Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

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martes, 17 de enero de 2017

Nueva escala cinematográfica

El otro día, mi buen amigo Paco Mirameba se estiró y me invitó a un café. Me conmovió esa generosidad inaudita en un hombre cuya virtud ahorrativa le lleva a comerse las gambas enteras y se alimenta de cortezas de queso y pieles huérfanas de salchichón que birla en merenderos y terrazas. Y es que Paco vive en estado de exaltación desde que le han permitido dejar su acolchada residencia habitual de Ciempozuelos. Se está portando bien, ha prometido no sacrificar más ateneístas a la Diosa del Queso, ha dejado de morder las pantorrillas de las señoras y, sobre todo, se está tomando la medicación.
Me decía Paco:
-"Mira Luisito, la mejor forma de dominar una industria, una actividad económica o intelectual, no consiste en hacer bien las cosas sino en decir quién las hace bien y quien no, ¿lo captas? Ocurre con la prensa financiera, o con las revistas de moda, por ejemplo, que controlan y condicionan en parte el mundo de la moda. En el Cine pasa algo parecido. Los críticos de Cine se han inventado mil formas para tratar de lucirse a costa de esa industria. Si te detienes a pensarlo, es algo genial: no aportas nada al invento, no eres actor, ni director, ni guionista, ni productor, eres un cero a la izquierda, un proyecto de nada, lo gris más allá de lo gris, una ventosidad perdida en el horizonte de una atmósfera mediocre, sencillamente te limitas a decir a los borregos habituales que esta peli es buena, que esta es mala, que esta otra es entretenida, que aquella es un rollo babilónico... Y resulta que si te hacen caso, te conviertes en el rey del mambo y consigues que los productores, actores y directores te hagan la pelota".
- "Vale, Madre de Toda Luz, hasta ahí te sigo. ¿Adónde quieres llegar?"
- "No me interrumpas, alma de cántaro, sangre de nabo, espíritu sin nombre, que prosigo: para llamar la atención los críticos se han inventado clasificaciones como las estrellitas. Cinco estrellas para las obras maestras, como La Reina de África, una estrella para los bodrios, ninguna para aquel documental fallido sobre el funambulismo subacuático que sólo podía verse en braille..."
- "OK. Sigue, Pináculo de la Genialidad."
- "Pero yo creo que todas las películas debieran clasificarse claramente con una nueva escala, en función del número de copas necesarias para aguantarlas. Por ejemplo, la citada Reina de África es una obra maestra, no necesita de ninguna copa. En cambio hay películas que sin ser malas no llegan a ser buenas del todo, les falta como un hervor. Piensa por ejemplo en las de James Bond, eh, Moonraker, pongamos por caso... Hace falta valor para aguantar a Roger Moore con un sombrerito de gondolero... En cambio, si previamente te has tomado un buen gintonic o un par de copas de buen vino, te partes de la risa, entras de lleno en el guión". 
-"Vale, Maestro Inconmensurable, métete con la peli que quieras pero respétame Octopussy, con sus chavalas circenses y la música aquella...Tralalalá, tralilaló tralalá..."
- "Pues también agradece un par de copas esa magnífica película. Mejora muchísimo. Llegas a compenetrarte más con el  héroe, comprendes sus sentimientos ante las jóvenes..."
- "Corta, Paco que te veo de venir..."
- "Pues eso, es menester establecer una Escala razonable de la cantidad de alcohol necesaria para mejorar una película. Decíamos que con una copa puedes volver a ver una buena película que ha envejecido porque nosotros somos más viejos. Por La fiera de mi niña los años no han pasado en vano, pero con una copita bien cargada, te reencuentras con el placer de la primera vez que la viste.
Para aguantar las seudo cómicas españolas, con cuatro copas es más que suficiente. Por malo que sea un chiste, ¡te ríes! Con seis puedes tragarte una de esas de Chabrol en que hay gente que habla en primer plano y luego más gente que habla en primer plano. Con siete copas pierdes el sentido y puedes aguantar el final de Interestelar, Contacto o 2001: una odisea del espacio, que te habrás fijado que las de Ciencia Ficción suelen fastidiarse al final..."
- "Me parece una idea dignísima de ser tenida en cuenta, Raíz de Todo Conocimiento. Si te parece llamamos a tu idea Escala Mirameba. Estoy seguro de que tiene un gran futuro por delante..."

jueves, 10 de noviembre de 2016

Un blog sobre cine: entrevista a José Luis Panero

En la entrada anterior, Blogs, blogueros y bloguismo, hablábamos de los blogs, de si han muerto o si todavía tienen vida por delante. Y dábamos ejemplos de blogs especializados con un amplio abanico de lectores. Tal es el caso del blog Palomitas de maíz que sobre cine mantiene el periodista, crítico y actor José Luis Panero en Cope.es y que recibe miles de visitas mensuales.

LEB -Tengo la impresión de que los blogs han muerto, que hay miles de millones de blogs y nadie los lee, o muy poca gente. ¿Comparte esa impresión o piensa Vd. que todavía tienen los blogs mucha vida por delante?

José Luis Panero
JLP -Si los blogs han muerto... ¡Soy el superviviente! Soy el Tom Hanks de El náufrago o el Leonardo DiCaprio de Renacido... No, los blogs no han muerto. Usted tiene esa impresión porque la sociedad tiende a minimizarlo todo, a reducirlo a la mínima esencia, a quitarle importancia, quiero decir. Es cierto que hay mucho de todo pero sin alma ni esencia. Pero eso no ha sucedido, al menos con el cine, donde todavía existe la calidad. Al verdadero aficionado al cine le gusta ir al cine, le gusta leer sobre cine, le gusta opinar sobre cine. ¿Y qué mejor entretenimiento que leer de cine en un blog donde a menudo escriben especialistas y en un espacio no excesivamente amplio?
Por otra parte un blog ofrece siempre la ventaja de la brevedad. En un mundo acelerado todos agradecemos textos más concisos. Así que creo que los blogs no son el pasado, son el futuro, tienen mucho más de futuro que de presente, son una plataforma única para dar a conocer la idea. No me gusta que los den por amortizados.

-Escribir sobre Cine en España es una tradición intelectual cultivada por las más importantes figuras de nuestro pensamiento, como Ortega y Gasset y Julián Marías. ¿Sigue el público leyendo artículos que no sólo críticas de cine?
-Claro que se sigue haciendo, pero mucho menos. Aunque la sociedad actual con su sobreabundancia informativa no deje mucho tiempo libre para leer artículos de fondo, lo cierto es que las críticas y los artículos sobre cine ofrecen una lectura mucho más atractiva y refrescante.

-Las películas a veces envejecen y en cambio los artículos sobre esas mismas películas mantienen su actualidad. Vd., entre otras cosas, hace críticas, ¿dice qué películas recomienda y cuáles no o prefiere limitarse a recomendar las que le gustan y no hablar de las demás?
-En mis críticas de cine entra todo. Me gusta ser claro y no tener pelos en la lengua. Si algo no me gusta lo digo y que se conozca, y si algo me gusta lo digo para que se conozca también. Es decir que recomiendo conocer tanto una cosa como otra. Si no, ¿dónde quedaría la objetividad?

-Vd. no hace sólo críticas de películas, también se ha pasado media vida escribiendo sobre el cine en sus distintas facetas. ¿Qué libro le gustaría escribir sobre Cine?
-Efectivamente, no sólo hago críticas de películas, intento recordar qué ocurre en el ambiente social del momento. Y he ahí lo que diferencia mi blog de otros que sólo se limitan a diseccionar películas. Y en cuanto a escribir libros, ¡uff! ¡No sería uno sólo! Me gustaría hablar de los besos y las bofetadas en el cine. De lo que son y de lo que significan, y no de modo literal. Si se da cuenta, de eso va siempre el cine, de amores y desamores. También me gustaría encontrar un híbrido entre los estupendos monográficos de cine que editaba Garci, ya sabe, en la revista Nikel Odeon y los espléndidos trabajos de otra gran revista, Dirigido Por. Aún hay mucho, muchísimo que decir… No proliferarían tantas publicaciones de cine, muy distintas en su forma y fondo, si no ofrecieran algo nuevo o renovado. Desde luego lo que yo propongo no lo he visto nunca.

-¿Cree Vd. que el Cine tiene más futuro que pasado?
Como empresa, el Cine está reduciendo costes a marchas agigantadas. No porque no haya dinero, sino porque desde la Revolución Industrial buscamos la máxima disponibilidad y simplificación de cualquier producto. Vivimos tan acelerados que apenas soportamos la cola en la taquilla, preferimos comprar entradas por teléfono, un cajero automático o directamente por internet, que además las proporciona rebajadas. Tenga en cuenta también que el Cine apenas ha empezado, ¡si nació en 1895! Otra cosa es su viabilidad futura, tal y como lo conocemos, puesto que ahora se facilita su encuentro con el gran público en casa, bien sea a través de las plataformas de pago recientes, bien sea gracias a los más modernos diseños de Home Cinema. Pero nada de ello va a suplir la espectacularidad del cine clásico o del cine que se expresa exclusivamente con efectos especiales, con las nuevas y carísimas cámaras en 3D que ofrecen nuevos puntos de vista al espectador al poder colocar la cámara en cualquier lugar. Un visionario como George Lucas advirtió todas esas posibilidades nuevas para su Star Wars, que está viviendo más allá de la clásica trilogía… Y no es lo mismo ver cualquiera de esas películas en el Home Cinema de casa que en el cine. Otra cosa es examinar al Cine por su aspecto social. A menudo, cuando salimos al cine no quedamos sólo en ver la película, tenemos otros planes...

Panero en
"Prohibido suicidarse en primavera"
-Sí, muchos amores han empezado con un café y un cine… ¿Y qué piensa Vd. del Cine español? ¿Sobrevivirá a la politización?
¡Tengo una historia de amor y odio con el cine español! Por un lado me parece que hay muy buenas películas, y no sólo firmadas por los grandes directores españoles que todos conocemos y reconocemos. Otra cosa es lo españolas que puedan llegar a ser algunas, como Los otros, con más presencia de personal extranjero, que a lo mejor es más eficaz que el equipo español. Pero eso ya no hay quien lo cambie. No digamos ya con las coproducciones internacionales en que cada país participante puede decir que la película es suya, de algún modo…
Por otro lado están las películas cutres patrias que dan dinero, como la saga torrentera y otras paridas sobre treinteañeros en presunta crisis  que parten de unas premisas rocambolescas. Ese tipo de cine de estereotipos, si nos fijamos en las taquillas, está triunfando, pero a mi juicio no nos aporta nada a quienes buscamos cine con un poquito más de nivel. De ahí que se oiga tanto eso de “si es cine español no lo veo”. No es justo. Particularmente me gusta mucho el cine de Gracia Querejeta.
En cuanto a la politización... Podría extenderme mucho al respecto pero permítame ser optimista: el Cine español ha demostrado una gran capacidad de supervivencia y adaptación. A quien le han cerrado las puertas aquí, se las han abierto fuera.

Panero en "El sermón de la montaña"
Vd. ha cosechado el premio nacional de teatro UNIR al mejor protagonista por su encarnación de don Dionisio en Tres Sombreros de Copa. A su juicio, ¿hay buenos actores en España?
-Claro que los hay, pero tanto en el cine como en la televisión están infravalorados, porque no sacan lo mejor de ellos. Cuando hay madera, al buen actor se le valora sobre el escenario de un teatro. La mayoría ha estudiado en escuelas de prestigio. Otra cosa es que los hayan encasillado, que es otro problema para el cine. Y es que a menudo siempre se ve a los mismos actores reciclados en series de televisión, que dan mucho dinero, pero no se les ve en los teatros. Los grandes intérpretes combinan el cine con el teatro y la tele, siempre que haya hueco para todos. Para mí, el referente es Luis Merlo. Cuando le vi actuar en 1992 haciendo Tres Sombreros de Copa supe que algún día quería hacer esa obra de teatro. Hace pocas semanas se lo hice saber cuando le entrevisté por su trabajo teatral en El test. Desde luego, mi primer encuentro con él ha merecido mucho la pena. Tanto por la espera como por su calidad humana.

-Qué festival le gusta más y por qué.
Aunque suenen a redicho, el de San Sebastián y el de Málaga. Digamos que son los que más difusión tienen, donde acude lo más granado y donde se van adivinando las tendencias que se suelen materializar en los Premios Goya. Ahora que coincido con lo que me dijo el director argentino Marcelo Piñeyro, una de las veces que le entrevisté: “el peor lugar para ver cine es un festival”. ¡Hasta 7 películas al día! No hay mente que lo soporte.

-Otro día le pregunto qué directores y películas prefiere, cuando su blog cumpla diez años, por ejemplo.
-Es que daría para cien entrevistas…¡Le tomo la palabra!

domingo, 24 de abril de 2016

Quiero héroes sin dinero

Entiendo que para el 99,99% del personal, el Dinero es el único Dios verdadero, pero la verdad es que la pastofilia me aburre, ¡es tan previsible! Y en obras literarias o en el Cine, la omnipotencia del valor positivo del parné resulta insufrible.
Por ejemplo, la justamente alabada peli Intocable está muy bien, pero en el fondo es un canto a la pasta. El tetrapléjico se limita a hacer magia con el dinero, a seducir  y amaestrar con pasta a su cuidador, una nueva versión de Pigmalión... Como el cuento de Navidad de Dickens. en que Scrooge, cuando "se vuelve bueno" se dedica a comprar a todo el mundo a base de regalos y la gente ríe y baila porque el inmundo avaro ahora suelta parné.
Ejemplo de lo que digo es también el del chiflado que interpreta Jack Nicholson en Mejor Imposible. Otro tío que hace magia con el dinero. Es una sabandija, un ser egoísta, malvado, monstruoso, pero como es un escritor con mucho éxito y le sobra la pasta, ayuda al hijo de la camarera, comprando a la madre por medio de la salud de su hijo y adquiriendo tiempo para disfrutarla... En el fondo es un guión asqueroso. 
Me gustan más los personajes que hacen magia sin tener un clavel, los héroes desinteresados como el Bruce Willis de La Jungla de Cristal, que extermina él solo a varias generaciones de criminales con un palillo de dientes; puestos a soñar, ¿por qué conceder siempre el protagonismo al dinero? Lo más simpático de Los tres mosqueteros es que entre los cuatro no tienen un real y sin embargo se corren grandes aventuras..

sábado, 15 de marzo de 2014

Contra los directores de escena

Voy a crear la ASOCIACION CULTURAL PRO EXTERMINIO DEL VANDALISMO DEL DIRECTOR DE ESCENA ENLOQUECIDO (ACPEVDEE)
No puedo sentarme de lo mucho que se me hinchan las narices con tanto director de escena enloquecido, con tanto julandrón metafísico que esnifa polvo de ego puro.
No aguanto que se tomen libertades intolerables con la música y los libretos. Actualizar me parece bien, no es indispensable usar la misma escenografía siglo tras siglo como hacían los comunistas en el Bolchoi, que como habían fusilado a todos los creadores pues seguían representando el Lago de los Cisnes con la coreografía de Marius Petipa. Y puedo entender que modernices quince o veinte términos e incluso un giro de una obra antigua si ya nadie entiende el chiste o la expresión.
Pero un montaje tiene que estar muy cerca de lo que los autores quisieron en su día. Puedes cambiar de sitio el David de Miguel Ángel, pensándotelo mucho. Llevarlo de la plaza de la Señoría a un museo. Lo que no puedes hacer es pintarlo de rosa con el pretexto de que sea más realista, ni "mejorar" la obra de Goya poniéndole bigote y gorra de roquera a la Condesa de Chinchón.
Los directores de escena se entregan a un nuevo tipo de vandalismo que hay que corregir, con una guillotina implacable. No hay ninguna diferencia entre los vándalos de la escena y aquel Papa que ordenó poner hojas de parra a las almejas y percebes del Juicio Final de Miguel Ángel. Es el mismo desprecio por la obra original, por el autor, por su creación.

sábado, 21 de septiembre de 2013

El gran coñazo español

España es un coñazo progre y las comedias se nos dan fatal.

Pasan los años pero el cine español sigue sin cambiar. La secta subvencionada. Ayer vi con curiosidad "La gran familia española" una pretendida comedia de situación.
En el primer minuto de diálogos ves al chico retrasado mental preguntarle a su hermano "¿te estás masturbando?" ni siquiera usa uno de los innumerables vocablos para referirse al amor por uno mismo como el "echamos unas pajillas" de Torrente, que es más natural. Treinta segundos después aparece la pequeña de la familia que se supone que tiene diez años diciendo "creo que soy lesbiana".
Los diálogos parecen sacados de revistas de sicología, basura del tipo: "no me gusta el rol que me asignas, debes profundizar en los auténticos deseos de tu yo profundo". Una escena "cómica" consiste en que en un momento dado un chico reza el padre nuestro y su hermano le pregunta "¿te sabes el padre nuestro?" y el otro que no, que se lo ha bajado por la app del teléfono, lo cual resulta especialmente llamativo dado que se supone que estudiaron en colegios de curas. La pareja que se va a casar, un yogurcito y una maciza querían llegar vírgenes al matrimonio, lo confiesan a su familia que naturalmente se desencaja de la risa. El único periódico que ves es El País -¡como no!-
Naturalmente el chico que quería llegar virgen al matrimonio acaba sin casarse pero calzándose a las dos hermanas de las que se había enamorado, todo muy normal.
Se han debido gastar una pasta en la película porque está bien producida. Lo malo es que no te crees nada, no entras dentro. Lo único que sí funciona es el final, una tragedia, porque las tragedias sí que se nos dan bien, y al final te revelan el gran secreto familiar oooh, aaah. Es la parte más humana aunque no especialmente creíble.
Lo que sí se puede agradecer a los productores es que han limitado la sesión de adoctrinamiento progre, no nos han impuesto la típica pareja gay que ha decidido donar su esperma a una pareja de lesbianas para luego repartirse la producción de hijos, el rubio pa nosotros el moreno pa vosotras que sería lo más normalito en una producción española. Eso nos lo han ahorrado.
Los actores no me los creo pero son eficaces. El más viejo es más natural. Los más jóvenes son flor de gimnasio, y claro, no puedes pretender que quien se tira tres horas al día mirándose el ombligo además tenga una buena elocución y se le entienda cuando hable.
Bueno, dado que el público español se ha alimentado a base de Aidas y Serranos, Wiomings, Clubs de la Comedia, Horas Chanantes y Buenafuentes, no es necesario decir que había gente en el cine que se reía. No muchos. La vulgaridad de Torrente es más eficaz.

martes, 28 de diciembre de 2010

El machismo que viene

Me da que uno de los legados del demenciato va a consistir en un machismo terrorífico. Me refiero al machismo de la calle, no al discurso feminista oficial. Hoy día los políticos o son inútiles o claramente perjudicales, y sus discursos perfectamente prescindibles, por lo tonto y lo reiterativo; no digamos la multiplicación de organismos y observatorios de Igualdad, Direcciones Generales de la Mujer y demás pesebres oficiales donde los partidos enchufan a sus más fieles borregos con un buen sueldecito y desde el que se financian y promocionan proyectos estrambóticos de colegas y amiguetes. El discurso feminista ha quedado reducido a la expresión de una frustración y viene a subrayar la galopante involución que estamos sufriendo; especialmente en España. Mientras las feminostas del Zetaparo se dedican a fomentar el aborto y a estudiar el género de los autobuses -que no debe ser lo mismo un autobuso que una autobusa y en los tubos de escape el tamaño sí que importa- o edifican monumentos a la gilipollez como lo de lanzar la palabra miembra, las niñas de Madrid cada día llevan más maquillaje encima y le piden a su padre unas tetas nuevas si sacan buenas notas. Sólo la crisis económica ha sido capaz de frenar el explosivo aumento de operaciones estéticas.
Ese el el discurso real, el de la inseguridad, el de quien no se atreve a ser él mismo y prefiere ser otro. Los medios parecen decirle a las niñas que no estudien para convertirse en Rita Levi o en Madame Curie, que procuren ir al gimnasio para labrarse un culiculum en condiciones, que algún día acabarán deslumbrado al mundo en una tertulia televisiva...
No sé si es impresión mía, pero jamás he visto al bello sexo tan atemorizado ante el porvenir, tan poco proclive a la felicidad, tan acomplejado ante los desafíos del hoy y del mañana. Y si nos preguntamos por qué hay tanta inseguridad en las mujeres, podríamos quizá hablar del escaso número de obras feministas en el campo creativo. Por obra feminista me refiero a aquella en la que la protagonista es algo más que un proyecto de geisha, de Srta. Almeja batiendo palmas de entusiasmo ante la idea de encontrarse con Don Percebe. Por ejemplo, El Silencio de los Corderos, obra maestra absoluta de Thomas Harris donde la protagonista -encarnada por la inmensa Jodie Foster en la brillante película de Jonathan Demme- está muy bien perfilada y representa una forma superior de inteligencia. Es dificil no sentir simpatía y entusiasmo por la agente Clarice Starling. Eso es una protagonista y lo demás tonterías.
Otro caso brillante es el de la Hermione de Harry Potter. Hermione es el cerebro del trío que constituye con Ron y Harry. Las pelis de Harry Potter proporcionan a los niños al menos una idea positiva, para variar: que las chicas pueden hacer cosas inteligentes.
En el caso de Lara Croft, la heroína de Tomb Raider, los productores han conseguido fundir varios personajes en uno: una versión femenina de Indiana Jones, con su toque de James Bond y cuerpo de modelo pasado por Silicon Valley (Angelina Jolie).
Pero al lado de esas obras, hay otras que transmiten ideas claramente perjudiciales.
Por ejemplo, hace un mes pude disfrutar de una interesante película,  La Red Social acerca del fundador de Facebook y me llamó la atención la ausencia de personajes femeninos. Bueno, para ser más exactos, las tías que salían en la peli eran algo así como una encarnación de polvera, unos animalitos de placer que esperaban ansiosamente el collar de su próximo dueño.
Esa visión de la mujer reducida al estado de condón, de funda de rabo relinchando de impaciencia mientras espera la llegada del Rey de la Creación, no llamaría la atención en el marco de una peli X, de una producción de Bigas Luna o de cualquier otro pornógrafo al uso para los que una tía no es nada más que lo que le sobra a un par de agujeros, pero me pareció francamente incomprensible en una obra que se supone que nos tiene que mostrar la vida y milagros del fundador de feisbuc. Quizá es que el mundo de la informática es particularmente masculino, todavía más que el de las matemáticas.
La película se ha realizado en los EE.UU. que son una de las patrias del feminismo y donde las mujeres, las bostonianas, votaron por primera vez.
Sales de esa peli con la clara sensación de que estamos pegando saltos atrás a velocidades lumínicas, y de que quizá los directores, guionistas y escritores en general debieran hacer un esfuerzo para no reducir las mujeres a papeles de orden decorativo o ridículo como en los tebeos de Tintín.