Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

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lunes, 29 de julio de 2024

El control de las asociaciones

"la historia de la democracia es, también, la historia de sus enemigos, siendo el primero de todos el desinterés de los votantes, y luego todos los trucos que se despliegan, en el marco asociativo, para subvertir la libertad de elección, como son el sindicato de votantes, la delegación de voto, el acceso asimétrico a la información, o el aprovechamiento de la brecha digital".

El fraude previsto, anunciado y perpetrado en Venezuela, nos recuerda que una cosa es la democracia y otra las apariencias de democracia. Lo que realmente garantiza la fiabilidad de un resultado son cuestiones prácticas que permiten saber cuántas personas, de verdad, han apoyado esta u otra candidatura: cómo se constituyen las candidaturas, cómo se garantiza el recuento, cómo se forman las mesas electorales, cómo se computan los datos, el trato que se da a la oposición y a las minorías, y, por encima de todo, la libertad de información al respecto, que sin libertad de prensa las demás libertades son pura teología.

Pero siguiendo el consejo de Góngora, no vamos a tratar aquí "del gobierno del mundo y sus monarquías", sino de esas pequeñas repúblicas constituidas por las asociaciones culturales o recreativas, llámense casinos, círculos, liceos o ateneos. La vida política es la expresión de la vida social, y en ella tienen un papel importante esas asociaciones, cuya existencia misma descansa sobre la tensión entre gobernabilidad y participación, cabeza y corazón. De una parte, la vida real con sus reuniones, debates, actos culturales, conferencias, concursos, lecturas, exposiciones, juegos, y certámenes; del otro la dirección burocrática y económica que enmarca la vida real, potenciándola o acabando con ella. Obviamente, la actividad social debe estar regida por normas que le den forma, por libérrimas que sean. Las reuniones tienen horarios, hay turnos de palabra, se deben guardar determinadas formas; todo juego tiene sus reglas y el respeto a la norma, ya sea interna o legal, es la base y la esencia de la convivencia. En consecuencia, todas las asociaciones tienen estatutos, una asamblea, unas reglas internas —además de la ley general— y una junta directiva, económica o de gobierno que sirve para gestionar, ordenar y representar la asociación.

En las grandes asociaciones españolas, siempre mandan los mismos
En España la mayor parte de sus asociaciones o clubes tienen a su cabeza a la misma gente, año tras año, porque los asociados no quieren o no pueden inmiscuirse en su dirección. De una parte, eso se debe a que con frecuencia existen personas entusiastas que son el alma de la asociación y el origen de sus iniciativas, y, lógicamente, les dejamos actuar; de otra parte, falta cultura democrática y sobra pereza, así que muchos prefieren dejar hacer y no enterarse de lo que sucede de puertas adentro; y es una pena, porque la vida asociativa es un entrenamiento para la vida pública. Si no eres capaz de exigir que la elección de la junta directiva de tu club o asociación favorita sea mínimamente democrática o razonable, ¿cómo vas a entender siquiera los primeros elementos de la gramática electoral? Porque el liberalismo, entendido como escuela de libertad, más que una doctrina, es un talante y un sentimiento; el espíritu democrático nace y se desarrolla en la vida familiar y social.

Procesos fallidos de renovación
Todas las asociaciones, por peculiares que sean, deben tener formas de renovación de sus juntas directivas inspiradas en el principio democrático. Pero la historia de la democracia es, también, la historia de sus enemigos, siendo el primero de todos el desinterés de los votantes, y luego todos los trucos que se despliegan, en el marco asociativo, para subvertir la libertad de elección, como son el sindicato de votantes, la delegación de voto, el acceso asimétrico a la información o el aprovechamiento de la brecha digital. Vamos a verlo con más detalle.

Abstencionismo
El desinterés de los socios se traduce en su falta de participación.En algunas sociedades culturales y recreativas de importancia se comprueba fácilmente que ejercen su derecho al voto menos del 30% de los socios. A veces la participación no llega al 20%.

Sindicación del voto
Los entornos abstencionistas favorecen algo tan evidente y perfectamente legítimo como la sindicación del voto: una facción de socios puede tomar sistemáticamente el control si se pone de acuerdo en votar siempre lo mismo y a los mismos en las elecciones internas de la institución. Si en una asociación de tres mil socios votan quinientos y el sindicato de votantes mueve trescientos votos, el sindicato controla la asociación. Así, si quieres ser candidato a algo, no tienes que convencer al conjunto de tus consocios sino al sindicato, es decir, a sus responsables, que te pondrán o no en sus listas, listas que, inevitablemente, ganarán. Si te presentas por tu cuenta, serás barrido. La sindicación del voto es a las asociaciones lo que los partidos al Estado, instrumentos de la conquista y el reparto del poder, una forma de organizar la libertad y también de subvertirla. El primer problema que nos plantean esos sindicatos electorales es que son imposibles de erradicar. ¿Cómo puedes evitar que un grupo de socios se ponga de acuerdo? Por otra parte, la existencia de un sindicato de votantes obliga a los posibles competidores a crear el suyo, única forma de desbancar a los primeros. La sindicación, como toda enfermedad nefasta, es contagiosa.

Voto delegado
Otro enemigo principal son las llamadas “delegaciones de voto”, que, en teoría, permiten a un socio delegar en otro, en caso de enfermedad o ausencia. Reuniendo delegaciones de voto, sucede que un grupo se incrusta durante años en el poder a base de pedir a sus adeptos las dichosas delegaciones, hasta el punto de que, en un importante club de Madrid, dos socios llegaron a contabilizar más de cien delegaciones cada uno, ¡más que socios presentes físicamente en la asamblea! La delegación es lo contrario de lo que se busca en una votación democrática y secreta, que cada cual elija sin presión de ningún tipo lo que más le apetece. Puede moralmente aceptarse la delegación de quien, realmente, no puede asistir a una reunión y delega en otro, pero no de forma habitual; pero existe otro tipo de delegación, totalmente inmoral, la de quien, desarrollando alguna actividad en la asociación, quiere mostrar su perruna fidelidad a los que mandan —que pueden potenciar o sabotear su actividad— así que les delega el voto, renunciando a su derecho a votar a cambio de la expectativa de favores o tratando de conjurar futuras represalias. No cabe hablar aquí de delegación sino de prostitución del voto. Además, existe el problema de la comprobación de una delegación de voto y de las cortapisas que se pueden introducir al respecto. Los que certifican la validez de una delegación, ¿apoyan a una candidatura o son neutrales?  Entramos en el pantanoso terreno del fraude.

Acceso asimétrico a la información
Finalmente, tenemos a otro enemigo de la democracia interna en las asociaciones en el acceso asimétrico al votante, que consiste en que los que están al mando les niegan a las candidaturas alternativas el acceso a los datos de los demás socios, con pretexto de proteger su intimidad. La vigente ley de protección de datos se pensó para evitar que las grandes empresas pudieran poner en almoneda nuestros datos personales, pero con frecuencia se utiliza para negar a los socios la posibilidad que la expresada ley les reconoce (art. 14.2) de acceder a la documentación de la asociación, lo que incluye, por ejemplo, la relación actualizada de socios. Mientras que los responsables de las juntas directivas tienen, fuera de las horas de trabajo del personal, acceso libre a ordenadores o ficheros y pueden copiar datos personales de los socios, como son las direcciones, teléfonos o correos electrónicos —que la ley lo prohíba no impide que se haga—, se les niega a sus posibles rivales el acceso a esos mismos datos. Eso les permite a los que mandan ponerse en contacto con la masa social a través de sus teléfonos o correos mientras que los demás candidatos no pueden. Así, las candidaturas cocinadas por una junta directiva suelen ganar, porque disponen, de facto, de una información más completa y práctica que sus competidores, condenados a las tinieblas y al rechinar de dientes.

Aprovechar la brecha digital
Por otra parte, la brecha digital es una realidad. Si los que mandan en una asociación creen que los socios más veteranos no les van a votar, y que no usan corrientemente las herramientas digitales, pueden anunciar a bombo y platillo que en aras de la salvación del planeta renuncian al papel para comunicarse con los socios, privilegiando la comunicación electrónica, manteniendo a los veteranos al margen de la vida asociativa. Se trata de una manifestación más del edadismo, ¡con pretextos ecológicos!

Judicialización y decadencia
Al final, la imposibilidad para los socios de controlar de forma efectiva sus asociaciones se traduce en la judicialización de sus procesos internos o en el abandono de los socios, por puro cansancio. Y el control durante años, lustros o décadas de las instituciones, siempre degenera en corruptelas y en mediocridad: si vas a ser elegido, año tras año, ¿qué aliciente tienes para hacer las cosas bien?

Apunte final
Los países son mucho más que sus Estados y la sociedad civil mucho más que la vida oficial. Por eso, debemos reflexionar sobre esa realidad, el control de grandes e históricas asociaciones culturales o clubes de España por una minoría que se mantiene al frente durante años, sin solución de continuidad, porque la vida asociativa es una escuela de ciudadanía, y la educación, en sentido amplio, es la base del éxito de cualquier sociedad.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Las elecciones en EE.UU. y una ley imbécil

Resulta asombroso que una democracia secular y ejemplar como la norteamericana sufra normas electorales tan absurdas como la que permite que entre dos candidatos no salga elegido el más votado por los electores. El sistema que hoy rige, de votos electorales vinculados a los Estados, era lógico en la época de las diligencias, pero ahora es contraproducente. A lo largo   de las dos últimas décadas hemos visto ya en dos ocasiones elegir presidente de Estados Unidos a señores que habían recibido menos sufragios que sus rivales.
Estos son los datos exactos, y los de 2016 no están todavía cerrados y los actualizo regularmente desde la primera publicación de esta entrada:
Año 2000. Al Gore 50.999.897 votos George W. Bush 50.456.002.
Diferencia: 543.895 votos a favor de Gore. Ganador: Bush
Año 2016. Hillary Clinton 65.844.610 votos Donald Trump 62.979.636.
Diferencia:
2.864.974 votos a favor de Clinton. Ganador: Trump. 
Fuente: http://cookpolitical.com/story/10174
 Podemos añadir que el fenómeno ya se había producido tres veces en el siglo XIX, con ocasión de las elecciones presidenciales de 1824, 1876 y 1888. La actual configuración electoral de los Estados y el reparto de la población han permitido que tan indeseable circunstancia se repitiera dos veces en una sola generación, dos veces que sobraban, obviamente. Imbécil, según el Diccionario de la Real Academia Española significa tonto o falto de inteligencia. No entiendo que un país que ha conseguido depurarse de normas en su día tan difíciles de reformar como las que consagraban la esclavitud, la segregación racial o la maldición jurídica de los homosexuales no sea capaz de abordar algo tan sencillo como una reforma técnica de su ley electoral. Si lo que se pretende con una elección es que el que resulte más votado salga elegido, hay que reconocer que la ley actual que rige la elección presidencial norteamericana es una ley que no funciona, es una ley falta de inteligencia, es, literalmente, una ley imbécil. Y es una ley que me afecta a mí, como occidental, porque el Presidente de Estados Unidos no sólo es el jefe de los norteamericanos, es sin ninguna duda el líder de todo Occidente, si es que Occidente significa todavía algo...

lunes, 3 de febrero de 2014

Diferencia entre democracia y dictadura



Mucha gente no tiene ni idea de la diferencia entre preferir y querer, y no entienden el verdadero significado de la democracia. Así que en lugar de asestar un monólogo recurro a la mayéutica que es mucho más digerible.

Agamenón - Querido Sócrates, ¿en qué se diferencia la democracia de la dictadura?
Sócrates - La democracia es el régimen que te que te permite elegir entre distintas opciones. Votas entre quien te saca un ojo o quien te corta una pierna. A una dictadura no le preocupan tus preferencias. Te sacan un ojo o te cortan la pierna, o te mutilan por partida doble sin preguntarte qué piensas al respecto.
Agamenón -Entonces, ¿en democracia no elijo lo que quiero sino lo que prefiero?
Sócrates - Todos podemos soñar con que algún día votaremos por la opción que nos guste de verdad. Pero en los últimos 25 siglos dudo que nadie haya conseguido una identificación perfecta con un partido, un representante o consigo mismo. Lo que prefieres no es lo que quieres, es lo que menos te disgusta. .
Agamenón - Pero entonces, ¿la democracia no es mejor que la dictadura?
Sócrates - Es infinitamente mejor. ¿Te parece poco poder conservar o la pierna o el ojo?
Agamenón - Es muy justo lo que dices, pero entonces ¿por qué en España mucha gente critica la democracia?
Sócrates - Porque no han luchado por ella. Lo que no te has ganado, lo valoras menos...(continuará)

lunes, 21 de noviembre de 2011

Una oportunidad



Como soy uno de los tres o cuatro demócratas de verdad que quedan en Europa, disfruto a lo grande participando en los procesos electorales, y más contando con el asesoramiento de alguien que sabe de esos temas como Juanma García Gay.
Ayer hacía de interventor en un colegio electoral y paré de contar votos a las once de la noche. Resulta obvio que la Junta Electoral ha hecho alguna trampilla para conseguir que los presidentes y vocales de mesa fueran gente relativamente joven y formada porque lo del ordenador hubiera supuesto un verdadero desafío para muchos que sufren de analfabetismo tecnológico. Como siempre, tuve suerte, la interventora del PSOE era tan eficaz como agradable y el Presidente y los vocales un modelo de inteligencia práctica. Acabamos antes que nadie y nos cuadraron las cuentas.
Lo más simpático de la velada fueron todos los votos que obtuvo Álvaro Pombo. No me entusiasman sus novelas -me gustan más sus versos- pero me encanta su valor personal. Ser gay en los tiempos de las redadas de violetas, exigía más valor que ahora en que resulta una circunstancia hasta favorable en determinados ambientes.
No creía que el PP obtuviera la mayoría absoluta, porque sé cuán testarudo puede llegar a ser el personal y que dada la nula formación política de los españoles, aquí tu partido es como tu equipo de fútbol. Casi ocho millones de personas han votado al PSOE después de la que ha montado... Familias enteras que han quedado en el paro, han seguido votando por "los suyos", sin tener en cuenta sus propios intereses. Esto es lo que hay.
Pasé por mi sede y vi un montón de chiquillos que estaban de fiesta pero no entendían, obviamente, la trascendencia de lo sucedido. Pero como les invitaban a algo, estaban joviales. Hubieran celebrado igual un concierto de Justin Bieber. En cambio abracé a otros amigos, gente mayor que entendía perfectamente que ayer España ha apostado por el cambio.
Llegué a tiempo para oír las últimas frases del discurso de Rajoy. El pobre es tan aburrido... Me recuerda esas insufribles fábulas de Samaniego, calcadas de La Fontaine y con una rima espantosa.
Su estrategia de no prometer nada para no decepcionar a nadie es cualquier cosa menos ilusionante. Sin embargo fui el primero en aplaudir y hasta en berrear. Porque estaba y sigo estando contento. Porque nos hemos dado una oportunidad; una oportunidad colectiva y personal de salir adelante, trabajando mucho, pero con una esperanza, al menos, de que las cosas van a ir mejor.
No nos engañemos: el PP es lo que es. El Zubnormal y zuz mariachiz lo han hecho tan mal que no sólo han destrozado su propio partido sino que se lo han puesto demasido fácil al PP impidiéndole renovarse y depurarse en profundidad poniendo de patitas en la calle a sus corruptos gurtelianos, su chusma valenciana, su ralea alicantina, su basura madrileña, etc.
No me agrada la idea de ver a un notorio dilapidador como el Sr. Gallardón en un gobierno que, dadas las circunstancias, tiene que ser más austero que la hormiga borde del citado Samaniego; sería como meter dentro a la Reina de las Cigarras. Espero que las reformas no consistan sólo en reforzar la Economía para Buitres inaugurada por el Z y su pandilla. No quiero ver más casinos y casas de putas, no quiero ver a la gente sin trabajo teniendo que vender las cucharillas de plata, ni empeñando su mantón de Manila. Quiero ver una economía a medio y largo plazo que apueste por la formación y el esfuerzo, y no por los pelotazos de los amiguetes. Quiero un gobierno capaz de vencer a Franco, es decir, capaz de congeniar la democracia con el éxito económico y social.

Espero de Rajoy que sea un gobernante razonable, que dé marcha atrás en las iniciativas demenciales de los que creen que trocear niños y matar viejos es una forma de progreso. Mi única ambición en política consiste en apoyar a fondo los movimientos provida, que son el futuro porque apuestan por el futuro, apuestan por la vida en lugar de la muerte.
Espero de Rajoy que sea capaz de negociar con los restos del PSOE, cuando ellos se vuelvan a centrar, una reforma constitucional para acabar con las autonomías, que no han servido para nada, salvo para financiar a los separatistas, hundir las cajas de ahorros, multiplicar el número de funcionarios inútiles y encarecer los trámites administrativos.
Espero de Rajoy un gran proyecto de educación, que apueste por la calidad, el esfuerzo y la disciplina.
No espero más. Salvo que a todos esos españoles que no se meten con nadie les dejen en paz, que nadie ataque su fe, ni les deje sin trabajo ni pretenda enseñarles como educar a su familia. 
Sólo añadiré que ayer recordé con imaginable melancolía aquel 11-M en que murió Marion Subervielle, la chiquita de la chaqueta roja de la Biblioteca Nacional que nos presentó a su hija... Recordé aquellos días de mentiras y de odio y la llegada de Zapatero, de su gente... Recordé el gran descarrilamiento electoral, tras una tragedia nacional.
Me di de alta en el PP a las diez de la mañana del lunes siguiente al domingo 14 de marzo de 2004. Creo que fui el primero en Madrid, y que aquel mismo día 400 capullos hicimos lo mismo. Fue nuestra forma de reaccionar.
Ahora el Zeta y los de la Ceja se han ido. Nadie les echará de menos. Id con Dios y no volváis.

lunes, 1 de agosto de 2011

¿Cuántos socialistas votarán al PP?

No os voy a recordar a mis amigos sociatas que os enfadasteis conmigo a raíz de mi entrada Por qué me gusta tanto Zapatero que todos y cada uno de los argumentos que aporté en su día, ahora los ha hecho suyos El País, vuestra hoja parroquial. ¡No seré tan cruel! Mi memoria histórica se detiene el domingo pasado y además, hoy estoy de buen humor; no sé vosotros pero yo noto algo de optimismo en la calle. La convocatoria de elecciones para el 20 de noviembre es una buena noticia poniendo un término teórico a este histórico desastre. Los inversores internacionales comprenden que a partir de diciembre España va a tener otro gobierno que sólo puede ser mejor que éste. Y eso es bueno.

Una interminable campaña electoral
Nos quedan 111 días de campaña electoral por delante, así que nos van a invadir el correo electrónico de pepe-eses y correos supuestamente interesantes con la lista de las mentiras de Zapatero, el currículum de los gurtelianos y las propiedades de Bono, algunos muy dramáticos y otros en clave de humor. Naturalmente, no voy a leer uno solo, porque no me interesan; yo voy al votar al PP, así que no me deis la lata. No necesito argumentos, ni propaganda, ni que me cuenten que Z miente y le crece la nariz ni que Rajoy hace llover café en el campo o camina sobre las aguas. Estoy al tanto de sus respectivos defectos y virtudes y nadie necesita que me las recuerden. Y el único sondeo que me interesa, son las elecciones.

El PP es el futuro: debiera ser ambicioso
El PP, al que voto y con el que colaboro en la medida que me dejan y que puedo, no me hace ilu. Tiene los mejores militantes del mundo, pero por ahora, no ofrece un proyecto que genere ilusión, sólo quieren ser la alternativa a una catástrofe. Está bien, pero no basta. Si el PP presentara de candidato a una cabra, un chimpancé o un saco de patatas, seguiría votándoles; cualquier cosa es preferible a la zetagente y sus aliados quincemeneros. Pero el PP tiene que ir más allá de ese no-discurso y sacar adelante lo mejor que lleva dentro. Tiene que ser ambicioso y honesto, dejarse de chaladuras neoliberales y de franquismos vergonzantes porque sus electores ni son franquistas ni son neoliberales de los que alaban la prostitución infantil, son la mejor España, la que curra y quiere dar un destino a sus niños.
Es un partido que tiene futuro porque ha conseguido reunir en una sola mano a conservadores, liberales y democristianos, tres pilares de una misma fuerza. Su destino es la victoria. Precisamente por ello deben depurarse de gurteles -gran cosa, la dimisión de Camps- y de tonterías y apostar por los valores que todos sus electores defendemos: la familia, la bandera, la visión cristiana del mundo, una España unida y currante, un modelo educativo exigente y funcional en que no se discrimine la lengua española, una gestión eficaz que permita hacer viable la España social y plantear una marcha atrás en el ámbito constitucional que permita acabar con la locura autonómica y su despilfarro.

El modelo alternativo, el de la zetagente, es contra la familia, contra la bandera, contra el cristianismo, contra la unidad de España, contra la lengua española y contra el trabajo, prefieren la cultura de la subvención y jalear a los quincemeneros y toda la tropa de vagos, anticlericales, antisistema y antisemitas de izquierdas cuyo nuevo coco es el estado de Israel y se creen que se puede detener un maremoto con una manifestación. Además, son incapaces de gestionar. Ignoro el motivo, pero siempre que tenemos un gobierno de izquierdas nos deja la Seguridad Social y las cuentas del Estado más rojas que el capote de un torero.

La izquierda se merece algo mejor
La democracia práctica no consiste tanto en el derecho a que te gobierne quien tú quieres sino a elegir libremente entre lo que hay; y el voto en contra es siempre mucho más fuerte que el voto a favor porque la base de nuestras decisiones en política, es el miedo: ¿qué candidato me parece menos peligroso? Los socialistas franceses votaron en su día por Chirac para que no saliera Le Pen; y tenían razón
 Los españoles de izquierdas, que son millones, deben tomar ese ejemplo y votar al PP, para forzar la desaparición del PSOE mandándolo al Grupo Mixto. La derrota debe ser espectacular y forzar a que el PSOE se autodisuelva y refunda, que se construya un Partido Socialdemócrata Español, quizá liderado por alguien como Rosa Díez, que sea capaz de llenar sus actos con banderas españolas, que deje de apoyar a los terroristas y los separatistas, que no considere como un progreso matar viejos y trocear niños, que no esté todo el día dando la matraca con la Guerra Civil que perdieron muchos y ganaron sus abuelos, dicho sea de paso.
Lo único malo de Rosa es que en su día trató de meter en la cárcel al bueno de Mingote, y eso es muy duro de tragar. Quizá una personalidad independiente como Vargas Llosa podría darle algún aire a ese proyecto. Es ciudadano español y tiene un Nobel de Literatura en el currículum, que no está del todo mal. Y el voto inmigrante lo captaría. Si yo fuera mandamás del PP trataría de ficharlo antes de que lo hiciera la competencia. De hecho Esperanza Aguirre, que es muy lista, suele echarle los tejos a todos los intelectuales de renombre para, entre otras cosas, que no se los soplen otros.
Si el pensamiento social significa algo debiera ser la preocupación por cosas que le interesan a la gente de verdad, como el empleo, la vivienda, las guarderías, la educación y tratar de que todos lleguen a fin de mes. Ese pensamiento social, los socialistas lo han relegado y abandonado, y hoy es patrimonio de la derecha como lo fue antes del Estado franquista que funcionó y fue capaz de crear una España con vivienda barata, baby boom, trabajo seguro, seguridad en la calle, y la primera Seguridad Social.
A la zetagente le ha preocupado sobre todo si los niños comían tigretones, el matrimonio gay, ganar la batalla del Ebro, hacer ricos a los fabricantes de molinos de viento, dar dinero a Bill Gates y cosas así, inmorales, raras o excéntricas que sin duda llevarán los historiadores futuros a calificar como Demenciato este largo periodo. A los socialistas les ha llegado el momento de su refundación, de que abandonen de una vez esas siglas empapadas en sangre de la Guerra Civil y que construyan un Partido Socialdemócrata Español, -lo de obrero era y es un escarnio- que apueste por el futuro. Hay millones de españoles de izquierdas, que se sienten de izquierdas y se merecen algo mejor.

Una amenaza
La única amenaza seria que veo sobre el porvenir es que el mismo análisis que hacemos todos los que estamos medianamente informados -la necesaria desaparición del PSOE- lo están haciendo gente del PSOE que no quiere decir adiós al poder y a sus jugosos réditos. ¿Qué pueden hacer y qué van a hacer para mantenerse en el machito? Prefiero no imaginarlo; dormiré mejor por las noches.

sábado, 14 de mayo de 2011

Elecciones a la vasca


Mesa electoral en el País Vasco:
Presidente y vocales usan el mismo modelito
No hay  urnas... ¿para qué?
 Cuando decimos que España es una democracia, hay que hacer una importante salvedad: el país vasco. Allí la democracia es una pura entelequia; quizá en Bilbao que es una gran ciudad se asentó algo más el sistema democrático, pero desde luego en la mayor parte de los pueblos del país vasco, no existe nada parecido a mínimos requisitos para que se celebren unos comicios en libertad.
Por eso me ha molestado tanto la sentencia del Tribunal Constitucional que aquí comentaba permitiendo el regreso de ETA a los Ayuntamientos vascos. ¿De verdad era necesario que ETA regresara  a las instituciones? ¿Les parecía poco el perenne acojone que se vive en esas infelices provincias, patria natural del crimen, donde la bajeza humana y la cobardía institucional tienen su natural asiento?

Hace unos días hablaba con mi amigo Paco de su experiencia como apoderado en un pueblo vasco, durante unas elecciones.

- Imagínate el cuadro Luis. Durante horas, yo sentado y calladito en una sala con un par de mesas electorales. Allí no había interventores del PSOE ni del PP -nadie se la juega- sólo apoderados que, como yo, veníamos de Madrid. El colegio estaba custodiado, es un decir, por la erchancha.
En un momento dado quisieron hacer una trampa -nada grave, es que no les salían las cuentas porque eran muy burros- y entonces les hablé claro "si hacéis eso, impugno la mesa". Hubo un grato intercambio de opiniones. Luego uno de los que estaban sentados en la mesa,que llevaba la camiseta de presoak kalera, miembro de la mesa, sacó una cámara de fotos y me hizo una foto. "Ya tengo tu cara".
- Eso asusta... ¿Y tú que hiciste?
- Ya sabes Luis que soy un hombre pacífico y razonable. Así que agarré aquel cabrón por el cuello, le arranqué de la mano su cámara que tiré por la ventana del local, y cuando me disponía a darle un puñetazo, intervino la erchancha.
- ¿Los erchanchos no intervinieron cuando el hijoputarri te amenazó?
- No. Debían tener cosas más importantes que hacer...
- ¿Cómo terminó la cosa?
- Pues terminó con que yo al final estaba en la calle y detrás mío iban una pandilla de ratas insultándome. Ya sabes lo valiente que son esa gente en manada
-Sí, la versión aberzale de las pandillas futboleras. Uno por uno, se acongojan, pero en grupo son todos muy valientes.... ¿Y tú qué hiciste?
-Me reuní con un par de compañeros del partido, y fuimos a cenar. Pero la manada seguia detrás.
- ¿Y los erchanchos?
- Ellos estaban para custodiar el colegio electoral no para custodiarme a mí.
- ¡Ah! ¿Conseguiste cenar?
- Pues no fue facil. Entrábamos en un bar y de la manada decía alguien algo en vasco, vaya usté a saber qué, y el tío del bar nos decía que no nos podían atender... Al final sí encontramos un sitio en el que nos dejaron comer algo. Luego la manada me siguió hasta el coche.
-O sea, que identificaron tu coche...
-Sí. De todos modos una vez en Madrid cambié la matrícula. No hay que dar facilidades... Y ahora tengo otro coche.

Como me lo contaron, lo cuento, y sé que es verdad. Os ahorro mis comentarios. Lo que nunca he entendido es para qué existen una Junta Electoral Central o unos partidos nacionales que llevan treinta años sin impugnar, de un modo sistemático, cualquier proceso electoral que se celebre en semejantes condiciones.

viernes, 6 de mayo de 2011

Los payasos son gente respetable

No sé por qué se empeñan en llamar payasos a los magistrados del Tribunal Constitucional.

Los payasos son gente respetable, sobre todo los que tienen gracia. El buen payaso practica un humor blanco, elemental, muy accesible, de golpes, gritos y bofetadas, sorprende y emociona y a los niños les encanta porque lo entienden. Y no sólo a los pequeños, también a los que peinamos canas. Son impresionantes las imágenes del beato Karol tronchándose delante del payaso Japo. Tengo un inmenso afecto por Charlie Rivel, que me hacía reír a carcajadas; conservo un gran cariño por la familia Aragón y los grandes Fofó y Miliki; me encantan las pelis cortas de Charlot -las largas son más cansinas- y todavía más las de Harold Lloyd. El Gordo y el Flaco me han hecho sonreír, y casi reviento de risa la primera vez que vi a Mister Bean preparándose una ensalada, tumbado en el sillón del dentista o subiéndose a un trampolín. Y no os cuento los excelentes ratos que me han hecho pasar doña Rogelia, Eugenio, o Juan Tamariz.
Por eso me fastidia tanto que llamen payasos a esos sapientísimos, doctísimos y excelentísimos señores magistrados del Tribunal Constitucional -que Dios guarde- cimas de la Ciencia Jurídica, castálida fuente de inmarcesible doctrina, alfa y omega de toda justicia,  tan majos ellos que bendicen el regreso de ETA a las instituciones permitiendo que se presente a las elecciones, para que puedan recibir jugosas subvenciones y acceder a los censos electorales. Vale tíos, ¡os habéis lucido! Y por más que lo intento, la verdad, no consigo verle la gracia al asunto.

martes, 29 de junio de 2010

Pactar para perder

EL PP necesita pactar con el PSOE para asegurarse de perder las elecciones

Y es que ya lo sentenciaba Cayo en el Indigesto: pacta sunt servanda que significa, como todos sabéis. "¡Será pacata la sirvienta!"
El Sr. Rodríguez Zapatero y sus mariachis llevan años siendo la única baza de un PP encastillado en el Palacio de los Plúmbeos Silencios donde súcubos de apariencia casi humana entonan en fa sostenido el  Romance de la Cerrada Lista, ese tan bonito que empieza por "Qué hay de lo mío, tío". La única clara estrategia electoral de Génova parece inspirada en  la de don Tancredo: "suelta el toro, que no me muevo". Algunos jerifaltes populosos, como el Sr. Arenas o el mismísimo Sr. Rajoy enternecidos por la situación del  Pequeño Timonel monclovita quieren darle una nueva oportunidad y de vez en cuando sueltan la palabra "pacto", aunque luego recojan velas y precisen que en realidad donde dije digo digo Diego y qué malos son los periodistas que no reflejan mis palabras. Despista, que algo queda...
En cualquier caso, y desmentidos aparte, desde lo más profundo de mi corazón, quiero aplaudir la noble actitud y los profundos sentimientos cristianos de quien viendo caído a su competidor lo quiere aupar de nuevo sobre el caballo del éxito.

Gobernar no es ningún chollo
Os preguntaréis por qué algunos popes -Juanma dixit- de la cosa populosa no quieran ganar las elecciones. En el fondo Rajoy y Arenas comparten un punto en común: son ambos nada invictos caudillos en sus respectivos ámbitos: Rajoy ha perdido ya dos elecciones generales (2004, 2008) y Arenas tres en Andalucía (1998, 2004, 2008). Parece que lo hicieran adrede. Pues sí, precisamente, a lo mejor está ahí la clave del meollo, ¡a lo mejor es que lo hacen aposta! Vamos a ver, estar en la oposición es un chollo y gobernar, un rollo. En la oposición puedes prometer, ¡y prometes! En el gobierno tienes que ser borde, decir que no y envainarte tus promesas anteriores.
Cuando estás en la oposición no te comprometes con nada ni con nadie, eres como un adolescente granuloso que no sabe todavía si le gusta la carne o el pescado, ni qué carrera va a estudiar, ni qué deporte practicar, ni en qué trabajar. La vida se te ofrece con sus tiernos racimos, el mundo está a tus pies y gritas en la proa del Titanic ¡Aimzeking ofzeuold! A medida que vas eligiendo un camino renuncias a los demás. Si al final eres bombero, no serás abogado ni fontanero; si te decides por las señoras, renuncias a los señores, y así todo. Madurar es decidir, y decidir es renunciar. Para gobernar hace falta madurez, capacidad de decisión. Te casas contigo mismo, te comprometes con tus propias decisiones. Cada euro que gastas en un Ministerio se lo quitas a los demás, cada decisión que adoptas te resta margen de decisión. Entiendo perfectamente que la gente inteligente como Rajoy y Arenas no quieran ganar. Ganar, ¿para qué?

La mayor parte de nuestras Taifas están ya muy desfondadas como para emocionar a posibles candidatos. ¿Y que me decís de Moncloa? Con tantas competencias transferidas, al Gobierno le queda muy poco margen presupuestario para sus políticas y casi todo se va en sueldos y pensiones, gastos ya requetetasados y presupuestados. Pensad que Zapatero y su pandilla han inventado un nuevo tipo de agujero negro, capaz de zamparse galaxias enteras. Stephen Hawking y Roger Penrose le dedican al Z-Hole un artículo espectacular en el Scientific American.
El código civil acepta que renuncies a una herencia gravosa, pero en política eso no es posible, y pudiera ser que si los populosos ganasen las elecciones se encontraran paralizados por un déficit inimaginable y que al final su capacidad de decisión en términos económicos se redujera a estudiar si para celebrar su victoria es más apropiada una bolsa de kikos que una de pipas. El presupuesto no da para más.

Pactos posibles
Puesto que al PP le interesa perder, tiene que pactar. Como soy tan aburridito y ñoño me hubiese gustado un pacto PP-PSOE para reformar la Constitución, renunciar al cachondeo autonómico, a sus pompas y a sus obras, reducir el Estatut a su natural vocación de papel higiénico; un pacto para que la única lengua oficial de España sea el español y si quiere alguien traducir a las lenguas inútiles el reglamento A123/2007 regulando la castración de mosquitos con guantes de boxeo, pues que se lo pague con su dinero, no con el mío. Incluso me hubiese creído un pacto de estabilidad que enfocara la reforma de las Cajas Saqueadas que antaño fueron de Ahorros. Pero todos esos pactos posibles son en el fondo demasiado sencillos y serios como para interesar a los responsables del demenciato. Al Pequeño Timonel lo que le pone es el intercambio de embajadores entre Madrid y Barcelona y ese tipo de cosas con las que el pobre se entretiene. En el fondo de su corazón, a nuestro Líder Mínimo lo que le hubiera hecho ilusión era ser emperador de Centroáfrica, o rey de Patones ¡que sí! ¡Que lo conozco!

Pactar con trastornados
En una sola semana nos enteramos de que la fundación presidida por un Ministro de Justicia  financia la mezquita de un imán que propone la lapidación y la mutilación judicial y que la Sra. Ministra de Igual Da, doña Bibiana la Feticida propone el burka como arquetipo de libertad femenina. Supongo que en breve la ministra de Sanidad dirá que la mutilación del clítoris es algo saludable y evita que a las jóvenes les salgan callos en el índice, se queden ciegas o se les seque la médula. Entonces, puesto que el plan secreto de Génova consiste en asegurarse de perder las próximas elecciones ofreciéndole un respiro al actual Gobierno, ¿qué pactar? ¿sobre qué bases? ¿A qué tipo de acuerdo puedes llegar con una pandilla de trastornados?

El pacto de Mirameba
Reconozco que carezco de imaginación, y la verdad no consigo que se me ocurra de qué podría hablar una persona normal con la zapagente; pero por mi patria estoy dispuesto a los mayores sacrificios así que el otro día fui a ver a Mirameba a su celda de Ciempozuelos.
Cinco horas, cinco, estuve aguantando al pobre Paco. Trescientos minutos durante los cuales tuvo Mirameba tiempo para sonreírme, contarme su última tertulia en el Ateneo, declamar el Discurso de Logroño, tirarme cáscaras de plátano, recitarme sus últimos haikus, regalarme su vieja colección de cromos Bimbo, acusarme de habérsela robado, tratar de seducirme con el encanto de sus bigotes almidonados y presentarme su obra maestra, la Oda al Zapatero: Mirameba ha clavado en la pared de su celda todos los zapatos que ha ido robando por el manicomio; ahora entiendo por qué el Director y los celadores andaban descalzos...
A pesar de esos rasgos tan originales, Mirameba es un gran cerebro ante Dios y ante la Historia, y como su corazón distila miel y rosas, no dudó en ayudarme a planear la base del Gran Pacto entre Génova y Ferraz. En aras del realismo, reproduzco el diálogo que mantuvimos apuntando a las posibles soluciones

LE -Maestro reverenciado, el PSOE quiere quitar los crucifijos y el PP no. ¿Sobre qué base llegar a un acuerdo?
FM -Querida acémila, las opciones son evidentes. Puedes quitar uno de cada dos crucifijos, o bien partirlos todos en dos. Pero teniendo en cuenta la pasión de doña Bibiana por el burka, lo mejor es no quitar ningún crucifijo pero eso sí, los cubrimos todos con un velo.
LE- Luz de Occidente, me deja asombrado como siempre; ¿y qué me dice del aborto? No sé si al PP le molestará que sigan cortando niños a cachos porque a ellos también les iba la marcha, ¿no? Si por algún raro prurito el PP quisiera pactar el aborto con el Sr. Zapatero, ¿cuáles serían los términos de un acuerdo duradero?
FM - Es evidente, gordísimo amigo, que la solución nos la da el fútbol con sus sabias enseñanzas: antes de trocear a la criatura, echamos al aire una moneda, y si sale cara -la de don Juan Carlos, para más señas- lo despedazamos; y si sale cruz, lo indultamos, como a los toros.
LE -Siento pródromos epilépticos ante la sublimidad de vuestro ingenio, don Francisco, ¿y qué me dice del Plan Hidrológico Nacional? Fue la primera ley que se cargó el Sr. Zapatero; ¿no le parece a Vuestra Infinitud que podría llegarse a algún pacto en este asunto, como símbolo de reconciliación y gratísima sodomía entre el PP y el PSOE?
FM- Judas a tu lado contando 30 monedas era un modelo de fidelidad... ¿No recuerdas, consumado hipócrita, que hace años que propuse la solución de ese mismo problema? ¿No recuerdas, monstruo de doblez que en lugar de hacerme caso me encerraron aquí? ¿Que fuiste tú quien me denunció? La raíz del problema es la misma que la de la solución. El PSOE no quería que se trasvasara agua, y el PP quería construir los elementos del trasvase. Pues haremos lo uno y lo otro: construímos las tuberías, pero en cada una de ellas hacemos un gran agujero, y todos contentos.
LE - Sibilino arúspice, es tal el placer que experimento al oíros que no siento las piernas; decidme, don Francisco, se habla mucho de un posible pacto educativo. Recuerdo que el PSOE se cargó la ley del PP que quería enseñar idiomas útiles a los niños, y no sólo rebuznos autonómicos. ¿Vd. qué piensa del asunto?
FM- Mira, cacho melón, es algo tan sencillo que hasta a ti se te podría ocurrir. De lo que se trata es de que los del PP se salgan con la suya -enseñar inglés y algo de francés- y los del PSOE consigan que no sirva para nada. La solución perfecta y evidente es que a los niños les enseñes inglés, sí, pero sólo los verbos, y a las niñas francés, pero sólo los sustantivos... ¡A tí nunca se te hubiera ocurrido!
LE- Pues no, la verdad...
FM- Por eso a mí me van a nombrar en breve ministro de la  Zienzia en este gobierno y la oposición me va a ofrecer, al mismo tiempo, ser Jefe de Campaña en Génova. ¡Y a ti no! Que yo atino y tú te pierdes, Luis, te disuelves, te desvaneces...

No quiero alargar esta entrada con más detalles del Pacto de Mirameba, que el PP haría bien en estudiar a fondo y en suscribir. Claro que a lo mejor el PP pierde sin necesidad de ningún pacto. Si se confirma el crecimiento de UPyD, nada impedirá que Caperucita Rosa llegue a un acuerdo con el lobo Ferraz, repartiéndose la cesta y poniendo a la abuelita Genobabas en una residencia.