Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

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jueves, 30 de agosto de 2018

Iglesia de los mejores, iglesia de las mujeres


También en el ámbito eclesiástico los mejores pueden ser mujeres
No es por tocar narices, pero cuando veo la gestión que del tema de la pederastia -algo residual pero real- hace mi Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, me pregunto de verdad por qué se emperran esos sabios (?) varones en impedir que las mujeres sean sacerdotes. Estimo que no lo van a hacer peor que los varones, como ha sucedido en todos los ámbitos en que las mujeres hacen cosas antes reservadas al sexo feo.
Yo lo que sé es que las pocas parroquias que conozco están vivas gracias a señoras que no sólo van a Misa sino que mantienen viva toda la estructura parroquial participando en todo y ayudando a todos. Da la casualidad de que toda mi vida he trabajado con mujeres y para mujeres y he tenido más jefas que jefes, y que mis asesores espirituales y consejeros son personas del bello sexo, mira tú qué cosas, más razonables y mejores amigas que muchos tíos que conozco. No creo que la calidad del alma dependa de tener la próstata más gorda. Siempre he deseado para mi Iglesia y para cualquier organización humana que me interese mínimamente, que la dirijan los mejores. Y los mejores no tienen por qué oler a chotuno, también pueden oler bien. Si os fijáis, entre mujeres y mejores sólo hay una vocal.
Pero no hay peor sordo que el que no quiere oír, quien se cierra las trompas de Eustaquio para no oír las de Falopio, pensando que son las de Jericó...
 
La foto que ilustra estas líneas es la de un Sínodo sobre la Familia en el que participaron toda una serie de varones solteros y de cierta edad. No digo más.

martes, 28 de diciembre de 2010

El machismo que viene

Me da que uno de los legados del demenciato va a consistir en un machismo terrorífico. Me refiero al machismo de la calle, no al discurso feminista oficial. Hoy día los políticos o son inútiles o claramente perjudicales, y sus discursos perfectamente prescindibles, por lo tonto y lo reiterativo; no digamos la multiplicación de organismos y observatorios de Igualdad, Direcciones Generales de la Mujer y demás pesebres oficiales donde los partidos enchufan a sus más fieles borregos con un buen sueldecito y desde el que se financian y promocionan proyectos estrambóticos de colegas y amiguetes. El discurso feminista ha quedado reducido a la expresión de una frustración y viene a subrayar la galopante involución que estamos sufriendo; especialmente en España. Mientras las feminostas del Zetaparo se dedican a fomentar el aborto y a estudiar el género de los autobuses -que no debe ser lo mismo un autobuso que una autobusa y en los tubos de escape el tamaño sí que importa- o edifican monumentos a la gilipollez como lo de lanzar la palabra miembra, las niñas de Madrid cada día llevan más maquillaje encima y le piden a su padre unas tetas nuevas si sacan buenas notas. Sólo la crisis económica ha sido capaz de frenar el explosivo aumento de operaciones estéticas.
Ese el el discurso real, el de la inseguridad, el de quien no se atreve a ser él mismo y prefiere ser otro. Los medios parecen decirle a las niñas que no estudien para convertirse en Rita Levi o en Madame Curie, que procuren ir al gimnasio para labrarse un culiculum en condiciones, que algún día acabarán deslumbrado al mundo en una tertulia televisiva...
No sé si es impresión mía, pero jamás he visto al bello sexo tan atemorizado ante el porvenir, tan poco proclive a la felicidad, tan acomplejado ante los desafíos del hoy y del mañana. Y si nos preguntamos por qué hay tanta inseguridad en las mujeres, podríamos quizá hablar del escaso número de obras feministas en el campo creativo. Por obra feminista me refiero a aquella en la que la protagonista es algo más que un proyecto de geisha, de Srta. Almeja batiendo palmas de entusiasmo ante la idea de encontrarse con Don Percebe. Por ejemplo, El Silencio de los Corderos, obra maestra absoluta de Thomas Harris donde la protagonista -encarnada por la inmensa Jodie Foster en la brillante película de Jonathan Demme- está muy bien perfilada y representa una forma superior de inteligencia. Es dificil no sentir simpatía y entusiasmo por la agente Clarice Starling. Eso es una protagonista y lo demás tonterías.
Otro caso brillante es el de la Hermione de Harry Potter. Hermione es el cerebro del trío que constituye con Ron y Harry. Las pelis de Harry Potter proporcionan a los niños al menos una idea positiva, para variar: que las chicas pueden hacer cosas inteligentes.
En el caso de Lara Croft, la heroína de Tomb Raider, los productores han conseguido fundir varios personajes en uno: una versión femenina de Indiana Jones, con su toque de James Bond y cuerpo de modelo pasado por Silicon Valley (Angelina Jolie).
Pero al lado de esas obras, hay otras que transmiten ideas claramente perjudiciales.
Por ejemplo, hace un mes pude disfrutar de una interesante película,  La Red Social acerca del fundador de Facebook y me llamó la atención la ausencia de personajes femeninos. Bueno, para ser más exactos, las tías que salían en la peli eran algo así como una encarnación de polvera, unos animalitos de placer que esperaban ansiosamente el collar de su próximo dueño.
Esa visión de la mujer reducida al estado de condón, de funda de rabo relinchando de impaciencia mientras espera la llegada del Rey de la Creación, no llamaría la atención en el marco de una peli X, de una producción de Bigas Luna o de cualquier otro pornógrafo al uso para los que una tía no es nada más que lo que le sobra a un par de agujeros, pero me pareció francamente incomprensible en una obra que se supone que nos tiene que mostrar la vida y milagros del fundador de feisbuc. Quizá es que el mundo de la informática es particularmente masculino, todavía más que el de las matemáticas.
La película se ha realizado en los EE.UU. que son una de las patrias del feminismo y donde las mujeres, las bostonianas, votaron por primera vez.
Sales de esa peli con la clara sensación de que estamos pegando saltos atrás a velocidades lumínicas, y de que quizá los directores, guionistas y escritores en general debieran hacer un esfuerzo para no reducir las mujeres a papeles de orden decorativo o ridículo como en los tebeos de Tintín.

viernes, 27 de agosto de 2010

La derrota del ateísmo

El cruel programa ateológico ha fracasado

Sumergirse en Marx
Encabeza este blog una serie de márximas, perdón, de máximas, entre las cuales una muy marxista, me refiero a la de Groucho Marx, el del bigote pintado, que siempre me ha gustado más que el otro Marx, el de la auténtica barbaza.
Hace unos días me sumergí en puro marxismo, en el sentido más literal que puede darse a un bautismo. Marx es uno de los viales de la Universidad Autónoma de Madrid, y allí -o para ser más exactos, en Freud casi esquina con Marx- está la piscina de verano. Es una piscina algo triste, sin árboles, pero la piscina misma es excelente y fresquita.
Quizá esta entrada es consecuencia de aquel chapuzón en honor de quien inspiró una doctrina tan humana como la comunista, con sus cien millones de muertos; digo humana porque si matar es humano, me reconoceréis que el comunismo y el marxismo todo han sido humanísimos... Y sorprende menos que el ex-rector de la UAM y actual ministro de Educación  hiciera doctor honoris causa al Sr. Carrillo. Humano, muy humano...

El callejero de la UAM
Naturalmente la calle de Marx fue aprobada por el Ayuntamiento de Madrid donde manda el Partido Popular, siempre tan coherente en sus manifestaciones, junto a otros nombres de filósofos y científicos, entre los cuales sólo se incluyeron los nombre de tres españoles:  la mejicana Sor Juana Inés de la Cruz y dos antiguos profesores de la Autónoma, el científico Nicolás Cabrera -tío de la ministra- y el jurista Francisco Tomás y Valiente, asesinado por la ETA. Y es que Cajal o Severo Ochoa eran poca cosa, pienso, para la Autónoma, habiendo un Nicolás Cabrera. Y en el campo del derecho, el padre Vitoria o Gumersindo de Azcárate merecían ser olvidados... Podeís ver aquí el mapa del referido callejero.
Como somos así de listos, los genios de la Autónoma no dieron calle a San Agustín o Santo Tomás, ni a Ortega, ni a Marías, ni a Mariana, ni a Unamuno, pero sí a Confucio que ha tenido un papel tan importante en la cultura occidental -sobre todo en la española- y cuya visión de la mujer era tan moderna y esclarecedora: "Tal es la estupidez del carácter de la mujer que en todas las cuestiones le incumbe desconfiar de sí misma y obedecer al marido". San Pablo, al lado de Confucio, era un liberal... Para compensar, mujeres hay otras dos, además de Sor Juana Inés, que son Marie Curie, la descubridora del Radio, y Safo, la inspiradora de toda clase de sabrosas tortillas y ricos bollos. No hay ninguna otra española, aparte de la monja mejicana: Pardo Bazán o Clara Campoamor debían parecer demasiado burguesas.

La fe como consuelo y elemento vertebrador
Volviendo a Marx, me gustaría reflexionar acerca del fracaso espectacular del marxismo en su obsesión por desterrar la religión y la superstición.
No sé cuál será vuestra visión de la religión; la mía  -no me refiero a mi fe y a mis vivencias personales- es la de un fenómeno humano digno del máximo respeto, que da esperanza a la gente, que permite educar a los niños y estructurar la sociedad. Todos los chiquitos del mundo necesitan cariño, besos, abrazos, un par de azotes, y algo de fe sin la cual resulta difícil enfrentarse a una vida dura, breve y que acaba peor que fatal.
Un mundo sin fe es un mundo sin esperanza y allí donde los sicópatas han impuesto el ateísmo oficial, la gente no ha sido más feliz, y la sociedad se ha desvertebrado.
Ya decía en este sentido el muy cleroclasta Voltaire en una epístola famosa "Si Dios no exitiera, habría que inventarlo" y ponía a caldo al autor o autores anónimos de un clásico del ateísmo, Los Tres Impostores, reeditado y refundido por el barón de Holbach, autor de El Cristianismo desvelado. Holbach, como tantos otros hijos de las Luces pensaba ser original y chanchipiruli con su ateísmo para minorías y en el prefacio de su obra, tras expresar su más profundo desprecio por el pueblo ignorante, escribe con ejemplar candidez: (no hace falta traducción): 

Ne sont-ce pas des idées religieuses et surnaturelles qui firent regarder les souverains comme des dieux ? C’est donc la religion qui fit éclore les despotes et les tyrans
Así que según el iluminado Holbach sería la Religión la responsable de la tiranía y la divinización de los reyes. Pues mira tú qué cosas, en el orbe marxista ocurrió exactamente al revés: se rindió culto a los mayores tiranos, monstruos que mataron millones en nombre del ateísmo. Así que le podríamos decir a Holbach, nada científicamente, "Tas colao con el carrito del helao". El error de Holbach es semejante al de los que decían que el Real Madrid era "el equipo del Régimen". Era exactamente al revés: el Régimen se volvió madridista cuando el Madrid empezó a ganar Copas de Europa. Pues ocurre lo mismo con la política y la fe; son los Tiranos los que han utilizado la fe, no al revés.

El corazón de un mundo sin corazón
Karl Marx -cristiano de la Iglesia luterana- reconocía que la religión es el corazón de un mundo sin corazón, aunque él abogaba por suprimirla en un texto famoso de su Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel. Como mis conocimientos de la lengua de Goethe no  me permiten ni pedir un par de huevos fritos con arroz, uso la siguiente traducción de la Dr. Angélica Mendoza -a partir de la versión italiana- publicada por la Editorial Claridad de Buenos Aires.

La miseria religiosa es, al mismo tiempo, la expresión de la miseria real y la protesta contra ella. La religión es el sollozo de la criatura oprimida, es el significado real del mundo sin corazón, así como es el espíritu de una época privada de espíritu. Es el opio del pueblo.
La eliminación de la religión como ilusoria felicidad del pueblo, es la condición para su felicidad real. [...] La crítica de la religión desengaña al hombre, el cual piensa, obra, compone su ser real como hombre despojado de ilusiones, que ha abierto los ojos de la mente; que se mueve en torno de sí mismo y así en tomo de su sol real. La religión es meramente el sol ilusorio que gira alrededor del hombre hasta que éste no gire en torno de sí mismo.
La tarea de la historia, por lo tanto, es establecer la verdad del acá, después que haya sido disipada la verdad del allá. Ante todo, el deber de la filosofía, que está al servicio de la historia, es el de desenmascarar la aniquilación de la persona humana en su aspecto profano, luego de haber sido desenmascarada la forma sagrada de la negación de la persona humana. La crítica del cielo se cambia así en la crítica de la tierra, la crítica de la religión en la crítica del derecho, la crítica de la teología en la crítica de la política.
El texto de Marx es original -aunque se remontara a pensadores del siglo XVIII- e interesante, como todo lo que escribía (en este blog reproduzco su filípica contra Simón Bolívar que extraigo del formidable portal marxists.org). No entiendo por qué hay gente que se sorprende de que personas de formación o simpatías marxistas quieran acabar con los sentimientos religiosos. ¡Pues claro que quieren! ¡Si lo decía su Santo Patrón! ¡Si estaba en el programa! Habría que saber, claro está, en qué sentido empleaba Marx el término eliminar al referirse a la religión.
El fracaso del programa ateológico
El siglo XX vio el alfa y el omega de ese programa ateológico de Marx. Sus seguidores llevaron a la práctica los deseos del maestro -o lo que ellos creyeron ser tal- a base de destruir templos y aniquilar vidas (La foto es de la iglesia de Santa María, en Villena). Hoy el marxismo no es más que un nombre más para una antiquísima y proterva institución: la Tiranía. Marxistas son los sátrapas de China que han implantado el comunismo capitalista, sistema que ignora los derechos del hombre y del trabajador y donde reina el más absoluto desprecio por la vida; marxista es el régimen de Corea del Norte, donde todos los recursos de la nación están al servicio de los caprichos de una dinastía familiar. El socialismo fascista y el socialismo marxista tienen el raro y no sé si envidiable privilegio de constituir los movimientos más homicidas creados por el hombre. No sé si Marx, de volver a nacer, vería complacido u horrorizado la influencia de su obra, que yo no puedo ver más que como semillero de injusticias.
En ese sentido, los marxistas estuvieron a punto de solucionar los problemas del mundo sin corazón, arrancándoselo de cuajo, por medio del exterminio: nadie negará el valor epistemológico del genocidio: ¡muerta la Humanidad desaparecen sus problemas! De haber vivido Stalin unos años más el Imperio Soviético hubiese regresado a un estado primigenio y preterantrópico, 22 millones de kilómetros cuadrados sin un solo habitante, el paraíso de todos los ecologistas: pajaritos haciendo pío pío, castores, osos y tigres siberianos.
La adoración de estatuas y momias, contradicción del marxismo
Marx no quiso aceptar que adorar e idolatrar son condiciones humanas, que si le quitas Dios al hombre buscará dioses en otros hombres, ya sean futbolistas, actrices, modelos de alta costura o tiranos. Todavía hay quien hace cola en Moscú para desfilar ante el momificado fiambre de Lenin y tributar su homenaje ante el asesino de cientos de miles; una pena que no exhiban ya a Stalin, asesino de millones, en su propia pirámide.
En Corea del Norte, todo está al servicio del Ungido, el Querido Líder Kimg Zong Il, hijo del Estimado Líder Kim Il Sung. En Mansudae podéis contemplar el puro producto del marxismo a la salsa coreana. Una estatua gigantesca de Kim Il Sung bañada en oro ante la que se inclinan los coreanos...
Estados ateos que convirtieron en Dioses a hombres cuyo currículum puede resumirse y medirse en miles de metros cúbicos de sangre derramada, en decibelios de alaridos de los torturados...
Como la sangre de los mártires es semilla de cristianos, la reconstrucción de Rusia tras la pesadilla comunista ha ido pareja con el renacimiento de la fe ortodoxa y en toda la Europa mártir la gente abarrota las iglesias que están vacías de jóvenes en España. Y es que no hay nada como una temporada sumergido en el marxismo para volverse cristiano de veras. En cambio, en España el nacionalcatolicismo sólo produjo curas comunistas y obispos etarras.
Sic transit etc.

miércoles, 10 de marzo de 2010

El progresismo abortado


Gracias a un artículo de Luis Antequera me entero de que el Ayuntamiento de Getafe le ha dado un premio a la Clínica Dator, un centro que se lucra matando embriones y fetos, gracias al cual faltan hoy de las calles varios miles y miles de españoles. Más fuerte todavía, se trata de un Premio 8 de Marzo, un premio esencialmente feminista.

Cien millones de niñas asesinadas
Cuando se sabe que gracias al aborto y los infanticidios han sido "eliminadas" CIEN MILLONES DE MUJERES en los últimos años -mirad la portada de The Economist de esta semana- resulta cuanto menos inquietante que los colectivos feministas celebren el aborto como una victoria. El término usado por la revista no puede ser más claro: generocidio. ¿No querían hablar de "políticas de género"? Pues ahí tienen un tema: los abortos selectivos de mujeres en Asia donde se considera que ser mujer es una desgracia, así que te hacen el favor de matarte en la tripa de tu mamá o, si no hay más remedio, esperan a que nazca para echarla a los cerdos.
Los culpables del aborto no son los que viven del negocio de Dator, negocio perfectamente legal, sino los legisladores de cuando la mayoría del PSOE, que legalizaron esa abominación, y los de cuando la mayoría del PP, que no derogaron una ley tan injusta.
Más gordo todavía es el hecho de que además, para darle el premio a la clínica Dator se lo han quitado a la madre de Sandra Palo, que es como una vuelta de tuerca más en el esquema del horror.

La ruptura del progresismo
El tema del aborto es gravísimo. Supuso ni más ni menos que la ruptura de los movimientos de progresos civiles y el final de una cultura progresista. Julián Marías, libre entre los libres, liberal entre los liberales, subrayó que desde que las posturas progresistas hicieron suyo el aborto, él se sentió desvinculado de todo aquello por lo que había luchado y se había esforzado. A mí me sucede lo mismo: no entiendo que se defienda algo tan profundamente injusto y reaccionario como un progreso; es el mayor de los contradioses.
Hubo una época en que todas las personas progresistas iban por la misma dirección: la igualdad legal del hombre y de la mujer; la extensión de la cultura a todos; el final de la discriminación legal de los negros y coloured people en los EE. UU. o Sudáfrica; el reconocimiento y la despenalización de la homosexualidad; la información sexual, en particular en lo que se refiere a métodos anticonceptivos. Se pensaba, con toda la razón, que la información y la libertad eran los dos pechos que amamantaban el progreso, y que iluminaban al mundo...
En algunos de esos combates estuvieron las distintas iglesias cristianas, y en otros no porque su moral se lo prohibía. Pero fueron tiempos de debates de altura, de ilusión colectiva.
El tema del aborto lo aniquiló todo: grupos que se habían caracterizado por defender el derecho del débil ante el fuerte empezaron a defender el mayor abuso que se puede imaginar, algo más reaccionario que la prisión por deudas -encierro tu cuerpo por dinero- más reaccionario que la prostitución -gozo tu cuerpo por dinero- más reaccionario que la esclavitud -dispongo de tu cuerpo y de tu vida como me da la gana, porque pagué por ti-; el aborto supone que un ser humano dispone de un modo absoluto de la vida de otro ser humano. Si quiere lo trocea y si no quiere, no. Y al final del proceso alguien cobra su buen dinero.
Ah, perdón, se me olvidaba, dice doña Bibiana que  las víctimas del aborto no son seres humanos. Sin duda porque son feas.