentas. Ya tratamos el asunto cuando hablamos del abuelismo español. El PSOE es heredero del juancarlismo y de la Transición, como lo es Izquierda Unida o el PNV porque todos los partidos actuales -incluso los que se reclaman de un pasado anterior a 1936- se han constituido e inscrito en el registro de asociaciones durante la Transición y dentro de la legalidad entonces vigente que es, por cierto, la misma de ahora. Y la España de hoy es la de don Juan Carlos, que es el sucesor del Caudillo.

- Tu razonamiento me indigna, si aplicamos esa regla de tres, el Tercer Reich es el heredero de la República de Weimar y la Alemania actual heredera del III Reich.


- Pues claro. El pasado es inamovible. No lo puedes cambiar. Podrás criticar al testador, pero no puedes rechazar esa herencia que es tu propio país, esa herencia que eres tú mismo...

- Pero el Partido Popular, ¿no es acaso el heredero de la derecha franquista?

- No es más franquista que cualquier institución nacida durante la Transición. El PP se formó de nuevas con gente de viejas. Pero fueron más listos, no llamaron CEDA a su partido, ni lo llamaron Renovación Española, lo llamaron Alianza Popular y se refundó más tarde como Partido Popular. No le deben nada a la Guerra Civil por una cuestión de calendario.

- No me fastidies, Luis, en la gente del PP hay mucho franquista de corazón, empezando por el Sr. Fraga que fue ministro del Régimen y el ministro favorito del Caudillo durante años.

- Tabía peor, tocayo, candidato al Senado de AP por Madrid fue el carnicerito de Málaga, el ínclito Arias Navarro...

- ¿Ves lo que te decía? Si es que no hay por donde coger nada...

- Si hay por donde coger, se llama cristianismo. Consiste en entregarse a Jesús, en perdonar y en perdonarse, en reconocer la verdad y reparar, en romper la cadena siniestra del mal para hacer el bien, en no permitir que nos gobierne el hombre viejo, el hombre muerto, que somos nosotros mismos, tú y yo... La peor memoria histórica es la de uno mismo, todo ese inmenso depósito de basura que constituye nuestro pasado personal...

 - No pidas peras al olmo, España no es una nación cristiana. Las llamadas confesiones cristianas, ya sean católicas  o de otras salsas, ¿que tienen que ver con Jesucristo?

- Bueno, en realidad tienen que ver mucho: Dios es la meta, y cada uno se acerca como puede, a trancas y barrancas, y a veces crees que te alejas y estás más cerca, y otras veces es al revés... Y lo más divertido del asunto es que no sabemos si Dios existe o no, pero alimentamos nuestra fe con la esperanza... No sé a quién se le ocurrió lo de homo sapiens sapiens, más bien homo delirens chiflatens.

- Cambio de tercio. La gente de a pie es más interesante, siempre, que los dirigentes, no podemos atribuirle los pecados de los jefes. Los nueve millones de personas que han votado por el PSOE hace un mes no han asesinado a Calvo Sotelo. Ni lo asesinaron los miles y miles de militantes que tenía el 13 de julio de 1936.

- Según esa misma regla de tres, tampoco los votantes de Bildu han asesinado Gregorio Ordóñez ni a Miguel Ángel Blanco.

- ¿Ves lo que te decía?  Si es que no hay por donde cogerlo...

- Hombre, está la cuestión de la actitud. Lo grave del asesinato de Calvo Sotelo -además del asesinato en sí, que a una persona la arrancas de su casa, de su familia y la matas y le quitas todo lo que es y lo que podría ser- es que cuando días más tarde se produjo el Alzamiento, a Fernando Condés lo convirtieron en héroe en la zona republicana. Y cuando murió, le dedicaron su nombre a un colegio...

- Sí, lo grave del asesinato de Calvo Sotelo no es que a un señor lo asesinen, aunque sea un importante político, es la responsabilidad de los dirigentes del Frente Popular -incluidos los del PSOE- por no condenar e investigar el asesinato como se debía... El hecho de que los asesinos fueran Guardias de Asalto, es decir, funcionarios del Estado, obligaba todavía mas a tomar medidas urgentes y demoledoras. ¿Te imaginas que hoy llegara a casa de Rajoy, Rosa Díez o Artur Más un furgón de la policía, que se los llevaran no se sabe a título de qué y les pegaran un par de tiros en la cabeza? Eso exactamente fue lo que ocurrió.
- Bueno, Franco decía que Calvo Sotelo fue asesinado por el Gobierno. Lo dijo mil veces y lo repitió cuando Juan Carlos de Borbón se convirtió en su sucesor... Si quieres te leo el discurso, lo tengo fotocopiado. Y se quedó tan ancho.

- Franco y su pandilla eran unos desalmados, gente que mataba españoles o los dejaba matar por Hitler, en Mauhtausen, ya acabada la guerra civil.  Lo que dijera me da igual. Además, no es cierto que el asesinato de Calvo Sotelo se planificara en instancias gubernamentales. Lo grave fue que no se detuviera a los responsables. Y tampoco es cierto lo que algunos dicen que ese crimen desató la Guerra Civil. Sabemos que la sublevación se planificó desde mucho antes, se conservan los papeles de Mola al respecto...

- Oye, te recuerdo que tú estás loco y yo también, ¿qué logroño hago hablando conmigo mismo en lugar de tomarme un café? Que ya es tarde. Además me aburre hablar del pasado y especialmente de la Guerra Civil. Como decías tú en aquella preciosa conferencia que diste en La Coruña y que nadie recuerda, "Si quiere llegar a ser algo más que una vociferante nulidad, España debe mirar hacia atrás sin odio para poder mirar hacia adelante con esperanza".

- Por cierto, autoplagiario sin escrúpulos, eso también lo escribiste en Asturias Liberal en tu artículo sobre Memoria Histórica. Allí decías: "Algún día dejaremos de usar el dolor y la Historia como armas arrojadizas. Algún día miraremos hacia atrás sin ira, para poder mirar hacia adelante con esperanza".

- ¡Es verdad! Mecachis, ¡qué bien hablo, qué bien escribo, que bien me plagio! ¡Dame un abrazo, Luis! ¡Hazme el amor! ¡Poséeme!

- Te recuerdo que yo soy tú y tú eres yo. ¿Cuál es el más tonto de los dos? Anda, déjate de tonterías, y vente conmigo a dar una vuelta...