Vuelvo a ocuparme de mi blog

De paso recupero artículos míos en los desaparecidos portales suite101.net y asturiasliberal.org o artículos borrados de la versión electrónica de abc, preservados por archive.org o por la memoria caché de google.

LA CITA DEL MES: Cyrano de Bergerac

"Mais on ne se bat pas dans l'espoir du succès ! Non, non ! C'est bien plus beau lorsque c'est inutile ! "

lunes, 5 de octubre de 2020

Un silencio atronador

Quino
La nación fantasma

Ocurre con frecuencia que observamos la existencia de naciones vivas con gobiernos fantasma; en España sucede lo contrario, tenemos un gobierno hiperactivo ante el que no existe una respuesta, una alternativa o siquiera una educada protesta. Ante la más grave amputación de nuestras libertades, ante unos pastores enloquecidos y ensoberbecidos, se ha impuesto el silencio de los corderos, que es el más ruidoso de los silencios, el silencio de una sociedad amedrentada o indiferente, de unos medios cómplices, de unas instituciones caducas... Ya no somos los actores de nuestra propia vida política, nos han dejado fuera de la función, no contamos, ni siquiera como público del gallinero... Nuestro silencio es el eco mudo de la muerte de las instituciones que pueden y deben amparar nuestras libertades: ¿dónde está el Rey? ¿Qué hacen los tribunales? Podemos añadir, ¿qué alternativa ha articulado la oposición a lo que nos gobierna? ¿Cómo es que los medios no destacan la ilegalidad bajo la que vivimos? España es una gran nación, una sociedad viva, pero una comunidad política muerta.

Medidas ilegales
Jairo Vargas (Público)

Cualquiera que, no digo que sepa derecho, sino que sepa leer, y entienda que existe una jerarquía normativa, puede comprobar por sí mismo repasando los artículos 19 y 55 de la Constitución la total ilegalidad de las medidas que se acaban de adoptar limitando el derecho de millones de madrileños a la libre circulación por el conjunto del territorio nacional. Algo que se suma a la ilegalidad del confinamiento general de marzo-junio que exigía la declaración del estado de excepción, y no el de alarma.


Ana García (Voz de Galicia)

 La humillación de las fuerzas del orden

 Esas medidas ilegales se traducen en coerción policial, aplicando un inicuo régimen de sanciones. Y siento una pena inmensa por los miembros de las fuerzas de seguridad, por los policías y guardias civiles a los que se obliga a aplicar normas ilegales. Cuando has dedicado toda tu vida a hacer cumplir la ley, a ponerte a la orden de los jueces, la mayor humillación que pueden hacerte es convertirte en agente de la opresión. Hoy nos multan, contra todo derecho; ¿qué harán mañana nuestros policías y guardias civiles cuando les ordenen disparar contra el pueblo, contra su propia gente? Porque la tiranía tiene muchos grados, y empieza cuando los gobiernos se saltan las leyes que han jurado cumplir; hoy nos atemorizan con multas, mañana, quizá, será a balazo limpio o a golpe de morteros. Vamos de cabeza a un régimen antidemocrático. Y al contrario de aquel personaje de George Lucas, podremos afirmar "así muere la libertad, con un atronador silencio".

viernes, 22 de mayo de 2020

Mi memoria histórica

Cada generación tiene su ración de desastres y horrores. Mi generación no vivió las Guerras Mundiales ni la Guerra Civil que traumatizaron a mis padres y abuelos. En cambio, le tocó vivir dos grandes desastres, el de la droga que arrasó tantos barrios y el terrorismo. Los niños de ahora no saben lo que era aquella España sin taquillas en las estaciones, con el conteo de atentados. Había varias bandas terroristas, el Grapo que destruyó California 47, donde yo iba a comer tortitas calientes y helados, y sobre todo estaba la ETA.
La ETA no hubiera sido más que una mancha de sangre en nuestra historia si no fuera por la estructura civil de aquellos desalmados que contaban en su Mordor natal con el apoyo de miles de orcos sanguinarios. Tenían su sindicato, sus curas, sus obispos, su periodico, Egin, y su partido, Herri Batasuna, hoy llamado Bildu.
Para mí Bildu es la ETA, son los amigos de ETA, los cómplices de ETA, los propios etarras reconvertidos, los que homenajean a los etarras. Cualquiera que se acerque con la mano tendida a esos asesinos, para mí, ha muerto. A mí me caía bien el obispo Munilla pero después de sus loas a la basura Setién, el obispo de ETA, Munilla ha muerto. Como han muerto todos los que siguen defendiendo a este gobierno.
Sabía que la Gran Sabandija había alcanzado otros acuerdos con la ETA. Que había firmado su primera victoria contra Rajoy -nada menos que la conquista del poder- con ayuda del escaño etarra. Que había firmado acuerdos de gobierno con ETA en Mordor y en Navarra.
Anteayer nos enteramos de un acuerdo tripartito ETA-PSOE-Podemos para reformar la reforma laboral a cambio de facilitar quince días más de estado de alarma. ¡Nuestro cautiverio colectivo ha contado con la ayuda de la ETA!

Yo no me olvido. Y para mí, todos los votantes socialistas que no renieguen de su partido y todos sus amigos en los medios, han muerto. No quiero saber nada de ellos. Que se vayan de mi vida. Yo, esta mañana, quiero recordar a los niños asesinados y heridos por la ETA, unos de tantos, los de Vic. Y quiero poner la foto de la rata inmunda que preside Bildu, el etarra Arnaldo Otegui, sujetando en sus manos empapadas de sangre el pacto firmado con el PSOE y Podemos.
Supongo que a la nueva generación, a los que no han vivido los años de plomo, estas palabras mias les parecerán incomprensibles porque la única verdad de esta vida es que los muertos se callan y sus asesinos pueden hablar.

lunes, 30 de diciembre de 2019

Españoles sin España, una esperanza

Fuente: ABC, artículo enlazado.

La identidad española sobrevivirá a la destrucción del Estado español.

Un artículo de ABC de hace cuatro años se hacía eco del hallazgo de una moneda de dos mil años de antigüedad, acuñada en Segovia, que llevaba las mismas siete letras de la vieja ciudad castellana. Y es que las cosas más arcanas a veces permanecen, en el duro metal de las monedas o en el durísimo acero de la memoria colectiva y heredada, superando el tráfago de los siglos... Tengo infinita simpatía por griegos, judíos y armenios que han demostrado a lo largo de dos milenios que las identidades podían sobrevivir a pesar de la destrucción de los Estados o de la persecución religiosa. La creación del Estado griego, en el siglo XIX, la independencia de la República de Armenia en 1991 o la creación del Estado de Israel en 1948,  tras los sendos genocidios experimentados por armenios y judíos, demuestran que la voluntad de permanencia supera con creces cualquier adversario cuando existe una base cultural o religiosa sólida. Y es que, como publiqué en alguna ocasión, el patriotismo es una historia de amor, y el amor permanece a pesar de todos esos odios que acompañan al nacionalismo.

La destrucción programada de España -me refiero al Estado español- con la anuencia y el aplauso de la España oficial y la complicidad de las autoridades políticas y judiciales europeas, no sé si se completará en esta legislatura o en las siguientes. Pero tengo fe y esperanza en los españoles, en la lengua española y en la identidad española que persistirá a pesar de que el Estado español es harto probable que acabe destruido por unos insensatos. Si el Estado español probablemente desaparezca en breve, España como realidad, sobrevivirá a todas las fantasías separatistas, a toda la locura de nuestras izquierdas, y a todas las divisiones de nuestras derechas.

Mi propio apellido tiene mil años y es muy anterior a la España unida de los Reyes Católicos, es de origen provenzal languedociano como demostró en un ya clásico artículo Aebischer, y surgió en el sur de Francia -quizá por la zona de Domezain- sin duda para denominar a lugareños que provenían de la península y cuyos descendientes regresaron a España como vasallos de los vizcondes de Bearn y de los reyes de Aragón...

Fuente: artículo a pie de página
He sentido una honda emoción, esta mañana, al leer un viejo artículo del Faro de Vigo que hablaba de unas monedas que yo desconocía, acuñadas en Sicilia durante el II siglo antes de Cristo, con la leyenda HISPANORUM. Fueron acuñadas por los descendientes de mercenarios hispanos que quisieron recordar su origen, en la lejana Sicilia. Gente oriunda de la Península mucho antes de que existiera nada parecido a un Estado español, quiso recordar su origen, su patria chica en un mundo en que no existían naciones sino ciudades e imperios.

Quizá este año que viene presida el Alcibíades socialista la destrucción del Estado español como lo conocíamos, o se inicie un nuevo proceso constitucional que acabe con la locura separatista respaldada por el desastroso modelo territorial. No lo sé. No soy optimista al respecto, porque el haber entregado la educación a los separatistas ha consistido en regalarles nuestro futuro. Pero nuestra lengua, tan perseguida en la España peninsular y en Baleares, sobrevivirá probablemente en las Américas, y nuestra identidad permanecerá. Millones de españoles con pasaporte extranjero se tomarán las uvas con otros relojes que no serán el de la Puerta del Sol, millones de extranjeros de origen español imitarán a aquellos magníficos republicanos que durante su largo exilio celebraban la Navidad añorando su patria natal, algo que plasmó Carlos Semprún en el título de su novela, L’An prochain à Madrid (1975), “El año que viene en Madrid”.

Os pongo un enlace (aquí) con la página donde podéis descargaros un fascinante artículo de Luis Amela Valverde sobre esas monedas sicilianas, por si fuera de vuestro interés.

jueves, 30 de agosto de 2018

Iglesia de los mejores, iglesia de las mujeres


También en el ámbito eclesiástico los mejores pueden ser mujeres
No es por tocar narices, pero cuando veo la gestión que del tema de la pederastia -algo residual pero real- hace mi Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, me pregunto de verdad por qué se emperran esos sabios (?) varones en impedir que las mujeres sean sacerdotes. Estimo que no lo van a hacer peor que los varones, como ha sucedido en todos los ámbitos en que las mujeres hacen cosas antes reservadas al sexo feo.
Yo lo que sé es que las pocas parroquias que conozco están vivas gracias a señoras que no sólo van a Misa sino que mantienen viva toda la estructura parroquial participando en todo y ayudando a todos. Da la casualidad de que toda mi vida he trabajado con mujeres y para mujeres y he tenido más jefas que jefes, y que mis asesores espirituales y consejeros son personas del bello sexo, mira tú qué cosas, más razonables y mejores amigas que muchos tíos que conozco. No creo que la calidad del alma dependa de tener la próstata más gorda. Siempre he deseado para mi Iglesia y para cualquier organización humana que me interese mínimamente, que la dirijan los mejores. Y los mejores no tienen por qué oler a chotuno, también pueden oler bien. Si os fijáis, entre mujeres y mejores sólo hay una vocal.
Pero no hay peor sordo que el que no quiere oír, quien se cierra las trompas de Eustaquio para no oír las de Falopio, pensando que son las de Jericó...
 
La foto que ilustra estas líneas es la de un Sínodo sobre la Familia en el que participaron toda una serie de varones solteros y de cierta edad. No digo más.

domingo, 25 de febrero de 2018

Vuelta a casa


Tarde en la Biblioteca Nacional, recabando textos que usaré para mis propios trabajos. Escritos que se insertarán en mis escritos, citándolos, eso sí, que una cita no es un saqueo sino un homenaje y un reconocimiento. Nuestras obras son humildes ladrillos que se insertan en la gigantesca pirámide que empezó hace miles de años en un lugar de Mesopotamia… Pones un ladrillo que se apoya sobre otros y algún día alguien usará tu ladrillo para poner encima el suyo.
Hacía tiempo que no iba a la querida BN. Todos son amabilidad y sonrisa, las camareras, las guardias de seguridad, el personal de la Biblioteca del que faltan muchos que conocí, que se han jubilado; ahora son otros los que sirven los libros. Me hacen sentir en casa. Me da igual tener que pasar, por milésima vez el control de seguridad, el escáner, siempre el mismo rollo, supongo que necesario. Ya no es una obligación molesta, es un rito de paso, una estación del más gozoso de los viacrucis. Porque sin duda Dios estará en cada sonrisa, en cada hoja que cae de un árbol, en cada estrella del Cielo, en cada átomo del Universo; pero Dios está sobre todo en las Bibliotecas. Aunque viviera mil años y leyera un libro al día, no llegaría a leer ni una fracción de los libros que tienen aquí guardados... La Biblioteca representa el verdadero Cosmos, todo lo bueno, todo lo malo, todo lo que los hombres han escrito, versos penosos y versos admirables, toda clase de textos sagrados o perversos, las primeras ediciones de Mein Kampf, las obras de Sade, las cartas de amor de Marie Curie, los Elementos de Euclides, las obras de Salgari y las de Proust, manuales, diccionarios, guías técnicas, clásicos de ayer y hoy… ¡Todo! Y es una totalidad abierta. Todos los días llegan nuevos libros, las últimas novedades por vía del Depósito Legal, y ejemplares donados o comprados… Una Biblioteca en un país libre donde no existe la censura también representa la Libertad. Nadie es tan libre como un lector en una Biblioteca, decidiendo de todos los libros del catálogo cuál va a leer hoy… El santo de Asís se emocionaba ante la Creación, hermano sol, hermana luna, hermano lobo, hermana agua, hermana muerte, yo me emociono ante la Biblioteca, donde aguardan todas las creaciones posibles a que alguien las lea...
Hoy he estrenado un libro que ha esperado setenta años a que alguien lo leyera. Estaba intonso. Un libro de 1938. Setenta años o quizá menos –quizá es el fruto de una reciente donación- esperando en un anaquel a que alguien lo pidiera. Lo llevé al control para que allí despegaran las hojas. Mis dedos han recorrido esas páginas vírgenes. Olía todavía a tinta, no diré que fresca, y al polvillo que generan los minúsculos parásitos que barrenaron algunas hojas…
Si no me falla la memoria entré por primera vez en mi casa allá por el año 1995. Todavía me acuerdo del número de carné de aquel entonces... Hoy vi un montón de amigos y conocidos leyendo, concentrados en sus trabajos. Me gustaría tomarme un café con todos y cada uno, preguntarles qué hacen, qué escriben, qué preparan, pero no quiero molestarlos. Están tan maravillosamente concentrados en sus labores... Con otros te topas en el pasillo o son ellos los que te saludan, pero no les dices nada, ¡van a leer! ¡Les esperan sus libros!
No sé qué están estudiando o leyendo, pero la única cosa que puedes hacer por un estudioso es ¡dejarlo en paz!
¡Asombraros! En el tercer milenio todavía hay gente que lee, todavía hay gente que goza de ese milagro que permite que un autor que ya no existe si no es en la Gloria, se comunique con nosotros. Quevedo lo dijo mejor que nadie: Retirado en la paz de estos desiertos, con pocos pero doctos libros juntos, vivo en conversación con los difuntos, oyendo con los ojos a los muertos.

Patriotismo: una historia de amor

El patriotismo es al nacionalismo lo que un koala a una hiena: ambos son mamíferos y tienen cuatro patas, pero ahí se acaba el parecido, o como sentenciaba el admirable Romain Gary, Le patriotisme c’est l’amour des uns, le nationalisme c’est la haine des autres. El nacionalismo es un monstruo conocido, al que los juristas, ensayistas e historiadores han dedicado ríos de tinta y por el que los nacionalistas han derramado océanos de sangre. Hablemos pues del patriotismo, que es algo bien distinto, puesto que consiste en una auténtica historia de amor.
El Diccionario de la Real Academia Española sólo ofrece dos acepciones de patriotismo, ambas congruentes, escuetas y muy interesantes si afilamos el lápiz. La primera es “Amor a la patria”. La segunda es “Sentimiento y conducta propios del patriota”. Así que el patriotismo es una historia de amor, y el amor exige una conducta porque obras son amores y no buenas razones.

El patriotismo es amor, decimos. ¡Pero hay muchos tipos de amor! Hay amores obsesivos, propios del que para amar necesita cargar al amado de cadenas. Ese sería el patriotismo de los que creen que amar a España consiste en esclavizarla.

Hay amores desesperados: el de quien profesa un amor que sabe imposible, como el infeliz desechado por su amor. Son los patriotas de las patrias perdidas en el tiempo, los exiliados que amaron la España a la que no pudieron volver, o los que, todavía hoy, aman la España de Franco o la de la II República, sin calibrar que el tiempo lo devora todo y el recuerdo de todo; que el amor es presencia y si no es presencia, es dolor.

Hay amores constructivos y sanos, el de quien busca crear una familia, entablar un proyecto, que sueña con compartir un amor, con amar y ser amado. Ese es el patriotismo inteligente de tantos millones de españoles que todas las mañanas salen a trabajar y darse de martillazo con la vida, que se casan, que tienen hijos y los crían y los quieren; que pagan sus impuestos, que se ocupan de sus padres mayores, que dedican su tiempo libre a los demás. España existe exclusivamente gracias a esos millones de españoles que dan sin contar, que sostienen nuestra sociedad, que edifican el presente. Y da exactamente igual que sean conscientes o no de que son patriotas, de que griten o no griten “¡Viva España!”. No por ello dejan de amar a España; y es que hay amores expansivos que vocean su esperanza y su entusiasmo por las plazas y por encima de los tejados, amores que ni pueden, ni quieren ni saben ocultarse; pero también hay amores tímidos y discretos, casi vergonzantes, pero no por ello menos intensos o menos auténticos.

El amor no tiene por qué ser exclusivo. Puedes amar a tu patria chica, a tu patria grande que es España, a tu patria enorme, la Hispanidad y a tu patria absoluta, la Humanidad. No son amores incompatibles, en absoluto. Sólo un mentecato puede pensar que no puedes amar a la vez Barcelona, Cataluña y España. ¡El amor es generoso!

Menos clara es la definición que nos da el mismo diccionario de la RAE de “patria”. La patria sería la “tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos” y en una segunda acepción, el “lugar, ciudad o país en que se ha nacido”. Así, en patria confluyen dos realidades, lo que viene dado y no podemos cambiar —allí donde nos nacieron— y los afectos o sentimientos que tengamos al respecto.

El patriota español es el español que ama a España. Que la patria sea una condición dada, anterior, como el lugar del nacimiento, explica que no llamemos compatriotas a quien ama a España sin ser español, como los hispanistas, maravillados desde hace siglos por nuestro ser, nuestras letras o nuestra historia, o como los millones de turistas que nos visitan y vuelven todos los años. Nos quieren, pero no los llamamos compatriotas porque no son españoles de condición, aunque sin duda muchos de ellos merecerían serlo.

Si compañero es, etimológicamente, quien comparte el pan conmigo, entonces compatriota será quien comparte patria conmigo. Pero mi compatriota no tiene por qué ser patriota. Muchos de nuestros compatriotas no son patriotas. Al contrario, muchos españoles odian serlo y los peores son los separatistas. Si el patriotismo es una historia de amor, el separatismo es un relato de odio, en estado puro. Es la peor forma de odio, la del que se odia a sí mismo y aborrece aquello que le vincula a los demás. El separatista no quiere que le demos algo a él sino que pretende quitárnoslo a todos; el único derecho que reivindica consiste en despojarnos de los nuestros sobre territorios que él considera suyos en exclusiva. El separatista es idéntico al chiflado que roba un cuadro de un museo, donde él también lo puede ver y disfrutar como todos los demás, y se lo lleva a su casa para ser él el único en contemplarlo. Su placer consiste precisamente en privarnos a los demás de ese derecho; y, por lo tanto, no debemos permitírselo. Nunca.

Publicado en El Español el 05.06.2017

lunes, 29 de mayo de 2017

Madrid ignora a Julián Juderías


El Ayuntamiento de Madrid,  envuelto en sus harapos, desprecia cuanto ignora; así que el Consistorio madrileño, con los votos de Ahora Madrid, Ciudadanos y Psoe ha ignorado en bloque las distintas propuestas acerca del callejero efectuadas por el grupo municipal del Partido Popular. Algunas de esas propuestas eran muy interesantes, como la que pretendía recordar la egregia figura de Julián Juderías (1877-1918), el autor de La Leyenda Negra, un ensayo sobre la imagen negativa de los españoles, que ha disfrutado de inaudito y prolongado éxito —los ensayos son el género más perecedero del mundo editorial— y que, por desgracia, no parece haber perdido un ápice de actualidad a pesar del tiempo transcurrido: los españoles seguimos mirando nuestro propio pasado con ojos deformados por una visión sesgada y negativa, basada en datos erróneos. El clásico de Juderías iniciaba una nueva disciplina, la imagología, y  es quizá el primer trabajo en hacer hincapié en el mensaje y no en el mensajero.

De este modo, los madrileños hemos perdido —¿hasta cuándo?—la oportunidad de corregir uno de los olvidos más escandalosos y sangrantes del callejero de la capital. Para más Inri, el año que viene se cumple un siglo de la muerte de don Julián y este mismo año se conmemora  el centenario de la segunda edición de su clásico, que es el texto que desde entonces se reproduce, y que suponía una gran ampliación sobre la primera edición, de 1914. Una ocasión perdida, sí, y quizá no se presente otra.

Ya que parece imposible que la patria chica de Juderías , la ciudad donde nació y murió, le dedique una calle o siquiera una placa, quizá la administración regional pueda o sepa recordar su nombre para bautizar una escuela, o una estación de metro; quizá su patria grande, España, y su patria enorme, la Hispanidad, sepan honrar de algún modo, en el próximo centenario de su muerte, a uno de nuestros más distinguidos regeneracionistas, que ha dejado una obra impresionante en el ámbito de la sociología y de la historia, amén de valiosas traducciones e interesantes estudios literarios.

Si Julián Juderías levantara la cabeza, dudo que le preocupara el nulo interés de Madrid y España por uno de sus hijos más ilustres. En cambio se alegraría de que, en gran parte gracias a estudios suyos como Los tribunales para niños: medios de implantarlos en España (1910), existan hoy día los Juzgados de Menores. Juderías murió pocos meses antes de que se aprobara la ley que creaba un marco jurídico específico para los menores (1918).

A Juderías le preocuparía mucho más que Occidente siga aceptando la prostitución y el tráfico de personas. Recordemos que combatió incansablemente esa forma de esclavitud por medio de libros, folletos y campañas. En cambio, los inmensos progresos realizados en España en el ámbito laboral y social le habrían maravillado especialmente a él, vinculado durante media vida al Instituto de Reformas Sociales, el gran laboratorio de medidas sociales de la Restauración. Feminista a machamartillo, Juderías estaría encantado de saber el papel que desde hace un siglo ha ido conquistando la mujer española, en todos los ámbitos. Él escribió que el feminismo “se convertirá, a no dudarlo, en uno de los factores más poderosos del progreso, y nada tendría de extraño que después de ser nosotros deudores de la mujer por tantos conceptos, le debiésemos una libertad más o, a lo menos, un nuevo aspecto de la libertad”.

Recordemos que, como historiador, algunos trabajos suyos fueron rompedores, y no sólo su famoso ensayo negrolegendario. Por ejemplo su España en tiempos de Carlos II fue calificada por la Revue de Synthèse Historique —origen de la Escuela de los Annales— con estas palabras: “hay que agradecerle [al Sr. Juderías] haber planteado la cuestión como había que hacerlo, rompiendo claramente con la historia biográfica y política. Ha emprendido una obra de síntesis nunca hasta ahora intentada y que creemos que aclara mucho la historia del siglo XVII español”.

Siempre pionero e innovador, le debemos estudios monumentales acerca de los más vulnerables, aquellos de los que nadie habla, los ignorados, la infancia delincuente, las prostitutas. Como buen regeneracionista, al lado de la exposición desapasionada de la realidad que estudiaba, proponía algún remedio: fue, por ejemplo, autor del primer ensayo sobre lo que hoy llamamos “microcréditos”.


En cualquiera de los casos, la mejor forma de tributar un homenaje a Julián Juderías consiste en leerlo.  Muchos lo leen, sin saberlo, en las obras de sus innumerables plagiadores e imitadores, cada vez que hojean las páginas de un refrito sobre la imagen de España o Gibraltar. De los libros de Juderías que hoy se encuentran en el mercado, La Leyenda Negra sigue siendo imprescindible. Leamos al menos ese admirable estudio, como grata expiación de la ignorancia municipal, y aprendamos a querernos un poquito más.

sábado, 20 de mayo de 2017

Origen mitológico de Madrid

Restos del Alcornoque de Zeus (Madrid)
Madrid ha cambiado desde su fundación, cuando Zeus, convertido en jamón serrano,sedujo a la pobre Palrato, que a poco de comerse una lonchita fue violada por el procaz dueño del Olimpo, justo al borde del Manzanares, y luego abandonada, preñada hasta las cejas... La malvada Hera, siempre celosa, castigó a Palrato convirtiéndola en alcornoque del que salieron los dos primeros madrileños, Merencio y Colcinia, que a pesar de ser hermanos acabaron casándose -los griegos estaban salidísimos- y montaron la primera chabola, a pocos metros de lo que hoy es el Palacio de Oriente, y fueron los antepasados de la raza madrileña de los que descienden por la línea errecta de balón los merengues y colchoneros.
Luego vinieron los Carpetanos, que preferían que los llamaron Carpetos y son el origen de los famosísimos Paletos que pueblan nuestras sierras, y más tarde los cartagineses, romanos, godos, moros y cristianos de la gran película madrileña, Cañí Productions. Y Madrid se fue transformando. Donde había un templo, los cristianos pusieron una iglesia. Donde había una iglesia los moros ponían una mezquita. Donde había una mezquita los cristianos ponían otra iglesia. Luego venían los milicianos y la quemaban, y luego volvían a reconstruirla los cristianos, y en el III Milenio empezó una tribu rarísima y nueva, la de los Podemitas, a invadir las iglesias enseñando las tetas, como un nuevo rito. El rito tomó su nombre de la famosa Irrita Maestre...
Más alla de las despechadas podemitas, hay que reconocer que el gran cambio vino con la desamortización de Mendizábal que se llevó por delante iglesias y conventos, con sus huertos y jardines, y empezó la cementización de la capital que tanto pone a nuestros alcaldes, que sienten orgasmos múltiples ante cualquier hormigonera y no pueden ver un árbol sin sentir deseos incontrolables de cortarlo. Se ignora cuál de nuestros ediles acabó con los restos del Alcornoque de Zeus, el antiquísimo origen de Madrid que crecía, ajeno a los peligros de la modernidad, en la Cuesta de la Vega, junto al Palacio Real...

jueves, 4 de mayo de 2017

Las oposiciones de San Josemaría

Pupitres del Ateneo de Madrid
Una de las imágenes más conmovedoras y tradicionales de las bibliotecas y salas de estudio en España es la de los opositores, estudiando y memorizando sesudos textos legales o científicos para aspirar a una plaza. Muchachas y muchachos que en silencio, ya sea en los palomares del Ateneo, en los pupitres de la Biblioteca Nacional o en cualquier otro remanso de estudiosa paz, tratan de ganarse el derecho a un estipendio vitalicio, primero como sueldo y luego como pensión, a cambio de una vida profesional al servicio del público y años de preparación previa. Sean laicos o creyentes, sean o no numerarios, supernumerarios o simpatizantes del Opus Dei, todos esos estudiantes parecen seguir las máximas de Camino, obra que dedica una gran atención al estudio, la formación y el trabajo: “[…] El estudio, la formación profesional que sea, es obligación grave entre nosotros” (334). “Una hora de estudio, para un apóstol moderno, es una hora de oración” (335).
De los miles de hijos espirituales de San Josemaría son legión aquellos que con tesón y a veces con un crucifijo o una estampa de su Padre sobre el pupitre han obtenido o tratado de conseguir una posición en la vida por medio del sistema de oposiciones, que sin duda no es perfecto pero parece más democrático que otros, puesto que se basa en el estudio y la memorización, y no en el amiguismo o el partidismo. Precisamente, un aspecto que muy pocos recuerdan* del fundador del Opus Dei es que en su día se apuntó a unas oposiciones, y además en un momento clave de su trayectoria vital, hablamos de los años 1929-30 en que, según su propio testimonio, él ya había constituido el Opus Dei.
En efecto, podemos seguir en las páginas de la Gaceta de Madrid las distintas etapas de una oposición a la que se inscribió el fundador del instituto secular –hoy prelatura personal– tras abonar 25 pesetas –de las de entonces– en concepto de derechos de examen.
Corría el año 1929, reinaba Alfonso XIII y gobernaba el dictador Primo de Rivera, cuando el 12 de julio de aquel año (Gaceta de Madrid nº 197, de 16 de julio de 1929, pág. 330) convocaba la Presidencia del Consejo de Ministros y Asuntos Exteriores una oposición para cubrir cuatro plazas de auxiliares de primera clase en la Secretaría General de Asuntos Exteriores, “dotadas con el sueldo anual de 2500 pesetas”.
No se exigía titulación alguna, sólo los certificados de nacimiento, de antecedentes penales, de buena conducta y el certificado médico de no padecer el interesado “defecto físico que inhabilite para el servicio, ni enfermedad contagiosa”. Las pruebas consistían en un amplio temario de conocimientos generales y acerca de dicha Secretaría General –perfectamente especificado en el programa– amén de un ejercicio práctico de análisis gramatical de un párrafo, una prueba de aritmética elemental, otra de mecanografía y las de idiomas, taquigrafía y caligrafía para quienes lo solicitaran.
La Gaceta recoge en su número 267, página 1924, de 24 de septiembre de 1929, que don José María Escrivá y Albás se presentaba con el nº 88 de orden de presentación a las oposiciones al Cuerpo Administrativo de la Secretaría General del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La Gaceta nº 5 de 5 de enero de 1930, pág. 175 daba la lista definitiva de los admitidos a presentarse, dos centenares, que incluía de nuevo al padre Escrivá.
Resulta interesante espigar nombres y apellidos entre quienes se presentaban, amplio elenco de la burguesía y aristocracia madrileña, pero también de madrileños de a pie. De hecho al nombre de José María Escrivá y Albás precede, en orden, el de Ángel Tejera Lorenzo, entonces un joven de 17 años que dos años después se vincularía al socialismo y acabaría exiliado, y le sigue en orden el de Julio Atienza Navajas, de prosapia carlista y descendiente de Agustina de Aragón, autor años después como Barón de Cobos de Belchite y Marqués consorte del Vado Glorioso de una considerable obra en el ámbito genealógico. No puede uno dejar de pensar si no se apuntarían juntos, el mismo día, si no serían amigos o al menos conocidos... ¿Y conocería también al futuro militante socialista? Preguntas no del todo ociosas pero de imposible o difícil contestación…
La oposición se inició el 17 de enero de 1930. No sabemos todavía si el Padre llegó realmente a presentarse a las pruebas –doscientas personas opositando a cuatro plazas no es precisamente una perita en dulce– y además él ya era algo mayor, con 28 años, para enfrentarse a sus jóvenes competidores, de fresca y fácil memoria; pero no renunció oficialmente a hacerlo. Lo que sí sabemos es que no figuró entre los aprobados, que fueron Francisco de Ory Aranaz, Adela Grego Bonet, María de la Concepción Fernández Ugando e Inocente Ramón Rodríguez. Notemos que dos de los vencedores fueron mujeres, siendo la presencia de mujeres en las oposiciones del Estado constante y creciente desde que los gobiernos regeneracionistas suprimieron las trabas legales para que pudieran competir con los varones, y de hecho la gran feminista Clara Campoamor inició su andadura social ganando unas modestas oposiciones que le permitieron sobrevivir a ella y a su madre. La misma idea debía alimentar el padre Escrivá, que también tenía una mamá a su cargo. Notemos que el feminismo del primer tercio de siglo en España quizá inspirara a quien tanto escribió sobre las Abadesas de las Huelgas, aquellas señoras con poderes regios y cuasi-episcopales…
En cualquier caso, publicando estas líneas pienso que los numerosos lectores de Camino, los numerarios y supernumerarios de la Obra y todos los que en algún momento de su vida hayan dedicado horas de estudio a labrarse un porvenir en la Administración Pública, se sentirán todavía más identificados con el gran santo de los laicos, que les precedió en el duro sendero del opositar.

* La inscripción de San Josemaría para las oposiciones aparece ya en la nota 82 del artículo "El doctorado de San Josemaría en la Universidad de Madrid" de Pedro Rodríguez, publicado por el propio Istituto Istorico San Josemaría Escrivá en Studia et Documenta, vol. 2, págs. 13-113, pág. 37
Publicado en Religión en Libertad el 3 de mayo de 2017

jueves, 30 de marzo de 2017

¿Vamos hacia delante o estamos retrocediendo?

Hergé: "Tintin au Pays de l'Or Noir".
Machado se equivocaba, no se hace forzosamente camino al andar. O quizá tendríamos que saber a qué nos referimos por "hacer camino". Uno puede andar en círculos y al andar en círculos los caminos del pasado y del futuro acaban solapándose como cuando Hernández y Fernández se pierden con su Jeep en el desierto, siguiendo sus propias huellas sin saberlo...
Es más, si el Jeep va a una velocidad superior a la de cualquier velocista humano, y Hernández se cae del Jeep, ¿podrá reunirse algún día con Fernández? Corriendo detrás no, pero corriendo hacia atrás, ¡sí! O incluso sin correr, esperando a que el coche conducido por Fernández dé una nueva vuelta...
Por otra parte si tomando una dirección cualquiera, andas en línea recta, sin desviarte ni un milíimetro sobre la superficie de una esfera como la Tierra, en un momento dado no avanzas sino que retrocedes. Sobre nuestro planeta, es equivalente hacer 39.000 kilómetros hacia delante en línea recta que 1000 km. hacia atrás, equivalente hacer 20.000 kilómetros hacia delante que 20.000 kilómetros hacia atrás. Acabas en el mismo punto.
Esa realidad matemática nos sirve de metáfora: a veces creemos progresar y estamos yendo hacia atrás.

martes, 17 de enero de 2017

Nueva escala cinematográfica

El otro día, mi buen amigo Paco Mirameba se estiró y me invitó a un café. Me conmovió esa generosidad inaudita en un hombre cuya virtud ahorrativa le lleva a comerse las gambas enteras y se alimenta de cortezas de queso y pieles huérfanas de salchichón que birla en merenderos y terrazas. Y es que Paco vive en estado de exaltación desde que le han permitido dejar su acolchada residencia habitual de Ciempozuelos. Se está portando bien, ha prometido no sacrificar más ateneístas a la Diosa del Queso, ha dejado de morder las pantorrillas de las señoras y, sobre todo, se está tomando la medicación.
Me decía Paco:
-"Mira Luisito, la mejor forma de dominar una industria, una actividad económica o intelectual, no consiste en hacer bien las cosas sino en decir quién las hace bien y quien no, ¿lo captas? Ocurre con la prensa financiera, o con las revistas de moda, por ejemplo, que controlan y condicionan en parte el mundo de la moda. En el Cine pasa algo parecido. Los críticos de Cine se han inventado mil formas para tratar de lucirse a costa de esa industria. Si te detienes a pensarlo, es algo genial: no aportas nada al invento, no eres actor, ni director, ni guionista, ni productor, eres un cero a la izquierda, un proyecto de nada, lo gris más allá de lo gris, una ventosidad perdida en el horizonte de una atmósfera mediocre, sencillamente te limitas a decir a los borregos habituales que esta peli es buena, que esta es mala, que esta otra es entretenida, que aquella es un rollo babilónico... Y resulta que si te hacen caso, te conviertes en el rey del mambo y consigues que los productores, actores y directores te hagan la pelota".
- "Vale, Madre de Toda Luz, hasta ahí te sigo. ¿Adónde quieres llegar?"
- "No me interrumpas, alma de cántaro, sangre de nabo, espíritu sin nombre, que prosigo: para llamar la atención los críticos se han inventado clasificaciones como las estrellitas. Cinco estrellas para las obras maestras, como La Reina de África, una estrella para los bodrios, ninguna para aquel documental fallido sobre el funambulismo subacuático que sólo podía verse en braille..."
- "OK. Sigue, Pináculo de la Genialidad."
- "Pero yo creo que todas las películas debieran clasificarse claramente con una nueva escala, en función del número de copas necesarias para aguantarlas. Por ejemplo, la citada Reina de África es una obra maestra, no necesita de ninguna copa. En cambio hay películas que sin ser malas no llegan a ser buenas del todo, les falta como un hervor. Piensa por ejemplo en las de James Bond, eh, Moonraker, pongamos por caso... Hace falta valor para aguantar a Roger Moore con un sombrerito de gondolero... En cambio, si previamente te has tomado un buen gintonic o un par de copas de buen vino, te partes de la risa, entras de lleno en el guión". 
-"Vale, Maestro Inconmensurable, métete con la peli que quieras pero respétame Octopussy, con sus chavalas circenses y la música aquella...Tralalalá, tralilaló tralalá..."
- "Pues también agradece un par de copas esa magnífica película. Mejora muchísimo. Llegas a compenetrarte más con el  héroe, comprendes sus sentimientos ante las jóvenes..."
- "Corta, Paco que te veo de venir..."
- "Pues eso, es menester establecer una Escala razonable de la cantidad de alcohol necesaria para mejorar una película. Decíamos que con una copa puedes volver a ver una buena película que ha envejecido porque nosotros somos más viejos. Por La fiera de mi niña los años no han pasado en vano, pero con una copita bien cargada, te reencuentras con el placer de la primera vez que la viste.
Para aguantar las seudo cómicas españolas, con cuatro copas es más que suficiente. Por malo que sea un chiste, ¡te ríes! Con seis puedes tragarte una de esas de Chabrol en que hay gente que habla en primer plano y luego más gente que habla en primer plano. Con siete copas pierdes el sentido y puedes aguantar el final de Interestelar, Contacto o 2001: una odisea del espacio, que te habrás fijado que las de Ciencia Ficción suelen fastidiarse al final..."
- "Me parece una idea dignísima de ser tenida en cuenta, Raíz de Todo Conocimiento. Si te parece llamamos a tu idea Escala Mirameba. Estoy seguro de que tiene un gran futuro por delante..."

sábado, 14 de enero de 2017

El valor europeísta de la gripe

Si os fijáis, la gripe y el catarro nos han unido a todos. No hay un moqueo diferencial catalán y el pulmón inglés, tras el Brexit, es el mismo que antes del Brexit. Toda Europa tose al unísono. Todos los hospitales petados. Encuentro humillante que los virus y microbios hayan conseguido en un par de semanas lo que sesenta años de europeísmo han sido incapaces de alcanzar: la unión de un Continente. Si fuéramos inteligentes, tomaríamos nota.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Los insobornables

Cada día le estoy más agradecido a aquellos que me gustaría llamar mis maestros -¡ya quisiera!-, aquellas almas, aquellos espíritus libres e insobornables, que no fueron generación de nada, ni grupo de nadie. Trayectorias singulares, cometas fugaces que han dejado una riquísima estela en forma de libros sapientísimos y oportunos panfletos.
La grandeza es una vocación; no puedes escribir nada realmente interesante si no es a propósito, dejándote devorar por la llama del entusiasmo y al mismo tiempo sujetándote a la fría determinación de crear algo que no deba nada a intereses bastardos sino a la inteligencia, la bondad, el idealismo, imponiéndote y poniendo a a los demás una meta superior, un objetivo tan noble que nadie en su sano juicio pueda negarlo o renegar de él.
En el Maestro auténtico viven un santo y un héroe, y también la modestia evangélica y la sencillez de los clásicos. El Maestro huye de la pedantería, su libro es una invitación, un desafío quizá... Al Maestro no le vas a vender ninguna revolución, ni va a dedicarse a salmodiar el nombre de un tirano. El Maestro es como Boecio, que escribió la Consolación de la Filosofía mientras esperaba el juicio que acabó en su ejecución...

domingo, 4 de diciembre de 2016

El soviet de Nueva York y la República Socialista de California


James Stewart en Qué bello es vivir
La derecha sólo puede funcionar si hace suyo el discurso social. Recuerdo una vez en que después de oír a dos capullos hablar de "los rojos" me daban ganas de afiliarme al PC revolucionario o a la Asociación de Amigos de la Guillotina. Por eso me preocupa el discurso del presidente electo de los EE.UU. Vistos los anunciados nombramientos del Sr. Trump, me pregunto si prohibirá o no las películas de Frank Capra. ¿Considerará Qué bello es vivir como un discurso rojo, negro, disolvente, mejicano, en una palabra, como boñiga hispánica o basura católica?

Desigualdades crecientes

Franquin, Idées Noires.
Más allá de cualquier opinión personal, el hecho es que la diferencia entre ricos y pobres cada día se hace más abismal, en particular en espeluznantes dictaduras comunistas con derecho de pernada capitalista -esencialmente la China kissingeriana- o en viejas democracias en que un pequeño grupo de millonarios controla la mitad de los recursos.
El informe del Crédit Suisse resulta particularmente valioso. No hay versión española -¡ya no meteré mis millones en el Crédit Suisse, hala!- pero sí francesa, alemana, italiana e inglesa. Cada cual que lea la que le venga mejor. Por cierto, entre los interesantes datos se encuentra el hecho de que la renta per cápita británica haya disminuido al depreciarse la libra. ¡Toma Brexit!
Traduzco un párrafo significativo:
"El informe establece, además, la creciente desigualdad de la riqueza, si consideramos la porción cada vez mayor de la riqueza total que tienen el 1% y el 10% respectivamente de los adultos más ricos respecto del resto de la población. Mientras que la mitad inferior sólo posee menos del 1% de la riqueza global, el 10% de las personas más ricas poseen el 89% de los activos mundiales"

La era post-Trump va a ser de órdago

Trump ni siquiera ha asumido la presidencia y a lo mejor me equivoco y resulta que lo hace de maravilla. El tiempo quita y proporciona razones... Pero confiesto que me lo estoy pasando bomba, imaginando la reacción futura de la sociedad americana post-Trump, ni diez mil McCarthy van a bastar para inculparlos a todos, creo que Bernie Sanders pasará por un facha horrible al lado de la que se nos viene encima... ¡El soviet de Nueva York!  ¡La República Socialista de California!
Haciendo clic sobre el gráfico al final de estas líneas, aparece, majestuosa, la pirámide de la desigualdad.
Fuente: Global Wealth Report 2016 Crédit Suisse

sábado, 26 de noviembre de 2016

¡Gracias Fidel!

¡Gracias Fidel! Es la primera vez que me das una alegría... Pero no te voy a tutear, no éramos amigos. Así que hablaré de ti como lo que eras, un dios cruel y ajeno, amo de las vidas y haciendas de tus vasallos.
Reventó el Tiranosaurio caribeño. Una vez más me equivoqué, pensaba que Castro era inmortal.. Hoy el aire está más limpio y si entierran los despojos en lugar de incinerarlos, quizá se salve el Planeta del cambio climático...
Me alegro mucho por los cubanos y especialmente por todos aquellos que fueron encarcelados, torturados y asesinados por las sabandijas comunistas, todos aquellos que no van a recuperar los años robados, ni los miembros amputados, ni la vida que les quitaron.
Me alegro mucho por todos los cubanos que a lo largo de 57 años no han conocido otra cosa, que han tenido que escuchar pacientemente y aplaudir incansablemente discursos kilométricos, que han visto a sus hijos morir en Angola y han experimentado la espantosa realidad de un mundo sin esperanza.
Me alegro mucho por todos los cubanos perseguidos por su fe o sus ideas, apartados de los estudios superiores, discriminados, convertidos en untermensh por la dinastía Castro.
Me alegro por todos los cubanos que han muerto ahogados o han sido devorados por los tiburones al tratar de escapar del puñetero paraíso socialista.
Me gustaría que nadie fuera a su entierro pero me temo que los Jefes de Estado, el Papa y los demás hipócritas internacionales soltarán las habituales lágrimas de cocodrilo...
Un canalla menos. Es curioso, noviembre no le sienta bien a los criminales, otro gallego ilustre palmó hace 41 años... ¡Se llevaban bien! A ver si Raúl, el hermanísimo, se anima y sigue el ejemplo de Fidel, que no se corte, hay que darle ánimos, Ra-ul, Ra- ul, casca ya, ra-ra-ra.
Y no es que me alegre por la muerte de una persona, sino por el nacimiento de una oportunidad, la oportunidad de que la desaparición de la dinastía liberticida permita que en Cuba se instaure la libertad, que todos los cubanos, ya fueran víctimas o verdugos, puedan mirarse a la cara, decirse lo que piensan, insultarse primero y besarse después, para poder caminar juntos, sin olvidar de juzgar a los criminales más comprometidos con el régimen, para desacreditar por siempre la dictadura. El castrismo debe morir con los Castro, como el franquismo murió con Franco, ese cáncer no debe metastatizarse y continuar. Cuba necesita amor, libertad, justicia, perdón, no necesita más hipocresía, más tiranía ni más mentira. De eso ya han tenido de sobra... ¡VIVA CUBA LIBRE!

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Los títeres sueñan con un mundo sin hilos

El sueño de la libertad es maravilloso, como el sueño de la ciudadanía. Me divierte jugar a que soy un ciudadano libre, un orador libérrimo en plan James Stewart en Caballero sin Espada, rompiendo las cadenas de la plutocracia...
Lo malo es que cuando me miro al espejo veo todos esos hilos que me sujetan, sin conseguir adivinar, ahí arriba, los dedos del titiritero. Me encantaría ser el títere de Dios y que él manejara los hilos, pero va a ser que no. Son otros los que me manejan, y sus intenciones no son buenas.
Los títeres viejos en el Pinocho de Disney
La sensación de vivir en un teatro de títeres llega a ser muy inquietante. Nunca he aceptado ser un pelele en manos de los poderosos, pero mi opinión al respecto es indiferente, al final soy un pelele, pelele cimarrón, pelele rebelde, pelele, indócil, pero pelele. Eso sí, pelele díscolo que durante unas horas sueña con la idea de que nuestra profunda dignidad de hombres libres bla, bla, bla consegiurá derrotar el poder ciego del dinero y la fanática condición de quienes no se atreven a pensar tralalá, chin pon. Juas, juas, juas, voy a hacer como que me creo, como que me lo creo...
Me conozco tan bien mis propios discursos que sé cuándo aplaudirme al final. Me aplaudo, Bien. Y ahora, a hacer la compra y a pagar las facturas.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Las elecciones en EE.UU. y una ley imbécil

Resulta asombroso que una democracia secular y ejemplar como la norteamericana sufra normas electorales tan absurdas como la que permite que entre dos candidatos no salga elegido el más votado por los electores. El sistema que hoy rige, de votos electorales vinculados a los Estados, era lógico en la época de las diligencias, pero ahora es contraproducente. A lo largo   de las dos últimas décadas hemos visto ya en dos ocasiones elegir presidente de Estados Unidos a señores que habían recibido menos sufragios que sus rivales.
Estos son los datos exactos, y los de 2016 no están todavía cerrados y los actualizo regularmente desde la primera publicación de esta entrada:
Año 2000. Al Gore 50.999.897 votos George W. Bush 50.456.002.
Diferencia: 543.895 votos a favor de Gore. Ganador: Bush
Año 2016. Hillary Clinton 65.844.610 votos Donald Trump 62.979.636.
Diferencia:
2.864.974 votos a favor de Clinton. Ganador: Trump. 
Fuente: http://cookpolitical.com/story/10174
 Podemos añadir que el fenómeno ya se había producido tres veces en el siglo XIX, con ocasión de las elecciones presidenciales de 1824, 1876 y 1888. La actual configuración electoral de los Estados y el reparto de la población han permitido que tan indeseable circunstancia se repitiera dos veces en una sola generación, dos veces que sobraban, obviamente. Imbécil, según el Diccionario de la Real Academia Española significa tonto o falto de inteligencia. No entiendo que un país que ha conseguido depurarse de normas en su día tan difíciles de reformar como las que consagraban la esclavitud, la segregación racial o la maldición jurídica de los homosexuales no sea capaz de abordar algo tan sencillo como una reforma técnica de su ley electoral. Si lo que se pretende con una elección es que el que resulte más votado salga elegido, hay que reconocer que la ley actual que rige la elección presidencial norteamericana es una ley que no funciona, es una ley falta de inteligencia, es, literalmente, una ley imbécil. Y es una ley que me afecta a mí, como occidental, porque el Presidente de Estados Unidos no sólo es el jefe de los norteamericanos, es sin ninguna duda el líder de todo Occidente, si es que Occidente significa todavía algo...