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LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

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lunes, 13 de febrero de 2012

La victoria mediática de Garzón


La condena de Garzón no empaña sino que refuerza su victoria mediática. Es un posible ganador del Nobel de la Paz y podría aspirar a la Presidencia del Gobierno.

La Prensa no es más que un mecanismo de poder
El 99% de la gente que se abona a un medio espera encontrar en ese medio un eco de sus propias opiniones. En el periódico quieren sentirse como en casa, y en el fondo les trae absolutamente sin cuidado el contenido. Hace ya mucho tiempo que tienen claro quienes son los buenos y los malos de su propia película y por lo tanto no vas a hacerles cambiar de opinión.
Algunos tíos estrafalarios, digamos por decir que el 1%, sólo leemos aquello que esperamos que nos sorprenda o entretenga y por eso, en general, no leo la Prensa española; prácticamente nada salvo tres o cuatro columnistas. A veces de Prada, otras veces Elvira Lindo, incluso Pérez-Reverte cuando no le da el siroco o el gran Carlos Herrera. En el extranjero, las tendencias o tendenciosidades son tan notables, también, que tampoco leo gran cosa. Me hace gracia un columnista extraordinario, Philippe Bouvard, en el Figaro Magazine. Y para de contar. Para la actualidad, están interné y tuiter y toda esa maraña de datos sobre gente que en el fondo me importa tres narices. Para enterarme de las cosas hago caso de lo que me mandan amigos en Feisbuc. Léete esto, lee aquello. Normalmente suelen acertar. Otras veces me mandan churros infumables. Nadie es perfecto.

La Prensa Extranjera  no sabe nada de España
En el extranjero normalmente no tienen ni pura ni purísima idea de lo que ocurre en España. Ni saben, ni quieren saber. Algunos corresponsales de grandes medios en Madrid son gente tan documentada que te preguntas, a veces, qué clase de yerba habrán fumado. Recuerdo a un señor -por caridad no diré su nombre- que en Le Figaro hablaba de los jueces Balthasar y Garzón, ¡al plural! También recuerdo que una revista francesa se lució comprando un reportaje gráfico sobre el ministro que había dejado su ministerio por Amor. Se referían a don Miguel Boyer. Y todas las fotos del reportaje, eran del marqués de Griñón... Algún listo se está todavía riendo pensando en los buenos euros que le pagó la revista.

La Prensa americana no da ni una
El muy amarillista y muy influyente New York Times ha batido últimamente todas las marcas. 
Primero apoyaron a los depredadores de Odyssey Marine con un famoso artículo sobre cómo el oro del barco expoliado por los saqueadores al ser español, era fruto de las rapiñas de Pizarro. Situar a Pizarro en 1804 es digno sólo de un estudiante de la ESO o de un periodista yanki.
Hace un par de días el New York Times publicó, en relación con la condena a Garzón por las escuchas ilegales a unos abogados, no sé qué empanada sobre la Guerra Civil y la necesidad de revocar la ley de amnistía de 1977. En ese mismo sentido se ha manifestado una tal Navi Pillay , nada menos que la Alta Comisionada bla, bla  de la ONU, para los Derechos Humanos, muy enterada ella, también.

Inciso: me encantaría que se suprimiera la Ley de Amnistía de 1977
A mí la verdad me encantaría que quitaran todas las amnistías para que los asesinos, todos, pudiesen ser enchironados y que ningún delito prescribiera. Naturalmente, al día siguiente estaríamos a tiro limpio por las calles. Pero sería un homenaje a la justicia.
Fíjate que en su día me cayó bien Garzón cuando quiso enchironar a Pinochet. Luego se me hizo candidato del PSOE y bueno, pensé que se quedaría en la política. Luego volvió a su juzgado y condenó a sus compañeros sociatas por los crimenes del GAL. Entonces toda la izquierda era anti-Garzón y El País lo odiaba mucho. Garzón lo filtraba todo a El Mundo. Luego no sé qué pasó, que de repente volvió a hacerse bueno, dejó de perseguir socialistas y se dedicó a proteger a Polanco. Hasta se cargó la carrera de Gómez de Liaño. Cuando en 1998 se negó a enjuiciar el posible delito de genocidio imputado a Carrillo por Paracuellos lo comprendí porque aunque me repugnen las amnistías de las que se benefician los asesinos, entiendo su utilidad. Pero que años después, para juzgar los crímenes del franquismo quisiera pasarse por el forro la misma ley de Amnistía que invocó para desatender a las víctimas de Paracuellos, eso no lo entienden ni Dios, ni Garzón ni el mismísimo Mirameba después de sus electrochoques.
A mí me encantaría que suprimieran todas las amnistías y que pudiésemos juzgar a franquistas, comunistas, socialistas, anarquistas, ultraderechistas, los del Gal, los de la ETA, los de la Triple A, los asesinos de los abogados de Atocha. ¡Todos! Y que los menores también la pagaran. No me olvido de la pequeña Sandra Palo.Lo malo es que para la garzonada hay muertos buenos y muertos malos, y me temo que acabar con una amnistía, aparte de un contradiós jurídico, sería bastante peligroso dado el percal que gastamos.
Un pequeño detalle sin importancia es que la supresión de la Ley de Amnistía de 1977 llevaría de inmediato ante los tribunales internacionales a todos los responsables del régimen de Franco, incluido por tanto su sucesor directo, nuestro Rey, y los antiguos ministros todavía vivos del tirano (Fraga se acaba de escapar). O sea, que la ONU que tantas veces y tan justamente ha homenajeado al Rey por su labor en la restauración de las libertades se encuentra con que defiende que hay que meter al Rey en chirona... ¡Brillante jugada!


¡Al Washington Post no le molestan las escuchas!
Lo curioso del tema es que el Washington Post también habla de Garzón en términos elogiosísimos como Virgen Vestal de los Derechos Humanos. Entre los Derechos Humanos ese del derecho a una defensa por lo visto no está de moda en la Costa Este. Para daros una idea del artículo que podéis leer aquí, a los etarras los llaman "basque separatist group". O sea, que los señores de la Moraleja que quieren separarse de Alcobendas son lo mismo que la ETA. ¡Brillante! Lo acollonante del asunto es que el Washington Post se hizo famoso en su día por la extraordinaria investigación de Bernstein y Woodward sobre el tema de las escuchas ilegales en el edificio del Watergate. Pero es que todo depende, claro está, de quién pone los micrófonos. O sea, como siempre, una peli de buenos y malos. Los míos son los buenos y los tuyos son los malos.¡Hala!

El futuro de Garzón: el Nobel y el liderato de la izquierda española
Los jueces del Supremo han sido valientes y sin duda justos. Su unanimidad habla claramente de la certeza de su fallo. Lo impresionante del caso es que Garzón se queda sin posibilidad de montar numeritos jurídicos, no va a poder demandar a Dios por haber creado el dolor y la enfermedad, no va a poder abrir la causa de Paracuellos -ah no, perdón, Paracuellos no le interesa, para él  hay muertos buenos y muertos malos, jopé, que no me entero- ni investigar el asesinato de Juan Prim. Entonces, ¿en qué va a ocupar su tiempo libre? Pues básicamente en preparar su discurso para la recogida del Premio Nobel de la Paz y su acceso a la presidencia del Gobierno en España. Garzón hoy brilla con el fulgor mediático internacional, y lógicamente, podría convertirse en el líder natural de la izquierda española. Ante un Garzón iluminado por el aura mediática y el reconocmiento internacional, pesan muy poco seres grises como Rubalcaba o Chacón de los que no dejaría  ni la sombra de los restos de las raspas. En menos de un lustro veremos a Garzón, tras su Nobel, presidiendo el Gobierno o la Tercera República. A menos que Rajoy lo nombre Ministro de la Memoria Histórica  o algo así, que sería una jugada.Tiempo al tiempo.

lunes, 1 de agosto de 2011

¿Cuántos socialistas votarán al PP?

No os voy a recordar a mis amigos sociatas que os enfadasteis conmigo a raíz de mi entrada Por qué me gusta tanto Zapatero que todos y cada uno de los argumentos que aporté en su día, ahora los ha hecho suyos El País, vuestra hoja parroquial. ¡No seré tan cruel! Mi memoria histórica se detiene el domingo pasado y además, hoy estoy de buen humor; no sé vosotros pero yo noto algo de optimismo en la calle. La convocatoria de elecciones para el 20 de noviembre es una buena noticia poniendo un término teórico a este histórico desastre. Los inversores internacionales comprenden que a partir de diciembre España va a tener otro gobierno que sólo puede ser mejor que éste. Y eso es bueno.

Una interminable campaña electoral
Nos quedan 111 días de campaña electoral por delante, así que nos van a invadir el correo electrónico de pepe-eses y correos supuestamente interesantes con la lista de las mentiras de Zapatero, el currículum de los gurtelianos y las propiedades de Bono, algunos muy dramáticos y otros en clave de humor. Naturalmente, no voy a leer uno solo, porque no me interesan; yo voy al votar al PP, así que no me deis la lata. No necesito argumentos, ni propaganda, ni que me cuenten que Z miente y le crece la nariz ni que Rajoy hace llover café en el campo o camina sobre las aguas. Estoy al tanto de sus respectivos defectos y virtudes y nadie necesita que me las recuerden. Y el único sondeo que me interesa, son las elecciones.

El PP es el futuro: debiera ser ambicioso
El PP, al que voto y con el que colaboro en la medida que me dejan y que puedo, no me hace ilu. Tiene los mejores militantes del mundo, pero por ahora, no ofrece un proyecto que genere ilusión, sólo quieren ser la alternativa a una catástrofe. Está bien, pero no basta. Si el PP presentara de candidato a una cabra, un chimpancé o un saco de patatas, seguiría votándoles; cualquier cosa es preferible a la zetagente y sus aliados quincemeneros. Pero el PP tiene que ir más allá de ese no-discurso y sacar adelante lo mejor que lleva dentro. Tiene que ser ambicioso y honesto, dejarse de chaladuras neoliberales y de franquismos vergonzantes porque sus electores ni son franquistas ni son neoliberales de los que alaban la prostitución infantil, son la mejor España, la que curra y quiere dar un destino a sus niños.
Es un partido que tiene futuro porque ha conseguido reunir en una sola mano a conservadores, liberales y democristianos, tres pilares de una misma fuerza. Su destino es la victoria. Precisamente por ello deben depurarse de gurteles -gran cosa, la dimisión de Camps- y de tonterías y apostar por los valores que todos sus electores defendemos: la familia, la bandera, la visión cristiana del mundo, una España unida y currante, un modelo educativo exigente y funcional en que no se discrimine la lengua española, una gestión eficaz que permita hacer viable la España social y plantear una marcha atrás en el ámbito constitucional que permita acabar con la locura autonómica y su despilfarro.

El modelo alternativo, el de la zetagente, es contra la familia, contra la bandera, contra el cristianismo, contra la unidad de España, contra la lengua española y contra el trabajo, prefieren la cultura de la subvención y jalear a los quincemeneros y toda la tropa de vagos, anticlericales, antisistema y antisemitas de izquierdas cuyo nuevo coco es el estado de Israel y se creen que se puede detener un maremoto con una manifestación. Además, son incapaces de gestionar. Ignoro el motivo, pero siempre que tenemos un gobierno de izquierdas nos deja la Seguridad Social y las cuentas del Estado más rojas que el capote de un torero.

La izquierda se merece algo mejor
La democracia práctica no consiste tanto en el derecho a que te gobierne quien tú quieres sino a elegir libremente entre lo que hay; y el voto en contra es siempre mucho más fuerte que el voto a favor porque la base de nuestras decisiones en política, es el miedo: ¿qué candidato me parece menos peligroso? Los socialistas franceses votaron en su día por Chirac para que no saliera Le Pen; y tenían razón
 Los españoles de izquierdas, que son millones, deben tomar ese ejemplo y votar al PP, para forzar la desaparición del PSOE mandándolo al Grupo Mixto. La derrota debe ser espectacular y forzar a que el PSOE se autodisuelva y refunda, que se construya un Partido Socialdemócrata Español, quizá liderado por alguien como Rosa Díez, que sea capaz de llenar sus actos con banderas españolas, que deje de apoyar a los terroristas y los separatistas, que no considere como un progreso matar viejos y trocear niños, que no esté todo el día dando la matraca con la Guerra Civil que perdieron muchos y ganaron sus abuelos, dicho sea de paso.
Lo único malo de Rosa es que en su día trató de meter en la cárcel al bueno de Mingote, y eso es muy duro de tragar. Quizá una personalidad independiente como Vargas Llosa podría darle algún aire a ese proyecto. Es ciudadano español y tiene un Nobel de Literatura en el currículum, que no está del todo mal. Y el voto inmigrante lo captaría. Si yo fuera mandamás del PP trataría de ficharlo antes de que lo hiciera la competencia. De hecho Esperanza Aguirre, que es muy lista, suele echarle los tejos a todos los intelectuales de renombre para, entre otras cosas, que no se los soplen otros.
Si el pensamiento social significa algo debiera ser la preocupación por cosas que le interesan a la gente de verdad, como el empleo, la vivienda, las guarderías, la educación y tratar de que todos lleguen a fin de mes. Ese pensamiento social, los socialistas lo han relegado y abandonado, y hoy es patrimonio de la derecha como lo fue antes del Estado franquista que funcionó y fue capaz de crear una España con vivienda barata, baby boom, trabajo seguro, seguridad en la calle, y la primera Seguridad Social.
A la zetagente le ha preocupado sobre todo si los niños comían tigretones, el matrimonio gay, ganar la batalla del Ebro, hacer ricos a los fabricantes de molinos de viento, dar dinero a Bill Gates y cosas así, inmorales, raras o excéntricas que sin duda llevarán los historiadores futuros a calificar como Demenciato este largo periodo. A los socialistas les ha llegado el momento de su refundación, de que abandonen de una vez esas siglas empapadas en sangre de la Guerra Civil y que construyan un Partido Socialdemócrata Español, -lo de obrero era y es un escarnio- que apueste por el futuro. Hay millones de españoles de izquierdas, que se sienten de izquierdas y se merecen algo mejor.

Una amenaza
La única amenaza seria que veo sobre el porvenir es que el mismo análisis que hacemos todos los que estamos medianamente informados -la necesaria desaparición del PSOE- lo están haciendo gente del PSOE que no quiere decir adiós al poder y a sus jugosos réditos. ¿Qué pueden hacer y qué van a hacer para mantenerse en el machito? Prefiero no imaginarlo; dormiré mejor por las noches.

martes, 12 de octubre de 2010

Pitada repugnante

España, patria del activismo hortera

Hay lugares en los que no se hace política, los Circos y las Escuelas, que son el templo de la Infancia, la Iglesia, que es la Casa de Dios, y todos aquellos lugares y ocasiones en que se rinde culto a la Patria, la Nación y la Sociedad. Uno de esos lugares y ocasiones es el de un desfile militar del 12 de octubre. Hasta el propio Rey lo ha tenido que comentar, y eso que no está -dicen- para muchos trotes y que maldita la gracia que tiene que hacerle echar un capote al todavía presidente del Gobierno.
Hace falta mal gusto, hace falta ser subnormal y canalla para escoger el desfile de nuestra fiesta nacional -la de verdad, no la de los toros- y aprovechar el toque a difuntos y la memoria de nuestros militares fallecidos cumpliendo con su deber para pitar y abuchear al Sr. Zapatero y a su gobierno.


¿Cuál será el próximo paso? ¿Ponerle pegatinas de un partido político al Divino Cautivo el día de su procesión?
En nuestra tierra de Caín, los vivos no tienen respeto por los muertos; recuerdo aquellos fachas que insultaban al Rey o gritaban "Tarancón al paredón" cada vez que se enterraba a nuestros militares, policías o guardias civiles asesinados por la ETA o el GRAPO.
Recuerdo también aquella canalla que hizo política con el recuerdo del 11 de marzo, gente asquerosa que llevaba cartelitos de "Aznar asesino" el día en que se conmemoraba la mayor matanza terrorista de nuestra historia. Son la misma gente que se dedica a reventar las conferencias del ex-presidente del Gobierno.
En todos los casos, se trata como siempre de "movilizaciones" de organizados espontáneos que siendo incapaces de convocar una mani grande y exitosa se cuelan en los actos multitudinarios: da igual que sea un partido de fútbol, una boda, un entierro o un desfile. Ellos siguen su consigna y ya está. Espero que por lo menos les inviten a un bocata, treinta monedas sería demasiado.
El día de nuestra fiesta nacional es un día para todos, para llevar los niños a ver desfilar soldados, tanques y caballos; que se fijen en las mascotas de los distintos regimientos, en la bandera, los escudos, los uniformes distintos, y que aprendan desde niños a gritar "Viva España", no sólo en el fútbol. Lo que desde luego no es, es el lugar ni la ocasión para trasladar nuestras peculiares obsesiones políticas. El que no lo entienda per sé, no hace falta molestarse en explicárselo, porque no lo entenderá en su vida; no os gastéis unos euros para regalarle el libro de André Glucksmann: no sabe leer.
Y el que quiera meterse con Zapatero, y pedir su dimisión, que convoque una manifestación como es debido y en su tiempo y forma. Allí iré yo el primero a gritar "Elecciones, ya". Lo de hoy es bochornoso para quien tenga un ápice de vergüenza, aunque sea ajena.